martes, 7 de mayo de 2013

PEDRO PAÚL BELLO, REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO DE LA DICTADURA A LA DEMOCRACIA DE GENE SHARP. (VII)

La lucha no violenta favorece, de maneras diferentes, la democratización de la Sociedad: Por una parte, descarta la represión que despliegan élites en el poder con la finalidad de establecer dictaduras, ya que no utiliza armas ni instrumentos para ejercerla; por otra parte, sí le da elementos que le permiten defenderse y mantener la libertad contra presentes dictadores o futuros posibles aspirantes.
Sharp enumera una cierta lista de efectos democratizadores que derivan de la lucha no violenta: 
1) La experiencia de la lucha no violenta hace que la gente adquiera más seguridad y confianza en sí misma, en cuanto a desafiar amenazas de regímenes dictatoriales pese al poder que tengan para reprimir violentamente. 
2) Las “armas” del desafío y la no colaboración hacen posible el aprender a resistir controles, no legales ni democráticos, que en el futuro pretenda imponer cualquier intento dictatorial. 
3) Con la lucha no violenta se defienden libertades democráticas como la de expresión, prensa y medios de comunicación libres, organizaciones independientes como las ONG, el derecho a manifestar y protestar a través de los medios y, en las calles, desafiar controles represivos.  
4)  Contribuye, de manera importante al mantenimiento y fortalecimiento de grupos e instituciones independientes de la sociedad que son fundamentales para la democracia, pues movilizan las capacidades de poder de la población y le imponen límites al poder de cualquier aspirante a dictador en potencia. 
5) Ofrece métodos para que la población y las instituciones independientes puedan, para defender la democracia, restringir o negar recursos de poder a la minoría gobernante y amenazar su propósito de  ejercer la dominación.
Complejidad de la lucha no violenta.
La lucha no violenta, como hemos visto, “Es una compleja técnica de acción social que comprende una multitud de métodos, una serie de mecanismos de cambio y unos requisitos conductuales específicos. Para que resulte efectivo, especialmente contra una dictadura, el desafío político requiere preparación y planeación. Los probables participantes tendrán necesidad de comprender qué se espera de ellos. Hace falta que haya recursos disponibles. Los estrategas tendrán que haber analizado cómo se puede aplicar la lucha no violenta con más efectividad.” El autor, en lo siguiente plantea la necesidad de la planificación estratégica.
Necesidad de la Planificación Estratégica.
Antes, casi nunca estas luchas no violentas se planeaban; eran si acaso, accidentales, pero eso ha cambiado sustancialmente en el reciente pasado. No obstante que  las acciones anteriores han variado, a menudo, se han incluido siempre nuevas brutalidades, como arrestar o asesinar a personas tenidas en alta estima, políticas o regulaciones represivas, escasez de alimentos, faltar el respeto a creencias religiosas o celebrar aniversarios de acontecimientos relacionados con la dictadura.
“Aunque la espontaneidad tiene algunas cualidades valiosas, a menudo ha ofrecido desventajas. Con frecuencia los de la resistencia democrática no han previsto las brutalidades de la dictadura.” Sobre esto, el autor hace referencia a tipos de subversiones que, generalmente, fueron esfuerzos fracasados:
“A veces una acción específica de parte de la dictadura ha enfurecido a la población de tal manera que ésta se ha precipitado a la acción, sin tener la menor idea de cómo podía acabar la insurgencia. Otras veces, un individuo valiente o un pequeño grupo, puede haber iniciado una acción que atrajo apoyo. Un malestar específico puede ser reconocido por otros como semejante a las injusticias que ellos han experimentado, y éstos también podrán, en consecuencia, sumarse a la lucha. A veces un llamado a la resistencia por parte de un pequeño grupo o de una persona puede encontrar inesperadamente una inmensa acogida.” En casos  como estos, la resistencia siempre se desploma porque no ha sido previsto el poder y las brutalidades de las dictaduras. Pero, por sobre todo, sin planificación alguna por parte de los demócratas las decisiones cruciales quedan al azar, con resultados fatales. También, aun si la dictadura ha sido derribada, por no haber planificación alguna para manejar la transición, surge una nueva dictadura tal vez peor. Esta última observación es muy importante en presente que estamos viviendo.
Planificación realista.
Pese a la importancia que tiene la reacción popular no planificada, dice Sharp: “ya es posible calcular los modos más efectivos de dar al traste con una dictadura, determinar cuando la situación política y el sentir popular están maduros, y cómo decidir la manera de comenzar una campaña. Se requiere un juicio muy cauto, basado en un cálculo realista de la situación y de las capacidades del pueblo, para seleccionar la manera más efectiva de conquistar la libertad en tales circunstancias.”
¿Qué es planificar una estrategia? Nuestro autor responde así: “quiere decir calcular un curso de acción que hará factible pasar de una situación presente a un futuro deseado. En los términos de esta discusión, significa pasar de la dictadura a un sistema democrático en el futuro.”
 El plan supone una serie de distintas etapas de campañas y otras acciones y actividades que se diseñan y organizan para fortalecer a la población y debilitar la tiranía. Es importante tener muy presente que no solo se trata de liquidar la dictadura, sino de establecer el sistema democrático. Si no se trabaja en ese completo sentido habrá siempre el riesgo de caer bajo el poder de otro tirano. Es necesaria, entonces, “una meticulosa planificación estratégica antes de actuar.” De no hacerlo así lo más probable es el fracaso. Pero el aviso anterior es porque ocurre con frecuencia, como lo expresa Gene Sharp, que la mayoría de los miembros de un grupo democrático “no entiende la necesidad que hay de planear o no están acostumbrados o capacitados a pensar estratégicamente. Esta es una tarea difícil. Constantemente acosados por la dictadura y agobiados por sus responsabilidades inmediatas, los líderes de la resistencia no tienen ni la seguridad ni el tiempo para desarrollar las destrezas de cómo pensar en base a lo estratégico.”
Si sólo se responde reaccionando contra las acciones y actos de la dictadura, los opositores estarán constantemente a la defensiva manteniendo lo poco que han alcanzado en el terreno de libertades siempre limitadas, mientras la dictadura sigue avanzando en sus planes totalitarios. “El compromiso con los objetivos humanitarios y la lealtad a los ideales son admirables pero inadecuados para acabar con una dictadura y conquistar la libertad.”
Es menester, entonces, prescindir de quienes, egoístamente, sólo hacen lo que creen que deben hacer; o quienes tienen ideas “geniales”, y a quienes buscan la violencia o tienen ideas brillantes. También hay quienes piensan en una planificación inmediata o a corto plazo pero no visualizan el futuro. 
Todos estos personajes resultan fatales, pues “Aunque no lo admitan nunca, ni lo reconozcan jamás, sus acciones a sus propios ojos estarán desprovistas de esperanza.” A partir de ahí, para todos ellos “la planeación de una gran estrategia a largo plazo no vale la pena.”
“Desafortunadamente, porque rara vez se desarrollan planes estratégicos amplios para la liberación, las dictaduras parecen ser más duraderas de lo que de hecho son. Sobreviven por años y décadas más allá de lo que podría ser el caso.”
Pedro Paúl Bello
ppaulbello@gmail.com

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