SOLEDAD MORILLO, CONVERSATORIO CIBERNÉTICO, PARA LEER Y COMENTAR

1.- ¿Cuáles son las características de la actual situación venezolana?

SMB: Muy complejas. Es, más que nunca antes, un país con un Estado rico, un pueblo pobre y una Nación endeudada. Tiene la economía enferma, el desarrollo enfermo, el desempeño enfermo, la ética enferma. La democracia sobrevive porque ya la época de los gobiernos por golpe son muy mal vistos y no existen en América Latina y porque además el gobierno se cuida bien de lucir “bonito” con lo cual, aunque sean vox populi todas las aberraciones en las que ha caído la democracia venezolana, resulta muy difícil comprobarlo ante los organismos internacionales, los cuales, además de estar ocupados en otros asuntos que consideran más graves, tienen a los países miembros representando a sus gobiernos y no a sus pueblos. La situación en Venezuela es muy precaria. La gobernabilidad es tambaleante. Maduro no es presidente, está en la presidencia, que es muy distinto. Pero el gobierno no caerá. Hay demasiados intereses oscuros cobijados en este gobierno. Nos esperan años de inestabilidad, de profundizar el subdesarrollo, de problemas graves económicos. La corrupción ha hecho y hará estragos en una economía y un sistema que se presta a mayor desastre y descontrol. En Venezuela cada día más gobiernan las mafias. Son ellas las que están en el poder. Las perversidades del sistema permiten que se nutran y engorden. Y para completar Maduro carece del carisma que tenía en abundancia su antecesor. Por eso, Chávez, que fue el porta aviones de Maduro, es a la vez su más pesado plomo en el ala. La conversión de Chávez en una deidad está resultando cada vez más difícil. Sólo los duros piensan en Chávez. Para las mayorías, el hombre se fue y ya. Página pasada.

2.- ¿Cuál cree usted que es la posición internacional de nuestro país?

SMB: Más allá de las lindas y rimbombantes declaraciones, plagadas de frases hechas, a los países con los que Venezuela se relaciona o les viene muy bien que Venezuela esté en este degradante estado (uno menos en la competencia) o, en el mejor de los casos, ni las va ni les viene. Venezuela ya no es importante, ni económica ni políticamente. Chávez era inevitable. Maduro es irrelevante. Cualquier frase que dijera Chávez agarraba titulares en los medios nacionales e internacionales. Para que algo que diga maduro aparezca en los medios el gobierno tiene hacer esfuerzos sobrehumanos que no tiene éxito. Ni siquiera en esos espacios que inventó Chávez (Celac, ALBA, UNASUR, etc.) tiene protagonismo Maduro. Es uno más. Nuestro principal aporte hemisférico y planetario ya no tiene mayor peso. Hemos sido sustituidos por oferentes más confiables y menos “problemáticos”. Además, tanto se ha dicho que el problema de los venezolanos lo arreglamos los venezolanos que los países nos tomaron la palabra, para desgracia nuestra.

3.- ¿Qué salidas contempla usted para superar las características señaladas?

SMB: Creo que la ciudadanía, con muchas protestas pequeñas y grandes y poniendo en jaque al gobierno con mucha frecuencia, sin embargo aguantará estoicamente. Me parece muy improbable que Maduro sea derrocado (nadie tiene la fuerza para ello) o que la revocatoria de mandato sea plausible, por lo costosa y complicada.  Así, creo que con cada elección que ocurra en estos seis años se irá fortaleciendo una mayoría de oposición, que finalmente conseguirá una victoria indiscutible en la próxima elección presidencial. Me refiero a una victoria que no pueda ser refutada. Sé que mi opinión será mal vista por muchos sectores, pero hay que tener claro dónde estamos parados. Creo que Maduro tendrá durante todo su mandato un gobierno muy “acontecido”. Los rebullones estarán alborotados todo el tiempo. En todos los sectores. Y nunca conseguirá Maduro aumentar su popularidad más allá del 48%. Tiene y tendrá en su contra durante todos los años una economía hecha trizas, que no podrá recobrar porque simplemente nunca tendrá el liderazgo ni la fortaleza política necesaria para quitar a quienes mantienen la economía venezolana en caída.  Y además será cada vez más evidente la corrupción y la desigualdad social que ella produce. A Maduro lo va a hundir su incapacidad para gobernar la crisis y para poner en cintura a las facciones de ese menjunje que es el Polo Patriótico, que de patriótico tiene lo que yo de noruega.

4.- ¿Cuál es su opinión sobre las elecciones del 8 de diciembre?

SMB: Suponiendo que no se produzca una nueva postergación, creo que la oposición tiene una oportunidad de oro de ganar unas 100 alcaldías, mayormente en ciudades superiores a 50 mil electores. Dentro de éstas hay que destacar las capitales de estado. Y ello es muy importante. Podría ganar una decena más pero ha perdido poder de convocatoria. El gobierno no tiene ya cómo torcerle el brazo a sus electores. Entonces, la confrontación es de electores duros y semi duros.  Esto no es un enfrentamiento entre izquierda y derecha. Es entre demócratas y autócratas. Lo que suceda en estas elecciones municipales será el piso para construir una mayoría que pueda derrotar al gobierno en las elecciones legislativas, que son las joyas de la corona.

5.- ¿Existe un liderazgo claro en la llamada alternativa democrática?

SMB: Hay tres tipos de liderazgo que creo yo ya están bastante claros: dos colectivos y uno personal. La MUD, más allá del chismorreo de comadres, es una organización que ha demostrado ser exitosa y eficiente. Al no ser un partido sino un conglomerado político de fuerzas de oposición, ha conseguido mostrarse robusta en el establecimiento del concepto de Unidad. Los partidos políticos se han ido consolidando entre su gente. Se ha limpiado la maleza y han jugado bien el papel de forjadores de la Unidad, a pesar de algunos necios que creen que todavía hay espacio para jugar solos y que cacarean en la niebla. Y Capriles tiene un liderazgo validado nacional e internacionalmente que se ira fortaleciendo porque Capriles tiene dos virtudes imprescindibles para enfrentar una circunstancia política tan compleja y desgastante como la que vivimos: la perseverancia y la tenacidad. En estos años veremos a un Maduro envejeciendo rápidamente y a un Capriles que alguna cana exhibirá pero cuya contextura física reflejo de su fortaleza de espíritu.

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