martes, 9 de julio de 2013

SIMON GARCIA, UNA FE QUE VALE ORO.

            Las sociedades no tienen el atributo de pensar consciente y orgánicamente sus cambios. Esa es la misión de la gente de ideas, de los líderes y los partidos.
           
Tenemos la ventaja de contar hoy con un conjunto de partidos que, al margen de la aritmética electoral, están exigidos de un retorno a la comunicación directa con sus seguidores y simpatizantes. Ahora, excluidos de la TV, tienen que compensar esa desventaja con otras formas alternativas de difusión de sus puntos de vista y propuestas.
            Seguramente acudirán a Internet y sus redes. Pero esa será una relación que resultará insuficiente si no logran estar directamente entre la gente. La razón social es también asunto de marca publicitaria, pero ya tienen cerrados o restringidos los medios que les permitían sostenerla en el tiempo. Por eso se convierte en asunto de eficacia concentrarse en batir el barrio y devolverse a la Venezuela profunda. Si ese giro se lleva a cabo, aún silenciosamente, al gobierno le puede salir el tiro hegemónico por la culata.
            Los partidos son las únicas organizaciones capaces de proporcionar el vínculo necesario entre las luchas inmediatas y los horizontes de futuro. Son el reservorio de conciencia que puede aclarar las perspectivas y mantener alto el optimismo aunque tengan que problematizarlo.
            Es natural que haya gente que tenga prisa. Menos justificado es que alcancen atención quienes consideren que esta lucha es una especie de olimpíada boxística que hay que ganar instantáneamente. Pero el colmo de las irresponsabilidades es pretender sustituir la estrategia de formación democrática de una mayoría por atajos como la huelga general o un más que reprobable golpe de Estado.
            Hay un lider y un movimiento de resistencia social que ostentan la proeza de un crecimiento sostenido frente al Estado. El empate del 14 de abril contiene dos mensajes: ese Estado puede ser derrotado porque ha entrado en una fase de declinación, como lo demuestra el desprendimiento significativo de centenares de miles de antiguos seguidores oficialistas que cambiaron de opción. El segundo es que la alternativa avanza cuando deja de ser percibida como una amenaza, se abre a una conformación plural y anula la polarización oficialista en la base de la pirámide social.
            La revolución concluyó con Chávez. Los herederos no son lo mismo. En muy pocos meses han provocado dudas sobre su legitimidad, han mostrado su ineficacia para detener la  corrupción, han acentuado los problemas económicos y están convirtiendo el proceso en una retrovolución. La cúpula roja no se está batiendo por unas ideas, sino por quién se va a quedar con la mayor parte del botín.
            El norte del modelo que están imponiendo, con intimidación y populismo estado-dependiente, no es una sociedad más justa y productiva. Si aún alguien piensa que este poder mantiene algún aliento emancipador sólo tiene que examinar el trato que ha tenido con los trabajadores, estudiantes y profesores de las universidades autónomas. Sús objetivos están dirigidos a descabezar la representatividad de las organizaciones existentes y cerrar  espacios de aprendizaje crítico y cultura de la tolerancia.
            El gigante no goza de buena salud, pero es un gigante. Se tambaleó en abril y está intentado reparar sus resquebrajamientos. Pero su grieta es el modelo y no hay vestigio de que se propongan cambiarlo.
         Puede llegar a ganar cierta sensación de estabilidad, a costa de conducir al país a su extinción. Por ello, los que tienen fé deben seguir, extrayendo del pesimismo de la razón toda la lucidez necesaria para irradiar el optimismo de la voluntad.
@garciasim

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.