martes, 15 de mayo de 2012

ALEXANDER GUERRERO E., EL GOBIERNO PREPARA UN COLOSAL LICUADO DE LAS PRESTACIONES SOCIALES

En Gaceta, la creación de los fondos para administrar las prestaciones de los empleados del sector publico; gobiernos, empresas públicas y administración descentralizada. El gobierno se prepara a cancelar esas prestaciones sociales – un volumen aproximado a los 20 mil millones de dólares- con emisiones de deuda publica, como el mismo Presidente lo adelanto un domingo en unos de sus shows dominicales: “les pagaremos con papeles”.

GOBIERNO PAGA CON PAPELES DE DEUDA: HAY QUE EVITAR EL LICUADO!!

De acuerdo con su práctica financiera, es muy probable que el gobierno haya decidido pagar su deuda previsional –prestaciones laborales- con un monumental licuado de esos pasivos; lo cual implica reducir el valor real de esas deuda con una combinación letal característica de la política económica en la ultima dedada: inflación y un devastador régimen de represión financiera establecidos en el 2003, que como colateral, ha servido para destruir el ahorro de los venezolanos; prohibición para accesar la moneda fuerte, el dólar y remuneración del ahorro con intereses reales negativos, todo un esquema financiero para el empobrecimiento de millones de ahorristas.

El control de cambio, un régimen establecido para el racionamiento de las divisas, ha sido el instrumento –político- utilizado por el gobierno para imponer el impuesto inflacionario. Conocemos que la inflación es en esencia un fenómeno monetario -y político-, y que en estas condiciones los gobiernos transfieren poder de compra de los ciudadanos al gobierno –fisco.

El control de cambio hace el milagro de bajar las tasas de interés en un entorno inflacionario, particularmente en condiciones de elevado endeudamiento público, y es de hecho un incentivo fiscal del cual el Banco Central se ocupa al reprimir la capitalización del ahorro de la gente con tasas de interés reales negativas. La deuda que el gobierno emite es licuada –depreciada- por la inflación que el gobierno alimenta. Como puede observarse, es un círculo vicioso de endeudamiento público, inflación y caída del poder adquisitivo de la moneda y descapitalización del ahorro de la gente y sus empresas.

INTERESES REALES NEGATIVOS: EL GOBIERNO PREPARA UN COLOSAL LICUADO

Este ultimo componente de la fijación de las tasas de interés, le permite al gobierno, o al banco Central actuando como su agente de pagos, emitir deuda con intereses por debajo de la inflación, de esta manera la deuda del gobierno se licua –deprecia- y el peso del endeudamiento, al ser nominado con intereses por debajo de la inflación, destruye el ahorro de la gente; es decir, es trasladado al consumidor, al contribuyente, sin distingo en su ingreso. En los hechos ese régimen de represión financiera construido a través del control de cambio se convierte en el vehículo para transferencia de poder de compra de la gente al gobierno, el ahorro se deprecia y el ingreso fiscal en manos del gobierno se expande, es el impuesto inflacionario en pleno desarrollo.

Los incentivos fiscales actúan entonces en base una creciente deuda pública emitida en bonos con rendimientos negativos, los que al pasar a los portafolios y al ahorro de la gente se deprecian en términos reales, los bonos emitidos como deuda pierden valor en el mercado, y su rendimiento es ajustado por debajo de la tasa de inflación. Solo los bancos y algunos fideicomisos compensan el rendimiento negativo de esos instrumentos de deuda publica por la velocidad que ellos imprimen en el mercado del dinero, la elevada rotación de esos papeles, que superan los descuentos en sus precios y en intereses reales negativos, las ganancias en ese mercado permiten a los bancos superar el entorno de represión financiera y recuperar las perdidas producidas en la intermediación del ahorro de la gente. Sin embargo, el ahorrista e inversionista medio hacia abajo pierde por ambos lados, por depreciación del capital –principal- y por rendir por debajo de la inflación.

BONOS QUE PIERDEN VALOR PARA PAGAR PRESTACIONES SOCIALES

En esas circunstancias económico-institucionales el anuncio del pago de las prestaciones sociales, adeudadas a los trabajadores por el Estado, es fundamental alertar a la opinión publica y a los venezolanos directamente afectados, sindicatos y familias, que como sus activos laborales serian cancelados con deuda publica, de acuerdo a aquella amenaza del Presidente en un programa dominical, acerca que “las pagaría con papeles”, aunque no es per se una maldición, pero como los intereses de esos bonos son menores que la inflación, el incentivo básico del gobierno es depreciar el ahorro, al disminuir el valor real de sus deuda, de manera que en su conocida colosal circunvalación de endeudamiento, el servicio y costo de esa deuda disminuya en el tiempo, al mismo ritmo que la gente pierde cuando contabiliza los bonos públicos como parte de su ahorro.

Es parte de la misma ecuación en la economía política que construye a un Estado/Gobierno rico y una población empobrecida bajo una establecida razón política: nomenclatura y burocracia publica, operando bajos los incentivos de diversos socialismos, estatismos, y de la tragedia de los comunes, administra la renta de empresas del Estado e impuestos con los incentivos del derroche, mala asignación de recursos y la corrupción.

INDEXAR LA DEUDA QUE PAGA LAS PRESTACIONES: LA SOLUCIÓN

En esas condiciones, es vital obligar al gobierno a través de los órganos representativos, sindicatos, asamblea nacional, administración descentralizada, a que el pago de los pasivos laborales, o prestaciones sociales se haga con deuda, pero con condiciones financieras apropiadas para combatir la depreciación del ahorro causado por la inflación; es decir, indexando el instrumento de pago de esa deuda laboral, en otras palabras con intereses o rendimientos superiores a la inflación esperada.

La indexación de la deuda publica –bonos públicos- puede darse varias maneras; el objetivo de todas esas formas es la protección del ahorro frente a la depreciación causada por la inflación, los bonos si no son emitidos en moneda extranjera, moneda que el gobierno no emite y por tanto no puede depreciar, se pueden emitir con rendimientos superiores a la inflación o indexando el “principal” o capital. En otras palabras, si la inflación esperada anual evaluada en el Presupuesto es 25%, el rendimiento –tanto a vencimiento como el efectivo- generado por los mecanismos de indexación de esos bonos no podrá ser inferior a esa inflación esperada. El impacto inmediato sobre el ahorro del trabajador que se cuenta como prestaciones sociales en los fondos dispuestos para tales fines es positivo, es decir, el tiempo no se comerá ni el capital ni los rendimientos. El impacto no se detiene acá, en las cuentas fiscales es contundente, el incentivo de endeudamiento disminuye de manera inmediata, el gobierno o se mete la camisa de responsabilidad fiscal, o decide montarse en una plataforma de default.

Seguiremos en una próxima nota en la explicación y descripción de los diferentes mecanismos de indexación de la deuda pública.

@AlexGuerreroE

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.