viernes, 17 de agosto de 2012

CHILE LIBERAL, DESALOJEN (SITUACION ESTUDIANTIL EN CHILE)

"Los derechos no están sujetos al voto público; una mayoría no tiene derecho a eliminar los derechos de una minoría; la función política de los derechos es precisamente la protección de las minorías frente a la opresión de las mayorías (y la minoría más minoritaria sobre la tierra es el individuo)."Ayn Rand, pensadora liberal norteamericana
SER HUMANO PRIMERA MINORIA
En la década de los 90, con el ex mandatario de facto Augusto Pinochet enquistado en la Comandancia en Jefe, el país vio su naciente democracia amedrentada mediante Boinazos y Ejercicios de enlace. Hoy, haciendo eco del golpismo, los asambleístas, los pirómanos, los sindicalistas, los "reivindicadores sociales" y un grupo de estudiantes intentan lo mismo que el patético Ejercicio de enlace: poner de rodillas a las autoridades elegidas democráticamente hasta doblegar a la democracia representativa.
El último incidente ahora es la irrupción de nuevas tomas de escuelas municipales por parte de un grupo de pelusones que esgrimen a sus amigos para impedir el normal funcionamiento del año escolar, con el objetivo final de imponer un sistema educacional soviético.
La toma de una escuela es ilegítima y debe reprimirse inmediatamente por la fuerza mediante el accionar de Carabineros, por instrucción del alcalde de la comuna.
Una toma no es legítima
Los salvajes aducen que la toma se decidió democráticamente, y que el 55% de los estudiantes votó a favor. Con la desfachatez que brinda la ignorancia —más el desparpajo propio de un púber—, argumentan que en una democracia la minoría acepta las decisiones de la minoría. Y recordemos como una niñita le gritaba a los ministros y autoridades que en una democracia las autoridades acatan lo que ordena el pueblo. Todo esto es completamente ridículo, y sólo en una democracia que vive una eterna edad del pavo como la nuestra es necesario repasar los más elementales principios de una sociedad democrática representativa.
Primero, para que sepan los pelusones, los derechos individuales jamás se han sometido a escrutinio público y no son decididos, otorgados o removidos por votación popular. Una mayoría no puede decidir que, por ejemplo, el mandamás de alguna de estas curiosas asociaciones de secundarios (nadie sabe cómo se eligieron) salga a pasear en pelota con un sombrero rosa sobre un palo de escoba como si fuese vaquero del Far West. Del mismo modo, ninguno de estos púberes puede decidir que un sólo alumno se quede sin acceso a sus clases, o que un profesor no acuda a su puesto de trabajo. Eso es vulnerar sus derechos. Y los derechos, escuchen bien palurdos, ¡no se deciden mediante votación!. Una minoría, giles, no puede ver vulnerados sus derechos porque los decidió una mayoría.
Lo que sí corresponde es que como forma de protesta cada uno de los estudiantes del 55% que ganó se reste de las clases. Eso pueden hacerlo. Pueden incluso persuadir a sus amigos para que se resten de las clases. Pero NO PUEDEN impedirle las clases a otros.
El absurdo es tan grande que estos cabritos no captan que ellos son una minoría, y que en realidad, la mayoría del país eligió a Sebastián Piñera como presidente, y que en una democracia los designados para tomar decisiones son nombrados mediante sufragio universal. La cabra chica que desgañita alegando que el pueblo es el soberano y que las autoridades acatan las decisiones del pueblo debe entender, este es nuestro segundo punto, que las decisiones se toman mediante representantes. No es el representante ni el vocero del pueblo el más revoltoso, ni el que más causa desmanes ni el caudillo más choro.
Por supuesto que el asambleísmo iba a ser consecuencia de lo anterior, ya que el asambleísmo es la consecuencia de la frustración al ver que los representantes no hacen lo que unos quieren. Esto es porque el respresentante de inmediato adquiere una posición de responsabilidad. En el asambleísmo, no hay responsables, por eso abunda el populismo y las ideas más ridículas. Escuché a un líder estudiantil decir que "hay que reemplazar a este tipo (al Presidente Piñera) y que la autoridad sean las juntas de vecinos".
Es estúpido pedirle a Piñera que impulse un sistema cubano de educación, como pretenden los niños. Si eso quieren, están sonados y tendrán que proponer un candidato comunista en la próxima elección presidencial. Pero eso da lo mismo, ni Gladys Marín sacó una votación suficiente para si quiera hacer valer sus propuestas, porque el país hace rato que desechó un sistema tipo "Escuela Nacional Unificada". Este gobierno, a pesar de sus innumerables errores, tiene pleno derecho para imponer su agenda porque llegó al poder mediante una votación. Si a alguien eso no le gusta, puede protestar, puede ponerse en contacto con sus representantes, pero no puede vulnerar los derechos de una minoría.
Basta sólo un estudiante en contra para que la toma, sea cual sea, se convierta en un acto fascista. Y un acto inherentemente fascista, como la toma de un colegio, debe ser rectificado mediante la fuerza policial, ya que constituye un legítimo acto de fuerza ante una arbitrariedad ilegítima.
Con los estudiantes fuera, encuentren la solución
Una vez desalojadas las escuelas, se podrá avanzar hacia lo que este sitio propone. La educación municipal, si es que tanto la quieren, debe ser gestionada correctamente por el municipio, para ello se necesita dotar al alcalde y al consejo municipal de los poderes necesarios para premiar buenos colegios y clausurar los malos.
Nadie puede impedirle a los padres su derecho a elegir entre una escuela municipal o una privada, así como nadie puede impedir que alguien funde una escuela. Ante todo, respeten el derecho a elegir y el derecho a emprender. Las escuelas municipales deben competir con las privadas, y si los padres no pueden acceder a colegios privados, en su calidad de contribuyente cada padre tiene derecho a que le subsidien una escuela particular.
La discusión debe plantearse en la instancia que tiene toda sociedad democrática, que es el congreso de representantes de la ciudadanía. Los estudiantes, estúpidamente (como es su costumbre) se restaron de esta instancia y ahora, por segunda vez, lloriquean que se llega a acuerdos a espaldas de ellos. ¿Pretenden doblegar al Congreso? Eso es equivalente, como sostuvimos anteriormente, a otro Ejercicio de enlace. Eso sería inaceptable.
La política tiene sus propios tiempos, sus principios son inescrutables, y requieren de una habilidad especial. Los políticos llegan a acuerdos de forma que puede parecer incomprensible, porque la política es un arte, no una ciencia. Por mucho que lleguen 10, 20 o 30 mil estudiantes, con carteles, lienzos o cualquier parafernalia, deben entender cómo funciona la política, y no es como ellos creen. No se pega el puñetazo en la mesa, ni se amedrenta a los congresistas, sino que se adoptan sus métodos sutiles y se entra al juego político. Deben comprender ante todo que la política es el arte de ceder un poco para ganar luego un poco más.
En todo este muñequeo los estudiantes, predeciblemente, perdieron toda visibilidad, ya que son niños, son jóvenes adolescentes o jóvenes hirsutos que ni siquiera se han titulado. Por supuesto que con el ímpetu de su desconocimiento iban a perder el rumbo, como lo advertimos el año pasado.
Lo importante es que los políticos sí hagan su trabajo, y esto implica inmediatamente desocupar las tomas. Este sitio hace un llamado formal a los alcaldes a autorizar ahora ya el uso de la fuerza, si es que el diálogo no dio resultado alguno.
Esto hace un político consciente de su papel en una democracia representativa seria. No vaya a ser cosa que terminen como en Argentina, donde un ministro de educación elogia las tomas como "un triunfo de la democracia". Por lo que ha explicado Chile Liberal, una toma es el fracaso de la democracia, es cuando cualquiera manda porque pega el grito más fuerte. En nuestro sitio seguiremos siendo los Caballeros Templarios de la democracia, defenderemos el orden constitucional y la libertad individual, como ha sido nuestra costumbre. En esta ocasión creemos estar en plena sintonía con la opinión pública, que sabe que nuestro carácter e idiosincrasia nos lleva a rechazar el despelote y a privilegiar el orden. Después de todo, Santiago no es Atenas ni Buenos Aires.
Finalmente, volvemos a menifestar nuestro rechazo visceral a implantar una maquinaria educativa estatal. El argumento lo proporcionó John Stuart Mill, un economista y filósofo inglés:
Confiar la instrucción pública al Estado constituye una perversa maquinación tendiente a moldear la mente humana, de tal manera que no exista la menor diferencia de un individuo a otro; el molde a tal efecto utilizado es el mas grato al régimen político imperante, ya se trate de una monarquía, una teocracia, una aristocracia, o bien a la opinión pública del momento; en la medida que tal cometido se realiza con acierto y eficacia, queda instalado un despotismo sobre la inteligencia de los hombres que más tarde, por natural evolución, somete a su imperio el cuerpo mismo de la gente (Sobre la libertad, 1859)
chileliberal@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.