MERCEDES MONTERO, LA FUTILIDAD DE UN PROCESO ELECTORAL INJUSTO, VENEZUELA,

Los procesos electorales en Venezuela, sin que hayan sido exigidas y respetadas las condiciones electorales que constituyen los derechos políticos de los venezolanos, sin distinción de afiliación política alguna, colocan al electorado en una relación de PERDER – PERDER. Los ciudadanos que conocen sus derechos y que por lo tanto reclaman su respeto son catalogados como abstencionistas por parte de ambos adversarios políticos (oficialismo y oposición). Quien no vota por cuestión de principios y se abstiene es visto como una especie de criminal. Queda claro que no hay respeto por ninguna de las dos partes en contienda, ni sobre un justo reclamo, ni por una posición basada en principios. La otra cara de la moneda es ir a votar a sabiendas que las condiciones electorales no han sido respetadas, lo cual es un claro abuso de poder, ventajismo, injusticia y desigualdad. Cuando se vota en estas condiciones, sin luchar por el respeto a lo que son los derechos inalienables de los ciudadanos, no solo se da paso a un fraude electoral, sino que también y más grave aún se legitima lo que es ilegítimo. Planteado sobre la base de esta realidad, la participación ciudadana en los procesos electorales y referendarios que en Venezuela se han llevado a cabo desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue convertido en un ministerio electoral que cumple las ordenes del Ejecutivo, la ecuación “electoral” que se plantea es la siguiente: Abstención basada en principios = pérdida + descalificación Votar sin respeto a condiciones = pérdida +legitimación del fraude Hay un axioma de Albert Einstein que dice “No se puede pretender obtener resultados diferentes operando siempre de la misma manera y con los mismos métodos” Si votar sin haber exigido y logrado el respeto a las condiciones electorales 1) Ha impedido la libre expresión política de los ciudadanos; 2) Si los ciudadanos estamos convencidos que la violación de los derechos electorales ha tenido como consecuencia unos resultados contrarios a la verdadera voluntad del pueblo 3) Si ha habido abuso flagrante por parte de alguna de las partes en contienda electoral (en este caso del oficialismo) que ha influido a la torcedura de la voluntad popular 4) Si ha habido amedrentamiento por parte de las autoridades en el gobierno, para obligar a votar por el candidato del oficialismo. 5) Si no se han realizado las auditorias del Registro Electoral (asunto este crucial para la pureza del proceso) 6) Si los rectores del organismo electoral tienen parcialidad política, cuando deberían ser independientes. 7) Si hay abuso de los recursos del Estado a favor de la candidatura oficialista. 8) Si las fuerzas armadas están parcializadas hacia el oficialismo. 9) Si las leyes y condiciones han sido cambiadas para lograr justificar cambios írritos. 10) Si al procedimiento de votación se le han agregado pasos con el fin de que el elector tema haber perdido el secreto de su voto. Si todo lo enumerado ha estado presente en los comicios efectuados hasta ahora, es evidente que la lucha que hay que dar es para lograr el respeto a las condiciones electorales que garanticen igualdad de condiciones para quienes participen en la contienda, y el pueblo exprese su voluntad sin temor alguno. Es decir para lograr unas elecciones auténticas. Continuar votando sin haber logrado el respeto que merece el electorado es aceptar el abuso como forma de interacción ciudadana, es hacer de lo ilegítimo algo legítimo. Nada más contrario a la verdad sobre la voluntad ciudadana. mechemon99@yahoo.co.uk

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