MIGUEL APARICIO, LA PRIMAVERA ÁRABE VERSUS EL OTOÑO VENEZOLANO

Hasta hace poco más de dos años y medio el mundo se enteró, a través de la radio,  la prensa y la televisión, del nacimiento de la “Primavera Árabe”. Todo comenzó en un pequeño y muy pobre país musulmán, Túnez, ubicado al norte de África. ¿La chispa incendiaria? Un joven buhonero de 26 años de edad llamado Mohamed Bouazizi quién el 17 de Diciembre de 2010, por cierto el día que se cumplía el 180 aniversario de la muerte de Simón Bolívar, se inmoló a lo bonzo como respuesta a la tiranía, a los abusos de poder, a la corrupción y al desempleo reinante en su país. Y como ocurre en todo gobierno totalitario estaba LEILA Travelsi, una mujer muy ambiciosa de poder y de dinero. Era “la primera combatiente o guerrera”, como se hacía llamar, y consorte del tirano de Túnez y además la protectora, junto con toda su familia de 10 hermanos, de toda la corrupción de su gobierno.

De inmediato y como efecto dominó éste fenómeno de protestas y rechazos contra tiranías y gobiernos corruptos se extendió hacia otras naciones musulmanas integrantes de la cuenca del Mar Mediterráneo con los resultados que todos conocemos. ¿Su origen en todos los casos? La desigualdad social, religiosa, política, económica, militar en esas naciones, por las tiranías de sus gobiernos, las hegemonías de las castas reinantes y fundamentalmente, los altísimos niveles de corrupción de los enchufados a las esferas del poder en detrimento de los que siempre han sido usados como focas de un circo; el pueblo que vive de dádivas, misiones y miserias.

Sin embargo, para ese entonces todo el planeta Tierra si sabía del nacimiento y fortalecimiento de la revolución “Chavista” en Venezuela ya que para esa fecha ese proceso revolucionario tenía más de diez años detentando el poder de forma absoluta en lo que en el pasado fue la “República de Venezuela” y ahora “BOLIVARIANA.

Lo interesante y antagónico entre la “Primavera Árabe” y el “OTOÑO VENEZOLANO” es que ambas estaciones climáticas se diferencian enormemente. En la “Primavera Árabe” ocurre el florecimiento de la democracia, de la libertad, de la lucha por los derechos humanos y la caída de los tiranos como consecuencia de la unidad y la organización en la lucha cívica y la protesta con la MARCHA SIN RETORNO, del apoyo de los militares institucionales, del trabajo en equipo de la coordinación local, regional y nacional, del desprendimiento de las ambiciones personales, grupales, políticas, militares, económicas y religiosas y del liderazgo multitudinario de todos los hombres y mujeres de esos pueblos subyugados por las castas gobernantes del momento.

Por su parte el “OTOÑO VENEZOLANO” se produjo en nuestra Patria, pero CIENTO NUEVE DÍAS antes, es decir, el 30 de Agosto de 2010 y previo a que ocurriera lo de Túnez y no al estilo de lo del  tunecino Mohamed Bouazizi. Ese aciago día al MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA VENEZOLANA, EL AGRICULTOR FRANKLIN BRITO, todos los venezolanos lo dejamos MORIR SOLO en el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo a donde el gobierno de turno lo llevó detenido por protestar y exigir democráticamente que le devolvieran su tierra productiva allá en el Estado Bolívar, expropiada y hoy convertida en montarral y rastrojo. A diferencia de Túnez que esa noche del 17 de Diciembre de 2010 y apoyando a Bouazizi se volcó a la calle para nunca más regresar hasta que su pueblo logró su libertad, ese triste 30 de Agosto de ese mismo año la gran mayoría de los venezolanos llenamos los restaurantes, los Centros Comerciales, los Cines, las Discotecas, para seguir nuestra rutina porque lo del indefenso agricultor que se inmoló en el Hospital Militar no era nuestro problema y porque a casi ningún venezolano nos interesó el sacrificio de Franklin Brito.

En catorce años hemos visto impávidamente que nos han cambiado casi todo desde el nombre de nuestra República, nuestro escudo, la forma republicana de la división de los poderes, los grados militares y hasta los uniformes de nuestros oficiales para hacerlos iguales a los cubanos, rusos y norcoreanos pasando indudablemente por nuestra bandera a la que con la supuesta excusa de incluir a Guayana se le agregó una estrella más,  cuando verdaderamente lo que se INCLUYÓ fue la OCTAVA ESTRELLA en representación del IMPERIO DE CUBA que es el que rige nuestra vida y nuestro destino y  aquí no pasa nada.

En este período triste en el que se nos ha querido quitar nuestra identidad como pueblo y como Nación ha ocurrido: el cierre de RCTV y de más de 36 emisoras de radio y ahora más recientemente, el amordazamiento de Globovisión. Además como premio tenemos la inflación más elevada de la América y la más degradante CORRUPCIÓN PÚBLICA DENUNCIADA POR MARIO SILVA, desempleo, los más altos índices de inseguridad personal y patrimonial inimaginables en mente humana y en la Venezuela de hoy… hasta sin papel higiénico y ser el hazmerreir del mundo, desgraciadamente seguimos y aquí no pasa nada.

Y lo que es peor y aún triste es ver que a casi tres meses de las solicitudes de impugnación de las elecciones del 14 de Abril igualmente aquí no pasa nada y seguimos a la deriva, sin rumbo claro diciéndole amén a todo y aceptando que la Plaza de la Orquídea en Barquisimeto sea confiscada por dos funcionarios gubernamentales o que las marchas de protesta sean confinadas a dos cuadras debidamente marcadas y con horario restringido de dos horas sin levantar mucho la voz,  para las que debemos pedir permiso y marchar en silencio al paso de la gallina y al cumplirse las dos horas regresar a nuestros hogares a rezar y a ver el canal  de “todos los venezolanos” o lo que es más degradante, dejar que nuestra juventud universitaria se inmole en una lucha solitaria por la  reivindicación de sus derechos a vivir en un mejor país y aquí no pasa nada.

Bien lo dice un viejo adagio, “CUANDO LA FUERZA BRUTA SE IMPONE, LA INTELIGENCIA SE VA A DORMIR”. Por ello pienso que aún estamos INMADUROS y muy lejos de imitar la “PRIMAVERA ÁRABE”, cuando por ahora silentes y comportándonos como zombis, todos sin excepción chavistas y opositores, estamos montados en el “AUTOBUS” pero no el del “PROGRESO” sino de la “INVOLUCIÓN”  y estamos siendo llevados por un conductor diferente al que aspirábamos todos los venezolanos el 14 de Abril al despeñadero y aquí… no pasa nada.

Hoy, presumo, nuestro anhelado y verdadero chofer de autobús, que DEBEMOS SER TODOS y no dejarle esa responsabilidad a una sola persona, en estos momentos y como una masa amorfa y conformista estamos esperando que nos llegue el OTOÑO con su tiempo gris y melancólico, luego el INVIERNO con su frialdad para dar paso a la PRIMAVERA de playa y de Semana Santa para ver si por fin el año entrante viene el VERANO CALIENTE,  que nos permita enterarnos por parte del TSJ si hubo o no FRAUDE en el proceso electoral del 14A y si lo hubo, emular con dignidad la “PRIMAVERA ÁRABE” DE LA PROTESTA CON CORAJE Y REALIZAR LA MARCHA DEL NO RETORNO HASTA QUE  RECUPEREMOS NUESTRA DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y LIBERTAD.

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