" Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido que no haya de salir a la luz". Marcos 4:22. Tarde o temprano, las consecuencias de los hechos alcanzan a los responsables, porque entre cielo y tierra, no hay nada oculto.
Estados unidos tuvo una de las cárceles mas peligrosas del mundo en la
Isla de Alcatraz en cuyo establecimiento pagaron penas Al Capone y otros
peligrosos sujetos. Con el tiempo, la pequeña Isla de Alcatraz se convirtió en
un Parque Nacional muy visitado por los turistas que llegan allá vía ferry, sin
riesgo de ningún peligro.
En la Isla de Margarita tenemos el Internado Judicial de San Antonio donde están
“hospedados” todos los delincuentes, mafiosos, asesinos, entre otros. A
diferencia de la Isla de Alcatraz, en la hermosa Perla del Caribe además de los
sujetos que tienen espacio para pagar sus horrores, la isla tiene una importante totalidad de habitantes que hacen vida y
además comparten con los visitantes que llegan de tierras nacionales y
foráneas. Por una idea “magistral” de una funcionaria del gobierno nacional
para los Servicios Penitenciarios han quedado en libertad mil 200 reos, tal como fue
reseñado por los medios locales, y la
decisión ha generado zozobra en la
población insular y mayor preocupación para los gobernantes locales.
Estos individuos que ahora pueden desplazarse
libremente dentro de la entidad neoespartana es un ingrediente para que merme
el turismo en la región insular, de modo que sustancialmente los residentes y
visitantes son presa fácil para estos individuos que lograron la ansiada
libertad bajo el propósito de descongestionar la población de presos en el
citado recinto, así como en otras cárceles.
Sin embargo, esa “gracia” no es
extendida a los presos políticos que
mantiene el régimen por considerar que son enemigos y por tanto deben estar
privados de todo tipo de derechos, especialmente el derecho a ser libres de
pensamientos e ideas. Nos encontramos en una Venezuela totalmente incongruente
pero a la vez complaciente para crear territorios de delincuentes con fines diabólicos. No hay que ser miopes
para no ver lo que sucede.
En el estado Nueva Esparta el estilo de vida de sus habitantes ha
cambiado considerablemente debido a la inseguridad que ha ido en aumento en los
últimos años, mientras se gira la mirada para no ver lo que es evidente a los
ojos del gobierno central. Aquella clase social de ricos y pobres le dio paso a
otra clase, los ciudadanos que sobreviven y los malandros de alta y baja
calaña, ubicados unos en los estratos más pobres y otros en la esfera del
poder. Esa es la cruda realidad del país en la actualidad.
¿Adónde nos llevará esta irregularidad o desviación? En Margarita
posiblemente se aproximaría una baja en su principal potencial como es el
turismo, un hecho natural ante la prevalencia de sujetos que transitaran por
las calles de la isla a la caza de su mejor presa para ser hurtada, golpeada y
finalmente asesinada. Cuál será la medida para frenar el tráfico de drogas,
armas y puentes aéreos que se surten, van
y vienen con material sospechoso a la isla. A duras penas el gobierno
regional se comienza a movilizar para reforzar los planes de seguridad en la
isla, sin embargo, el clima de violencia sembrado en toda Venezuela sigue
siendo el enemigo más duro de vencer.
Susana Morffe
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