lunes, 2 de julio de 2012

CARLOS BLANCO , "LA EYECCIÓN DE FERNANDO LUGO REMUEVE LOS PROBLEMAS DE AMÉRICA LATINA", TIEMPO DE PALABRA

AUTOCRACIAS Y GOLPES

La eyección de Fernando Lugo en Paraguay remueve los problemas de América Latina. En el siglo pasado estaban claros los conceptos de dictadura, democracia y golpes de estado; el cambio de época ha traído nuevas ideas sobre los temas: hay caídas de presidentes que parecen golpes y no lo son; hay defenestraciones que parecen constitucionales y no lo son; hay presidentes que usan formas democráticas y son autócratas; hay gobernantes autoritarios en su estilo pero que son demócratas porque el sistema los logra controlar. Lo que era claro ahora es confuso y lo peor que se puede hacer es utilizar viejas categorías para entender lo que acontece. ¿Chávez es un dictador o no? Si lo es, ¿a los dictadores no se les derroca? Si nadie plantea su derrocamiento sino solo su reemplazo por vía electoral, ¿quiere decir que se le debe el respeto como a todo demócrata? ¿Cuál es el juego verdadero?

LA VIEJA HISTORIA.

Hay un artículo ya clásico de Arturo Valenzuela, profesor de Georgetown University y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos en EEUU, "Latin American presidencies interrupted", en el que analiza cómo entre 1985 y 2004 hubo 15 presidencias que no se completaron. Sin incluir el caso de Chávez en 2002, ni tres de los cinco presidentes que se sucedieron en un mes cuando en Argentina Fernando de la Rúa renunció, ni el de Carlos Mesa Gisbert que era vicepresidente y sucedió a Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia (Mesa también fue obligado a salir del cargo). A esos 15 casos hay que añadir los más recientes de Manuel Zelaya en Honduras y de Fernando Lugo en Paraguay.

Valenzuela cita a Scott Palmer de Boston University quien afirma que "entre 1930 y 1980, los 37 países que forman América Latina atravesaron 277 cambios de gobierno, 104 de los cuales (37,5%) tuvieron lugar por medio de un golpe militar. Contrariamente, desde 1980 a 1990, sólo 7 de los 37 cambios de gobierno en la región tuvieron lugar a través de intervenciones militares, dos de las cuales pueden ser descritas como claramente antidemocráticas en sus intenciones. El número total de golpes fue el más bajo para cualquier década en la historia de América Latina desde la independencia..."

Lo que se observa es que los golpes clásicos escasean y lo que se impone para destituir presidentes es el mecanismo de acortar sus mandatos. La destitución de Carlos Andrés Pérez es para muchos un golpe de estado con una hoja de parra constitucional, para otros es el ejercicio impoluto de los mecanismos previstos por el ordenamiento jurídico; un proceso mucho más claro es el de la destitución de Fernando Lugo (expresamente previsto en la Constitución de Paraguay sin necesidad de juicio ante tribunales) y suscita controversias similares.

RAZONES PARA LA GUILLOTINA.

Hay dos elementos cruciales que están detrás de esas interrupciones. El primero consiste en que varios de los presidentes democráticamente electos se convierten en autócratas y así se proponen impedir a toda costa su reemplazo en el poder, por tanto las elecciones como mecanismo de relevo se anulan total o parcialmente. Estos casos de semidemocracias, semiautoritarismos, neoautoritarismos, autocracias competitivas o neodictaduras han sido ampliamente estudiado y Chávez es apenas una peripecia reciente y escandalosa.

El segundo elemento crucial es que las instituciones no funcionan bien o no funcionan. En estos, las sociedades no encuentran formas de procesar las demandas a través de mecanismos establecidos, aun con presidentes democráticos; entonces prescinden de las instituciones que son más obstáculos que senderos para las soluciones.

Puede no gustar, pero los instrumentos constitucionales -o que guardan la apariencia de tales- son los recursos que usan las sociedades, a veces de manera forzada, para destronar demócratas devenidos en autócratas o demócratas incompetentes o demócratas en marcos institucionales inoperantes.

NOTA PERSONAL Y LA REVISTA EXCESO.

El lector me excusará por emplear un espacio de análisis político para una nota de relevancia personal, aunque se refiere al tema de la justicia.

En la edición que circula de la revista Exceso hay un reportaje sobre el caso de mi hermana, Odila Margarita.

Ella trabajaba en Fogade en el área de relaciones públicas en un modesto puesto desde los tiempos de Esther de Margulis que la apreció mucho. En el actual gobierno algunos le habían hecho la vida imposible por ser mi hermana: la señalaron de ser parte de "la oposición radical" sin que ella tuviera ninguna participación política. Debo exceptuar de esa intolerancia a los amigos que cultivó en la institución y también a varios directivos de Fogade, entre quienes destaco a Helena Salcedo y Rómulo Henríquez, mis amigos de otras épocas; Milagros Zapata y el entonces presidente de la institución Humberto Ortega Díaz.

Hace cuatro años, el 23 de junio de 2008, ella se fue a operar de una hernia discal en la clínica Leopoldo Aguerrevere. Ese día murió. A los 45 años de edad. Pensamos que era una tragedia producto de las terribles casualidades de la vida y por eso se procedió a la cremación. Sin embargo, me dirigí a la clínica y en reunión con sus directivos y el médico, mi hermano Mario, mi cuñado y yo solicitamos la historia clínica; a partir de entonces, Mario se puso a estudiar el caso; él es médico cardiólogo, profesor por muchos años de Fisiopatología en la Escuela Vargas, con experiencia en el tema de las hemorragias y allí se descubrió lo que ocurrió: en la operación le fueron cortados y lacerados vasos sanguíneos; el médico no lo advirtió a tiempo, a pesar de los indicios existentes por la caída de su tensión arterial, mi hermana tuvo una hemorragia interna incontenible, se llenó de sangre su cavidad abdominal y murió. Llamaron a un médico de emergencia que venía ¡desde Cotiza!, casi al mediodía; cuando llegó, ya era demasiado tarde. Tal vez ya era tarde cuando lo llamaron.

Con nuestro abogado, Javier Iranzo Heinz, solicitamos al Ministerio Público iniciar una investigación. A pesar de las demoras, así se hizo. Finalmente el juez inició el juicio contra el médico Alejandro Márquez; sin embargo, ha habido dos apelaciones de sus abogados. La última es la que más ha afectado el juicio, porque resulta que la Sala 7, al conocer del recurso del médico, solicitó al tribunal de Juicio que le remitiera el expediente y poco después de recibirse por la Sala, destituyeron a uno de los magistrados integrantes por lo que hubo que esperar a que lo reemplazaran, lo que ocurrió hace cerca de un mes, pese a lo cual aún no se han pronunciado sobre la apelación y por ende el expediente sigue la Sala 7.

Cuando hay muchas muertes, hay estadísticas. Cuando hay una muerte, hay dolor irreparable. Estas líneas de contenido personal no quieren promover ni venganza ni lástima: sólo justicia.

@carlosblancog
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