domingo, 5 de febrero de 2012

ANGÉLICA MORA: ¿QUÉ ES PEOR QUE UN TERREMOTO? (DESDE CHILE)

Los pueblos se pueden reponer de un terremoto. Es cosa de tener valor ante la tragedia y levantarse más pujante aún, ante el desafío que les ha presentado la naturaleza.
El 27 de este mes se cumplirán dos años del terremoto 8,8 que desoló el sur de Chile.
Hoy he recorrido las provincias afectadas y me maravilla como se han levantado del caos, mejores que cuando las azotó el sismo; y muchas del maremoto, en las zonas costeras.
El servicio de transporte es puntual y conecta, en bajísimas tarifas, las redes de las carreteras chilenas.
Hoy he paseado por diferentes barrios, sin temor a ser asaltada.
He visitado lugares llenos de diligentes ciudadanos procurándose los elementos necesarios para su hogar.
He visto que no falta nada y la tierra les ofrece toda clase de frutos y productos.


No tienen que mendigar en abastos, ferias ni carnicerías por nada. La tierra pródiga les da arroz, trigo, aceite y carne en demasía.
El país exporta sus mejores frutas y productos al exterior.
Se han creado 630 mil empleos en los últimos 48 meses y la tasa de creación de empresas se duplicó con respecto al 2011, en que el país se levantaba de uno de los peores terremotos de su historia.
Frente a este bullir de diligentes hormigas, pido muy dentro de mi que los chilenos posean también el suficiente discernimiento para no caer bajo las ruinas que conlleva el comunismo. Los chilenos -repito- son una pieza demasiado apetecible para la voracidad roja, pero de ese mordisco no se recuperarían tan fácilmente como lo están haciendo ahora luego del terremoto, porque el comunismo muerde, pero no suelta su presa.
Tenemos los casos de Cuba y Venezuela, atrapados por el Monstruo, luchando por años por desprenderse de esa terrible dentellada.


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