En su libro Redentores: Ideas y
poder en América Latina, el historiador mexicano Enrique Krauze analiza 12
personajes de la historia moderna de la región. Las ideas importan y este libro
muestra cómo ellas explican la historia reciente de Latinoamérica.
Vale la pena destacar la cita
de Paz con que el autor inicia el libro —“La Revolución ha sido la gran Diosa,
la Amada eterna y la gran Puta de poetas y novelistas”— ya que todos los
personajes del libro en algún momento estuvieron enamorados de la idea de construir
una utopía desde arriba. Gran parte del capítulo sobre Paz trata acerca de su
conversión de un marxismo que profesó hasta final de la década de los sesenta a
un liberalismo político. Esa conversión haría de Paz en el universo marxista
“el gran hereje”.
En el capítulo sobre Eva Perón
Krauze dice que “siguiendo la vieja tradición española de poder patrimonial,
Juan y Evita se comportaban como el único y legítimo patrón y amo de Argentina”
y luego explica cómo toda la familia de Evita prosperaría bajo el dominio de
Perón.
Se puede aprender más sobre el
Che Guevara con este libro que con las películas que han salido de Hollywood
acerca de él. Por ejemplo, el Che creó el primer campo de concentración de
trabajo adonde serían enviados homosexuales, testigos de Jehová, limosneros,
disidentes “y todos aquellos que parecían disminuir la imagen de una revolución
popular saludable y fuerte”.
Luego el autor analiza la
relación entre la política y la novela. A Gabriel García Márquez Krauze lo
describe como un eterno enamorado del poder: “Cuando García Márquez se
concentra en el déspota, no es para exponer la complejidad interna de un hombre
de estado, sino para inspirar compasión por un hombre triste y solitario”. Su
novela El otoño del patriarca,
“deshumaniza a las víctimas y re-humaniza al dictador”.
Consecuentemente, García Márquez dedicó su fama al servicio de la Revolución
Cubana.
Krauze incluye un capítulo
acerca de un novelista que se ha dedicado a hacer lo contrario: Mario Vargas
Llosa. Particularmente en su novela La fiesta del chivo, Vargas Llosa muestra
hasta donde puede llegar el abuso de poder por parte de un caudillo, en este
caso Rafael Trujillo de la República Dominicana. Krauze indica que “El Trujillo
de Vargas Llosa es una figura muy distinta a los dictadores que se mueven a
través de las igualmente grandiosas novelas de García Márquez. . . La fiesta
del chivo…es una virulenta acusación del tirano y cualquiera dispuesto a
servirle”.
El último capítulo es sobre
Hugo Chávez, “el caudillo posmoderno”. En Chávez se juntan el nacionalismo, el
anti-yanquismo, la fe en la revolución y el misticismo de varios de los
personajes descritos en los capítulos anteriores.
Mary Anastasia O’Grady del Wall
Street Journal recientemente destacó que ninguno de los personajes de este
libro fue un empresario y que la mayoría de ellos difundieron ideas hostiles al
individualismo. O’Grady agrega que “El colectivismo, la igualdad económica, y
la socialización del riesgo fueron los temas seleccionados por la filosofía política
. . . Millones de estudiantes latinoamericanos alrededor de la región han sido
marinados en el mismo guiso”. No debería sorprender que todavía existan en no
pocos países de la región instituciones débiles al servicio de un caudillo.
* Gabriela Calderón es editora
de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo
(Ecuador).
http://www.elcato.org/redentores
gcalderon@cato.org
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