“El descaro de los monigotes que como candidatos de oposición se lanzan en paralelo, por la libre, es el propio de un burdel sin piano” Rafael Poleo
“No
vamos a pisar trapos rojos, la unidad es la gran fuerza que va más allá de los
partidos” Jesús
Alberto Barrios, secretario general de COPEI
Ya
desde el gobernante anterior existió la costumbre de que al acercarse alguna
elección, frecuentes como parte de una política dirigida desde Cuba para
mantenerse en constante campaña electoral y así entretener e ilusionar a la
pobrísima y paupérrima población iletrada, las promesas de corregir los errores
se tradujesen en nuevas leyes habilitantes, con el fin de “...cualquier cosa…”.
Nuevamente, supongo que como parte de mantener la tradición que convence a
algunos pobres y a muchos distraídos de la vida traducida en votos, aunque
también sabemos que la trampilla funciona, por lo cual nunca sabremos
exactamente qué ocurrió en esa sarta de “elecciones”, se plantea el grupo que
controla la chequera y los fusiles aprobar una reciente habilitante “para
combatir la corrupción”.
Por
supuesto que ya podemos predecir dos eventos inevitables, siempre y cuando la
oposición se siga comportando como hasta ahora: a) aprobarán ilegalmente la
moción y b) utilizarán la autorización para apurar el viaje a Cuba, o sea, el
exterminio de la clase media y convertir a toda la población nacional en
simplemente sobrevivientes autómatas, desnutridos, incapaces de un sentimiento
y/o pensamiento independiente. Los que logren sobrevivir a tal plan destructivo
quizá puedan huir, no en balsas sino atravesando selvas y trochas ad hoc.
Ese
es el plan maestro que se inició hace ya casi 16 años y que gracias a cierta
cordura que invade aleatoriamente a la oposición, ha viajado a lomo de mula
vieja. Sostengo que debemos agradecer tal consideración de nuestros viejos y
cansados líderes “de la derecha” como gusta llamarlos el gran Nicolás. Como se
trata de un juego perverso, donde hay dos bandos en disputa, siempre apelo al
regaño o consejo hacia los que dicen representar el bando de los que creemos
que las salidas amorosas y pacíficas son las únicas viables, tal como lo
demostró ese monstruo de la política y faro moral del mundo que se llama Nelson
Mandela. Puesto que las jugadas que emprenda la oposición pueden marcar la Gran
Diferencia.
Dentro
de ese enfrentamiento queda la posibilidad de que los mencionados dueños
provisionales del mango del sartén, logren aprobar la moción al lograr un salto
de talanquera de algún desesperado diputado por cambiar sus difíciles momentos
actuales en el parlamento.
Si eso llegase a ocurrir, el personaje de marras
debería pasar a la lista de los inolvidables, como William Ojeda, Antonio
Ecarri y David Uzcátegui, por ejemplo, quienes demostraron que el ombligo le
gana al cerebro en ciertas circunstancias, demostrando crasa incapacidad para
dirigir o coordinar democráticamente a nadie. O, por lo menos, inundar de dudas
a cualquier demócrata sincero e inteligente.
Las
horas nonas exigen asumir principios y esa palabra parece escasear en la mente
de muchos, en estos momentos…
@luisneuro
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