lunes, 19 de marzo de 2012

A DOS AÑOS DE ASUMIR LA PRESIDENCIA, SEBASTIÁN PIÑERA ES UN MANDATARIO ALTAMENTE IMPOPULAR. NO OBSTANTE, CHILE LIBERAL LO APOYA

BAD ROMANCE

A dos años de asumir la presidencia, Sebastián Piñera es un mandatario altamente impopular. No obstante, Chile Liberal lo apoya

Fue hace unas pocas semanas que fui a un cine multiplex (a ver Sherlock Holmes 2, notable). Antes de empezar la película, un breve video nos previene sobre las medidas necesarias en caso de un terremoto, nos solicita mantener la calma y muestra las salidas de emergencia. Finalmente, la voz en off dice "Gobierno de Chile" y aparece el logo rojo-azul de la administración de Piñera. En un ambiente completamente distendido, como lo es la gente disfrutando de su tiempo libre en el cine, premunidos de una Coca Cola y un paquete de cabritas, listos para ver una película, se escucha una rechifla del público al solo oír "Gobierno de Chile" y ver el logo del gobierno.

La popularidad de Piñera es paupérrima, no se necesitan encuestas para saberlo. ¿Por qué entonces Chile Liberal lo apoya? Si nos preguntasen en una sondeo "cómo lo ha hecho el gobierno", ¿por qué responderíamos "relativamente bien"? Nos ganamos una pifia de todos los lectores y foristas de este sitio. Apoyar al canoso magnate es demencial. Pero lo hacemos igual, y explicamos aquí las razones.

Primero, ya establecimos cuando ganó Piñera que le entregábamos un mandato para pisar el acelerador, no para cambiar de camino. Durante este gobierno hemos visto el crecimiento sobrepasar el 6%, el desempleo desmoronarse al extremo que ya empezamos a escuchar "pleno empleo". Pero estas cifras son mentirosas, lo que realmente vale es la productividad, y gracias a pertencer a la OECD ahora disponemos de estos datos y los resultados son para alegrarse. Piñera no ha llevado al país a nningun parte que no queremos, sino que nos conduce por el camino que comenzamos a trazar en marzo de 1990 y vamos aceleradamente por el rumbo correcto.

Luego, dijimos que Piñera no debía desmantelar los logros de la Concertación. Básicamente, esto se relaciona con lo que aclaramos anteriormente: queremos más celeridad, no cambio de rumbo. Continuemos con una economía de mercado, de impuestos relativamente bajos, que se apoya sobre el sector privado, más un sistema de seguridad social con énfasis en los focos de ignorancia y pobreza, pero donde el Estado es el copiloto y no el conductor. Muchos sectores conservadores hiperventilan pero Chile no hace más que tejer una red social mínima. Estamos a años luz de los errores del sistema social europeo. Piñera ha implantado ideas interesantes como el ingreso familiar ético o réplicas locales del programa brasileño "Bolsa Família". La inversión privada, no obstante, continúa fuerte.

En tercer lugar, Piñera, como le solicitamos, ha intentado renovar a su sector. Por ejemplo, envió el proyecto de unión civil. Ya se habla de primarias vinculantes. Errores como la inscripción autmática, no obstante ser una equivocación, al menos responden a un espíritu reformista. Incluso el ministro Hinzpeter comenzó aproximaciones para abolir el sistema binominal.

Los tres temas anteriores son los que encargamos a Piñera, y éste ha cumplido.

COMIENZA LA TORMENTA

En el programa Tolerancia Cero se lo plantearon pero la respuesta no fue clara: ¿por qué usted presidente es tan impopular?

El grueso de la opinión pública quiere empatía, que a Piñera le sale robótica. Quiere un presidente buena onda, pero el mandatario es percibido como un hombre de negocios que no es un self-made man, sino un mero subrproducto de la casta dueña de Chile. Además, el chileno quiere autoritarismo, y Piñera es dubitativo por su narcicismo que lo lleva a perder la cabeza por las encuestas: ahí el chileno le pega al gobierno donde duele.

Nuestras críticas a Piñera apuntan a esto, y queremos destacar tres gigantescos errores de su administración, cuestiones que simplemente no podemos dejar pasar.

Primero, un flirteo desagradable con los elementos golpistas, como fue no actuar con prontitud cuando se cambió "dictadura" por "régimen". En esta misma línea, continuar en su gabinete con Larroulet y Lavín, dos secretarios de Estado que profitan de la educación universitaria, es un error y deben ser apartados de su cargo. Rehén de la UDI, el mandatario no ha sabido asumir el mandato del electorado y ha claudicado ante los elementos ultraconservadores, que le han hecho mariconadas sin precedentes. Sin un apoyo político, los tecnócratas del gobierno quedan a poto pela´o. Y Piñera debe exigir que le presten apoyo o simlemente romper la Coalición por el Cambio.

Segundo, a los libertarios civiles francamente nos revuelve el estómago que Chile caiga en el índice de libertad de prensa. Carabineros, en vez de resguardar el orden y detener violentistas, se dedica como en la dictadura a dar lumazos a tontas y locas y no logra que nadie sea detenido ni reúne las pruebas que el nuevo sistema requiere. ¿Qué espera este gobierno que no actúa sobre Carabineros? Relacionado con esto, las FFAA aún aparecen fuera de control, o al menos, la autoridad civil no recibe value for money. Nuestras FFAA han sido generosamente financiadas, pero poco valor hemos recibido.

En tercer lugar, y producto del narcisismo del gobierno y carencia de una doctrina clara, nos sorprende ver que Chile haya perdido diez puestos en el ranking de mejores países para inversión minera. Esto NO ES lo que esperamos de un gobierno que debía administrar al país con criterios de eficiencia. La inversión es lo que más necesitamos, nuestra institucionalidad es la mejor garantía para atraerla. Sin duda, torpezas como querer comprar mineras —sólo para apaciguar a la chusma nostálgica de la nacionalización del cobre—, ha sido un error brutal. Inaceptable. Inexcusable.

Por fin hubo firmeza en el gobierno ante los piqueteros en Aysén, y el gobierno entendió que es una doctrina en sí el respetar las libertades civiles. Un grupo que bloquee un camino, que establezca un gobierno de facto y sitie una ciudad es algo detestable y el gobierno constitucional debe actuar. Tardó dos años en entender este principio liberal (independiente que las demandas de los ayseninos sean legítimas). Tomarse colegios y universidades fue igualmente inaceptable, pero el gobierno no supo cuál era su doctrina y grupitos de pelusones causaron mil millones en pérdidas.

Del mismo modo, hoy Chile se enfrenta al fantasma del asambleísmo. Señores historiadores incluso se alegran de que se celebren "asambleas territoriales". Este gobierno, en el segundo tiempo, debe entender que no está para obedecer al que más se desgañita gritando, sino para hacer cumplir la constitución y las leyes según el mandato que le dé el electorado, porque una democracia funciona mediante representantes designados por el electorado, no autodesignados en asambleas. Además, ni gobierno ni gobernados pueden cohartar las libertades. Bloqueos de caminos y piquetes no deben ser tolerados. Estos son principios que después de un tumultuoso 2011, Piñera no debe olvidar.

REPASEMOS

Nuestro sitio solició a Andrés Velasco, ex ministro de Fiananzas de Michelle Bachelet, que se presentase en la elección anterior. De seguro ganaba. Si ello hubiese ocurrido, las protestas estudiantiles habrían estallado igual, con la misma fuerza,  pero el eventual presidente Velasco —con dureza facial— les habría parado los carros de nuevo, tal como lo hizo a los pingüinos, y la maquinaria política de la Concertación habría salido a poner paños fríos. Y así muchas cosas seguirían en relativa calma.

Pero ganó Piñera y quedó la grande. Nos alegramos. Esta es una prueba extraordinaria de todo lo que aprendimos y construimos desde el 11 de marzo de 1990. Y así como salimos a defender la democracia chilena durante los ejercicios de enlace y los boinazos, así también hoy defenderemos al gobierno de piqueteros, asambleístas, pirómanos y encapuchados.

A la señorita líder de los estudiantes quizás no le gusta esto, y así a muchos otros, que creen que es más sexy y más choro el mandar todo a la cresta y ahora hacer gárgaras con lo que se ha construido estas dos décadas. ¿Somos una democracia ejemplar? ¿Es nuestra institucionalidad perfecta? Difícilmente. Pero es lo que tenemos. Y mucho nos ha costado como para que ahora un puñado de pendejos de pregrado, unos malhablados dirigentes sindicales o unos historiadores obsoletos vengan con sus recetas a establecer que se hace lo que ellos dicen o paralizan al país. No señores. Esta cuestión no funciona así.

Este gobierno va a seguir con su tarea hasta el último día y si es necesario, habrá que apoyarlo, a pesar de los innumerables reveses, errores estúpidos, o chambonadas de grueso calibre. Por lo demás, ya se está cumpliendo con los lineamientos generales de la campaña presidencial. Si no les gusta el gobierno de Piñera, es culpa de ustedes mismos. Dijimos que no votaríamos por un ex presidente, y lo primero que hicieron fue chasconear a Eduardo Frei, sacarle la corbata y abrirle el primer botón de la camisa, y hacernos creer que esta era la renovación que necesitábamos. No dejaron que se postulara MEO. Como lo advertimos, votamos por Piñera, y lo apoyamos.

Chile Liberal
chileliberal@gmail.com

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