La situación en la que se vive en la Venezuela actual es tan preocupante, que se ha transformado en tema de conversación obligada entre amigos. En una de esas oportunidades se estableció el siguiente intercambio
A pesar de todas las implicaciones de lo que sucede en nuestro país, pareciera que los venezolanos nos estamos acostumbrando y adaptando a vivir bajo una situación en la que el abuso de poder por parte de un régimen que actúa como una maquinaria de destrucción y representa la anulación de los derechos ciudadanos. Ante esta realidad la sociedad venezolana pareciera estar inerme, desunida, controlada por ese poder dictatorial e impedida de hacer un frente común que al ejercer su responsabilidad social le permita controlar el poder. Quien daba estos argumentos aducía indiferencia por parte de esa sociedad.
Una respuesta válida a este argumento fue que en la mayoría no había indiferencia, que en todas partes y a diferentes niveles socioeconómicos los ciudadanos expresan su rechazo o su adhesión al régimen todos los días mediante protestas y manifestaciones pequeñas, que no llegan a ser grandes, ya que falta algo que las aglutine. Para algunos integrantes de la alianza opositora el enfoque sólo debe ser electoral, mientras que otros claman por la necesidad de más acciones de calle. Mientras tanto el tiempo corre, el régimen endurece sus acciones destructivas, el deterioro de la calidad de vida va en picada, se endeuda más al país y, el régimen de Maduro se asienta con reconocimiento internacional. Recordemos que los países y gobiernos tienen intereses y no amigos.
Con respecto al enfoque electoral está latente la crítica sobre la impugnación de las Elección Presidencial del 14 de Abril 2013, la cual pareciera haber caído en el limbo, a pesar de los informes y documentos que diversos organismos internacionales han presentado en los que queda claro la falta de transparencia del CNE y el fraude electoral cometido en dicho proceso por parte del oficialismo. Sin embargo a pesar de las denuncias que han sido cursadas a partir de la lectura oficial de resultados, continúa el llamado a votar bajo las mismas condiciones electorales que han sido denunciadas como abuso de poder y confiscatorias de los derechos políticos de los venezolanos. Sin al parecer recordar que con cada elección sucia, se han ido perdiendo la democracia, el país y su soberanía, hasta hoy en día que Venezuela llegó a tener no un presidente, sino un heredero de la presidencia que le rinde cuentas al régimen cubano.
Otro argumento se refería a la presencia del liderazgo como factor de aglutinación, es decir de líderes de diferentes niveles, con unidad de propósito, con un discurso convincente que inspirara e hiciera vibrar y creer al pueblo con la posibilidad real de alcanzar un mejor futuro. Una de las mayores críticas es que a los líderes emergentes se les trata de impedir su crecimiento, lo cual ha impedido o dificultado la aparición de generaciones de relevo capaces de asumir el reto político. Este argumento es válido para ambos adversarios
Lo que está sucediendo en el país es que con cada elección que “gana” el oficialismo, la protesta de la oposición languidece y se difumina con lo cual se permite la continuidad a este estado de cosas, el país se hunde y la voluntad de la nación se diluye.
mechemon99@yahoo.co.uk
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