jueves, 24 de marzo de 2011

ALMA LLANERA DE PEDRO ELIAS GUTIERREZ. CONCIERTO DE “VOCES PARA LA PAZ” DE “VOCES PARA LA PAZ” MÚSICOS SOLIDARIOS) CON EL CORO “ESPECIAL” DEL INSTITUTO DE SORDOMUDOS “PONCE DE LEÓN” DE MADRID



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TODOS DESCENDEMOS DE HOMELESS (PERSONAS SIN HOGAR). ALBERTO BENEGAS LYNCH (H)

Los que habitamos este planeta -y eventualmente los que habitan otros planetas- descendemos de “homeless”. En el origen a nadie le apareció una vivienda por arte de magia, a nadie se le entregó una casa del aire. Los que primero poseyeron y habitaron una cueva tuvieron que cavar y acondicionarla. Igual que el resto de los bienes, las viviendas no surgen de la nada, demandan esfuerzo. La combinación perseverante de trabajo con recursos naturales se encamina al logro de los bienes apetecidos. Todos descendemos de brutos y de situaciones miserables (cuando no del mono).

SIN TECHO Y SI HOGAR
Entonces, el fenómeno de los “homeless” no es nuevo, tiene la edad del hombre. Lo nuevo es que la mayor parte de los “homeless” contemporáneos son consecuencia de las políticas devastadoras del estatismo recalcitrante. El empecinamiento en establecer impuestos expropiatorios para enriquecer al príncipe, las absurdas reglamentaciones que entorpecer y bloquean el espíritu innovador del comerciante, las trabas al comercio exterior, los elefantes blancos creados por gobernantes ciegos ante la realidad, las cargas mal llamadas “sociales” que generan desempleo, los controles de precios, las estafas legales que se conocen con el nombre de “inflación”, las inauditas legislaciones dignas de una producción de Woody Allen, las justicias adictas al poder de turno, los intentos de amordazar a la prensa independiente, las corrupciones galopantes y demás tropelías del Leviatán empobrecen a tal extremo que primero barren con los puestos de trabajo y finalmente dejan a la gente literalmente en la calle desguarnecida y sin defensa alguna.

Primero ocurre con los más pobres pero el bocado (más bien tarascón o mordisco gigante) de la angurria gubernamental avanza y hace estragos paso a paso en las más diversas capas sociales. Esto puede paliarse en un principio con la caridad y las obras filantrópicas pero si continúa el tsunami estatista no hay valla de contención que sea capaz de frenar el hambre, la enfermedad y la generalizada desesperación.

Y todavía hay cretinos morales que sugieren mitigar el mal con más de lo mismo en lugar de abrir de par en par la energía creadora respetando los derechos de todos haciendo que retrocedan los aparatos de la fuerza a sus misiones específicas de seguridad y justicia (que es lo único que no hacen estos trogloditas del poder). No hay confianza en las bendiciones de la libertad, solo se usa la expresión para cantar a los alaridos y adornados de escarapelas, himnos patrios pero que los cantores olvidaron por completo el sentido de lo que recitan y declaman cual autómatas estupidizados en grado superlativo por el Leviatán. En la práctica están rindiendo pleitesía al altar de la espada y a la regimentación esclavista.

Lamentablemente con estas políticas se está escribiendo una historia patética: se retrotrae la civilización que tanto cuesta establecer al estado de barbarie y de “homeless” pero no porque nada había antes sino debido a la sistemática destrucción de lo existente. Y esto se exacerba con políticas que otorgan compulsivamente recursos a los necesitados puesto que no solo crea una infame relación de dependencia con el gobierno (es decir con el fruto del trabajo ajeno) sino que se incentiva a no trabajar.

Para rematar los males en el contexto de los “homeless”, se ha puesto de moda la canallada de sostener que “nadie tiene derecho a lo superfluo mientras alguien carezca de lo necesario”. Este pensamiento ridículo es explicado magníficamente por Alberto C. Salceda quien remarca que “¿quiere decir que nadie tiene derecho a la educación universitaria mientras alguien carezca de educación primaria, y que por ello debemos clausurar todas las universidades? ¿Quiere decir que nadie tiene derecho a la educación primaria mientras alguien carezca de alimento y vestido, y que, en consecuencia, debemos cerrar todas las escuelas? ¿Quiere decir que no debemos construir ni usar templos, teatros, ni salas de concierto, mientras alguien carezca de una vivienda confortable? ¿Qué no debemos usar lociones, perfumes ni jabón mientras haya hambre en la India? ¿Qué no podemos bailar ni tocar la flauta si falta quien labre la tierra en África Central y quien acarree alimentos a los países subdesarrollados? ¿Qué nadie debe fumar ni mascar chicle hasta que los patagones hagan tres comidas por día?”. Es que en una sociedad abierta el que aumenta su riqueza es porque sirvió exitosamente a sus semejantes o lo recibió voluntariamente de otro y la creatividad aumenta los bienes disponibles, no se trata de un proceso de suma cero sino de suma positiva. Termina su artículo Salceda escribiendo: “Supongamos que hay alguien que considere que la tiara del Papa supera su propia necesidad cuando tantos hombres padecen de hambre y de frío […] Pero para lograr este propósito será indispensable que haya alguien que quiera y pueda comprar la tiara. Y para el que la compre (probablemente un petrolero tejano) la tiara será más superflua aún que para Su Santidad. Sólo gracias al apetito de lo superfluo y a la posibilidad de adquirirlo se habrá podido disponer del dinero necesario para comprar comida y ropa”.

En este contexto, es oportuno destacar la imbecilidad máxima con que nos informa Fox News ha sido la resolución de Marc Sarnoff, Director del Department Authority de la City Commission de Miami, quien a través de su vocero David Krash, declaró que ha dispuesto que nadie le puede dar alimentos a los “homeless” debido al “riesgo de intoxicación” y que, por ende, quienes deseen entregar comida deben “realizar primero el entrenamiento correspondiente en la oficina gubernamental del caso, de lo contrario los trasgresores serán pasibles de multas”. ¿Habrase visto sandez mayor? Se trata de una embestida a dos puntas: por un lado los gobiernos crean el problema y luego obstaculizan que se mitigue.

Por otra parte, y en otro orden de cosas, constituye un riesgo mayúsculo que los gobiernos actúen como custodios de la salud de la gente en materia de intoxicaciones puesto que la politización de este delicado asunto conduce a que cuando se producen envenenamientos, en el mejor de los casos, solo se reemplazan algunos funcionarios por otros en lugar de abrir el proceso de auditorias al mercado para que instituciones compitan por instalar su sello de garantía sabiendo que si hay un problema les va la vida a los controladores. Pero este ejemplo en Miami excede todo razonamiento y pone al descubierto, en múltiples direcciones, la torpeza extrema para con los “homeless”.

Es pertinente recordar estos desvíos en Estados Unidos. En este sentido, tengamos presente la definición del converso Hilaire Belloc respecto al estado servil en su libro con ese mismo título: “Denominamos estado servil al arreglo de la sociedad en la que un número considerable de familias e individuos están obligados por la ley positiva a trabajar para beneficio de otras familias e individuos de modo tal que se estampa a toda la comunidad con la marca de dicho trabajo”. En el prólogo a una nueva edición a esa obra, escribe el también converso Robert Nisbet que “nos encontramos que Estados Unidos vive bajo una forma de gobierno que se acerca más y más a la definición de Belloc del estado servil […] Tal como predijo Belloc, encontramos disminuidas y limitadas las libertades reales de los individuos por el Leviatán que hemos construido en nombre de la igualdad. Más y más americanos [norteamericanos] trabajan por ley para mantener a otros americanos [norteamericanos]”. Si eso sucede en el baluarte del mundo libre, queda poco para el resto de los países.

Es de esperar que la antedicha regresión espeluznante y aterradora en la historia pueda revertirse si no se quiere que lo que hoy sucede en países considerados atrasados por sus desatinadas políticas no se extienda, incursionando y perforando como un mortífero roedor en las mentes de quines viven en lugares prósperos como consecuencia de marcos institucionales sensatos que premian el trabajo productivo en el contexto del respeto recíproco, con lo que tradicionalmente han ofrecido condiciones de vida atractivas para la gente y en donde los “homeless” eran solo los vagos ya que los desafortunados eran atendidos esmeradamente por la caridad poniendo de relieve el estrecho correlato entre obras filantrópicas y libertad (que a esta altura de los acontecimientos, donde muchos están acostumbrados a recurrir a la tercera persona del plural, es pertinente recordar que, por definición, se trata de bienes propios entregados voluntariamente y, si es posible, de manera anónima).

Es de gran provecho refrescar la categórica definición de George Madison, el padre de la Constitución estadounidense, respecto de la tarea de todo gobierno de una sociedad abierta: “El gobierno ha sido instituido para proteger la propiedad de todo tipo […] Este es el fin del gobierno, solo un gobierno es justo cuando imparcialmente asegura a todo hombre lo que es suyo”. Este es el eje central al que se refiere Ludwig von Mises al definir la sociedad libre y la condena a la propiedad es lo que Marx y Engels sostienen es el aspecto medular de su tesis. A esta institución se refiere Nisbet en el antedicho prólogo como la razón de su abandono de ideas socialistas: “cuando era estudiante tenia una considerable confianza en lo que estaba haciendo el New Deal […pero luego] nunca más imaginé que podía existir una genuina libertad individual aparte de la propiedad individual”. A este soporte ineludible y básico para poder respirar el oxígeno que brinda el espíritu liberal alude la obra de Richard PipesPropiedad y libertad. Dos conceptos inseparables a lo largo de la historia, que es la misma tesis que, entre tantos otros, desarrolla exhaustivamente Gottfried Dietze en su libro titulado En defensa de la propiedad.
  
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PATRIA O MUERTE POR PETRÓLEO. ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ. CON VOZ PROPIA

               Tan rutinarios que prácticamente dejan de ser noticia resultan los  accidentes, por lo regular incendios y explosiones, en las refinerías  de Falcón Paragüaná: Punta Cardón y Amuay (Falcón), clasificadas como las más grandes del mundo,  y las de Carabobo (El Palito), Zulia, Barinas y Anzoátegui.

                Desde el año 2003 cuando comenzó aplicación de la revolución en Petróleos de Venezuela (Pdvsa), y  hasta el 2011, además de paralizaciones con super millonarias pérdidas, se registran  65 muertes y 226 lesionados, causados en el siguiente orden: 8 decesos y  23 heridos, en 2003; 5  y 36, en   2004;  8 y 48, en 2005; 11  y  14, en 2006; 12 y 55,  en 2007;  6 y 14, en 2008; 4 y 27, en 2009;  7 y 9, en 2010; y en 2011 un muerto y varios  heridos.

EXPLOSIÓN E INCENDIO EN LA REFINERÍA DE AMUAY
            En este mes de marzo, la madrugada del día 15  se produjo una fuerte explosión que provocó llamas de hasta sesenta metros de altura, en refinería de Amuay; también de madrugada, el 21 una falla eléctrica ocasionó la suspensión de operaciones en la de El Palito. Ese mismo día la refinería operada por Pdvsa en Curazao, detuvo su unidad de creaqueo catalítico (a principios de mes detuvo 4 unidades de procesos)

               Primer lugar en desgracias lo ocupa la Refinería El Palito. En el 2003, registró cuatro accidentes que causaron cinco muertes de  trabajadores y 10 lesionados; en 2007 otras 2 y 3 heridos y en 2010 la muerte de un joven obrero. Las paradas, al igual que las del resto de plantas, son recurrentes y hubo una que  duró 6 meses.

Prohibido olvidar –decimos para copiar la consigna de la  resistencia a este régimen- aquel Alo Presidente del 7 de abril del 2002, cuando con su característica burla que sus seguidores aplauden y usando el  pito de la fiscalía de tránsito (sin alusión a la represiva representante del ministerio público) anunciaba despidos de la plana mayor de Pdvsa. Con su voz de mando de cuartel  afirmó: “si a toditos hubiera que rasparlos, no tengo ningún problema”.

Pasaron de 23 mil los despedidos, con quienes hizo su aporte a la crisis de vivienda por  desalojó de sus casas y les robaron las prestaciones, que hoy han convertido en ricos a los revolucionarios socialistas.

El último bochornoso caso de corrupción se dio con el venezolano-estadounidense Francisco Illarramendi, detenido en Miami acusado por malversar $ 540 millones del fondo de pensiones de los jubilados de Pdvsa. Pequeños quedan el maletín de los $800 mil, para la campaña de la argentina Cristina Kirchner y el de igual monto enviado a Bolivia.
Y  no obviemos  a PUDREVAL, por las 130 mil toneladas de alimentos descompuestos, que suman $ 8 mil millones. Responsable obediente: el presidente de Pdvsa ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.

Era orgullo para las refinerías exhibir el cartelón: tantas horas hombres sin accidente. Pero en esta guerra revolucionaria se presenta la bota militar del comandante presidente con la leyenda “patria, socialismo o muerte”. Y  la inexperiencia hace las víctimas.

NOTA MARGINAL: Vergüenza da debates televisados entre dirigentes del régimen y la oposición.  Los llevan a pelear, no a discutir. Política del régimen es no dejar hablar.  Bien, aceptemos el paso dado por un grupo de estudiantes que en cadena de radio y tv expusieron con un moderador oficialista, mientras los otros realizaban manifestación a la Asamblea Nacional. Pues, permitan a los adversarios esa cadena con un moderador de la oposición.
albertojordanhernandez@yahoo.es
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RANCHOS MENTALES. ALBERTO LOSSADA SARDI

Me parece mentira tener que escribir estas cosas… Verdaderamente los ranchos mentales son más fuertes que cualquier otra cosa. Y lo peor es que, aparentemente, son permanentes. Ningún tipo de educación, preparación, o crianza los hacen desaparecer cuando se instalan en la bóveda craneal. Tendríamos que dedicarles cientos –si no miles- de palabras para tratar de contrarrestar el efecto, pero es que las “eminencias grises” de la política no ayudan tampoco. Su interés en mantener a ese pueblo así es consecuencia de su propósito de mantenerlo en la más cruda ignorancia, no vaya a ser que cuestione sus “ideas”. Y, por tanto, los mantiene dentro de esa endiablada felicidad que da la ignorancia…

Es inimaginable que tras ¡DOCE! años el pueblo siga creyendo en las más disparatadas e increíbles promesas de quien ha demostrado no poder –ni saber- cumplir ni una sola de ellas. Siguen con el sonsonete de “él es bueno pero lo tienen engañado” o “es que no le dicen las cosas”, y son tan infelices que no caen en cuenta que con eso lo llaman –para usar lo más suave posible- imbécil. Es él quien nombra TODOS los cargos del país: si lo engañan, o no le dicen las cosas, tienen a la vista la mejor prueba de inutilidad e incapacidad del caballero de marras. Después de ¡DOCE! años, nos salen con un nuevo (y “brillante”) eslogan: “Déjenlo trabajar”. ¿Y es que lo ha hecho en algún momento de esos ¡DOCE! años? ¿En qué …? Si con la Asamblea, el Tribunal Supremo, el Poder Moral y cuanta autoridad se ha creado en sus manos nada ha hecho, ¿qué pretende hacer ahora…?
Hasta las excusas son absurdas. Si se acusa a Qaddaffi de masacrar a su gente, a él “no le consta”; si se acusa de lo mismo a Micheletti, ¡hay que intervenir!; nadie debe “inmiscuirse en los asuntos internos de Libia”; ¿y su intervención abierta en los asuntos de Honduras? (seguimos sin reconocer el presidente electo en elecciones legítimas y ¡exigimos! la “reposición de Zelaya”. ¿Eso no es intervención?). Si, como es de esperarse, fallan las medidas económicas tomadas por ¡un ingeniero eléctrico!, la culpa es “del Imperio”, del “complot mediático” o de “los montajes de la banca internacional”, y, con el cuento, tenemos la inflación más alta del mundo, cero producción, una economía y una agricultura de puertos y no hay manera de que aprenda. Pero lo grave es que aún lo apoyen. ¿Será masoquismo ideológico? Y se vuelven locos cada vez que les menciona todo “el amor que siento por el pueblo”. Si eso no lo es, no entiendo qué es masoquismo.

LOS QUE TIENEN UN RANCHO EN LA CABEZA NO QUIEREN QUE ESTO TERMINE
Todo ello debidamente acompañado por eslóganes vetustos y fracasados. ¿Algo más ridículo que el “¡hasta la victoria siempre!”? Se repite incesantemente desde 1959 en Cuba (y ahora aquí), como se repitió en Chile; pero, ¿cuál, o cuáles, han sido esas victorias? Cuba está al borde una hecatombe económica… “La espada de Bolívar por América Latina”, ¿haciendo qué, sembrando miseria por donde pasa …?; “el pueblo, unido, jamás será vencido” ¿y dónde ha triunfado? ¿Existe algún país de orientación “zoocialista” que haya triunfado en algo o logrado el bienestar de sus ciudadanos? ¿No sería más útil darnos una vuelta por los países “capitalistas” y aprender de ellos? Sin tanta verborrea disfrutan de un nivel de vida infinitamente superior al nuestro.

Más increíble aún es que todo esto venga de los labios de una golpista sin empacho en adjudicar el mismo adjetivo a quien disienta de su manera de ver el mundo (que, al revés de lo que piensa, NO gira alrededor suyo; gira en sentido contrario) Y que decir todas estas cosas me haga merecer ser llamado negativo, quintacolumna o antioposición es la guinda que le faltaba a la torta. Es una carga frontal de lado y lado . Es negar el derecho de señalar aquello que nos parece que no funciona como debe. De lado gubernamental, se espera. De la oposición, es recibir el mismo trato por decir verdades como catedrales que no por ello son agradables.

Y, volviendo al pueblo, aunque sean cosas “intangibles” para él, es sorprendente que ni siquiera tome en cuenta el descenso en la producción de petróleo, por ej., la merma de las reservas internacionales (¿de dónde creerá que saldrá el dinero para las viviendas ofrecidas?) Es doloroso ver cómo un pueblo que hasta ayer creímos honesto y trabajador se destape aspirando a que el Estado les provea lo que la holgazanería y las malas costumbres debidamente aprendidas no proveen. Es un ansia de saquear cuanta empresa, instituto o compañía produzca sin necesidad de contribuir a su producción;
saquear.(De saco).

1. tr. Dicho de los soldados: Apoderarse violentamente de lo que hallan en un lugar.
2. tr. Entrar en una plaza o lugar robando cuanto se halla.
3. tr. Apoderarse de todo o la mayor parte de aquello que hay o se guarda en algún sitio.

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A esto le sumamos una envidia incomprensible hacia el éxito ajeno que ése mismo pueblo no termina de entender que es contraproducente para su propio bienestar, como si destruyendo todo a su paso fuera posible hacer un país que funcione. Es tan imbécil la mentalidad colectiva de las pobladas –porque nada más que eso son- que son incapaces de entender que si se llevan al matadero las reses dedicadas a la subsistencia de esa raza vacuna no tendrán más reses en el futuro y habrán agotado hasta su propia alimentación. Que la destrucción de una empresa de productos lácteos les privará, inmisericordemente, de tales alimentos. Que a quien se roba no es a un ente abstracto e intangible que se llama Estado, que es a sus propios hogares, a sus propias familias y vecinos. Pero no, el reparto de limosnas gobiernero los ha convencido de la inagotabilidad de los recursos, sin que nadie les señale las bajas en reservas, los gastos en reposiciones innecesarias ni las bajas en producción del bien que sea.

¿Es posible que hoy, después de ¡DOCE años! del más ruin desgobierno que haya conocido nuestra historia, haya que seguir explicando todo esto? ¿Será que nuestros genes se niegan a reconocer algo –intangible también- llamado “inteligencia”? ¿O que tras una noche de “rumba” los efectos del lavagallo obsequiado no han desaparecido aún? ¿Es que acaso la inconsciencia de este pueblo seguirá ad aeternum? Basta oír las cretinadas del impedido genético que se cree jefe y señor de la economía nacional para darnos cuenta del estado deleznable al que nos han arrastrado. No hay que ser particularmente brillante para hacer una ligera comparación entre la Venezuela que recibió y la que nos entrega; nos entrega los restos de algo que ni siquiera pretende ser una “aldea Potemkin” [wikipedia: 

La expresión Pueblo Potemkin o Pueblo de Potemkin o Pueblos Potemkin se debe al mariscal duque Grigori Alexandrovich Potemkin (1739-1791) para designar aldeas, pueblos, villas inexistentes en Crimea. Algo se define como Pueblo de Potemkin cuando se quiere describir una cosa muy bien presentada para disimular su desastroso estado real. A primera vista parece muy bien acabado y deja a todos impresionados, sin embargo le falta la substancia principal. Es más común la forma plural pueblos Potemkin] que guarde, por lo menos, la ilusión de que, aunque sean fachadas, se ha hecho algo. No; el objetivo es destruir por el mero placer de hacerlo y que, como decía el Dr.Herrera Campins, “quien venga atrás que arree”. ¿Cuál sería el mal tan grave que se les causó para que un país entero tenga que sufrir las consecuencias de su ira…?¿Cuál el que les motiva a crear injerencias de Venezuela en países que ni siquiera han sido aliados tradicionales?

¿Habrá un solo dirigente de oposición capaz de hablar a ese pueblo en términos tan claros y simples? Porque lo que se nos viene encima no es para sonreír; quien herede el pesadísimo legado de tales ineptos no se va a poder dedicar a ejercer funciones normales de Jefe de Estado. Por el contrario, faltarán horas de horas para revertir aunque sea una pequeñísima parte de los daños que se han causado al país y comenzar su reconstrucción. Varios planes Marshall derrochados por el delirio de un desadaptado no se recuperan ni fácil ni difícilmente; sencillamente no se recuperan. Tal vez, si hubiéramos perdido una guerra, nuestro futuro se vería más optimista…

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VENEZUELA, SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: PROYECTO PAÍS. TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ

He dicho que en el llamado “Proyecto Nacional Simón Bolívar Primer Plan Socialista Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013″ está la concepción del presente régimen sobre el hombre, la sociedad y el proyecto político, por lo que debe responderse en términos de reflexión. Propongo, entonces, otra visión del venezolano, de la sociedad a construir y del sistema político que deberá reemplazar al presente. En suma, mi visión para comenzar a construir en el 2013. Es lo que intentaré.

Los discursos viejos están deslegitimados. Escasean los inventores de mundo. No podemos permitir que Venezuela siga siendo un territorio ahistórico. Para emanciparnos de los graves problemas que nos aquejan hay que desatar un proceso filosófico-político emancipatorio. Este ser humano inteligente que es el venezolano debe organizarse hacia la aparición de un nuevo orden social. Debemos hacernos de un pragmatismo atento a las incitaciones del presente y a los desafíos de las circunstancias teniendo en la mano las respuestas de una filosofía política renovada.

El movimiento debe venir de abajo hacia arriba, provenir de una sociedad pensante, desde un humanismo global. El venezolano de este tiempo vive la ruptura con un mundo que se tambalea. Lo que se requiere es un intercambio fluido y permanente de diversas comprensiones. Hay que darle una respuesta común a las exigencias cotidianas de la democracia.

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Muchas se aferran a formas caducas y cuando menos lo esperan una espita se abre y se desinflan cual globo pinchado. Lo mismo le sucede a sistemas políticos que ignoran la renovación y el cambio. Pueden durar hasta la edad madura -50 años se mantuvo el sistema político venezolano conocido como ‘etapa democrática”- o languidecer de adolescentes e incluso de niños.

Las concepciones que dieron origen a las bases del sistema democrático han permanecido inalteradas más allá de lo conveniente y hacen agua. La organización política que conocemos se deshace empujada hacia el closet por un cansancio obvio y manifiesto que los gobernantes no comprenden y por las exigencias propias de un cuerpo que necesita estructurarse con nuevos ingredientes. Es lo que se llama una situación de crisis, o si queremos aparecer como más optimistas, de nacimiento de un nuevo mundo.

En el caso de este preciado sistema político llamado democracia el óxido se ha amontonado hasta el punto de formar palancas que trancan el accionar de las ruedas con la consecuente usurpación a la gente y el enquistamiento de una clase usufructuaria.

Hay que organizar desde abajo. Ya no hay profetas. Ya no existe un pensamiento centralizado sino una conjunción que destierra el descenso de una línea para ser sustituido por una generación de inteligencia que sube. Pronto Google nos parecerá lo que hoy nos parece una vieja Remington.

Debemos mirar a la sociedad venezolana como una de agentes que al cooperar exhiben un comportamiento global inteligente. Comenzamos a vislumbrar un tejido de inteligencia desaprovechada por el efecto individualista que pervive en esta transición de un mundo a otro. La sociedad venezolana de hoy es como un corpus callosum sobre el cual debe aplicarse una buena dosis de comprensión. La idea de una inteligencia colectiva es uno de los temas predominantes en la investigación no ficticia de nuestro mundo

La idea es que los sesgos cognitivos individuales pueden ser llevados al pensamiento de grupo para alcanzar un rendimiento intelectual mejorado. Es lo que se ha dado en llamar la inteligencia colectiva. Podríamos también explicar argumentando que se puede llevar a las comunidades humanas hacia un orden de complejidad mayor, lo que, obviamente, conllevaría a otro tipo de comportamiento sobre la realidad.

La inteligencia colectiva está en todas partes, está repartida. Debe ser valorada y coordinada para llevarnos hacia la construcción de las bases de una sociedad del conocimiento, lo que implica, de entrada, el enriquecimiento mutuo de las personas. Si la inteligencia está repartida, como realmente lo está, se modifican los conceptos de élite y de poder, y se rompen los paradigmas del liderazgo, más aún, los de la soberbia, pues reconocerlo implica desde ya una manifestación de humildad.

Ahora esa inteligencia repartida debe ser sometida a una acción para que comencemos a conseguir la inteligencia colectiva. Teilhard de Chardin, buen definidor de la persona por diferenciación de individuo – y quien por cierto vislumbró la red informática con 50 años de anticipación- habló de noosfera (conjunción de los seres inteligentes con el medio en que viven) y lo extendió más allá al vislumbrar lo que los pensadores de hoy llamarían el cerebro global.

Pues bien, la clave está, quizás, en crear numerosas y pequeñas noosferas. Ello pasa por ver con menos individualismo y en un contexto ético de alteridad. Es lo que en el humanismo cristiano se denomina como la sustitución del yo por un nosotros. Hay, sin embargo, una razón más práctica que escapa a lo teórico-moral para insertarse en la brutal realidad real: hacia adonde va el mundo o se sabe o se perece, o se coopera o se fracasa, o se respeta o se es condenado.

Una buena manera de lograrlo es ajustando los mecanismos de comunicación. La web inteligente que aparecerá en cualquier momento podrá, por ejemplo, organizar la información que le interesa exclusivamente a la comunidad de un barrio. La tecnología está al servicio de la intereacción. Los problemas de una comunidad específica seguramente son los de muchas lo que conllevará a un contexto compartido. En este plano de intercambio conseguiremos un mundo de significaciones lo que llevará a la movilización de las capacidades. Ello pasa por identificarlas y reconocer la diversidad. El primer paso es la aceptación de que estamos en la era del conocimiento y que en consecuencia debemos actuar dentro de ese marco. La potenciación de las capacidades parte de la conformación de un estado positivo que le permita a la persona actuar con otros y conseguir la apertura. Y resultaría innecesario agregar que el pensamiento que se genera de esta manera es libre y no sometido a manipulaciones. Y también que no se trata de fusionar inteligencias individuales en masa, sino de activar un nuevo modo de identificación. Esta es precisamente la idea de la inteligencia colectiva, una donde se conserva la personalidad de cada quien, las ideas y del yo de cada quien.

Esto es, la gente no piensa junta para llegar a determinadas conclusiones sino que piensa junta para obtener el valor de la conexión y de la confrontación de ideas. Modifiquemos a los educadores y a la educación que actualmente se imparte. Habrá que cambiar los métodos tradicionales. Así lo podemos resumir: enseñar es conectar personas con oportunidades, experiencias con conocimientos, es ayudar a que se establezcan una o más conexiones, conectar experiencias, conectarse a una experiencia, conectar para que otros aprendan a conectarse, conectar personas con contenido, conectar personas.

Efectivamente, la realidad es sustituible siempre y cuando se tenga clara la nueva realidad. Para ello es menester el diseño colectivo de un proyecto que pasa por una inteligencia colectiva o conectiva, en cualquier caso organizada. Si no reinventamos la democracia no habrá futuro y para ello es menester que el cuerpo social genere, mediante su constitución en colectivo inteligente, las herramientas necesarias para lograrlo.

El espacio de esas herramientas es el conocimiento, el poder de pensamiento, de un espacio dinámico y vivo donde se transforman cualidades del ser y maneras de actuar en sociedad. Es, fundamentalmente, un asunto político y un asunto de la democracia. Es mi visión de país venezolano: una sociedad del conocimiento. Lo propongo para ser incluido en el proyecto nacional sustitutivo del actual en 2013. Y le pongo nombre: Proyecto Nacional. Plan de Reconstrucción Democrática para el Desarrollo Sustentable del hombre venezolano.

teodulolopezm@yahoo.com

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¿EN QUÉ NEGOCIO ESTÁ CHÁVEZ? ENRIQUE PEREIRA

Me pregunto todos los días y me vuelvo a preguntar el porqué de las decisiones que toma este gobierno.

Más de cincuenta estudiantes, algunos enfermeros y otros grupos de protesta, llegan a los extremos de adelantar una huelga de hambre, en lo qué es el principio de una nueva revolución, otra etapa de cambio y Chávez sigue tomando decisiones que no parecen estar en línea con los acontecimientos. No quiere entender que el pueblo está clamando por un cambio en su manera de actuar. Hace caso omiso a las protestas  exigiendo un presupuesto justo para las Universidades, que reverse su intención de ahogar económicamente a las escuelas de pensamiento que le son contrarias. Chávez no está en el negocio de conciliar con los estudiantes.

Chávez hace alianzas con gobiernos que la humanidad considera –bien gobiernos forajidos- o en la tenue línea de división, que los separa de lo correcto. Según Chávez, casi doscientos países están equivocados al afirmar que Cadaffi es un dictador pero Nicaragua, Cuba y Venezuela, unida a un par de dictadores africanos tienen razón en defender lo indefendible. Cadaffi sobrepasó cualquier extremo permisible al apuntar las armas de sus ejércitos a un pueblo que se rebeló a la continuidad de sus desmanes. ¿Acaso eso no es lo mismo que hizo Chávez en 1992? Rebeliones buenas, rebeliones malas. Apoyar a los cubanos, a Mugabe y a otros dictadores es solamente producto de la necesidad personal de que el virus de la libertad no llegue a nuestras tierras.  Chávez no está en el negocio de manejar adecuadamente nuestra política internacional.

Habla y habla de nacionalismo y patria, se llena la boca de palabras vacías acerca de nuestra Venezuela, pero desprecia cualquier intento de los nacionales para hacer algo en nuestro país. Contrata a compañías chinas, bielorrusas, iraníes, cubanas y uruguayas para hacer viviendas. Le entrega concesiones de petróleo a los rusos, sin considerar la posibilidad de permitir que los venezolanos explotemos nuestro petróleo. Vehículos en fábricas chinas y también teléfonos celulares. Pone a  trabajar a los portugueses para que nos fabriquen las  computadoras Canaima y paga asesorías a los cubanos para que nos manejen los registros, el deporte y la salud. Ahora compramos café a los brasileros y ganado a los nicaragüenses, al tiempo que los argentinos y ecuatorianos nos envían vehículos que antes se producían en Valencia y Cumaná ¿Esa es la Venezuela qué estamos construyendo? Chávez definitivamente no está en el negocio de hacer una patria soberana.

Lo único sólido y consistente que le encuentro a Chávez es su vocación de poder. Su manifiesta urgencia y dedicación a la posibilidad de permanecer en la silla de gobierno hasta que sus nietos lo sucedan. En eso trabaja muy duro. Ya nos dimos harto cuenta.
Chávez está en el negocio de permanecer en el poder.

Enrique Pereira <
vienegrande@yahoo.es
@pereiralibre
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