Mercados libres, gobierno limitado, estado de derecho, libertad para comerciar en todo el mundo, impuestos reducidos, políticos al servicio de los ciudadanos, no al revés, ciudadanos en igualdad, pero igualdad ante la ley. Un gobierno dedicado solamente a la protección de vida, libertad, propiedad y asegurar el cumplimiento de los contratos.
¿Hemos
tenido en México un manjar de esta naturaleza? ¿Cómo se define un esquema tal?
Se define como liberalismo, pero el original.
Las ideas de Hume, Locke en aspectos
políticos, las de Adam Smith, David Ricardo en aspectos económicos, le dieron a
Inglaterra las herramientas liberales para lograr la supremacía sobre el mundo
que mantendría hasta finales del siglo XIX.
Federico Bastiat ya había cimbrado
los cimientos de la revolución francesa con sus ideas liberales. Ese mismo
liberalismo sería importado a las colonias inglesas en el nuevo mundo, para
darle vida a la nación que dominaría los destinos de la humanidad; los EUA.
En México tuvimos un coqueteo con el
liberalismo durante el siglo XIX que inició el moldeo de nuestra nación. Fue un
conjunto de ideas políticas que nacieron entre 1820 y 1830, para luego ser
implementadas en la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma. Con la
victoria de Benito Juárez sobre el Emperador Maximiliano en 1867, el
liberalismo mexicano se declaro triunfador. En los años siguientes ese
liberalismo fue identificado como la misma fisonomía de México, una nación qué,
en las palabras de Juárez, había ganado su segunda independencia. Los años
posteriores a 1867, fueron el escenario del establecimiento de una tradición
liberal que llegó a ser la oficial.
Los ingredientes que formaron el liberalismo
mexicano después de 1867, se deben rastrear en los años formativos de la primera
parte de ese Siglo. El corazón de la idea liberal era el individuo libre de los
gobiernos o entes corporativos, y con igualdad para todos ante la ley.
En la esfera política este ideal debería ser
logrado estableciendo límites a la autoridad del gobierno central a través de
controles legales contenidos en la constitución. La protección de las
libertades civiles, instituciones representativas, la separación de poderes,
federalismo y la autonomía municipal, se convirtieron en los objetivos
liberales más importantes. Estas garantías constitucionales e instituciones
servirían para proteger al individuo del despotismo clásico de los gobiernos.
El constitucionalismo seria el ingrediente más importante del programa liberal.
La libertad individual solamente podría
lograrse en una sociedad en la cual las entidades corporativas tradicionales;
iglesia, ejercito, comunidades indias, fueran remplazadas por un régimen legal
uniforme. La principal corporación era la iglesia con su vasta riqueza, sus
privilegios judiciales y su control sobre todos los eventos de la vida de los
mexicanos. Por lo mismo, la lucha liberal anti corporativa, fue especialmente
dirigida contra el poder de la iglesia, para de esa forma lograr la
secularización de la sociedad. El individuo libre en una sociedad moderna
debería convertirse en un ciudadano cuya lealtad primordial fuera para la
nación, y no para una corporación controlada por religiosos. El estado secular
seria uno de los pilares del liberalismo. Y el estado secular debería ser republicano.
El liberalismo también promovía una visión de
desarrollo económico. Si los individuos eran dejados en libertad para perseguir
sus inclinaciones naturales, el resultado debería ser una identificación
espontanea de intereses comunes y harmonía social. El interés individual se
basaba en la propiedad, el derecho, que era una extensión al derecho
fundamental de los individuos; la vida misma. Si la propiedad, incluyendo la
propiedad de las tradicionales comunidades indias, pudiera estar libre de
restricciones corporativas, gubernamentales y monopólicas, entonces la
iniciativa individual, la división del trabajo natural y el libre comercio
entre individuos y naciones florecería, lo que finalmente llevaría a la
creación general de riqueza. Estas fueron las asunciones liberales que se
plasmaron en el artículo 27 de la Constitución de 1857, que reafirmaba la
inviolabilidad de la propiedad privada; artículo 28 que abolía los monopolios y
prohibía las tarifas.
La constitución de 1857 fue el documento
liberal clásico que serviría como el mapa para guiarnos hacia la justicia y
prosperidad. Sin embargo, desde antes de su implementación ya tenía sus
detractores en ambos lados del espectro político. Los primeros antecedentes del
abandono de las ideas liberales clásicas los podemos rastrear en Lucas Alamán,
quien para 1830 se había convertido en un político conservador. Pero se podía
observar aun con más claridad en las actitudes de Mariano Otero, un joven
liberal y jurisconsulto de los turbulentos 1840s. En sus “Ensayo” de 1842,
Otero ya criticaba a los reformadores anticlericales y sus ideas para reformar
al Estado
Desafortunadamente el liberalismo en México,
después de 1867, encontró un nuevo ambiente intelectual influenciado en parte
por la introducción de la filosofa del positivismo. La característica principal
del Positivismo europeo que había nacido en Francia de los 1820s, era su
repudio de los elementos centrales de la teoría del liberalismo. A pesar de que
el Positivismo arribó a México en los años 1860s, su impacto inicial no fue en
la política, sino en la reorganización de la educación superior. Su efecto en
las ideas políticas llego una década después con la enunciación de la “política
científica,” una doctrina presentada por una nueva generación de intelectuales
en “La Libertad,” un periódico subsidiado por el gobierno de Profirió Díaz. La
ciencia de la política proporciono la base de las estrategias durante el largo
y autoritario régimen de Díaz.
El positivismo dio la pauta para el
establecimiento de la dictadura porfiriana que en su momento renegó de los
principales ideales del liberalismo. Después Madero encabezo una revolución
liberal en contra de esa dictadura, sin embargo, sus ideales también se perdieron
en la reunión del constituyente de 1917 en el cual se confecciono una
Constitución de corte totalmente antiliberal, y plasmada de la ideología
socialista que a principios del siglo XX iniciaba su dominio del espectro
político mundial. México se alejo de el liberalismo desde esas fechas con las
consecuencias que ya todos conocemos—el centralismo, la corrupción, la falta de
respeto a la propiedad privada, el Estado paternalista e inepto, la dictadura
perfecta etc, la debacle que llevo al país hacia el remolino del fracaso del
cual todavía no salimos.
Entonces ¿Hemos tenido liberalismo en México?
Podríamos decir que le dimos una probadita para después escupirlo intoxicados
con una capirotada revolucionaria que aun nos postra en el lecho del fracaso.
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