jueves, 12 de julio de 2012

SUSANA MORFFE, ¡BASTA DE VIOLENCIA! (ENTRE CIELO Y TIERRA)


“El bien de la comunidad es mayor y más divino que el bien de uno solo” Aristóteles
Detener la violencia es el reto y la responsabilidad de un gobernante, cuya genuina misión debe ser la protección de sus gobernados y garantizar la convivencia de tranquilidad y paz en el país. Esta premisa ha sido abandonada y hoy día los índices de muertes de  ciudadanos venezolanos alcanzan cifras alarmantes.

Los hábitos de interrelaciones humanas han cambiado totalmente, así como los resguardos para cumplir jornadas laborales que ameritan largas horas de trabajo en horas nocturnas. Es riesgoso inclusive ir al cine, tomar un taxi, asistir a una comida en un restaurant y mucho menos en actos públicos o privados, con el temor de ataques  por parte del hampa. Además que el ataque lleva consigo la perdida de la vida.

Cuantas vueltas ha dado en la Asamblea Nacional la nombrada Ley Desarme y aún no se vislumbra una solución, como tampoco ninguna otra  efectiva para enfrentar la delincuencia. Tenemos derecho a una ley que nos defienda. De tal manera que hemos de terminar por creer que la complicidad se suma a una especie de interés por mantener a la población acechada, atemorizada para que no volteen la mirada hacia otras situaciones que se presentan en el país de índole legítimo y conservacionista,  sobre todo en el aspecto de la vida diaria en lo que se refiere a los servicios básicos, el precio de los alimentos y la producción económica.

Venezuela se encuentra fracturada y sin temor a exagerar está sufriendo un exterminio sostenido de sus habitantes, que al decir de todos los comentarios se trata de una guerra permanente como no la hay en otros países, tomando en cuenta el parte de víctimas que semana a semana indica como mueren los venezolanos como consecuencia del aniquilamiento  de pillos que en su mayoría son adolescentes y obviamente dirigidos por otros de vieja data con historial criminal.

La permisividad que mantienen los funcionarios en el tráfico de drogas, agrega un poderoso detonante en el exterminio que se ha venido desarrollando en todas las esferas sociales, sin reparo de menores, mujeres y hombres que han caído en el submundo de los estupefacientes, extendiendo así la contaminación que existe en el ámbito social, atrapando implacablemente todos los estratos con su carga putrefacta de corrupción y odio extendido.

Venezuela no debe hundirse más con nuevas calamidades, es tiempo de que cada habitante en nuestro territorio asuma la responsabilidad de contribuir a la depuración de los principales estamentos que sostienen al Estado. Solo y únicamente se puede lograr, participando electoralmente el próximo 7 de octubre para decir con el voto ¡Basta de violencia!

susana.morffe@gmail.com

 EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.