sábado, 23 de febrero de 2013

EDISON MARTIN CHIRINOS, LA INJUSTICIA, LA IMPUNIDAD Y TIRANIA TRIÁNGULO PERVERSO DE LOS CORRUPTOS

QUE ES LA JUSTICIA  

Es la sacrosanta decisión de los órganos que gestionan y administran el Poder Judicial. La  justicia fue definida en la época Imperial Romana por él Jurisconsulto ULPIANO, como el deber que tienen los órganos que la administran en: “DARLE A CADA QUIEN LO QUE LE CORRESPONDE, VIVIR HONESTAMENTE Y NO DAÑAR A NADIE”. Este concepto ha prevalecido a través del tiempo, sin embargo, en nuestro País la justicia clama a diario por sus principios rectores, por su orden sacramental, su transparencia, por la probidad de los que administran y gestionan. El ciudadano no entiende y no aprueba que se designen en estos cargos personas con filiación política del partido que gobierna. Esta designación tiene que tener como requisito fundamental el conocimiento y los meritos de los designados, tal imperativo lo plasmó el Legislador Patrio consciente de estos fundamentos, en la Constitución Nacional en su artículo Nº (255) el siguiente mandato que  determina: “El ingreso a la carrera Judicial y el ascenso de los jueces y juezas se hará por concursos de oposición Públicos que aseguren la idoneidad y excelencia de los participantes y serán seleccionados o seleccionadas por los jurados de los circuitos Judiciales, en la forma y condición que establezca la ley. El nombramiento y el juramento de los jueces o juezas corresponderán al Tribunal Supremo de Justicia. La ley garantizará la participación ciudadana en el procedimiento de selección y designación de los jueces. Los jueces o juezas sólo podrán ser removidos o suspendidos de sus cargos por los procedimientos establecidos por la ley. La ley propenderá la profesionalización de los jueces, las Universidades colaborarán con este propósito, organizando en los estudios Universitarios de derecho las especializaciones judiciales correspondientes. Los jueces o juezas son personalmente responsables en los términos que determina las leyes, por los errores, retardos u omisiones injustificadas, por la inobservancia sustancial de las normas procesales por los delitos de denegar Justicia, por la parcialidad y por los delitos de cohecho y prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones.”

Como se observa en lo planteado, el ciudadano que aspire a una designación de Juez debe saber y conocer el perfil profesional que debe tener, su record académico, su experiencia profesional, su honestidad, las limitaciones que le impone el ejercicio de la Sacrosanta Administración de Justicia. A tales efectos el Legislador Patrio estableció el mandato constitucional expresado en el artículo Nº (256)  que determina: “Con la finalidad de garantizar la imparcialidad y la independencia en el ejercicio de sus funciones, los magistrados o las magistradas, los jueces, los fiscales del Ministerio Público y los defensores públicos desde la fecha de su nombramiento y hasta su salida del cargo respectivo, no podrán, salvo el ejercicio del voto, llevar a cabo el activismo político, gremial, sindical o de índole semejante, ni realizar actividades privadas lucrativas incompatibles con su función, ni por sí, ni por interpuestas personas, ni ejercer ninguna otra función a excepción de actividades educativas”.

 Ante lo expuesto, el ciudadano se pregunta ¿Por qué el Poder Judicial en el país es Inoperante? Esa pregunta retumba en la conciencia de cada venezolano como una clarinada basada en el imperativo que evidencia la existencia de un Poder Judicial sometido al garrote vil del dueño de la discrecionalidad del Poder Público, quien sin espaviento al tomar el poder eliminó el principio de la Separación de los Poderes Públicos, suponiendo el criterio de la despersonalización del Poder Público su difusión orgánica y con ello la fijación de un límite y la concreción del viejo anhelo del constitucionalista americano que se tradujo tiempos más tarde en la expresión acuñada en Europa del estado de derecho, es decir, el gobierno de las leyes y no de los hombres tracaleros y mafioso que imponen sus mandatos descabellados a los integrantes de una  sociedad.

  El Poder Judicial, en efecto, es la garantía del funcionamiento de los regímenes democráticos, pero para ello, ese poder Judicial debe ser independiente del gobierno y autónomo en sus decisiones, sujeto sólo a la Constitución y la Ley. Sin embargo, en nuestro país lamentablemente, hemos sido testigos de los más variados atentados a la autonomía del Poder Judicial por las nefastas intervenciones del Poder Ejecutivo de manera mancomunada, con una intervención política aberrante que utilizan organizaciones políticas que colocan en estos cargos públicos a mercaderes de la sacrosanta justicia. Este síndrome administrativo ha venido afectando  el Poder Público Venezolano y en particular el Poder Judicial, cuya sintomatología lo evidencian algunos indicadores o variables, de los cuales me permito citar algunas hechos de notoriedad Judicial como son la delincuencia organizada, la inseguridad pública desatada, la atorrante corrupción, el homicidio por encargo, la escasez de productos de primera necesidad, la hambruna social, la insalubridad pública, la devastación Urbanística,  la delincuencia carcelaria. Todas estas ocurrencias  sin  sujetos activos investigados ni presos. (Sin chinito de RECADI  preso) Hechos que evidencian que el  Poder Judicial no está cumpliendo con su misión. Ante esta inacción surge la pregunta ¿Cómo debería  operar está  maquinaria?  Esta pregunta es sumamente compleja de responder porque las estadísticas criminales demuestran que esta maquinaria no funciona, ya que su esquema de operaciones  a la ocurrencia de un hecho criminal y tener que activarse el nivel que  investiga e instruye él mismo permanece en reposo, lo que le permite al sujeto activo del delito actuar a sus ancha con toda libertad de maniobra e imponer su agenda criminal y los escasos hechos que son  investigados e instruidos y son puesto en manos de las autoridades   que administran Justicia en nombre de la República y Autoridad de la Ley, no son sentenciados. Estos  factores que se han conjugado en una colosal delincuencia y una atorrante impunidad.         

 Lo más  grave de lo planteado es que, los ciudadanos, los familiares de las víctimas no reclaman, callan y con su silencio se convierte en masoquistas sociales y coautores de estos hechos criminales. Los agraviados deben saber que tienen que reclamar, los derechos se reclaman, no importa que los que administran Justicia, en nombre de la República y por Autoridad de la Ley no actúen, usted si tiene que hacerlo, para cuando retorne al País el estado de derecho y estos Funcionarios sean emplazados, rindan cuenta de sus tenebrosas y  macabras  gestiones, usted sea indemnizado.
                 
QUE ES LA IMPUNIDAD

 La impunidad, es un delito calificado, por el sujeto activo que lo comete, que consiste en dejar un crimen sin castigo. La sola lectura de la acepción dice su importancia en relación a la Jurisdicción Penal. El ilustre doctrinario CARRARA, establece que la impunidad es “la falta de castigo, esto es la libertad que un delincuente logra, de la pena que le corresponde, por el delito que ha cometido y que debe cumplir” El típico caso de los PRANES de las cárceles venezolanas y el funcionario verde oliva que no ve el tráfico de armas de guerra que se mueve desde las  fabricas hasta las mafias carcelarias.

 Como se observa en lo planteado, los motivos y circunstancias que pueden llevar a esa situación son razones de naturaleza políticas, por ser este factor del Poder el elemento de mayor incidencia en la  sensibilidad colectiva, en el ámbito social venezolano y se pueden ilustrar “Con aquellos casos en que han estado implicados funcionarios Públicos, que siendo culpables de hechos punibles de Notoriedad Pública, conocidos por la opinión pública nacional e internacional los sujetos activos de los delitos, son liberados de manera tácita de la responsabilidad criminal y en algunas oportunidades premiados,  no se les persigue, no se les castiga  por razones de orden político, desviando así la discrecionalidad del Poder Público, creando con ese accionar la sensación abusiva propia del Estado, el abuso del Poder Público en un ámbito social, donde la libertad ha sido cercenada, la prensa amordazada, los tribunales destruidos operativamente y el poder secuestrado en manos de una minoría sostenida por la coacción, el miedo  y la cobardía de la mayor parte de la sociedad”.

 A lo planteado sólo cabría agregar que, la posibilidad que opere así, es, por la ceguera de uno del los Poderes Públicos que ha creado la tentativa del mantenimiento de la impunidad de los delitos, al darle a este accionar la posibilidad a una infraestructura criminal que le sirve de soporte a sus intereses, manteniéndose en el poder de manera inconstitucional.

 Estos esquemas crean la existencia de sistemas políticos con poca estabilidad. Estas situaciones  muy practicadas en aquellos Países donde el Poder Ejecutivo concentra todo el Poder Público. En este orden de ideas concluyen los doctrinarios y estudiosos de la impunidad, que esta puede ser de hecho y de derecho, entendiéndose y la de hecho, como aquellos crímenes que ocurren y ocurrirán siempre, más o manos desconocidos a los ojos de los que administran Justicia, por no haber sido determinada su autoría o por no haber sido aprehendidos sus autores que son ampliamente conocidos, que actúan a mansalva, porque no se les persigue, ni se castiga, simple y llanamente por los  cargo Públicos que ocupan la filiación al  partido que gobierna en determinado tiempo y Países. El presente caso lo podemos ilustrar con el ejemplo del funcionario que realiza expropiaciones con una pistola de alto calibre en el cincho con franela con una foto del sanguinario Che Guevara en el pecho y cuarenta melandro armado hasta los dientes  escoltando a este conciliador funcionario  para apoderase de tierras productivas.

 Este escrito fue posible por los soporte documentales de Notoriedad Pública que rielan a diario en los medios de comunicación, los partes de guerra que publican las Morgues del País, las estadísticas que llevan las Universidades, las organizaciones civiles que han permitido formular el presente Clamor de Justicia de los sin voces, de una gran cantidad de hermanos ciudadanos Venezolanos que han sido víctimas de sujetos activos del crimen que actúan como verdadero VERDUGOS, de los  patrocinadores de la Inseguridad Pública y de la Impunidad.

  Ante tales ocurrencias algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, viven a diario amenazando a la sociedad, a través de un discurso incitador, vacio, hueco, sin contenido, sin propuesta para atender o plantear soluciones a los problemas grave por donde han conducido al país, se han burlado de la ocurrencia de estos hechos criminales, se ríen, se mofan de la inteligencia de un conglomerado bastante representativo de venezolanos, estos funcionarios públicos no tiene patente de corso para vivir insultado con arenga de guerra al colectivo ni vivir incitando al colectivo de que hay preparase para la guerra madre, guerra,  escaramuzas, que solo existe en mente enfermas de algunos de los integrantes de la logia de pelaje rojo, estos funcionarios deben evitar estar encadenándose para incitar al colectivo a actos de violencia y que deben revisar con bastante detenimiento la Constitución Nacional y con especial atención las decisiones que han venido tomando. Deben recordar que el “ESTATUTO DE ROMA” DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL, está vigente y tiene cuatro grandes Supuestos, que tiene como característica principal que esos supuestos no prescriben. Los ciudadanos que sufren los perjuicios y daños irreparables que acaban con la estabilidad  de sus  familias y de los que claman en el desierto social pidiendo Justicia deben reclamar los daños irreparables que han sufrido, aunque los representantes de los Niveles que Administran la justicia en nombre de la República y por Autoridad de la ley, permanecen tranquilos, inmutables, disfrutando de los privilegios y mieles del Poder y de sus escoceses de varios años de maduración como Auténticos Mercaderes de la JUSTICIA; como Nerón cuando incendio a Roma, y este orate se extasiaba al ver su obra maestra cómo se destruía la ciudad y el Imperio, consecuencia del fuego que había ordenado este cavernícola romano. Algo parecido a los Salta Talanquera que incurren en delitos de vender su moral, su ética, la confianza de sus electores a cambio de una olla podrida que se llevan en sus conciencias al seno familiar donde cohabitan y se mueren de la risa cuando los identifican públicamente en actos públicos como “chupa metra” algo parecido al chupa cabra del Municipio Sucre. A sabiendas estos mercaderes de conciencias que los delitos de corrupción en que incurren como mercaderes de la carroña,  no prescriben.

  Estos Funcionarios se olvidan de la máxima que afirma, que el Poder es muy bueno pero no es eterno y que  “Verdugo es Verdugo y que Verdugo no pide clemencia.” Estos cuando les llegue el momento de rendir cuenta  muere con la Carroña en el Buche.

QUÉ SON  LOS TIRANOS

     Que es un Tirano: Es un ciudadano de una nación que llega al Poder Público  por la fuerza, pisoteando la Constitución y las Leyes que el mismo promulga, formulada a su medida y que le aplica de manera rigorosa y sin espaviento a los ciudadanos que piensan diferente a su ideología. El prototipo de este ciudadano se caracteriza por ser un resentido social, amante de las zalamerías y la adulancia, es un excepcional ego-centrista embriagado de poder y enfermo por pasar a la historia con delirios de grandeza, la historia registra muchos personajes de este perfil de los cuales me permito citar: Al maléfico ADOLFO HITLER, y su trapecistas testicular JOSEPHER GOEBBELS. Y en nuestro país resalta con luz propia cavernícola JUAN VICENTE GÓMEZ, y su trapecista y chupa media  favorito el sargento TARAZONA, que no era que  jalaba  sino que  en  guindaba.

 Las  afirmaciones expuestas  son tan reales que se puede ilustrar con el caso que reseña la historia de los últimos días de la caída del DANTE ADOLFO HITLER, cuando uno de sus edecanes se le acerca al “ SANGUINARIO LOBO” para infórmale que la guerra estaba perdida y que ya venían por él, ante esta información, esta bestia humana le ordenó al edecán, con gran estupor y  tranquilidad,  TOME NOTA,  “SI LA GUERRA ESTA PERDIDA, NO ME IMPORTA QUE MI PUEBLO SUFRA, NO DERRAMERE UNA SOLA LAGRIMA POR EL, NO MERECE NADA MEJOR”  ADOLFO HITLER, tres horas más tarde, sus edecanes estaban depositando los restos de este DANTE en una fosa, tal como fue el deseo del  EL SANGUINARIO LOBO, quien después de dejar esa macabra máxima en la conciencia del pueblo alemán, procedió a  suicidarse y una vez depositado en las fosas, por sus edecanes, le vaciaron dos barriles de gasolina, como él había ordenado, para que sus enemigos no consiguieran sus restos ni sus cenizas y así seguir disfrutando del las mieles del poder y seguir  gobernando desde la tinieblas  del más allá. 
    
    En este orden de ideas cada ciudadano debe recordar el contenido filosófico de la máxima: “Que en la guerra una parte de la información es contradictoria, otra es falsa y la mayor parte dudosa”. SUN-ZI EL ARTE DE LA GUERRA.  Y que todo ciudadano tiene el derecho Constitucional de estar informado de conformidad con la Constitución Nacional artículo Nº (58). Y todo funcionario público no puede actuar fuera de ella.                              

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