Los habitantes de la Costa Este de los Estados Unidos y de otras regiones cercanas, sufrieron los efectos devastadores de una dolorosa tragedia que destruyo millares de hogares creando angustia y pánico en la población, ocasionada por la tormenta Sandy.
ESTA ES SANDY SOBRE LA ESTATUA DE LA LIBERTAD |
Entre muchas ciudades grandes y pequeñas, la metropolis de Nueva York fue sacudida por una devastación nunca antes sufrida: el agua se desbordó por las calles destruyendo casas, edificaciones, vehículos, arboles y todo lo que encontraba a su paso destructor. Las fotos de la agitada Times Square apareció vacía y oscura, al igual que la sede de la ONU, o el agitado sector de Wall Street, por no mencionar sino los lugares más conocidos.
La ciudad que nunca duerme se paralizo durante varios días: el metro que transporta a casi 6 millones de usuarios diariamente tuvo que cerrar sus 468 estaciones, los túneles que conectan a Manhattan con los cinco condados resultaron inundados, los trenes que unen a ciudades cercanas, al igual que los autobuses sufrieron una parálisis total, al igual que el cierre de los aeropuertos de La Guardia, JFK y Newark aislaron a los ciudadanos de la ciudad-manzana.
Pero a pesar del drama ocasionado por los desafíos de la naturaleza, pudimos admirar la capacidad de respuesta solidaria. Los dos candidatos presidenciales detuvieron su campaña para apoyar al grueso de la población en su recuperación. La evacuación de los sectores anegados evitó que se agravara con la anarquía, y los ciuddanos se abocaron para solucionar los problemas urgentes, retirar los escombros, reanudar los servicios público. Desde los sectores más pobres, hasta los más privilegiados se dedicaron a retornar lo más pronto posible a la normalidad, mientras que la familia, los vecinos, las autoridades locales, regionales y estadales se unieron todos para socorrer las victimas.
Cuando constatamos los esfuerzos tan efectivos y los mecanismos de solidaridad cívica, vemos que si bien es imposible enfrentar la devastación, ciertamente la disciplina, la voluntad de todos de enfrentar los problemas, la capacidad de respuesta en tiempos de calamidad pública demuestra que si hay soluciones, a las que no se puede responder con un proteccionismo malsano. En nuestro país todavía tenemos a “damnificados” del deslave de hace una década sin solución, escombros que se eternizan y hoteles y ministerios que sirven de refugio durante años en los que no se procura sino mantener una dependencia de las víctimas del Ejecutivo.
Los damnificados de Nueva York muestran que a pesar de las dificultades, lucharon y vencieron los efectos fatales de la super-tormenta Sandy. Una lección que deberíamos aprender tomando providencias a tiempo, con las que podriamos aminorar traumatismos graves.
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.