viernes, 22 de junio de 2012

FERNANDO OCHOA ANTICH, VERBORREA VERSUS EFICIENCIA

El título de este artículo resume claramente el dilema que tienen los venezolanos en las elecciones presidenciales del 7 de Octubre. También expresa una realidad indiscutible: Hugo Chávez significa el pasado, Henrique Capriles el futuro. En esta apreciación no hay exageración alguna. No es sólo un problema de edad, sino de percepción del sentimiento nacional. Hugo Chávez ha perdido totalmente su capacidad para interpretar las aspiraciones populares. Al contrario, Henrique Capriles ha empezado a representar progresivamente los intereses de muy amplios sectores sociales y a transmitir una profunda emoción en la juventud venezolana. Comparemos los dos programas de gobierno y sus respectivas campañas electorales para poder encontrar una explicación a esta sorprendente realidad

            Los venezolanos conocemos los problemas que nos afligen. Los sentimos todos los días. Nuestras condiciones de vida se han deteriorado,  en todos los sectores sociales, de una manera tan drástica que nos parece estar viviendo una pesadilla. Todos conocemos esos angustiantes problemas, a excepción de Hugo Chávez y su camarilla. Ninguno de los objetivos de su programa de gobierno, considera ni una sola de esas calamidades que ensombrecen el quehacer diario de nuestro pueblo. Veamos: “Consolidar la independencia, alternativa al capitalismo, país potencia, nueva política internacional, y preservar la vida del Planeta”.  Ciertamente, que en alguno de ellos se ofrece construir dos millones de casas y aumentar la producción petrolera a 4 millones de barriles. Promesas y más promesas, que ya nadie puede creer…
            El enfoque del programa de gobierno de Henrique Capriles es totalmente diferente. Primero, establece un marco general de aplicación de dicho programa: “El camino que proponemos es más compromiso y menos poder; generosidad y no egoísmo, Justicia y no privilegios, verdad y nada de mentiras. La discusión entre presente y pasado, lo que hace es  dividirnos. Todos somos venezolanos y eso es lo que importa. Un país dividido  es un país débil y queremos tener un país fuerte. Nuestra mirada está puesta en el futuro”…Segundo, señala las líneas fundamentales de ese programa: generar confianza, combatir la inseguridad, respetar la propiedad privada, aumentar la producción nacional, mejorar  la educación, crear empleos bien remunerados, rechazar las expropiaciones, incrementar la producción petrolera y fortalecer los programas sociales…
            La profunda diferencia que se observa en la orientación general de los dos programas de gobierno va a influir en las dos formas de diseñar y ejecutar las diferentes campañas electorales. La de Hugo Chávez busca impactar el sentimiento popular tratando de revivir los fuertes lazos que en el pasado existieron entre amplios sectores populares y su figura de líder carismático y mesiánico. Este esfuerzo tiene un gran impacto en los sectores populares, aunque su imagen empieza  a mostrar un importante desgaste como consecuencia de su grave enfermedad y la ineficiencia del gobierno. La mejor demostración de esta verdad fue la presentación de su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral. Observar que en medio de su discurso se encontraba casi sola la Plaza Caracas es una muestra de debilidad indiscutible.
            La campaña de Henrique Capriles busca impactar en todos los sectores sociales a través del contacto personal,  aprovechando su  juventud y resistencia física. Su mensaje de unión de todos los venezolanos, su eslogan señalando que existe un camino para asegurar el futuro de Venezuela y lo concreto de su programa de gobierno ha tenido  un importante efecto en las nuevas generaciones. Es innegable que el creciente fortalecimiento de su popularidad tiene preocupado a Hugo Chávez. Es la única explicación que puede encontrarse a los permanentes ataques a su persona que mantiene el oficialismo. La multitudinaria marcha para presentar su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral y las concentraciones populares de estos días han convencido a muchos venezolanos de la posibilidad cierta de derrotar a Hugo Chávez.
            En verdad faltan muchos meses de campaña electoral. El abuso de poder del chavismo es de tal magnitud que podría modificar la actual tendencia que se observa en las preferencias electorales. Eso es verdad, pero también es cierto que la esperanza que ha logrado generar Henrique Capriles en los jóvenes y en muy diversos grupos sociales garantiza un número tan elevado de votos que difícilmente ese abuso de poder podría modificar el resultado de las elecciones. Las posibilidades de triunfo de Henrique Capriles son cada día más ciertas, pero se requiere para consolidar esa tendencia que disminuya al máximo la abstención en aquellos sectores favorables a la oposición y se logre una eficiente organización que nos permita tener testigos en todas las mesas para poder garantizar una total transparencia en los comicios del 7 de Octubre. 
Caracas, 17 de junio de 2012.
fochoaantich@gmail.com

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