El pasado 30 de mayo, el Embajador de las
Américas, Willy Cochez, informó a través de su cuenta de Twitter que José
Miguel Insulza seguirá al frente de la OEA hasta el 2015, añadiendo
irónicamente: "si no la cierran antes por inoperante". Ese mismo día,
Henrique Capriles dijo en una entrevista con Jaime Bayly que "a la OEA
habría que refundarla"
Existe un clamor generalizado en toda América
Latina, y particularmente en Venezuela, para reformar no solo la OEA sino a
todas las organizaciones multilaterales de la región, porque ya no cumplen con
las funciones para las cuales fueron creadas.
La demostración más reciente de la
inoperancia de la OEA la dio el propio Insulza el pasado 30 de mayo, cuando
declaró que "no hay ambiente" para discutir las numerosas violaciones
a la democracia que se cometen en Venezuela (http://to.ly/lC0I). En cuanto a
Unasur, quedó descalificada debido a su comportamiento cómplice respecto a la
promesa incumplida de Maduro de auditar las elecciones del 14 de abril.
Los organismos multilaterales interamericanos
están secuestrados por el Socialismo del Siglo XXI y por eso actúan de forma
muy similar a la justicia venezolana: si no eres chavista, como María Afiuni,
Iván Simonovis y más recientemente Antonio Rivero, entonces vas a la cárcel,
aún siendo inocente; pero si eres rojo, como los personajes que aparecen
denunciados en las grabaciones de Mario Silva, ni siquiera te investigan.
En el ámbito latinoamericano sucede lo mismo:
si eres rojo, como Nicolás Maduro, Manuel Zelaya o Fernando Lugo, entonces eres
considerado inocente, aunque existan pruebas evidentes del delito cometido.
Pero si eres azul, como Roberto Micheletti, Álvaro Uribe o Federico Franco,
entonces eres declarado culpable, aunque
tus actuaciones estén apegadas a las leyes.
En el año 2009, Maduro intervino
flagrantemente en los asuntos internos de Honduras; en el 2012 fue filmado
promoviendo un golpe militar en el Paraguay; y este año perpetró un fraude
electoral en Venezuela; ante la mirada indiferente de los organismos
multilaterales.
En cambio, éstos se rasgaron las vestiduras
cuando el gobierno de Uribe dio de baja en territorio ecuatoriano al líder de
las FARC, alias Raúl Reyes; y cuando las instituciones hondureñas impidieron
que Zelaya violara la constitución de su país. Willy Cochez fue destituido de
la OEA solo por decir la verdad respecto a lo que ocurre en Venezuela. ¡El
cinismo es tan grande, que el Presidente del CELAC es nada menos que el
dictador Raúl Castro!
Es evidente que algo muy malo está pasando
con el Sistema Interamericano y que debe ser reformado cuanto antes para
recuperar la vigencia de la Carta de Bogotá de 1948 y de la Carta Democrática
Interamericana.
@LuisSemprumH
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