miércoles, 7 de noviembre de 2012

MAURO PARRA, ¡UNIDAD!..¡UNIDAD!..¡UNIDAD!


¿Qué demonios esta pasando en nuestro país? Parece que nos estamos desmoronando en miles de inservibles trozos. Luce como si nos comportamos   igualmente al partido del  régimen, que solo subsiste en una pieza por el dedo mágico del dictador, pero con la excepcional diferencia de que aquí, en nuestro patio, dentro de los oposicionistas a la tiranía, parece también que hay mil dictadores con iguales ansias de sembrar el caos, desilusión y  desunión entre los venezolanos. Solos y dispersos seremos víctimas  fáciles de quienes, en  confusa situación también, se arremolinan contra nuestros debilitados flancos y la zancadilla hace el resto. Como repetía constantemente mi padre, de la sabiduría popular: “si el sapo brinca y estaca, no es culpa de la estaca”
Las “unidades políticas” siempre han sido precarias y fundadas en premisas a veces desesperadas y solo obtienen algún éxito cuanto más desesperadas son. A veces responden a un clamor general, casi silencioso de parte de la ciudadanía.  Es imprescindible que los líderes identifiquen este grito de angustia y decidan correr juntos. El “para atrás” esta a las espaldas,  se avanza mirando al frente. Si repasamos la historia de esta nación vemos que la Independencia  promovida por nuestros padres fundadores, fue ganada tras grandes sacrificios. Su promulgación se produjo en base a la unión de las provincias en una sola entidad política. No resultó que todas las provincias se integraran al principio porque el enemigo era muy poderoso y controlaba grandes áreas de Venezuela. Pero, juntos,  salimos  a la aventura más grande que hemos acometido. A lo largo de la epopeya suramericana de la Libertad y la Justicia, por la que esos grandes hombres lucharon unidos para lograr pueblos sin ataduras foráneas, a veces el liderazgo se  diluía en fundamentos imprecisos, pero el temor al fracaso era tomado como  una batalla más.  No pudo la tiranía contra el esfuerzo aglomerante de los venezolanos de entonces. Ni Morillo con 16.000 soldados frescos pudo derribar el gran muro de la unión nacional que erigimos, hace ya dos siglos.
Como se  conoce sin argumentos en contrario, dadas las circunstancias de la vida nacional, la Unidad hoy no tiene  sustituto.  En estos momentos la situación es tan grave como en 1811.  Se ha debatido  mucho en distintos escenarios e instancias nacionales que esta en juego todo cuanto conforma nuestro país: La vida, la moral, nuestras leyes, creencias ancestrales  y la participación política libre a que todo ciudadano tiene derecho. Ya no es para una aventura política por lo que hemos constituido la Unidad, representada por la MUD. Es una necesidad para subsistir. Es el alimento insustituible para conducir el país por la trocha hacia la recuperación de tantos maleficios que ha causado este amorfo experimento político fuera de época y lugar que han llamado socialismo del siglo XXI. El alerta es por la preservación de la Mesa de la Unidad como un ente unipersonal -La MUD no pertenece a fulano o zutano, sino a todos- dedicado a desenredar el enmarañado ovillo de la política nacional que poderes foráneos han conformado para someternos y desvalijar a su antojo los bienes –morales, económicos, etc.- de la Nación. Sin la existencia de la MUD y todos sus actores, las regionales de diciembre serían un fiasco, un engaño al electorado consciente y la entrega definitiva al  tirano. Compatriotas, reformulemos lo malo, demos el soporte que la MUD reclama, pero por nada en el mundo dudemos de nuestras propias creaciones y propósitos. La Unión, como la Democracia es auto-perfectible.
jmpzc@yahoo.com
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1 comentario:

  1. Ciertamente la MUD ha sido pieza clave para ir sacando del letargo a muchos abstencionistas, así como de resucitar fervorosamente a los que votan pero en su ánimo existía una especie de resignación. Ha de entender, si se puede, que tanto para Ud. como para el resto de los 6.5 no fué fácil aceptar lo sucedido.

    Por otra parte entre el Sr. Capriles, Aveledo y otros crearon un poco más de indignación, ya que se les dió por filosofar y cada quien dijo en su momento lo que consideró más prudente y recatado, aún a sabiendas que había un pueblo en posición de corredor olímpico: "Set, Ready an Go". Quedamos como motor recalentado.

    Con todo el respeto que me merecen (unos más, unos menos) los representantes de la oposición, esperábamos un Plan B, un por si acaso.

    En fin, quede Ud. tranquilo,seguimos con la MUD.

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