viernes, 27 de enero de 2012

GERARDO BLYDE: MIEDO AL CAOS


Miren el país que tenemos y verán que es a esta realidad a la que debe tenérsele miedo
Ha comenzado la campaña electoral para octubre de este año. No estamos solos en el patio quienes vamos a participar en nuestras primarias el próximo 12 de febrero para elegir a nuestros candidatos unitarios a Presidente, gobernadores y alcaldes. La artillería oficial e incluso el propio presidente-candidato Chávez no cesan de referirse a nuestros candidatos, a sus propuestas y a nuestro proceso. Ello señala a las claras que, cuando la Mesa de Unidad Democrática decidió convocar a este inédito proceso de primarias, tenía completa razón. La oposición ha puesto todos estos últimos meses la agenda nacional a la que el chavismo ha tenido que salirle al paso. Se han invertido los papeles lo que de ya por sí constituye un gran éxito para quienes no militamos en las filas del seudosocialismo que representa el Gobierno. El Presidente está reactivo ante cada acción que realiza la oposición.

Una de las acciones recurrentes que suele utilizar el Presidente cuando entra en campaña consiste en sembrar pánico, terror, miedo en la población. Suele para ello señalar que si él no estuviera o dejara de estar en el cargo que ocupa vendría el caos. Se vende a sí mismo como indispensable para la estabilidad del país. Señala que cualquier otro acabaría con cualquier esperanza que tenga un ciudadano de mejorar su vida y además descalifica a cualquier posible candidato a sucederlo, exponiéndolo como a un ser despreciable, que sólo busca su propio lucro e interés personal, entreguista a potencias extranjeras y alejado del sentimiento y las necesidades de los más necesitados.

En diciembre llegó a mi manos un muy buen libro del reconocido psiquiatra Luis José Uzcátegui titulado La Miedocracia. En efecto, vivimos en un régimen signado por el miedo y quien lo lidera se encarga a diario de profundizarlo. El autor señala: "Uno de los efectos del miedo es la dependencia que genera, algo enfermizo y paradójico, pues no es fácil entender la fijación que la mente hace con quien causa daño, pero sucede (... ) Es una sumisión que tiene una aparente faceta de voluntariedad, pero en el fondo no es más que un estado de servidumbre". No son pocos los casos en los que las víctimas de hechos violentos, como la violencia doméstica, sienten que son culpables de lo que les sucede y excusan a sus victimarios; la razón de esto siempre es el miedo.

Ese círculo vicioso que produce el miedo, la negación que por autodefensa realiza el ser humano de estarlo sintiendo y luego la justificación del hecho que le produce ese miedo, sólo se rompe cuando nos damos cuenta de que el miedo existe y que lo padecemos.

Desde las famosas listas excluyentes, con las cuales todos somos medidos en nuestra relación con el Estado, hasta las amenazas reiteradas de que vendrá el caos si quien nos gobierna no continúa en ese cargo, han sido formas explícitas de sembrar en gran parte de los venezolanos miedo a disentir y a expresar su inconformidad con lo que nos ha tocado vivir durante estos 13 años. Cientos de otros métodos han sido a diario usados en nuestra patria por este gobierno para infundir miedo. Es tan real que cuando alguien se rebela y sale a la luz pública oponiéndose con fuerza a alguna acción gubernamental, de inmediato la exclamación pública que primero salta es la de "valiente".

Cuando Chávez sea derrotado el 7 de octubre por nuestro candidato unitario no vendrá el caos, no desaparecerá el país, no desaparecerán los programas sociales rebautizados como Misiones, no se rebelará la Fuerza Armada a la decisión del pueblo, no habrá una guerra civil entre venezolanos. El candidato-presidente ampliará su muy bien estructurada campaña del miedo para intentar que sus partidarios acudan en masa a ratificarlo y para que una parte de quienes no lo siguen se inhiban, se petrifiquen, se abstengan de votar en su contra por temor al caos.

No perdamos el norte ni la visión real de lo que nos sucede. No vendrá el caos, ya vivimos en él. La vida hoy de cualquier venezolano vale menos que la de una persona en aquellos países que han sufrido guerras internas. Los programas sociales que hoy existen pueden mejorarse y superarse sólo redireccionando los inmensos recursos que se destinan hoy a otros países. La Fuerza Armada no desacatará el mandato del pueblo pues sus integrantes y sus familias también son pueblo.

Aquellos que son prisioneros del miedo que sienten deben entender que llevamos 13 años bombardeados por mensajes diarios que lo han sembrado. Esos mensajes ya reaparecieron y se volverán constantes en todos los días de la campaña. Miren a su alrededor el país que tenemos y a dónde hemos caído. Verán que es a esta realidad a la que debe tenérsele miedo y para cambiarla hay que votar.

gblyde@gmail.com / @GerardoBlyde

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