Venezuela vive en estos tiempos la mezcla más confusa de varias cosas; en
cuanto a lo que es una administración que ha pretendido y logrado conjugar en
todas sus formas, ser la medida del concepto más cercano a la mediocridad; este
servidor no logra pensar que tiene comparación alguna con gobiernos malos e
incompetentes en Latinoamérica, luego de ser escogido democráticamente.
La Nación, ha tenido tiempos de tensión, cuya fragilidad del sistema
político ha caminado indiferente, aparentemente al ciudadano, donde la
credibilidad de los valores morales de algunas de sus dirigencias políticas fue
quebrantada por la corrupción luego de haber pasado por el tamiz de la lucha
por la libertad. Si, realmente se han vivido estos momentos y el sistema
operante del Estado, como el sacrificio de una sociedad creyente en la
democracia la sostuvo en esos días.
La “Mía Culpa” ha existido en figuras estelares del acontecer político de
Venezuela, pero su valentía, sostén moral y la profunda fe en los principios de
sus partidos políticos ofrecieron respuestas cónsonas a lo que exigía la
sociedad en materia de la justicia, la solidaridad y el escarmiento. Grandes
hombres que vieron en sus errores y caídas,
oportunidades de aprender y corregir a expensa de lo duro que podía ser
para el momento, asumir tales culpas.
Hoy, este “Bodrio Revolucionario”, logro sin duda alguna los extremos de
la indignidad. Actuaciones unas tras otras luego de las declaraciones de quien
fue su figura estelar en los tribunales de justicia, hoy institución brazo
ejecutor de las acciones del régimen. Logra mostrar la verdadera cara de las
pasiones enmarcadas en el concepto primitivo del cacique de las tribus del
paleolítico, cuya base era la irracionalidad y la muerte.
El mal gusto con que han realizado acciones desde el aparato de poder,
otorgado ingenuamente por un pueblo, sano y sediento de cambios; resultándole
la medicina que buscaban peor que la enfermedad. Males, que venían mostrando
sus rostros tras los caídos del entorno presidencial, sean Muammar Gadafi,
Sadam Husein, Hosni Mubarak, entre otros. Hoy, por otro lado, cercados en la
actualidad por la ONU, sea Mahmud Ahmadineyad o los Castros de Cuba. Evidencian
que el régimen escogió un mal camino.
La fotografía de Aponte-Aponte, ofreció un “collage” completo de lo que
ofrece el régimen, las últimas tres o cuatro declaraciones públicas del hoy
canciller, siendo la de los “sifrinos, mariconsones y fascistas” una de las mas
exactas a nuestra consideración que logran hacer entender su capacidad de ser
parte de este rompecabezas, que termina de completar la visión internacional y
nacional de quienes ostentan el aparato del Estado en toda su extensión.
Hastiados de la mentira y el juego impúdico del hambre, la miserias, la
pobreza, la injusticia, solo queda un camino si realmente son “castas
revolucionarias”, la renuncia y el llamado a un proceso electoral nacional que
le de viabilidad real, al asco de los sectores sociales, políticos y militares
honestos que si existen en la Nación de Bolívar. Si algo de dignidad hay,
renuncien. Venezuela esta pariendo, esta parturienta ofrece la nueva democracia
con el nombre de Progreso y sin duda, esa realidad no la detienen ya.
joseponschene@hotmail.com
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