domingo, 8 de enero de 2012

JIM LOBE*: EEUU / RON PAUL, LA EXTRAVAGANTE PIEDRA EN EL ZAPATO REPUBLICANO

Aunque Paul quedó tercero en Iowa, lo más significativo fue quiénes lo votaron, y eso es lo que parece preocupar a los neoconservadores. Según una encuesta realizada por el diario The New York Times en Iowa, 48 por ciento de los jóvenes de hasta 29 años dijeron apoyar a Paul.
Ron Paul, representante en el Congreso legislativo de Estados Unidos por el meridional estado de Texas, se destaca en la campaña interna del opositor Partido Republicano y genera preocupación entre sus correligionarios más conservadores y nacionalistas.
Aunque su tercer lugar en los caucus (asambleas populares) del norteño estado de Iowa decepcionó a sus seguidores, este médico de 76 años quedó apenas tres puntos porcentuales por debajo de Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts (noreste), y de Rick Santorum, ex senador por Pennsylvania (también noreste).
Romney y Santorum recibieron ambos 25 por ciento de los sufragios (aunque ganó el primero por solo ocho votos de diferencia), y Paul tuvo 22 por ciento.
Actores políticos pronostican que Romney --quien recibió el apoyo el miércoles de quien fuera candidato presidencial republicano en 2008, John McCain-- será el ganador de las internas a nivel nacional y por tanto aspirante a la Presidencia en los comicios de noviembre de este año.
Pero el desempeño de Paul y la creciente atención mediática que recibe desde las últimas semanas sugieren que bien podría emerger como una figura con fuerza considerable en la convención general republicana prevista para el verano boreal próximo.
Los neoconservadores temen que hasta pueda suponer una amenaza para las esperanzas del partido de sacar de la Casa Blanca a Barack Obama si éste decide postularse a la reelección.
Aunque Paul quedó tercero en Iowa, lo más significativo fue quiénes lo votaron, y eso es lo que parece preocupar a los neoconservadores.
Según una encuesta realizada por el diario The New York Times en Iowa, 48 por ciento de los jóvenes de hasta 29 años dijeron apoyar a Paul, contra apenas 13 por ciento por Romney.
Uno de cada tres votantes que participaron por primera vez en las elecciones internas dijeron apoyar a Paul, y 44 por ciento de los que se definieron como "independientes" u "otros" (no republicanos) declararon respaldar a este candidato, exlíder del Partido Libertario. Solo 18 por ciento dijeron preferir a Romney.
Los autodefinidos independientes, según la mayoría de las encuestas, constituyen 40 por ciento del electorado y son considerados clave para el resultado de los comicios de noviembre.
Por qué Paul genera seguidores entre los independientes, los jóvenes y los que votan por primera vez es tema de considerable especulación e investigación. El candidato tiene posturas heterodoxas y, en algunos casos, aparentemente contradictorias.
En temas económicos es un fiel neoliberal. En sus más de 20 años en el Congreso legislativo ha continuamente votado contra toda propuesta que incrementara el gasto del gobierno federal, algo que considera la mayor amenaza a las libertades individuales. También ha propuesto en varias ocasiones la eliminación de departamentos de gobierno como el de Seguridad Social y la Reserva Federal.
Es un fuerte defensor de los "derechos de los estados". Cree que aquellos temas en los que la Constitución no le confiere explícitamente la última palabra al gobierno federal, como el aborto, el matrimonio homosexual y la legislación de la marihuana, deben quedar en manos de las respectivas autoridades estaduales.
Coherente con sus posturas libertarias, es fuerte defensor de todos los derechos individuales, incluso el de portar armas, y se opone a los cateos y las confiscaciones sin orden judicial en el marco de la guerra al terrorismo.
A diferencia de sus rivales republicanos, ha condenado vehemente y repetidamente la Ley Patriota de 2001, que expandió los poderes del gobierno para detener sospechosos de terrorismo, y ha criticado el uso de la tortura y el aumento de la islamofobia, especialmente entre los miembros de su partido.
Pero quizás sea más conocido por sus posturas antintervencionistas y antibélicas (sus críticos dicen que es aislacionista), que le permitieron granjear apoyo en la izquierda del espectro político y también la ferviente oposición de los neoconservadores, los simpatizantes del derechista gobierno de Israel y de los "halcones" (ala más belicista de Washington).
Paul, por ejemplo, opuesto a las resoluciones del Congreso que autorizaron la fuerza militar contra Afganistán, Iraq y Libia, pidió recortes radicales en el presupuesto de defensa, el retiro de tropas de las bases en Europa, Japón y Corea del Sur, y un más rápido repliegue de Afganistán.
"Cuando veo un candidato como Ron Paul, cuya política exterior es, en todo caso, peor que la de la administración de Obama, me causa gran preocupación", reconoció a fines del mes pasado el exembajador estadounidense en la Organización de las Naciones Unidas, John Bolton.
La fuerte divergencia entre Paul y el resto de los republicanos ha quedado más claramente ilustrada en los debates sobre Irán.
Mientras los otros candidatos acusan a Irán de fabricar armas nucleares y de ser la mayor amenaza de Estados Unidos, y prometen usar la fuerza militar como último recurso para impedir que ese país asiático obtenga una bomba nuclear, Paul expresa su escepticismo y se opone fuertemente a una intervención.
Considera que Washington debe ser capaz de negociar con Irán de la misma forma que lo hizo en el pasado con la Unión Soviética y con China.
"Solo piensen en cuántas armas atómicas rodean a Irán", dijo en agosto durante una entrevista para la cadena Fox News. "Los chinos están allí. Los indios están allí. Los pakistaníes están allí. Los israelíes están allí. Estados Unidos está allí. Todos esos países… ¿Por qué no sería natural que ellos (los iraníes) quisieran armas? A nivel internacional se les debería dar más respeto", afirmó.
Más recientemente citó el caso de un avión no tripulado estadounidense derribado en territorio iraní para cuestionar tanto a sus rivales republicanos como a los más belicistas del gobernante Partido Demócrata.
"Antes que nada, ¿por qué había un avión no tripulado volando sobre Irán?", preguntó. "¿Por qué tenemos que bombardear tantos países? ¿Por qué tenemos 900 bases en 130 países diferentes cuando estamos en una total bancarrota? Creo que este objetivo de tener otra guerra en nombre de la ‘seguridad’ es algo peligroso. El verdadero peligro es que nosotros exageremos", afirmó./IPS
* El blog de Jim Lobe sobre política exterior puede leerse en http://www.lobelog.com. (FIIN/IPS/traen-rp/jl/ks/na ip sp fe/11)

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