La historia de lo sucedido en los comicios
presidenciales del domingo 14 de abril de 2013 en Venezuela, es una copia de la
historia de lo sucedido el 14 de agosto del 2004.
La historia de lo sucedido en los comicios
presidenciales del domingo 14 de abril de 2013 en Venezuela, es una copia de la
historia de lo sucedido el 14 de agosto del 2004 cuando se llevó a cabo el
Referendo Revocatorio del mandato del hoy fallecido ex presidente Chávez. La
diferencia entre ambas historias es que el primero de los mencionados procesos
es una elección y el segundo es un proceso referendario.
En ambos casos se enfrentaron dos visiones de
país distintas. La del oficialismo Castro comunista, siempre ha representado la
entrega de la soberanía venezolana a la Cuba vil y parasitaria de los hermanos
Fidel y Raúl Castro, la confiscación de los derechos humanos que lleva al
empobrecimiento moral, cultural y material del país y la nación hasta someter a
ambos a la mendicidad, que desafortunadamente hoy en día tras 14 años de
latigazos se muestra en los venezolanos que se disputan en una rebatiña un
pollo, un saco de harina o de arroz. Sin embargo no hay que olvidar que quienes
siguen las órdenes de Fidel y Raúl Castro como operadores políticos han hecho
de la corrupción una destreza, por lo tanto son multimillonarios que no sufren
en lo más mínimo de las consecuencias canallescas que han impuesto a los
venezolanos.
La de los opositores (En Venezuela hay varias
oposiciones), que conservan memoria de la vida en democracia, aunque la que
hubo en el país hasta la llegada del difunto hubiera sufrido el desgaste
causado por la permanencia en el poder, dejando en el olvido las legítimas
aspiraciones de las clases populares. A esta se le unen las nuevas generaciones
que se han levantado en un ambiente enrarecido por la miseria, barbarie y
violencia generadas por el régimen Castro comunista que ejerce hegemónicamente
el poder sobre la base de lo ilegítimo, al cual rechazan por confiscatorio de
su futuro y hasta de sus propias vidas.
Es necesario entender que en un país cuyo
gobierno es dictatorial no existe la independencia de los poderes del Estado,
porque de haber permanecido pues sencillamente las aspiraciones del dictador de
implantar en el país otro “mar de la felicidad” no hubieran tenido éxito. Por
esta razón el voto, instrumento mediante el cual el pueblo expresa su voluntad
debía ser confiscado, por lo tanto la forma de lograr tal objetivo, no era otra
que la de corromper todo lo relativo al ámbito electoral de modo tal que
elección alguna fuera auténtica. Tal estrategia implicó cubrir con una máscara
de aparente legitimidad a todo aquello que es ilegítimo; desde la composición
del Consejo Nacional Electoral , el sistema de Identificación y Extranjería ,
Registros y Notarías, que incluye el Registro Electoral (entregado a los
cubanos), el sistema de voto electrónico, el conteo de los votos, el control
sobre propaganda y financiamiento electoral hasta el detalle de la tinta
indeleble (que es deleble) desde que los rojos tomaron como su pertenencia el
derecho a elegir de todos los venezolanos.
El camino que ha llevado a los venezolanos a
supuestamente rendir “legítimamente” la soberanía de su país a la miserable
Cuba Castro comunista fue cuidadosamente planificado en el Foro de Sao Paulo y
ejecutado plenamente con el difunto presidente venezolano a la cabeza,
conjuntamente con todo un equipo de traidores a la patria, entre estos las
fuerzas armadas nacionales ahora con el añadido de bolivarianas. Al Castro
comunismo le ha llevado 14 años llegar hasta donde ha llegado, financiado con
el tesoro venezolano. La única razón para tamaño lapso es que el pueblo
venezolano ha resistido a los embates de esta ola de traición.
El camino al Referendo Revocatorio Presidencial
tuvo entre sus hitos la recolección de firmas de ciudadanos venezolanos para
solicitar el ya citado Referendo. El primero de estos eventos fue el llamado
referendo Consultivo para saber si se quería solicitar el Revocatorio. Esta
acción fue desechada por no ser vinculante. 2) El Firmazo (evento al que se
llegó después del Paro Cívico Dic. 2002- Ene. 2003) en el cual fueron
recolectadas 3.753.000 de venezolanos para solicitar el Referendo Revocatorio
Presidencial. Este fue rechazado y dio origen a la Lista de Tascón, cuya
aplicación ha llevado a la más severa discriminación por parte del gobierno a
los firmantes. 3) El Reafirmazo, evento en el cual millones de venezolanos
volvieron a firmar para pedir el Revocatorio.
El CNE desechó millones de firmas aplicando
lo que llegó a ser conocido como “planillas planas” refiriéndose a esto a que
los datos de identificación de los recolectores de firmas estaban hechos con
una misma letra, cuando lo que tenía valor legal era la firma del recolector.
Esta barbaridad fue llevada a la Sala Electoral del TSJ, organismo en el cual
todavía quedaba dignidad y justicia. La sentencia de la Sala acerca de la
anulación de las planillas que el CNE había clasificado como “planillas planas”
fue a favor de la oposición: que desechó esa sentencia y prefirió 4) Convocar a
un nuevo e indigno proceso de recolección de firmas llamado “Reparos”, a
aquellos ciudadanos que habían firmado en esas “planillas planas”. Mucha gente
se negó a participar en tal falta de respeto, sin embargo hubo suficientes
ciudadanos que si “repararon” su firma y se pudo alcanzar el número de firmas
necesarias para la Convocatoria al Referendo Revocatorio Presidencial. Evento
este en el que los venezolanos pusieron el alma y que terminaría con unos
resultados volteados que le darían la victoria al difunto.
Para las Elecciones Presidenciales del 14 de
abril de 2013, el camino fue igualmente irrito, Chávez el 8 de diciembre 2012
antes de partir a Cuba salió en cadena anunciando que se sometería a un nuevo
procedimiento quirúrgico para el cáncer que padecía, que de pasarle algo más
grave le gustaría que Maduro fuera el candidato a sucederlo en unas eventuales
elecciones Presidenciales. Chávez más nunca fue visto ni oído, pero las
dependientes autoridades venezolanas al Castro comunismo se encargaron de
violar el Artículo 231 de la Constitución Venezolana en lo relativo a quien
debería ocupar la presidencia debida a la ausencia temporal del presidente
electo en la fecha fijada por la Carta Magna (10 de enero de 2013) para asumir
el nuevo período presidencial, dejaron a Maduro Vicepresidente nombrado por
Chávez (nunca elegido) como Presidente encargado. (Todo esto sin un informe
médico emitido en condiciones claramente definidas en el magno documento).
Luego debido a la presión ejercida por todos los constitucionalistas, la
Presidente del TSJ dictaría una sentencia írrita avalando su nombramiento como
Presidente encargado.
También es prohibido por la Constitución que
quien esté como Presidente encargado participe como candidato electoral, a lo
cual se suma que Maduro fue designado a dedo y jamás elegido en Elecciones,
razones por las cuales su candidatura es ilegal e ilegítima.
Al comparar el camino al Referendo
Revocatorio Presidencial del 2004 y las Elecciones Presidenciales del 14 de
abril de 2013, encontramos presentimientos y dolores muy profundos, de aquellos
que marcan el alma con la certeza que una vez más al pueblo venezolano le ha
sido robado el derecho a vivir en libertad y democracia, le ha sido saqueado el
tesoro que se si se hubiera invertido sabia y honestamente, hoy en día no
hubiera dignidades rendidas por el hambre, su suelo no estuviera cubierto con
la sangre de casi 200.000 ciudadanos muertos víctimas de la violencia. La
ignorancia no le cerraría paso a la amabilidad y se hubiera mantenido la
afabilidad como forma de relación. Hoy en día el triunfo claro de Henrique
Capríles hubiera sido reconocido y Venezuela estaría de fiesta.
Mercedes Montero
mechemon99@yahoo.co.uk
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