APLICANDO EL DESAFIÓ POLITICO
En las primeras acciones, hay casos cuando se producen situaciones en que la población se siente impotente y asustada. Entonces, las primeras acciones deben ser de riesgos reducidos a fin de que las personas tengan confianza en ellas mismas. Se trata, por ejemplo, de portar banderas, colores de la vestimenta, consignas, suministros de agua y refrescos, etc., en sus participaciones de actos de rechazo a la dictadura. Estas acciones de campañas limitadas sirven para convencer a la población de sí que posee un potencial efectivo de poder mientras que, por su parte, los agentes de la dictadura las van considerar como inofensivas.
En una lucha a largo plazo, muchas de las estrategias de campaña no persiguen la caída inmediata de la dictadura, sino se trata de alcanzar objetivos limitados, por lo que no requieren la participación de todos los sectores de la población.
RESISTENCIA SELECTIVA
Es conveniente, en los tiempos iniciales del conflicto, hacer campañas separadas con objetivos diferentes. Se pueden realizar sucesivamente o bien dos o tres por día.
Una estrategia de “resistencia selectiva” exige identificar motivos limitados y específicos, o situaciones que muestren la opresión de la dictadura. Los temas y asuntos serían objetivos estratégicos intermedios de una gran estrategia global. Por ello, los objetivos intermedios deben ser alcanzables para la capacidad de poder --la real y la proyectada-- de las fuerzas democráticas, pues va a ayudar el asegurar victorias indispensables para levantar la moral, y que también contribuyen, al mismo tiempo que producirán cambios incrementables en las relaciones de poder ventajosos para una lucha a largo plazo.
“Las estrategias selectivas de la resistencia deberán concentrarse en primer lugar en cuestiones sociales, económicas o políticas. Estas se pueden escoger a fin de conservar alguna parte del sistema social y político fuera del control de los dictadores, para recuperar el control de alguna porción de este sistema actualmente bajo el control de los dictadores, o para negar a los dictadores algún objetivo en particular. Si es posible, la campaña de resistencia selectiva debe también atacar una o más de las debilidades de la dictadura, tal como lo hemos explicado.” El resultado de ello será que las acciones producirán los mayores impactos posibles en función la capacidad de poder que posean.
En el principio, los estrategas deben, al menos, planificar la estrategia de la primera campaña. ¿Cuáles han de ser sus objetivos limitados? ¿Cómo van éstos a ayudar a la realización de la gran estrategia? En la medida de lo posible, formular, al menos, lo que serán los lineamientos generales para una segunda y quizás otra tercera campaña. Todas deben coincidir en llevar a cabo la gran estrategia operando con los lineamientos generales de ésta.
EL RETO SIMBOLICO
Para minar la dictadura, al inicio, las primeras acciones de la campaña pueden ser limitadas en su alcance. En primer término, se deben diseñar para conocer el ánimo de la población a fin de influir sobre el mismo. Eso prepara la continuación de la lucha mediante la no cooperación y el desafío político. En tal sentido, la primera acción puede ser de protesta, que según el autor puede ser simbólica como acto de no cooperación temporal y limitada. Si la cantidad de personas para actuar es limitada, la acción inicial –como ejemplo-- podría ser, simplemente, el depositar “una ofrenda floral en algún lugar de importancia simbólica”, digamos a una víctima del régimen, etc.
“Si la cantidad de personas es muy grande, podría hacerse un paro de cinco minutos en todas las actividades u observar algunos minutos de silencio. En otras situaciones, unos cuantos individuos pueden ponerse en huelga de hambre, reunirse para una vigilia en un lugar de importancia simbólica, practicar un breve boicot estudiantil a las clases, o entrar y sentarse en una oficina importante por un tiempo limitado. Una dictadura probablemente reprimiría con crueldad las acciones más agresivas. Ciertas acciones simbólicas como la ocupación física del territorio frente al palacio del dictador o de los cuarteles de la policía pueden incurrir en un gran riesgo; por lo tanto, no son recomendables para iniciar una campaña.”
A veces, protestas simbólicas generan gran atención nacional e internacional: las masivas de Birmania en 1998; la de la plaza de Tiananmen en Beijin, las de Checoeslovaquia, etc. Pero las víctimas de la represión, en casos como éstos, suelen ser muy numerosas. Por eso, los estrategas deben tener mucho cuidado de que esto no ocurra, pues la gente se atemoriza y, así, se refuerzan más aún las dictaduras.
Al principio de una campaña, casi nunca es posible impedir que los dictadores usen el poder, a menos que casi todos los habitantes y las instituciones sociales coincidan en rechazar abiertamente al régimen, mediante una masiva actitud de rechazo y no cooperación. Por eso, al principio, ello no será posible de realizar cuando una campaña se ha iniciado en tiempos recientes.
DISTRIBUYENDO RESPONSABILIDADES
.
En campañas de resistencia siempre hay grupos de población más castigados. En campañas ya posteriores, cuando se tienen diversos objetivos diferentes, la lucha se desplazará hacia diversos grupos. Por ejemplo, los estudiantes pueden irse a la huelga por una cuestión referente a la educación, los dirigentes religiosos y los fieles pueden concentrarse en el tema de la libertad de cultos, los trabajadores de los ferrocarriles pueden observar tan meticulosamente las regulaciones de seguridad que lleguen a retardar en extremo todo el sistema ferroviario, los periodistas pueden desafiar la censura publicando un espacio en blanco en el periódico donde hubiera correspondido un artículo prohibido, la policía una y otra vez puede errar y no localizar ni detener a los miembros de la oposición democrática que buscan.
Por eso, es conveniente escalonar campañas de resistencia en función de los intereses, motivos, y según los sectores de la población, lo que va a permitir que las fuerzas represivas de la dictadura se disperse y los diverosos sectores sufran menos mientras que la resistencia se diversifica y prosigue.
La importancia de la resistencia selectiva consiste en defender consiste en que defiende la existencia y autonomía de los grupos políticos, económicos y sociales así como a las instituciones fuera del control de la dictadura, como ya se mencionó antes. En efecto, los centros de poder proporcionan bases institucionales desde las cuales la población puede ejercer presión y resistirse a los controles dictatoriales.
APUNTALANDO EL PODER DEL DICTADOR
Con el desarrollo de la lucha a largo plazo más allá de las estrategias iniciales hacia fases más ambiciosas y avanzadas, los estrategas han de calcular cómo limitar más las fuentes de poder del dictador. El objetivo será usar la no cooperación popular a fin de crear una nueva situación estratégica más ventajosa para las fuerzas democráticas. En efecto, al tener mayor más fuerza los responsables de las estrategias podrán organizar formas de no cooperación y de desafío más fuertes para propiciar una parálisis política y llevar al fin de la dictadura.
Desde luego, es menester planificar con cuidado cómo podrán los demócratas lograr apoyos de personas y grupos anteriormente ligados o simpatizantes de la dictadura, cuando conozcan sus errores, fallas, excesos y las brutalidades del régimen, y sus desastrosas consecuencias económicas de sus políticas y tengan elementos para comprender la necesidad de liberarse de ella.
CONTINUAREMOS.
ppaulbello@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.