Los latinoamericanos estamos de plácemes, uno
de nosotros ha sido electo para ocupar el solio papal con todas las enormes
responsabilidades que ello implica y conlleva.
Eligió el nombre Francisco, y ojala haya sido
inspirado por aquel Francisco, el de Asís, que decía "Necesito poco, y lo
poco que necesito lo necesito poco", porque estimo que una de las muchas
tareas que esperan al Cardenal Bergoglio ahora Papa, es predicar el evangelio
del ascetismo en este mundo actual en el que se sobrevalora la riqueza material
por encima de la espiritual.
Otra tarea que estimo espera con urgencia la
acción del nuevo Papa, es voltear los ojos hacia nuestro subcontinente y rezar
mucho y actuar mucho para que los latinoamericanos recobremos el camino de los
principios éticos y los fundamentos morales tan duramente golpeados en los
tiempos recientes en que muchos de nuestros países han caido en manos
inescrupulosas de sujetos para los que su único Dios es el poder y no paran en
mientes para recorrer los tenebrosos caminos a través de los cuales lo alcanzan
y lo mantienen a expensas del sufrimiento de los pueblos que someten.
Pero paremos de abusar asignando tareas y
vamos a desearle a Francisco I un papado luminoso y refulgente en virtud,
piedad y extensión de la fe que con tanto orgullo profesamos.
Que Dios lo bendiga y lo ilumine, y nos
bendiga e ilumine también a nosotros.
GUSTAVO FONSECA
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