domingo, 29 de abril de 2012

NELSON MAICA C, EFECTO INVERSO

Desmontar el comunismo socialismo, a mi manera de ver, pasa, en primera instancia, por dos decretos: El primero, liberalizar los precios. El segundo, permitir que todas las personas, los ciudadanos, puedan ejercer el comercio con libertad. 
La acostumbrada planificación desde la cima, tal como hacían en la Urss, Cuba, etc., y pretenden aplicar aquí desde 1999, ha resultado inútil porque, entre otras causas, todos los días en el mundo entero se amplia la gama de productos demandados por la población. Y este gobierno carece de la capacidad para satisfacerla.

Se ha producido, de hecho, una separación, caótica para esta economía dirigida, intervenida, centralizada, totalitaria, entre el poder y la información. El poder directivo rojo rojito permaneció en la cima un trecho, ahora esta retenido en la isla cautiverio y carece de la mejor información.

Las necesidades se conocen y se sienten, se palpan, solo en la base, en el pueblo, sobre todo marginal, donde no hay, donde no existe poder alguno para satisfacerlas.

Fracasó la idea de administrar el país como si fuera un gran hato ganadero del siglo XIX, un conuco, una pensión, un garito, una cantina, y ya no solo en el sector de los bienes de consumo, donde nunca tuvo factibilidad alguna, sino hasta en el sector de la tan cacareada industria militar, el área mas preciada de estas “autoridades” rojas.

La demanda creciente de bienes de consumo ha provocado un efecto multiplicador inverso. El aumento de la demanda de alimentos exige un incremento de la producción agrícola y, en consecuencia, la emigración de la fuerza laboral rural se hace cada vez menos deseable. No obstante, como parece imparable la emigración de los trabajadores agrícolas hacia las áreas urbanas, es necesario mejorar las condiciones de vida rural para revertir este proceso, lo cual se traduce en un aumento de la demanda de bienes de consumo y servicios.

A fin de incrementar la producción de bienes de consumo es preciso, entonces, construir, reconstruir y expandir la industria liviana, lo que nuevamente requiere fuerza de trabajo adicional, lo que tiene un efecto inflacionario en la demanda de bienes de consumo.

La situación en las industrias de productos de consumo se ha tornado tan aguda que el más venerable y codiciable de los bienes de la economía, el dólar, ha sido empleado para financiar la importación: de medicinas, repuestos, ropa y zapatos, gasolina, cabillas, etc., y, especialmente, de alimentos.

Y, en estos momentos, luego de 13 años, se esta observando una especie de nuevo sistema económico subterráneo, que no fue introducido por decretos del gobierno ni tampoco fue la resultante de la "creatividad revolucionaria de las masas", “del poder que se le dio al pueblo”, sino que lentamente esta tomando cuerpo bajo los efectos de los "requerimientos básicos, prácticos", el “estado de necesidad”, por medio de reorganizaciones administrativas convencionales y de la revocación o simplemente el olvido, para casos puntuales, de las regulaciones y la adopción de otras nuevas.

El resultado, por lo observado hasta el momento, de este proceso será, seguramente, el surgimiento de un nuevo sistema de administración de la actividad económica basado, tal vez, en la "obtención de aprobaciones" a través de negociaciones administrativas. Todo se lleva ante yo-yo perencejo para ser aprobado.

Bajo este nuevo sistema económico, yo-yo decido, yo-yo apruebo, rojo rojito, los mecanismos de consulta y las negociaciones burocráticas, si es que se practicaban en algún nivel, son reemplazadas y se regresa a los mecanismos de Stalin, de la antigua Urss, de estricta subordinación militar. Eso es cuanto se observa. La AN esta pintada en la pared. No interviene en nada. No hay consensos.

Recordemos que en la Urss el sistema administrativo imperativo, de Stalin, fue sustituido por un nuevo sistema, el "mercado burocrático administrativo", que vino a determinar la realidad económica soviética de las décadas siguientes.

El mercado burocrático rojo rojito, aquí, generó un tipo particular de administradores en sus inicios: el "soldado del partido", “mande mi comandante”. “mi comandante presidente”, que aun se oye en algunos actos por los parlantes, y, ahora, ha dado paso o esta dando paso a otro tipo, peor, el "mercader del partido", para quien no hay nada sagrado en los asuntos públicos, tanto, que en sentido figurado puede intercambiar el destino de un río apureño (como ocurrió, por orden gubernamental, con la destrucción de tapas de caños entre el Matiyure y el Arauca, hoy inundados y ayer, cerca de 100 años ha, sabanas aprovechables para la ganadería y la agricultura) por una tesis de grado de un asaltante encapuchado.

Esas “negociaciones burocráticas” de los “mercaderes del partido”, en este País, llevan el camino de terminar, de "vender" y “acabar” con su propio sistema, al destruir su propia base, su propio status.

Los status que los propios rojos y rojitos se dieron e impusieron así mismos, entre ellos, ya perdieron, porque así lo ha determinado el pueblo rojito sin que nadie se lo diga, ordene o imponga, el significado de posición o prestigio correspondientes a un rol que quisieron imponer, también, fuera del mundo comunista socialista: a manera de ejemplo solamente, un académico en nuestro país no es necesariamente un hombre docto (según los rojos rojitos), en tanto que quien ostenta el título de médico puede saber muy poco o nada de medicina (según los rojos rojitos).

Toda acción conlleva una reacción. La regulación voluntarista de cualquier proceso social da origen a la formación de coaliciones para defender los intereses colectivos que se ven afectados por tal regulación.

Generalmente dichas coaliciones cumplen una doble función. Primero, mediante la unión de las capacidades individuales de influencia de los distintos miembros, permiten aumentar su presión sobre las autoridades reguladoras. Segundo, permiten que otras fuerzas organizadas de la sociedad puedan tratar con entidades representativas y responsables (dentro de sus capacidades) por las acciones de sus miembros. Las coaliciones son una creación social, la estructuración del problema que las originó.

En la compleja sociedad moderna existen varios sistemas de coaliciones jerárquicas para el manejo de los procesos económicos. Y los asuntos concernientes a diferentes coaliciones se resuelven, casi siempre, mediante un proceso de obtención de aprobaciones. Los rusos tenían un término, una denominación que llamo mí atención: “proceso de obtención de aprobaciones”, aparecido poco antes del fracaso comunista socialista.
La aceptación social de la importancia de cualquier interés (grupos, ente, etc.) se refleja en el status de la entidad que lo representa. Tanto el status como la capacidad de la entidad representativa para influir positiva o negativamente en otros participantes del “proceso de obtención de aprobaciones” determinan el peso de los participantes.

¿Cuánto peso tiene, por ejemplo, la oposición MUD, en el país, y con relación al régimen, hoy? ¿Tiene algún peso? ¿Esta ganando peso? ¿Como lo puedo conocer? ¿Alguien lo puede explicar?

Cuando no es posible que las partes interesadas participen directamente en la toma de decisiones importantes, el proceso de obtención de aprobaciones se torna iterativo.

Finalmente, la destrucción del mecanismo de toma de decisiones del sistema rojo rojito y la crisis de poder político y moral (existente aunque lo nieguen cada segundo) han preparado la vía para que economistas, periodistas, profesionales en general, diputados, ONG s de todo tipo, representantes de las regiones y otras fuerzas políticas, fustiguen de mil maneras a los órganos administrativos de esta economía centralizada agonizante, para la cuál cualquier nuevo experimento que intenten los rojos rojitos está condenado.

¿Qué hacer? Lógicamente: Desmontar el sistema comunista socialista lo mas rápido posible. Darle nombre y forma a una especie de perestroika, salvando lo salvable. ¿Es posible? Claro, si es posible. ¿Pero los rojos rojitos dicen que los militares y el pueblo, la ecuación perfecta ejercito-pueblo, todos son comunistas socialistas? Eso es indemostrable. El pueblo no son ellos solos, el pueblo somos todos y más de la mitad, de este pueblo, porque así lo demuestran los votos emitidos en elecciones efectuadas, no voto por ellos. Lo dicen para reprimir, en primer lugar, la libertad de expresión, para sembrar terror y justificar el crimen.

Atención al tambor. La dirigencia comunista socialista pregona la igualdad, siempre anda con ese cliché y mucha gente para la oreja y, en el fondo de su alma, tal vez lleva el deseo de la igualdad, pero los comunistas y socialista nunca, en ninguna parte en donde han gobernado y menos aquí, donde llevan 13 años, han practicado ni practican la igualdad. Ahí esta el espejo de la isla cautiverio, no muy lejos.

Durante los 70 años de comunismo socialismo en la Urss, desde la época de Stalin las diferencias entre las personas eran enormes. El nivel más bajo correspondía a los prisioneros en los campos de concentración de Stalin, y luego, subiendo por la escala, teníamos a los campesinos hambrientos; después a los obreros, que además de sufrir hambre, vivían de a tres familias en una habitación; luego venían los profesionales que podían contratar una empleada doméstica; después estaban quienes desempeñaban cargos directivos, y, en el nivel más alto, los burócratas cuyas condiciones de vida no eran en nada inferiores a las de los millonarios en los Estados Unidos. Esta era la estructura en los tiempos de Stalin. En la época de Brezhnev, las desigualdades eran menos marcadas, pero de todas maneras existía bastante más desigualdad que en los Estados Unidos.

Aquí, ahora, todos podemos ver los niveles de “desigualdad” que existen. Están a la vista, toda la parafernalia de escoltas, saraos, viajes, comodidades, preferencias, asignación de viviendas, desorden, privilegios, implicaciones, corruptelas, y pare de contar. Tremenda “desigualdad”.

¿Todos somos comunistas socialistas? Eso no es así. No estamos hoy en condiciones de hacer esa afirmación, este modelo político económico (que esta fuera de la Constitución, fuera de la bicha) no da para eso, todos tenemos necesidades y carestías sentidas, eso si. Hay odiosas preferencias y exclusiones y desigualdades propiciadas desde el gobierno, eso si.

Si alguien le ofrece a usted un salario de 100 euros y otro le ofrece 1.000 euros, ¿Qué hace usted? ¿Va a pensar primero si vive en comunismo socialismo o en capitalismo para aceptar? Pensar en eso en estos momentos no tiene sentido. Supongo que usted está claro que con 100 euros no se puede vivir, en cambio con 1.000 euros se puede vivir bien. Usted aceptara los 1000 euros.

Este proceso comunista socialista rojo rojito que está en marcha y en decadencia, así las estadísticas exhibidas y publicitadas por el régimen digan lo contrario, no lleva sino al desastre, a la quiebra económica como Cuba, Grecia, Portugal, España, Argentina, etc., y, en poco tiempo, y ojala que podamos evitarlo, a la perdida del rumbo con relación al progreso y a la paz.

La gente, el pueblo en su mayoría, parece que no está interesada en escuchar conferencias sobre la situación económica, las ideologías, los modelos, los planes, etc., ni se interesa por los problemas que se discuten en la AN; pareciera que sólo está buscando, esta concentrado en encontrar rápido alguna manera de vivir, un lugar en la vida.

Y son esas personas las que están realizando, como pueden, la reforma económica subterránea, subversiva. Aquí ya no se trata de cuál sea la reacción de la gente, sino de hasta dónde puede llegar el proceso.

En este aspecto comparto con algunos de mis colegas la idea de que en las condiciones actuales, el proceso de liberalización de la economía llegará tal como ha pasado en la mayoría de los casos que conocemos, y que tal vez terminaremos en un sistema mas inclinado a la forma liberal que nunca hemos tenido. El problema futuro será hacer que ese mercado sea eficaz.

Desmontar el comunismo socialismo, a mi manera de ver, pasa, en primera instancia, por dos decretos: El primero, liberalizar los precios. El segundo, permitir que todas las personas, los ciudadanos, puedan ejercer el comercio con libertad. Hay que abrirles, de inmediato, las puertas al pueblo, a los ciudadanos, para que participen abiertamente en la economía de mercado. Hay que penetrar en la economía de mercado de una sola vez. Las privatizaciones tendrán una importancia menor.

Lema Histórico de Venezuela: “Dios y Federación”.  Flor: Orquídea.

 “Todo aquello que resulta ser grandioso e inspirador es creado por individuos que pueden trabajar en libertad”, Albert Einstein.

¡Abajo cadenas!

nelsonmaica@gmail.com

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