martes, 15 de enero de 2013

CARLOS ARMANDO FIGUEREDO, ALERTA 2013 EN VENEZUELA

La alerta en Venezuela es mucho más grave: se corre el riego de perder – como ya se está perdiendo – la democracia; se corre el riesgo de un derrumbe de la economía; se corre el riesgo de desabastecimiento alimentario y de productos de primera necesidad
En un artículo publicado en el diario brasilero O Globo, reproducido en Venezuela Analítica bajo el título Alerta 2013, el economista y senador Cristovam Buarque alerta sobre los riesgos que corre Brasil, tanto en lo económico como en lo político, después de décadas de impresionante crecimiento de su economía.
Al alertar sobre el futuro de la economía brasilera, Buarque dice lo siguiente:
Como si no bastaran las alertas en cuanto a la economía, Brasil necesita ver otros riesgos futuros.
El año comienza con enfrentamiento entre los poderes: el Poder Ejecutivo muestra cada vez más su poder hegemónico, sin respetar al Congreso Nacional que, subordinado, acepta aprobar todo lo que el gobierno determina, y acumula 3.060 vetos presidenciales sin votación; el Tribunal Supremo Federal tomando medidas que se contraponen a la voluntad del Congreso que, por incompetencia, inapetencia o descuido en legislar de forma clara, le da a la Justicia el poder y la obligación de interpretar la Constitución, legislando porque los congresistas no legislan. No por nuestra voluntad, podremos enfrentar la pérdida de mercados externos de nuestros productos, en su mayoría primarios, por la crisis económica mundial o por fenómenos naturales, afectando la estabilidad monetaria, el crecimiento de la economía e incluso la sustentabilidad y la eficiencia de los programas sociales.
Lo que dice el senador sobre el poder hegemónico del Poder Ejecutivo y las medidas que toma el Tribunal Supremo Federal y la incompetencia, inapetencia o descuido del Congreso son alertas que en Brasil, de ser oídas, pueden evitar la crisis. En efecto, Brasil sigue siendo un país democrático, con instituciones que gozan de un grado aceptable de independencia y autonomía. Ahora bien, esas alertas, bajo consideraciones aún más graves, pueden formularse en Venezuela, con mayor urgencia. Es más, en Venezuela, amenazada, como Troya lo fue por los griegos, todo lo que se diga sería algo más que simples alertas y más bien predicciones como la de Casandra en Troya.
Y es que en Venezuela la cosa es más grave. No hay un enfrentamiento de poderes ya que el presidente ejerce su poder hegemónico obre todos los poderes e instituciones del Estado: el Legislativo, el Judicial, el Contralor, el Ministerio Público, el Poder Electoral. En Venezuela se hace lo que el Presidente dice, incluso través de quien parece leer en el cerebro de quien yace, supuestamente profundamente dormido en un hospital cubano.
La alerta de Buarque se refiere al temor de que Brasil, si no rectifica el rumbo, corre el riesgo de perder el mercado externo de sus productos, con la consiguiente afectación de su “estabilidad monetaria, el crecimiento de la economía e incluso la sustentabilidad y la eficiencia de los programas sociales. La alerta en Venezuela es mucho más grave: se corre el riego de perder – como ya se está perdiendo – la democracia; se corre el riesgo de un derrumbe de la economía, con una devaluación inevitable de la moneda que incidirá de manera alarmante sobre la tasa de inflación; se corre el riesgo de desabastecimiento alimentario y de productos de primera necesidad.
figueredo.carlosar@gmail.com

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