martes, 20 de agosto de 2013

FREDDY. NUÑEZ , ¡NO!

Quisiera hacer dos precisiones. La primera tiene que ver con la calificación de dictadura que algunas personas suelen utilizar para definir al régimen que padecemos. 

Ciertamente esa es su vocación, les estorba la democracia, y en ese sentido procuran secuestrar todos los espacios posibles a la sociedad civil. Pero estamos muy distantes de una verdadera dictadura gracias a la férrea oposición del país democrático que se lo impidió al gigante destructor, y se lo impedirá a sus herederos segundones. La otra, está vinculada a la confusión que aprecio en algunas personas, en relación a la impugnación de las pasadas elecciones, intentada por Capriles ante el tsj. Algunos despachan el asunto diciendo que si se impugnaron las elecciones significa que el cne se robo los votos y en consecuencia no vale la pena votar en diciembre pues lo volverán a hacer. 

Los técnicos de la alternativa democrática son profesional y éticamente intachables. Conocemos a muchos de ellos, y ratificamos que desde el punto de vista técnico, el voto no puede ser alterado. De manera que la impugnación ante el tsj, no se refiere a que se “roban” el voto emitido por un ciudadano. Se trata de denunciar ante la “justicia” el conjunto de irregularidades y vicios que a lo largo del proceso y por supuesto, el mismo día de las elecciones, tuvo lugar con la complicidad del cne. 

Se impugna el ventajismo que le permite al régimen la ilegalidad de utilizar los recursos del estado, dinero, vehículos, chantajes, migraciones ilegales, uso de los medios etc, avalado por unas señoras que responden a las órdenes del ejecutivo. Pero sobre todo se refiere esa impugnación, a los desafueros cometidos el propio día de las elecciones con grupos armados desalojando a testigos de la oposición, para quedarse en el centro manipulando ese tesoro llamado “cuaderno de votación”, en el cual, y con la garantía de que las empleadas del tsj no permitirán su auditoría, proceden a estampar huellas, firmas y sello de votó, en todos los espacios en blanco que encuentren. 

Y es esa información chimba, emanada de los centros electorales donde o no hay testigos de la oposición, o estos son sacados violentamente, lo que altera el número de votantes. Este es el reto ciudadano que tenemos el 8 de diciembre. 

Acudir a votar masivamente, demostrar  que realmente somos mayoría, y respaldar de tal forma a nuestros testigos en las mesas, que no puedan agredirlos con la impunidad de siempre. Recordemos que a pesar de las tracalerías, la supuesta “ventaja” de Maduro sobre Capriles, apenas llego al 1%. 

El impacto de una mayoría evidente permitirá demostrar ante el mundo lo ocurrido en Abril y abrirá claras perspectivas para salir democráticamente de esta desgracia, antes de culminar el período. Recomiendo ver la película NO, sobre el plebiscito chileno de 1988. La oposición democrática derrotó a Pinochet  con el 56% de los votos. Y esa si era una verdadera dictadura, sin ningún tipo de libertades, con el control férreo de todos los poderes y un largo expediente de muertes, desaparecidos, torturados y exiliados. Entendieron los chilenos que la unidad era la clave y participaron a pesar de los pesimistas de siempre. ¿Estaban los chilenos de entonces en mejores condiciones que nosotros?  NO.

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.