jueves, 7 de junio de 2012

MERCEDES MONTERO, BODAS DE DIAMANTE

Que una monarca cumpla 60 años de reinado es una hazaña, y en el caso de Su Majestad Isabel II ha sido además una generosa demostración de amor y servicio hacia el pueblo. Algo que ha permanecido incólume y esa es la devoción de Su Majestad por su Reino y sus súbditos

La reina Isabel II y el príncipe Felipe festejan 60 años de matrimonio,
estableciendo un récord para cualquier monarca británico.
¡Por fin una noticia bella en este mundo convulsionado en el que vivimos! Que una monarca cumpla 60 años de reinado es una hazaña, y en el caso de Su Majestad Isabel II ha sido además una generosa demostración de amor y servicio hacia el pueblo al que rige desde que accediera al Trono del Reino Unido, a la muerte de su padre Jorge VI, el 6 de febrero de 1952. De acuerdo con la legislación del Reino el trono del Monarca nunca puede quedar vacío, de modo tal que el sucesor, recibe el Reino en el mismo momento de la defunción del monarca. ¡A muerto el Rey! ¡Viva el Rey! A rey muerto, rey puesto.

Lo anterior no significa que la coronación es inmediata, este acto magno suele tomar algún tiempo por el duelo hacia el difunto y por la complejidad de su organización. En el caso de la Reina Isabel II, la Coronación no fue llevada cabo sino hasta el 2 de Junio de 1953,

Si algo caracterizó al Siglo XX fueron los profundos cambios sucedidos en todos los órdenes, los cuales se agudizaron después de la II Guerra Mundial. El mundo entero sin darse cuenta al principio y después con la rapidez vertiginosa en que los cambios se sucedieron, impuso un nuevo orden político, económico y social en el que estuvo incluida la caída de los imperios existentes, entre ellos el Británico, cuyas numerosas y extensas colonias se fueron independizando en diferentes décadas del siglo pasado. Como consecuencia de tal revuelo, aunque el Reino Unido sigue siendo un gran país, no es lo que era cuando Isabel II ascendió al Trono. Sin embargo hay algo que ha permanecido incólume y esa es la devoción de Su Majestad por su Reino y sus súbditos. Ese amor es correspondido por sus súbditos, y, en la ocasión de la Bodas de Diamante de su Reina se ha visto revitalizado.

Describir las ceremonias llevadas a cabo con la majestad de la que los británicos son capaces y que las telecomunicaciones han globalizado sería repetir lo que todo el mundo pudo ver, lo que si vale la pena describir es el ambiente de manifiesta alegría en la población. En las ciudades y pueblos rurales, en las calles y en las casas fueron colocadas banderas y banderines, se hicieron fiestas para celebrar el Aniversario, cada uno dentro de sus posibilidades brindó con lo mejor que tenía, la gente en Londres espero por horas, con orden y respeto, con lluvia y con frío sin importarle tal espera, para disfrutar de cada uno de los eventos. En todo el Reino, pero especialmente en las zonas rurales fueron encendidos fanales. El Desfile de los 1000 barcos y botes en el río Támesis de Londres fue muy impresionante. Ver que la Reina con 86 años y su esposo el Príncipe Felipe con casi 91 años a cuestas permanecieron de pie durante las 5 ½ horas que duró el desfile náutico resultó un ejemplo de respeto hacia el esfuerzo ajeno Hacia el final de la parada náutica el Coro de la Escuela de Música de Londres le cantó a su Reina enfrentando una lluvia helada, fuerte y pertinaz que los caló hasta los huesos. Bien por ellos. La Parada náutica tuvo una réplica en el Río Humber en Hull.

El Lunes 2 de Junio fue ofrecido un picnic en los jardines del Palacio de Buckingham fueron invitados 12.000 personas: 2000 de ellas representantes de las organizaciones dedicadas al servicio social, a la defensa de los derechos humanos, a labor humanitaria. Otras 10.000 personas, resultaron ganadoras del sorteo llevado a cabo desde el Palacio de Buckingham para asistir. A estas personas les fue ofrecido un obsequio finísimo, luego tenían asiento para el concierto a llevarse a cabo ese día, el cual contó con la actuación de los mejores cantantes de las seis décadas en las que la Reina ha estado en el trono. El evento estuvo lleno de emoción, cada artista canto una canción dando lo mejor de sí mismo, hubo fuegos artificiales, alegría. El concierto terminó con unas palabras del Príncipe de Gales, que las comenzó llamando a su madre Su majestad y luego le dijo “Mami” La Reina estaba sin su esposo ya que el Príncipe Felipe fue hospitalizado durante la noche anterior debido a una infección en la vejiga, sin embargo la Reina nunca perdió el temple. Miles de personas se quedaron a dormir en el Mall, a pesar de las condiciones desfavorables del ambiente, para poder disfrutar del último día del Jubileo.

El 4 de Junio, último día del Jubileo, la Reina tuvo que trasladarse con una “Lady in Waiting” al servicio en la Catedral de San Pablo. Es necesario destacar la sencillez del traslado, por supuesto, tenía que haber despliegue de seguridad pero este era discretísimo. El servicio religioso fue muy especial, y, significativo. A ese servicio religioso estuvieron invitados todos los máximos representantes de todas las religiones, judíos, musulmanes, siks, budistas, cristianos de todas las iglesias sentados los unos al lado de los otros. Toda la realeza vestida con sus mejores galas, pero sin ostentación. Los himnos cantados por coros de niños seleccionados por su voz en todas las regiones del país, fueron preciosos. Ver una nación creyente asistir a un evento de acción de gracias, por una labor bien cumplida deja en el alma un sentimiento de paz y esperanza.

Un almuerzo para 300 personas fue llevado a cabo en el Palacio de Westminster los invitados eran ciudadanos comunes que se han destacado por acciones especiales en las organizaciones en las que trabajan, gente sencilla, trabajadora que fue seleccionada en las diferentes regiones del país, se mostraron felices y declararon a la TV que asistir al almuerzo era como un sueño, una experiencia que nunca olvidarían. En cada mesa se sentó un miembro de la familia real.

Después del almuerzo que terminó puntualmente a la hora, se llevó a cabo la cabalgata, fue esta la única oportunidad en la que se utilizaron dos Landaus, uno para la Reina, el Príncipe Carlos y su esposa Camila, Duquesa de Cornwall y un segundo que llevaba al Príncipe Guillermo, su esposa Kate Middleton , Duquesa de Cambridge y el Príncipe Harry.

Unos caballos preciosos, negros relucientes, llevando como jinetes a unos soldados perfectamente uniformados precedían y seguían a los dos carruajes reales, la gente agolpada en las aceras agitaba banderas y banderines, mientras cantaban “God Save The Queen”. Al llegar al Palacio de Buckingham, la familia real espero hasta que los miles de miles de personas que estaban en el Mall avanzaran (lo cual hicieron con todo civismo y orden) hasta las puertas del palacio, para esperar que la Reina, y la familia real salieran al balcón. Un modesto despliegue aéreo rindió honores a la Reina como final de los festejos del Jubileo de Diamante

Como es lógico en todas las relaciones humanas, aún más cuando se trata de relaciones de orden político, se presentan altibajos, hay fervores y heridas, pero durante los 60 años del reinado de Isabel II se han caracterizado porque Su majestad ha mantenido constantes su dignidad, lealtad, generosidad y solidaridad para con la nación a la que juró servir.

¡La Reina vive!, ¡La Reina es servidora de su pueblo!

mechemon99@yahoo.co.uk 

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