Hace tiempo que micomandantepresidente
dejó de ser un presidente en el mejor sentido de la palabra; es decir en el
sentido más exacto del término. Tal vez en los primeros años le metió un poco a
eso de ser primer mandatario de un país, pero con el pasar de los años (y mire
que son muchos) se le coleó bien coleado Fidel Castro y asumió en algunos casos
de manera indirecta y, en muchos más de manera directa el mando y control de la
nación, no necesariamente las riendas del país. Hace rato que esto está fuera
de control. De allí la afirmación: Chávez ya no es presidente. Y los signos
están por todas partes.
Está trabajando, aun en
medio de la enfermedad, con la mira puesta en quedarse en el poder. Nada más.
Su objetivo es llegar a octubre, ganar las elecciones de la manera que sea y
pararse en lo que alguna vez fue el balcón del pueblo y gritar ¡ganamos!, ¡se
los dije, no volverán! Y ya está. Dos cosas pueden ocurrir a partir de ese
momento. Primero: o se retira a tratar se sacarse de encima la mortal
enfermedad, cuya existencia se le niega al país a cuenta de estar curado y con
la misma manía de estar arriba del coroto, solo por estar montado porque
gobernando no está. Segundo: o, en efecto, era mentira lo del cáncer y asume
por enésima vez el poder para seguir en la misma guachafita en que ha estado
durante estos 13 años.
En ambos casos, otra vez
ganador, con trampa o sin trampa, la suerte del país estará echada. La ruina,
el caos y la absoluta irresponsabilidad que rueda por estos días en la
Administración Pública será la marca de lo que viene, o mejor dicho, seguirá en
lo mismo. No puede haber variación en un proyecto que se vende como socialista
y que apenas está comenzando. No puede haber variación si apenas estamos en el
año 13 de unos 50 años más, tipo Fidel en Cuba. No puede haber variación cuando
bajo este esquema hay mucha gente chavista y no chavista haciendo real como
locos. Y si, además, el hombre no gobierna, mejor para todo el mundo.
No gobierna. Es una
afirmación no sujeta a prueba en contrario. Es así. Es un hecho notorio, todo
el mundo lo ve y palpa a diario por sus efectos y por las cadenas cada vez más
esporádicas y repetitivas. Además, ese siempre fue el trabajo. Televisión y más
televisión.
La rutina, en estos
momentos en que está curado, pero sigue con un aspecto contrario a lo que
normalmente se entiende como una persona sana, en plena capacidad, Pero bueno,
en principio, eso es importante para el país, pero aparentemente no les importa
un pito ni a ellos mismos. Si está en tratamiento o no, no cambia el panorama
de un país sin gobierno en el que los malandros están secuestrando y matando y
si acaso uno o dos irán presos. Tan no está gobernado que hasta sus órdenes,
muy al estilo militar son desacatadas por todos los ministros y demás
amanuenses. Lanza una ley para proteger a los discapacitados y nada, un decreto
para regular a los vándalos (la mayoría, hay sus excepciones) en dos ruedas
llamados motorizados y nada. Le ordena a la inflación que se rinda y nada. A
menos chavismo gobernando más cubano está el país. Es lo que se nota.
Y el abanico de dólares
también. No solo el de la foto. Está por todos lados.
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