1. Las elecciones del pasado domingo 14 de
Abril han sido una contundente manifestación de la voluntad de nuestro pueblo
de mantener la vigencia del sistema democrático tanto en la escogencia de sus
autoridades como en la forma de dirimir sus diferencias políticas.
2. Los resultados publicados por el Consejo
Nacional Electoral muestran un margen muy estrecho de diferencia de votos entre
las dos grandes parcialidades políticas, manifestando así la aguda polarización
política que afecta a la sociedad venezolana.
3. La paz social y política del país reclama
el recíproco reconocimiento de estos dos sectores mayoritarios del pueblo
venezolano, pues el desconocimiento mutuo hará inviable tanto los planes del
Gobierno como los aportes alternativos de la otra parte.
4. La oposición ha solicitado al Consejo
Nacional Electoral una auditoría del cien por ciento de los votos. Esta
solicitud que, en principio, fue aceptada públicamente por el Presidente
Electo, no desconoce la labor del CNE.
Por el contrario, reforzaría su autoridad moral
y daría tranquilidad a la población.
5. Como pastores y servidores de todos los
católicos venezolanos, reiteramos nuestro vivo llamado a la convivencia
pacífica y a la reconciliación. Esta supone que nos reconozcamos unos a otros
como conciudadanos en igualdad de derechos, y recuperemos la capacidad de diálogo
y encuentro, superando lo que nos divide. En este sentido, el diálogo entre los
dirigentes de las partes en conflicto es un compromiso imprescindible y
urgente. La Conferencia Episcopal Venezolana con la única intención de servir a
todo el pueblo se ofrece para facilitar este diálogo.
6. En nombre de Dios exhortamos a los líderes
políticos y sociales a desterrar el lenguaje ofensivo, denigrante e
incendiario. A evitar los enfrentamientos callejeros que suelen derivar en
actos de violencia y a veces de muerte. A escuchar la Palabra de Dios que los
invita al diálogo y a la reconciliación
como el camino para la paz social y política del país. (Cf. 2. Co. 5, 20-21).
7. Todos los cristianos estamos obligados a
ponernos de parte de los más débiles, a perdonar sin reservas y a luchar para
que prevalezca la unión sobre la división, el amor sobre el odio, la paz sobre
la violencia y la vida sobre la muerte.
8. La protesta justa y pacífica es un
derecho civil que no puede ser conculcado ni reprimido. Rechazamos absolutamente
cualquier tipo de violencia. Deploramos los hechos delictivos ocurridos el
pasado 15 de abril, y exigimos una investigación imparcial para sancionar a los
culpables. Manifestamos nuestro pesar por la muerte de varios ciudadanos y
expresamos nuestras condolencias a sus familiares y amigos.
9. Oramos por nuestro querido pueblo de
Venezuela. Lo ponemos bajo la protección de Cristo Resucitado y de la Virgen
María, Madre de Dios y Madre nuestra. Lo bendecimos de corazón en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Caracas,
17 de Abril de 2013
Emmo.
Sr. Cardenal
Jorge Urosa Savino
Arzobispo
de Caracas
Presidente
de Honor de la CEV
Diego
Rafael Padrón Sánchez
Arzobispo
de Cumaná
Presidente
de la CEV
José
Luis Azuaje Ayala
Obispo de El Vigía
San Carlos del Zulia
1°
Vicepresidente de la CEV
Mario
Moronta Rodríguez
Obispo
de San Cristóbal
2°
Vicepresidente de la CEV
Jesús González de Zárate
Obispo
Auxiliar de Caracas
Secretario General de la CEV
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