Cuando
conceptúo a los chavistas, me refiero a los millones de venezolanos que
han cifrado sus esperanzas para la
solución de sus problemas en quienes han
dirigido los destinos de la nación en los últimos 14 años. Si algo no encontró esa gran mayoría durante
estos tiempos, fue respuesta a sus sueños.
Con todos los recursos con los que
contó el gobierno de Chávez, por encima de cualquier otro gobierno que dirigió
los destinos del país, es poco lo que
podemos reconocer como meritorio de esta
gestión gubernamental.
Por el contrario, la burocracia chavista tuvo
una gran oportunidad para hacer un buen gobierno y, sin embargo, cualquier
evaluación seria de sus resultados es
lamentable y demuestra cómo se perdió
más de una década en la diatriba y en la concepción de proyectos que
nunca se materializaron. Los grandes perjudicados de tanto desacierto fueron
los sectores populares y las clases medias. Durante estos años es verdad que se
alivió la pobreza, especialmente en los estratos E y D.
Sin embargo, el
Gobierno no puede demostrar que haya contribuido a superar la pobreza de un
número considerable de venezolanos. Una cosa es aliviar la pobreza y otra
superarla. Es distinto, por ejemplo, cómo
las políticas de Lula en Brasil si contribuyeron a superar la pobreza de
18 millones de brasileños y les permitió a muchos de ellos engrosar las filas
de la clase media.
Venezuela requiere oxigenarse. La huella que
dejan quienes han dirigido a Venezuela en los últimos años nos demuestra que poco han hecho por la
nación en su conjunto. Se han acostumbrado sus dirigentes al poder. A las prebendas, a los escoltas, a
disfrutar de los bienes del Estado, a viajar y a brindarles a sus hijos
condiciones de vida que a cualquier
venezolano le costaría un gran sacrificio. Mucha gente con poca vocación de
servicio ha estado en altas
responsabilidades de Estado. Es
tiempo de superarlos. Venezuela necesita
nuevos rumbos.
Es por ello, que quienes de buena fe han apostado al chavismo
deberían sobreponerse por ser un
proyecto inviable y tener líderes ineficientes. El país requiere un gobierno
con gente honesta, que esté en la política con vocación de servicio y que sea
capaz de superar el atraso y el
retroceso en que se ha colocado a la nación. Es tiempo de rescatar al país y llevarlo a un sendero de justicia,
oportunidad para todos y dejar atrás el conflicto que ha producido un gobierno
basado en la división, exclusión y en
modelos ideológicos superados en el mundo.
Capriles es un joven preparado y con
experiencia que ofrece un proyecto de
país basado en la sensibilidad social y en el progreso. El país no puedes
seguir a la cola de la región, con una inflación inaguantable para los
asalariados y con una educación e
infraestructura por el suelo.
También los chavistas necesitan a Capriles.
@bernalette1
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