martes, 4 de enero de 2011

CHÁVEZ FRENTE A SU ALTERNATIVA. POR ANA PALACIO. HTTP://WWW.ABC.ES .

«La principal causa del nerviosismo chavista ha de buscarse en una oposición que, tras años de divisiones internas y propuestas disparatadas, se consolida, gracias al progresivo fortalecimiento de los partidos y a su unidad, como alternativa de gobierno»
LA ley que margina al nuevo Parlamento que se constituye el próximo 5 de enero y habilita a Hugo Chávez para legislar durante 18 meses, junto con el resto de medidas que tramita la Asamblea Nacional en sus últimos días de mandato y por el régimen de urgencia, compone un potente revelador del panorama político en Venezuela. Un oficialismo que traduce inquietud ante el futuro, y una oposición cuyo mayor reto para consolidarse en alternativa real de poder es perseverar en el fortalecimiento de los partidos políticos, mantener la unidad y no perder el temple, en un contexto de marasmo económico y crisis social.

Si bien la justificación oficial de esta ley de delegación es la necesidad de gestionar la emergencia provocada por las recientes inundaciones, tanto su duración como su extensión concuerdan mejor con la intencionalidad que manifiesta —en vulneración del más elemental principio del Estado de Derecho y la democracia— el exabrupto dirigido por el propio Hugo Chávez a la oposición en el momento de promulgarla: «No podrán hacer ni una… (ley)». La Asamblea Nacional, órgano natural de legislación de acuerdo con la Constitución venezolana, puede delegar dicha competencia con carácter temporal en el presidente para que dicte decretos con fuerza de ley; sin embargo, en el Estado de Derecho, solo es válida la delegación hecha por quien ostenta la competencia, y los poderes de la presente asamblea caducan el próximo 4 enero. En cuanto al ámbito de esta delegación, significa el práctico vaciamiento de contenido del Poder Legislativo como institución, al abarcar, según el propio enunciado de la norma, desde las infraestructuras, el transporte y los servicios públicos, la vivienda, la ordenación territorial, el desarrollo integral y uso de tierras urbanas y rurales, el campo financiero y tributario, hasta la seguridad ciudadana y jurídica, la defensa, la cooperación internacional y el sistema socioeconómico.

Además, la asamblea a punto de extinguirse, haciendo gala de un celo digno de mejor causa, aprueba con premura en estos días, entre otras propuestas, medidas que previsiblemente significarán el cierre de la única cadena de televisión crítica con el régimen, la censura de información y opiniones en Facebook y Twitter y el cercenamiento de la autonomía universitaria y la libertad de cátedra.

Chávez tiene diputados suficientes en el próximo Parlamento para sacar adelante cualquier propuesta excepto las de carácter orgánico o habilitante. Cuenta ya, además, con un sistema instaurado progresivamente y de probada eficacia para sofocar toda opinión crítica en la mayoría de los medios de comunicación. Por ello, la explicación de la lógica de las medidas que nos ocupan pasa necesariamente por el nerviosismo del chavismo, no exento en su manifestación de intencionalidad provocadora de cara a la oposición.

La realidad es que la nomenclatura chavista, con el presidente a la cabeza, está inquieta y, en reflejo de un autoritarismo que pretende guardar formas democráticas, su inquietud cobra, al materializarse, tintes de provocación. Esta es la única explicación de propuestas como la de privar de su acta de diputado a quien cambie de adscripción: temen defecciones en sus filas; o la defendida por los diputados oficialistas de incrementar hasta dos años la delegación de poderes legislativos al presidente, uno más de lo pedido por este, y que hubiera supuesto incluir en su periodo de vigencia las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2012.
Esta desazón tiene que ver, sin lugar a dudas, con el fracaso del «socialismo del siglo XXI» «nuestroamericano» que vertebre la retórica chavista. Fracaso de los grandes proyectos, desde las faraónicas infraestructuras de gaseoductos, o el sucre como moneda común, que no han pasado del papel, a la Comunidad Alba, cuya única virtualidad, por el momento, es su previsible interferencia, de culminar las negociaciones en curso, con un proyecto de largo recorrido, que es Mercosur. Chile, Brasil o México, con gobiernos socialdemócratas como los de Lagos y Bachelet o Lula, o liberal-conservadores como los de Calderón y Piñera, han demostrado la eficacia de sus políticas económicas y sociales. Mientras, los indicadores venezolanos, desde una inflación anual oficialmente cercana al 30 por ciento, el dudoso distintivo de constituir la única excepción —si descontamos Haití— al crecimiento generalizado de las economías latinoamericanas, hasta la pérdida de un tercio de la producción de petróleo de la compañía pública PDVSA (que todo el mundo reconoce mientras oficialmente se niega), no son sino reflejo de una sociedad en la que únicamente han visto su situación mejorar de forma evidente los, eso sí, cada día más numerosos, integrantes de la «boliburguesía»: quienes viven bien del presupuesto público. Este colectivo privilegiado incluye a los altos oficiales del Ejército; sin embargo, su actitud de falta de respaldo abierto a recientes medidas de radicalización del régimen permite pensar que, al igual que sus pares en el resto de América Latina, estos militares valoran con realismo su futuro y no secundarán opciones que los situarían en el objetivo de la justicia internacional, convirtiéndolos en auténticos parias de un mundo globalizado. Además, y desde el punto de vista social, al empobrecimiento generalizado de la sociedad venezolana han de sumarse un alarmante incremento de la inseguridad ciudadana y una política de expropiaciones y restricción de libertades que afecta a capas ya extensas, y en aumento progresivo, de la sociedad.

Sin perjuicio de todo lo anterior, la principal causa del nerviosismo chavista ha de buscarse en una oposición que, tras años de divisiones internas y propuestas disparatadas, se consolida, gracias al progresivo fortalecimiento de los partidos y a su unidad, como alternativa de gobierno. Aunque su presencia en la asamblea no lo refleje debido al sistema electoral, la oposición a Chávez ganó en número de votos las elecciones legislativas de septiembre pasado, de las que emana el Parlamento que la ley habilitante pretende arrinconar. Esto es, frente a un sólido suelo del chavismo en torno a un tercio de la ciudadanía, la jornada electoral dibujó un no menos sólido y ligeramente más nutrido núcleo de antichavistas, con aproximadamente un 30 por ciento del censo que no fue a votar. La mejor organización y mayor presencia de los partidos de oposición sobre todo en las ciudades (el medio rural sigue constituyendo un reto importante y los resultados así lo tradujeron), el mensaje de unidad, el reclamo de la eficacia frente a la patente mala administración, y una actitud sobria, que contrasta con iniciativas drásticas, de paros generales y grandes manifestaciones, que en el pasado lastraron su acción, movilizaron a una mayoría de votantes que, venciendo el miedo difuso que rezuma la sociedad venezolana, acudieron a las urnas arrostrando en muchos casos amenazas, en muchos otros privándose de suculentos incentivos aparejados al voto por la opción oficialista.

Los ejemplos de otras transiciones en la región, pues de auténtica transición ha de calificarse la superación del chavismo, están ahí. Y aunque resulte difícil, perseverar en esta dirección de fortalecimiento, unidad, firmeza y temple es condición necesaria para la consolidación de la oposición en alternativa con reales posibilidades de ganar las próximas elecciones presidenciales, aun en las condiciones de debilitamiento —cuando no perversión— de las instituciones democráticas y de cercenamiento de las libertades públicas que, lamentablemente, Chávez introduce en Venezuela.

ANA PALACIO Desde 1994 a 2002 fue diputada en el Parlamento Europeo por las listas del Partido Popular de España. En 2002 fue nombrada ministra de Asuntos Exteriores, cargo del que cesó en 2004 tras perder las elecciones su partido. Como Ministra se encontró con el problema de la ocupación de la isla de Perejil por Marruecos en 2002 y el conflicto consiguiente de las embajadas entre este país y España, que mantuvo a los respectivos embajadores retirados de sus sedes durante dos años.En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas mantuvo las posiciones del gobierno de España, próximas a la política llevado a cabo por los Estados Unidos y Gran Bretaña. Diputada por la provincia de Toledo en 2004, renunció a su escaño en 2006 siendo sustituida por Vicente Tirado. Fue nombrada el 16 de junio de 2006 vicepresidenta del Banco Mundial y abogada general por el entonces presidente. Presentó la renuncia al cargo el 4 de marzo de 2008, que sería efectiva el 15 de abril siguiente, según anunció el Presidente Bob Zoellick, en un comunicado interno.En marzo de 2008 abandonó su puesto en el Banco Mundial y posteriormente, en junio del mismo año, fue nombrada vicepresidenta del grupo público francés de tecnología nuclear.


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AGONÍA Y MUERTE DE LA IZQUIERDA DEMOCRÁTICA. CARLOS ALBERTO MONTANER. TABANO INFORMA DESDE ARGENTINA

¿Quiénes la formaban? Fundamentalmente, el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA), el venezolano Rómulo Betancourt (AD), el costarricense José Figueres (Liberación), el guatemalteco Juan José Arévalo, el boliviano Víctor Paz Estenssoro (MNR), el dominicano Juan Bosch (PRD), los cubanos Ramón Grau y Carlos Prío (PRC) y el puertorriqueño Luis Muñoz Marín (PP).

Con Carlos Andrés Pérez muere también el último gran representante de la Izquierda Democrática, una corriente ideológica con vocación internacional que cuajó en América Latina a mediados del siglo XX.

¿Quiénes la formaban? Fundamentalmente, el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA), el venezolano Rómulo Betancourt (AD), el costarricense José Figueres (Liberación), el guatemalteco Juan José Arévalo, el boliviano Víctor Paz Estenssoro (MNR), el dominicano Juan Bosch (PRD), los cubanos Ramón Grau y Carlos Prío (PRC) y el puertorriqueño Luis Muñoz Marín (PP).

Todos, menos Haya de la Torre, que era el más culto y brillante, gobernaron en sus respectivos países. Todos, menos Muñoz Marín, sufrieron persecuciones y exilios. Todos, menos Juan Bosch, que en 1963 fue electo democráticamente y a los siete meses lo derrocaron los militares, hicieron reformas profundas que dejaron una honda huella en la sociedad de su tiempo. El primero de ellos que llegó al poder fue Arévalo en 1945, pero su obra de gobierno no tuvo continuidad en la convulsa Guatemala de aquellos tiempos.

¿En qué creían? Eran demócratas convencidos, antimilitaristas, nacionalistas, anticomunistas, intervencionistas, estatistas y, en alguna medida, pronorteamericanos. Se habían reconciliado con Washington y con el capitalismo. Pensaban que los males económicos nacionales se corregían con la mítica reforma agraria, la nacionalización del crédito y el control por el Estado de ciertos servicios públicos "esenciales". Aspiraban a formar clases medias nutridas y reclutaban a sus partidarios entre los trabajadores asalariados.

Naturalmente, eran keynesianos, al menos en el sentido de que creían que el empleo, la inflación y la creación de riquezas se podían modular mediante la manipulación del gasto público. Eran, también, cepalianos en lo tocante a la colocación de barreras arancelarias para provocar la industrialización mediante la paulatina sustitución de las importaciones por bienes producidos acionalmente. Confiaban en la planificación económica como el camino moderno hacia el desarrollo.

En realidad, la Izquierda Democrática era la expresión latinoamericana de la socialdemocracia europea. Procedía, como ella, de un polvoriento y ya entonces descartado análisis marxista, pero lo teñía con un fuerte componente antimilitarista porque en esa época, en Hispanoamérica, el gran enemigo era, en primer lugar, el ejército, al que había que someter a la autoridad civil. Había, sin embargo, otros tenaces adversarios: la oligarquía rural y, muy destacadamente, los débiles pero siempre insidiosos partidos comunistas pro soviéticos.

El ejercicio del poder no fue exactamente glorioso para la Izquierda Democrática. En general, tras la experiencia de varios periodos de gobierno en diversos países, la sociedad descubrió que el estatismo, la planificación centralizada y gasto público excesivo, conducían a la inflación, la corrupción de la clase dirigente coludida con los empresarios y cortesanos mercantilistas, a la creación de burocracias parásitas que obstaculizaban y encarecían la creación de riqueza, al atraso tecnológico y al crecimiento de la pobreza y la desigualdad.

Algunos políticos de la Izquierda Democrática, o sus sucesores, vivieron lo suficiente para rectificar los errores originales. El primero fue Víctor Paz Estenssoro. El hombre que en los años cincuenta hizo la violenta revolución nacionalista boliviana, en los ochenta, más sabio, regresó al poder para devolverle la autoridad a la sociedad civil de su país reduciendo el peso del Estado, controlando el gasto público y confiando más en el mercado que en las decisiones de los burócratas.

En Perú, Alan García fue un caso parecido. Su segundo mandato ha sido, felizmente, la negación del primero. Algo similar sucedió en Venezuela: Carlos Andrés Pérez regresó al poder en 1989 dispuesto a corregir los errores de su primer mandato (74 al 79). Lo hizo, muy acertadamente, pero las rencillas políticas, llevadas al plano judicial, consiguieron,  primero, sacarlo del poder, y luego condenarlo a arresto domiciliario, maniobra que desgastó peligrosamente la débil institucionalidad democrática venezolana.

En Costa Rica --donde más éxito tuvieron las ideas de la Izquierda Democrática a partir de la revolución de José Figueres--, Oscar Arias dedicó sus dos periodos presidenciales a tratar de corregir los errores parciales de la teoría inicial. Ya contaba con los copiosos análisis del premio Nobel de Economía James Buchanan y de sus discípulos de la Escuela de Virginia sobre el comportamiento pernicioso del sector público, más la impresionante obra de pensadores como Mises, Hayek, Gary Becker, Douglass North y otra media docena de gigantes. Sencillamente, el punto de partida estaba equivocado.

¿Qué paradigmas quedan vigentes en América Latina? Fundamentalmente, dos: Chile --el de la Concertación y el de Piñera, que es el mismo con matices diferentes-- y el alboroto chavista (nadie toma en serio la tumultuosa cleptocracia argentina). Ya no hay Izquierda Democrática. Se acabó.

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EL ESTADO TOTALITARIO: MÁS ALLÁ DE LA NEGACIÓN. DAYANA DUZOGLOU

"Todos somos iguales, pero habemos unos más Iguales que otros." George Orwell

El teórico Carl J. Friedrich plantea la existencia de cinco aspectos o factores que en su opinión se presentan en los regimenes totalitarios, en su mayoría casi extintos: Una ideología oficial, un solo partido de masas conducido por un solo hombre, un monopolio del control de las armas de defensa y a ataque, control de los medios de comunicación masiva y un sistema de control policiaco de terror ya sea físico o psicológico.
Muchas han sido las formas de Estado recurrentes en el mundo a través de la historia, sin embargo uno de las más criticadas ha sido el Estado conocido como totalitario, el cuál puede abarcar varios nombres, ya sea autoritarismo, dictadura o incluso confundido con el fascismo. Sin embargo es poca la información concisa que se tiene sobre el tema, se conocen al por mayor las atrocidades que ha cometido, las vejaciones a las libertades y derechos básicos del hombre promulgados por los ideólogos norteamericanos en su declaración de independencia, universalizado por los franceses en su revolución y reafirmado por Mill en su clásico Sobre la libertad, mas poca es la información referente a la ideología si es que estos sistemas o regimenes la tienen, acerca de las similitudes entre diversos estados totalitarios en tiempos y espacios diferentes y sobre todo que es lo que lleva a los lideres a engendrar en su propia persona algo mas allá de la mortalidad, auto venerarse y reprimir a aquellos que no los veneren, y finalmente sobre las cuestiones de desarrollo político económico y social de estos estados.

¿Qué hace que surja un Estado totalitario? ¿Por qué perdura y qué lo hace estable? Estas preguntas no tienen respuesta satisfactoria si caracterizamos al dictador como alguien obsesionado por el orden, tal y como es común en las películas de Hollywood; sin embargo, siempre hay un elemento de orden y seguridad que forma parte del totalitarismo. Tampoco podemos explicarlo a través del deseo de oprimir y sojuzgar indiscriminadamente, pero existe opresión y censura. Entonces, ¿cómo se puede explicar el totalitarismo?

DEFINICIONES DEL TOTALITARISMO

Andrés Serra Rojas define al totalitarismo como:

Régimen político; no democrático cuya esencia radica en la posibilidad de que el Estado logre un control total, no solo de las actitudes y actividades de los individuos sino también de sus voliciones y pensamientos, mediante el sometimiento por el temor y el terror.

Por otro lado Leobardo Juárez lo define como:
El totalitarismo es el tipo de organización sociopolítico y jurídico caracterizado porque el Estado extiende sus esferas de intervención en todos los estratos de la vida pública y tiende a “reglamentar y condicionar” la mayor parte de las conductas humanas.

Mientras que Federico Arriola plantea que:
Los Estados totalitarios han sido monstruos generados por la decadencia moral de la sociedad

La palabra totalitario parece haberse originado en Italia, siendo Benito Mussolini el primero en utilizarla durante un discurso del partido fascista, más no fue este el creador de la palabra pues antes Giovanni Gentile se había referido a la feroz voluntad totalitaria.
La relativa novedad de este termino demuestra la juventud de este sistema o régimen de Estado, pues la palabra totalitarismo adquirió valor hasta la década de los treintas del siglo pasado, justo cuando estaban en el poder los personajes clave que han ejercido el papel de cabeza de estado en los mas grandes regimenes totalitarios, Mussolini en Italia con el fascismo, Hitler en Alemania con el Nazismo, Stalin en la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas

TOTALITARISMO Y AUTORITARISMO:

Una cuestión inherente al tratar este tema es la común confusión entre autoritarismo y totalitarismo pues la razón de la confusión está en que ambos abusan con la autoridad, lo que es decir que ignoran derechos legítimos de los gobernados y se exceden en el uso del poder para su gestión de gobierno. Esto es característico en los dos sistemas, pero el totalitarismo va mucho más allá que el autoritarismo. En el totalitarismo, no sólo hay exceso en el uso del poder, sino que se va al total acorralamiento de la persona por el control y la manipulación de todas sus necesidades y urgencias de vida a fin de forzar su incorporación a la corriente socio política que el régimen impone. El autoritarismo acepta que los ciudadanos sean políticamente neutrales, pero en el totalitarismo no se reconoce derecho a la neutralidad, se exige el apoyo. El autoritarismo define a un dictador, mientras el totalitarismo implica un tirano.
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Analógicamente, un representante de un Estado autoritario fue Luís XIV con su famoso “l’ Etat c’est moi” pues aunque detento autoritarismo en los ámbitos políticos de Francia jamás intervino en los no políticos como la religión, la familia, o las costumbres de la sociedad. 

Si “el Estado soy yo” es para el absolutismo, para el totalitarismo basado en un juego de palabras seria “El Estado es mio”.

La diferencia entre ellos según Franz Neumann es de carácter cualitativo no cuantitativo

HOBBES: ¿AUTORITARISMO O TOTALITARISMO?

Partiendo de que la ideología de Hobbes podría ser considerada de corte absolutista ya que distinguía entre el poder estatal legitimo y la fuerza brutal, sin embargo el soberano legitimo de Hobbes detenta un sin fin de poderes que lo vuelven absolutista, mas no totalitario pues el súbdito conserva su libertad en todos los casos en que la ley lo respalde, mientras que para el totalitarismo no existe esfera alguna que en la que no pueda intervenir el soberano.

Por otro lado, Hobbes en su De Cive concede el derecho a la desobediencia cuando el soberano ordene actos que ofendan a Dios y en el Leviatán permite la desobediencia cuando el acto ordenado por el soberano frustre el fin para el que se establecían la soberanía; por lo cual resulta absurdo pensar que un gobierno totalitario se basara en un ideólogo que plantea la desobediencia como permitida, pues el totalitarismo jamás tolerará la desobediencia sin importar el motivo por el que se de.

“la falta de expresión no podía considerarse como desafío en el Estado absolutista, pero en totalitarismo representaba el ataque cobarde y simulado contra todos… libertad de palabra implica libertad de silencio, y esto es también rehusado por el régimen totalitario”

Respecto a si el autoritarismo contribuye a establecer el significado del totalitarismo, está claro que todo sistema totalitario también es autoritario, pero lo inverso no es verdad.

TOTALITARISMO Y DICTADURA

A su vez es necesaria la separación del concepto de totalitarismo con otro concepto altamente similar y confundible: la Dictadura.
La diferencia mas clara entre ambos es que a diferencia del totalitarismo, las dictaduras no tratan de cambiar la sociedad, no se sustentan en el apoyo de las masas y no aclaman una ideología.

TOTALITARISMO VERSUS DEMOCRACIA

Por otro lado, un régimen autoritario entra en lucha directa con uno democrático, como Serra Rojas lo llama «enemigo de la democracia» debido a que representan completamente lo opuesto, mientras en la democracia el poder surge de la decisión de las mayorías, con un respaldo legal y jurídico, el totalitarismo detenta el poder mediante la voluntad de un solo hombre o en ocasiones partido y no es reconocido legal ni jurídicamente según el derecho moderno, aunque se pueden utilizar recursos legaloides para semejar el respaldo legal y disminuir las criticas.

A su vez, para el totalitarismo el poder es posesión absoluta del país y de la ciudadanía, por lo que se yergue sobre los ciudadanos y les reclama el sacrificio de todos sus derechos humanos mientras que para la democracia el poder es sólo un servicio al país y a la ciudadanía, que se ejerce a través de un poder temporal delegado y que está comprometido con el respeto y defensa de los derechos humanos.

Otra notoria diferencia es que en el régimen totalitario el poder es detentado por el poder ejecutivo que no esta supeditado a ningún otro poder, porqué en la mayoría de los casos no existe, mientras que en la democracia existe la división y corresponsabilidad de poderes, donde ninguno es superior al otro.
También, en el totalitarismo el gobernante puede ejercer el poder de forma ilimitada y las veces que le plazcan mientras que en la democracia el gobierno se ejerce por un lapso determinado y esta sujeto a las leyes la opción de reelección.
Otra diferencia entre estos dos sistemas que sin lugar a duda son los más opuestos y los que en su totalidad gobiernan a más personas es que en el totalitarismo se reprime toda acción individual del ser humano mientras que en la democracia se trata de fomentar la colectividad.

SEGÚN SALVADOR E. SUBIRÁ

El totalitarismo es regresivo a etapas primarias del desarrollo social humano, mientras la democracia, en todas sus formas, es el mejor resultado de la larga experiencia social humana.

A pesar de ser tan diferentes ambos sistemas existe una relación inalienable entre ellos, pues partiendo de que el totalitarismo proviene de la negación hacia lo existente y que esto en su mayoría son democracias, se puede afirmar que el totalitarismo es producto de una transición entre sistemas, mientras que el regreso de la democracia se debe al comprobado fracaso de los regímenes totalitarios.
Sin embargo resulta mas fácil el transe al totalitarismo que el regreso a la democracia, pues a pesar de que ambos casos son consecuencias inmediatas del fracaso del sistema anterior, el totalitarismo tiene como mira el destruir el viejo sistema, su historia y cualquier afiche relacionado con el mientras la democracia pretende construir, y es bien sabido tanto por teoría como por practica que resulta mas fácil destruir que crear, además es difícil que un gobernante autoritario suelte el poder, pues es esta su herramienta principal y su propia razón de ser.

ARQUEOLOGÍA DEL TOTALITARISMO

El totalitarismo se define y justifica a sí mismo con apelaciones a valores y emociones sociales profundas que legitimen su advenimiento irregular. En países de larga historia y población homogénea lo han realizado por la exaltación de la raza. En países de atrasado desarrollo social lo han hecho como reivindicación de las clases explotadas y para la instauración de una utopía igualitaria. En países pequeños, de más reciente origen y con diversidad racial, se han declarado herederos históricos y fieles representantes de los ideales que motivaron a los fundadores de sus respectivos países, y ser luchadores para el logro de una soberanía total y definitiva.

Dentro del Estado totalitario más que en ningún otro hay que ejercer el poder. En el Estado moderno ese poder dimana del pueblo, ya no hay absolutismo divino, todo poder que se ejerce tiene que tener cierta legitimación popular. No se puede explicar el totalitarismo como la sola existencia de un gobierno despótico, en Rusia el despotismo de los Romanov se enfrentó a una guerra civil y por un tiempo fue sustituido exitosamente por un Estado estable. El Estado totalitario requiere de condiciones para ser estable, un Estado hobbesiano enloquecido que ejerce la violencia indiscriminada en contra su propio pueblo sólo puede devenir en guerra civil. Es entonces una represión enfocada hacia elementos disidentes, la cual es eficiente y costo efectiva lo que puede mantener la estabilidad dentro de una sociedad totalitaria; de ahí la recurrencia de frases como “los normales no tienen nada que temer”.

El teórico Carl J. Friedrich plantea la existencia de cinco aspectos o factores que en su opinión se presentan en los regimenes totalitarios, en su mayoría casi extintos: una ideología oficial, un solo partido de masas conducido por un solo hombre, un monopolio del control de las armas de defensa y a ataque, control de los medios de comunicación masiva y un sistema de control policiaco de terror ya sea físico o psicológico.

Algunos otros autores como Shapiro difieren un poco de esta teoría del “síndrome de los cinco puntos” pues añaden la idea de control de todas las organizaciones, incluidas las económicas.

PARA HANNAH ARENDT LOS RASGOS BÁSICOS DE TODO RÉGIMEN TOTALITARIO SON:

1. El Estado tiende a regimentar la totalidad de las relaciones sociales.
2. Es el Estado quien controla la mayoría posible todos los aspectos de la vida individual.
3. El Estado ostenta rango preeminente, tanto en el plano axiológico y en la efectiva organización de la vida en sociedad, sobre todo cuanto concierne a la existencia de cada individuo.

Al servicio de esta estructura totalitaria básica, se ha hecho notar que el Estado maneja una serie de medios típicos que pueden clasificarse en dos rubros: los Medios negativos que son aquello que a los individuos se les prohíbe específicamente e incluye las libertades de conciencia, expresión, información, educación, políticas, de asociación, de participación independiente individual y grupal en la formación de la voluntad estatal, económicas, de propiedad individual, producción y comercio.

Mientras que los Medios positivos son lo que el régimen hace específicamente para imponerse como tal. Este es el caso del Partido único en cuyo frente hay un jefe con poderes prácticamente ilimitados o en todo caso, formidablemente amplios y él mismo constituye también la máxima autoridad; la idea de una economía centralizada, una ideología oficial con alcance de cosmovisión social global y globalizadora impuesta de manera incondicional y coercitiva para la totalidad de la población en el territorio sometido a la soberanía estatal y una organización policial aterrorizante, con el objeto de asegurar la efectividad de todos los restantes medios tanto los negativos como los positivos.

Por otro lado, para Subira toda fundación totalitaria requiere de cuatro factores que la hacen posible, y son: la existencia de una crisis en la democracia, la aparición de un caudillo carismático, la oportunidad de una coyuntura histórica y el ideal de una utopía.

¿SUPERHOMBRE? ANATOMÍA DE LOS LÍDERES TOTALITARIOS

Todo régimen totalitario necesita de un hombre especial como motor de su movimiento, como la careta de su sistema y como la máscara hermosa delante del terror; pensadores como Shapiro lo llaman líder, Subira lo denomina caudillo, Weber carismático, en fin un hombre capaz de reunir una excelente oratoria, mantener un alto nivel de retórica, contar con una maquinaria propagandística, un dominio de las masas y sobre todo parecer ser un hombre con cualidades suprahumanas, un enviado de los dioses a la tierra, la reencarnación de estos o incluso el mismo “superhombre “ de Nietzsche.

Suponiendo que todos los elementos característicos del totalitarismo están basados en la propia prueba de la historia y su inminente repetición, se puede sustentar esta idea sobre las características que definen a los lideres carismáticos totalitarios mediante la comparación con los más grandes y terriblemente famosos totalitarios del siglo XX: Hitler, Mussolini y Stalin.

Empezando por el menos capaz (en términos de mantenimiento totalitario del poder) Mussolini fue un hombre experto en el arte de la oratoria y la convicción, mediante partido fascista el autonombrado Duce logró el poder con el sustento legitimizador de las masas e incluso del rey Víctor Manuel II. También solía comentar que jamás existiría otro Duce, muestra evidente de que el mismo se consideraba indispensable tanto para el régimen, como para el Estado y para Italia en general.

Por otro lado, Hitler reconocido fatídicamente como el mayor líder de todos los tiempos logro su liderazgo mediante la usufructuación de su carisma y posteriormente creó un aparato propagandístico impresionante que sustentaba cualquier acción encabezada por el mítico líder, logrando así que la mayoría de las masas apoyara ciegamente el movimiento Nazi y gritara frenéticamente el nombre de su líder mientras este internado en los confines de sus innumerables bunkers decía: “no me importa que mi pueblo sufra. No derramare una sola lágrima por él. No merece nada mejor”.

Finalmente Stalin, el proletario que se volvió burgués y que convirtió a la dictadura del proletariado en su propio imperio, fue el más fiel reflejo de las características antes mencionadas, quizás se deba a que duró más tiempo en el poder y resultó ser el más excéntrico de todos.
A pesar de que Stalin no llegó al poder mediante un golpe de estado como los casos previos, heredó un Estado internándose en el autoritarismo de Lenin, que con el toque de Stalin no fue gran trabajo pasar la frontera del autoritarismo y llevarlo al totalitarismo.
Su maquinaria de respaldo fue inmensa, la KGB eliminó cualquier pálido intento de sublevación (al igual que la SS en Alemania y las camisas blancas y las falanges en Italia), su aparato propagandístico fue desastrosamente extenso hasta llegar a tal punto de transcribir la historia, tal como lo satiriza Eric Arthur Blair mejor conocido como George Orwell en su celebre obra 1984 con el Gran Hermano y el Ministerio de la Verdad; y sobre todo fomento un culto a su propia imagen mediante la creación de estatuas suyas en cada lugar y la creación de una ciudad con su nombre: Stalingrado.
“no se que van a hacer ustedes cuando yo me vaya, quien será el sucesor si todos son unos pobres ciegos gatitos” (en una platica con Nikita Jrushev quién fue su sucesor al mando de la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas).


LIDERAZGO SOBRE LOS HOMBRES MASA

Ortega y Gasset filósofo madrileño autor de La rebelión de las masas plantea que «el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho a la vulgaridad y lo impone dondequiera (...). La masa arroya todo lo diferente, egregio e individual. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo corre el riesgo de ser eliminado. Todo el mundo era la unidad compleja de masa y minorías especiales. Ahora todo el mundo es masa.»

Según el autor, la transición de la sociedad a las masas se dio debido a que este transformó las ideas sobre la igualdad de antaño, es decir del concepto de igualdad lo convirtió a igualitarismo olvidando que los únicos aspectos donde el hombre es igual son el jurídico y el polito.

Plantea que debido a esta trasgresión a su propia naturaleza y pasado la democracia liberal de Locke, Mill o Tocqueville se acerco al totalitarismo al cual define como democracia morbosa debido al nivel de decadencia al que llego la sociedad (hoy masa).

El líder totalitario es el funcionario de las masas, el que las conduce, lo que también supone una alianza entre el pueblo y la élite.

El hombre masa, instrumento de la maquinaría violenta del Estado, actúa mediante la violencia, lo que está en directa consonancia con el terrorismo y el activismo de los movimientos totalitarios.
Según Ortega y Gasset el hombre masa es un hombre despreocupado, alterado y que se deja llevar. Ortega pone como ejemplo de hombre masa al hombre burgués. Para Hannah Arendt el hombre masa es “el burgués aislado de su propia clase, el individuo atomizado que es el resultado de la ruptura misma de la clase burguesa”

PROPAGANDA DEL TERROR

«La soledad, el terreno propio del terror, la esencia del gobierno totalitario, y para la ideología o la lógica, la preparación de ejecutores y víctimas, está estrechamente relacionadas con el desarraigo y la superfluidad que han sido el azote de las masas modernas desde el comienzo de la revolución industrial […] La soledad no es la vida solitaria […] La vida solitaria puede convertirse en soledad; esto sucede cuando yo mismo soy abandonado por mi propio yo. Los hombres solitarios siempre han experimentado el peligro de la soledad cuando ya no pueden hallar la gracia redentora de la compañía para salvarles de la dualidad, del equívoco y de la duda. […] Lo que prepara a los hombres para la dominación totalitaria en el mundo no totalitario es el hecho de que la soledad, antaño una experiencia liminal habitualmente sufrida en ciertas condiciones sociales marginales como la vejez, se ha convertido en una experiencia cotidiana de un número cada vez mayor de masas en nuestro siglo. El proceso implacable por el que el totalitarismo impulsa y organiza a las masas parece como un escape suicida a esta realidad.»

Los gobiernos totalitarios no gobiernan a través del miedo a la represalia sino a través del miedo a peligros internos o externos. Imbuir el miedo en una sociedad pasa por etapas desde las más crudas como lo es la máxima de Goebbles “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad” hasta el adoctrinamiento a través de los sistemas educativos (desde la existencia de una visión académica estándar que no acepta cuestionamientos y los descalifica a priori hasta la doctrinación desde las aulas) y comunales (como las juventudes hitlerianas o los pioneros soviéticos). Es esta promoción del miedo al otro, a lo desconocido, al diferente y a la pérdida de un nivel de vida lo que hace al totalitarismo un instrumento indeseable en la aplicación de una ideología dentro de una sociedad libre.

El terror totalitario no discrimina pues escoge a sus victimas sin importar las ideas o acciones que estas lleven a cabo, solo se rige mediante su propio interés de destruir ideologías de antaño, presentes y futuras para lograr que las masas terminen convencidos del nuevo paradigma, formando así un irónico hibrido pues la victima a futuro será verdugo.

Una de las herramientas para inducir este adoctrinamiento es la propaganda, la cual consiste en un aparato de fuerza impensable capaz de tener presencia en todo el territorio mediante dos herramientas: los súbditos adiestrados que ejercen publicidad, adiestran a los nuevos, delatan a los rebeldes y vuelven verdades las mentiras; y la misma publicidad del estado, dicese posters, programas de radio, máximas y una que otra dadiva populista para enmascarar la tiranía y aumentar la popularidad del líder.

En la mayoría de las bases los ejecutores del terror y los creadores de la propagando son los miembros del Partido, que en su mayoría es único y resulta ser un apéndice del mismo Estado, con vida propia al estilo Hegeliano, mas supeditado a la voluntad del líder: el Nazi a hitler, el bolchevique a Stalin, el comunista a Mao y el fascista a Mussolini.

Un solo hombre tiene dos ojos, el Partido tiene miles de ojos, un solo hombre tiene una sola hora, pero el Partido tienes muchas horas un solo hombre puede ser aniquilado, pero el Partido jamás, porque el es el que aniquila, el es el que está, el es el que vigila y es el que perdurara.

IDEOLOGÍA ORGÁNICA, APROPIADA Y AUTO IMPUESTO DEL TOTALITARISMO

“Ideología” es uno de los términos más disputados en el lenguaje político. En sus orígenes significó la ciencia de las ideas, sin embargo tal como ahora se emplea denota un sistema de creencias relacionadas con objetos políticos fundamentales, y además un sistema diseñado para influir sobre el curso de las acciones de quienes se encuentran dentro de sus esferas de influencia. El termino actual de ideología «ayuda a oscurecer o a volver aceptable algo que seria absurdo si observa en forma racional»

El totalitarismo no es una ideología, como tal no tiene ningún fundamento por el cual el Estado tenga que ejercer el poder contra sus ciudadanos perse. El poder siempre está al servicio de un objetivo, el poder que no se ejerce no se tiene, pero si se ejerce continuamente se pierde.

Desde que ha existido el totalitarismo ha existido un eterno debate entre la población que Octavio Paz denomino como la “inteligencia universal” sobre la existencia o no de una ideología propia de los regimenes totalitarios.
En lo personal comulgo con la tesis de que los regimenes totalitarios no cuentan con ideología propia, pues creo que mas bien son producto de la mutación de otras ideologías, según las condiciones necesarias para su supervivencia, que su ideología es reciclable y no concuerdan con ella directamente sino que la utilizan como el justificante ante las masas por lo cual puede cambiar dependiendo de las coyunturas históricas de cada momento.

Lo orgánica que resulta la ideología de los regimenes totalitarios se puede entender mediante la ecuación de la izquierda y derecha, es decir dos doctrinas opuestas por su naturaleza y símiles en sus extremos, históricamente se ha demostrado que tanto el comunismo de Marx fase máxima de la izquierda ha sido totalitaria, ya sea con Lenin, Stalin o Mao; el fascismo o extrema derecha influida por Nietszche en los Estados encabezados por Hitler o Mussolini han sido los regimenes totalitarios más voraces para la humanidad.

Para Hannah Arendt la ideología tenia poco que ver con las ideas en el totalitarismo, pues esta resulta ser un instrumento para la manipulación de la población, de modo que ayudara a consolidar el control de la elite gobernante.

Sin embargo también considero que muchos han sido los autores que han tenido influencia quizás directa o sobre todo indirecta, debido al mal entendimiento de los postulados y a la terca obsesión de encontrar un fundamento ideológico, capaz de justificar las acciones.

Una de las principales influencias, indirectas del totalitarismo fue Karl Marx, pues sus teorías sirvieron de base a Lenin quien lego su camino a Stalin y también sobre Mussolini y Hitler.

Es evidente que no se puede establecer una relación causal entre Marx y Stalin. No sería justo -no sólo por el sin sentido histórico que ello representaría- en la valoración intelectual de Marx, ni en el juicio sobre las responsabilidades directas de Stalin. Pero sí es posible señalar algunas ideas y actitudes teóricas de Marx que luego tendrían un sentido negativo una vez interpretadas de una manera específica en la historia del comunismo. He aquí algunas de estas ideas teóricas de Marx que influirán en los regimenes totalitarios posteriores: La metafísica de la fusión del "ser", el "conocer" y el "deber ser"; en la figura del comunismo mediante una visión maniquea de la historia y la realidad social.

La teleología y el determinismo históricos; fundamentados en la necesidad histórica, que a su vez son expresión de un determinismo económico que aunque contrapuesto a una teoría práctica juega el rol decisivo en la interpretación marxista de la historia y la sociedad
Por otro lado la teoría el mesianismo proletario influye en la idea de que Stalin se considera ese mesias.

La sobrestimación del antagonismo clasista, compulsión que debilita visiones reformistas y gradualistas en la consideración de los problemas sociales, y apuntala el dispositivo revolucionario y la confrontación violenta frente a estos.

La valoración de la clase social y de la especie por encima del individuo de carne y hueso.
Y finalmente la asunción de una racionalidad extrema "frente a la anarquía y el azar que dominan la sociedad capitalista", que provoca una actitud de control inadecuado de la sociedad y los individuos.

Estos elementos están presentes de una manera entrelazada en la obra de Marx. Algunas veces se enfatizan algunos, a veces otros. Pero todos ellos juegan un papel importante en la doctrina marxista reflejada sobre todo en el régimen totalitario de Joseph Stalin.

Una de las principales características sobre lo que se denomina ideología totalitaria es que el líder no se conforma con que su ideología no sea desafiada o pues en duda, sino que ese preocupa activamente por asegurar por todos los medios a su alcance que las masas crean en su ideología, o la reiteren en todas las ocasiones el mayor numero de veces posible y con la mayor frecuencia entendible. Incluso Lenin dice que una de las funciones del líder será la inyectar a las masas una conciencia externa, al mero estilo de la teoría de la aguja hipodérmica.

Esto lo han llevado a cabo todos los “lideres” de los Estados totalitarios mediante sus sistemas de propaganda, terror y represión, e incluso mediante la adulteración de la información previa a su llegada al poder de tal forma que se no quede huella del antiguo régimen para evitar la pronta comparación con el mismo por parte de los nuevos individuos victima de la imposición de ideas educativas. La anécdota más conocida sobre este tipo de acciones fue la denominada “revolución cultural” por parte del gobierno de Mao Tse Tung en donde se quemaron todos los libros escritos antes de la llegada del líder cuasi dios.

Friedrich Nietzsche fue un pensador cuya influencia en los regimenes totalitarios más sanguinarios fue tan notoria como extensa. Por ejemplo, el en así hablo Zaratustra exalta los mismos tipos humanos y las mismas virtudes que Hitler en sus discursos o condena los que ve como flaqueza humana con un feroz tono de disgusto como Mussolini lo hizo después.

“la piedad es la moral del rebaño humano” “los débiles y los bastardos deben ir al paredón. Este es el primer mandamiento de nuestro amor hacia el hombre”

También se podría citar la negación por parte del superhombre de Nietzsche de la libertad del Estado por escoger su dirección.

«El único propósito del Estado consiste en mantener en orden a la masa, algo inaplicable a quien tiene la voluntad de poder»

Sin embargo a pesar de la similitud entre postulados, es necesario mencionar que si el gran filosofo del siglo XX y los dictadores totalitarios del siglo XX hubieran concordado en tiempos y espacios (estuvieron a punto de hacerlo) habrían chocado pues Nietzsche habría rechazado por completo la visión totalitaria del lugar del individuo en la comunidad, al igual que el antisemitismo alemán y su nacionalismo.

La similitud radica en el mal entendimiento del superhombre de Nietzsche, pues este se refiere a un hombre con grandes cualidades éticas y morales mientras que Goebbels y demás teóricos del Nazismo manipulan el libro y le dan una interpretación biológica y racial, justificando así filosóficamente el racismo Nazi.

Otro filosofo que extrañamente ha influido bastante en la formación de la ideología del totalitarismo es Jean Jacob Rousseau, a pesar de ser considerado como un apasionado defensor de la libertad, al idear su Contrato Social victima de la pasión, estableció que “deben prohibirse las asociaciones seccionales para no impedir la expresión clara de la voluntad general” , y “el gobierno deberá imponerse por la fuerza una religión civil”

«El sistema totalitario con sus pretensiones toca al individuo casi a cada paso. Obviamente le toca con los guantes de la ideología. De ahí que en él la vida esté atravesada de una red de hipocresías y de mentiras: al poder de la burocracia se le llama poder del pueblo; a la clase obrera se la esclaviza en nombre de la clase obrera; la humillación total del hombre se contrabandea como su definitiva liberación; al aislamiento de las informaciones se le llama divulgación; a la manipulación autoritaria se la llama control público del poder y a la arbitrariedad, aplicación del ordenamiento jurídico; a la asfixia de la cultura se la llama desarrollo, a la práctica cada vez más difundida de la política imperialista se la difunde como la forma más alta de la libertad; a la farsa electoral como la forma más alta de democracia; a la prohibición de un pensamiento independiente, como la concepción más científica del mundo; a la ocupación, como ayuda fraterna. El poder es prisionero de sus propias mentiras y, por tanto, tiene que estar diciendo continuamente falsedades. Falsedades sobre el pasado. Falsedades sobre el presente y el futuro. Falsifica los datos estadísticos. Da a entender que no existe un aparato policiaco omnipotente y capaz de todo. Miente cuando dice que no persigue a nadie. Miente cuando dice que no tiene miedo. Miente cuando dice que no miente.» Vaclav Havel

Francis Fukuyama celebró el fin de la Historia y de las ideologías con la caída de la Unión Soviética; en ese entonces parecía que los regímenes en donde la posibilidad de que un Estado fuerte y totalitario apareciera pertenecía al pasado. Lejos en la Historia se encontraban la Alemania nazi, el fascismo italiano y el comunismo en la extinta URSS e incluso brotes como falangismo español parecieran haber sido cosa del pasado y una nueva era de paz, democracia, respeto a los derechos humanos en donde el progreso e integración económicos sería las constantes y principales características del Nuevo Orden Mundial; George Orwell había muerto y 1984 no era en nada semejante con 1991.

A pesar del optimismo y como siempre en la Historia cuando se pregona el triunfo de la razón, la naturaleza humana conspira y se hace presente en los acontecimientos mundiales: no pasó mucho tiempo para que los fantasmas del pasado se hicieran presentes en los Balcanes, en Suramérica. Nuevamente se escucharon términos como campos de concentración, genocidio y crímenes de lesa humanidad; de nuevo en nombre del socialismo se extinguieron democracias solidas como en Venezuela, otra vez Europa estaba en guerra.

En América Latina se vive lo que se vivió en la década de los ochenta en Checoslovaquia, el autoritarismo absolutista y las dictaduras de antaño vuelven a florecer. Para algunos expresiones locales de fascismo trasnochado y para otros ataques megalomaníacos de las élites en el poder. Cualquiera de las dos opciones reitero que el mundo no descansaría aun de este tipo de sistemas.

Si la edad del absolutismo está superada, si el nacionalismo cedió paso a la integración y globalización y el comunismo fracasó ante el capitalismo voraz entonces la sociedad actual se encuentra libre de los actos de Mao, de Hitler o de Stalin. No obstante la inquisición sobre el futuro del globo viene a mi mente, ¿realmente el mundo descansará de regimenes totalitarios, se respetarán sus derechos e ideas? ¿Triunfará la democracia ante la crisis que afronta debido a sus propios defectos?

Ante la inminente transformación de las sociedad universal en hombres masa representados ciegamente por líderes o pequeños caudillos y controlados propagandisticamente por los medios masivos de comunicación que hablan de democracia, libertad y expresión recibiendo línea de las esferas que detentan el poder; surge mi más profundo terror, ¿nos enfrentamos a la muerte del totalitarismo o estamos ante una evolución de un neo-totalitarismo que asegura su permanencia en el poder? ¿Será el fin de la historia o el comienzo de una nueva y quizás más trágica?



L’ homme est une creature de Dieu. L’Etat est une creation de l’homme. C’est pourquoi l’ Etat existe pour l’ homme, et non pas l’homme pour l’Etat.

Carlos Martín Ruiz Sosa

"Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante.. no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir"

Fernando Delgadillo

Dayana Duzoglou
dduzoglou@gmail.comEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

PASADO, PRESENTE Y FUTURO. EDDIE A. RAMÍREZ S.

Los presidentes del pasado reciente, 1959-1999, unos más, otros menos, efectuaron importantes aportes al país, pero no fueron buenos gobernantes. En algunos casos hubo actos arbitrarios y hasta violaciones a los derechos humanos como reacción, no justificable, al terrorismo de la guerrilla. A pesar de unos pocos lunares, esos gobiernos respetaron a las instituciones. Salvo los casos de Betancourt y de Leoni, todos los otros llegaron al poder como reacción a las frustraciones derivadas de la mala actuación de los presidentes anteriores. 

Unos fueron más austeros que otros en lo público y en lo privado. La principal falla de ese pasado fue la creación de un clientelismo político y el querer resolver los problemas con una visión centralista alrededor del petroestado. La consecuencia fue que no lograron reducir la pobreza, ni inculcar en la población una orientación al logro no dependiente de papá Estado. Curiosamente, Carlos Andrés Pérez, cuyo fallecimiento lamentamos, encarnó todo lo positivo y negativo de ese periodo. Aunque el balance de los 40 años mencionados tiende a ser ligeramente positivo, debemos entender que es antipolítico tratar de reivindicar ese pasado, ya que es posible ofrecer una mejor alternativa.

El presente es el resultado de los magros logros de gobiernos anteriores, de la crisis de los partidos políticos y de la apatía de nosotros los ciudadanos de a pie. Teorías tales como que no tendríamos la dictadura actual si no se hubiese destituido a CAP o si Caldera no hubiese indultado al golpista de ayer y de hoy, no tienen una sustentación válida. 
El sistema anterior se venía desplomando gradualmente y a Carlos Andrés le tocó en suerte capitalizar los errores del sistema. Fue destituido a pocos meses de finalizar su mandato, en un juicio político y con una sentencia injusta, para intentar paliar la crisis y evitar otra intentona militar o incluso otro Caracazo. Este distinguido venezolano enfrentó su proceso como un demócrata. En su vida demostró respeto por sus adversarios políticos y evidentemente no fue rencoroso. Todo lo contrario al teniente coronel dictador, quien insulta a quienes considera enemigos, los atropella y, más grave aún, todos los días viola la Constitución y pretende implantar un régimen comunista.

El futuro tenemos que visualizarlo con optimismo. A corto plazo tendremos dificultades por la radicalización del autócrata, pero a mediano plazo saldremos de esta dictadura. Gradualmente sus adeptos lo abandonarán ante sus locuras, ineptitudes y atropellos a la Constitución. El secreto está en no dejarse intimidar, interactuar con la población de menores recursos ofreciéndole una mejor alternativa y advirtiéndoles a las focas, especialmente a los jueces, que el tiempo se les acaba y que pueden enfrentar demandas personales o del Estado por los daños y perjuicios ocasionados a los ciudadanos. Las leyes "express" dictadas por los genuflexos diputados son inconstitucionales y como tal deben ser enfrentadas. Sí hay futuro, demos paso a la juventud.

Como en botica: Bravo por la Rectora Cecilia García Arocha, otros Rectores y estudiantes. Les deseamos lo mejor a nuestros Diputados. No es mago, ni sabio, pero el Día de Reyes las focas le preparan un homenaje a Hugo I El Lenguatón. El ciudadano Benavides aspira "ganar" los cuatro soles, pero de aquí al 2012 no le dan los tiempos. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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REGALO NAVIDEÑO. DEVALUACION. EDITORIAL. EL NACIONAL.04 DE ENERO DE 2011

Devaluación L a pérdida de 65% del valor de una moneda tiene solo un nombre: devaluación. Más aún si se trata de un tipo de cambio administrado y controlado por el Gobierno. Tal ha sido la suerte del mal llamado bolívar fuerte, que se debilitó aún más con el anuncio oficial del pasado 30 de diciembre.

Es cierto que se trata solamente de un segmento del mercado cambiario, pero es una parte muy importante porque por allí se canaliza 40% de las importaciones nacionales y la mayoría de los bienes considerados de primera necesidad, incluyendo los relacionados con la alimentación y la salud del grueso de la población.

La palabra "devaluación" es tan odiosa y trae tan malas evocaciones que el Gobierno prefirió evitarla y hablar más bien de "unificación cambiaria", basado en que lo que antes se compraba a Bs 2,60 por dólar ahora se importará a Bs 4,30 por dólar, que es la tasa de cambio establecida en la anterior devaluación de enero de 2010.

DEVALUACION
Existe una tercera tasa de cambio administrada, de Bs 5,30 por dólar, que tampoco se altera por ahora y un cuarto mercado, el innombrable, del que nada se sabe. Por la falta de información sobre este último, resulta imposible ponderar el tamaño de la devaluación anunciada para el bolívar fuerte en su conjunto. Pero con los elementos disponibles se puede conjeturar que la devaluación promedio se acerca a 30%.

Para la economía de un país que ostenta la tasa de inflación más alta del mundo, una devaluación de esas proporciones es devastadora por sus efectos sobre el alza de los precios. Pero, lamentablemente, era también algo inevitable como consecuencia de las políticas económicas irresponsables de los rojos rojitos. Lo peor es que, como esos errores no se han corregido ni se tiene la intención de hacerlo en el futuro próximo, fatalmente se padecerá otra devaluación dentro de algunos meses.

Si no falla la memoria, en 2010 hubo por primera vez en Venezuela dos devaluaciones en un mismo año. Con el alza de precios que desatará esta última, es posible que pronto se bata el nuevo record porque lo lógico es que se produzca lo que los economistas llaman una aceleración en la caída del valor de la moneda.

Lo alarmante del asunto son las consecuencias para los venezolanos, sobre todo para los estratos populares, porque el aumento de los bienes de primera necesidad significa más deterioro de sus ya precarias condiciones de vida. Con el agravante de que los posibles efectos positivos de una devaluación, como son los estímulos a la producción nacional, no se harán sentir porque el aparato productivo se encuentra destruido y porque ni aún con el menor valor del bolívar la industria y la agricultura serán competitivas.

De manera que las políticas económicas de los últimos años nos han metido en un callejón sin salida que nos lleva directo a la ruina si no se producen cambios fundamentales. Hacérnoslo saber fue el regalo de año nuevo del gobierno militar.

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RESISTENCIA DESDE NUEVO PARLAMENTO EN VENEZUELA. MERCEDES MONTERO

Con una demostración más de su talante dictatorial, Chávez volvió a desconocer la voluntad popular, al confiscarle un triunfo electoral a la oposición

El 26 de septiembre 2010, se llevaron a cabo las Elecciones Parlamentarias en Venezuela. Una  vez más las condiciones electorales que constituyen nuestros derechos políticos fueron confiscadas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) y lamentablemente aceptadas por la oposición sin reclamo alguno. Contra viento y marea, la oposición sacó mayor número de votos que el oficialismo, demostrando que el gobierno ha perdido la mayoría, de la que tanto se vanagloriaba; así como también la mayoría calificada que le permitiera manejar la Asamblea Nacional a su antojo.

Sin embargo debido a los cambios en los circuitos electorales, que fueron diseñados para que beneficiaran a los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, partido de gobierno), este no solo obtuvo más curules en la Asamblea Nacional, sino que también se dio al traste con los  principios de proporcionalidad y representatividad fundamentales en un sistema electoral justo y democrático.

Con una demostración más de su talante dictatorial, Chávez volvió a desconocer la voluntad popular, al confiscarle un triunfo electoral  a la oposición, tal y como lo hizo con el Referendo Abrogatorio de la Enmienda Constitucional, y cuando  sustrajo las competencias a los gobernadores y alcaldes de oposición que salieron electos por voto popular en las Elecciones Regionales del 2008, a fin de anularles las posibilidades de llevar a cabo una buena gestión, lo cual NO ha podido lograr a pesar de la mezquindad a la que condena a su propio pueblo, que a final de cuentas es a quien está castigando.

En esta oportunidad se hace necesario destacar las confiscaciones de aquel que no parece haber entendido el concepto de democracia participativa, de la que tanto cacarea, pero ha pisoteado con unas  acciones que contradicen su discurso.

1-      Al darse cuenta de su pérdida de poder, decidió radicalizar su revolución, que no es otra cosa que el castro comunismo que los venezolanos no queremos, e hizo aprobar sin discusión, ni análisis, simplemente los diputados se limitaban a aprobar alzando la mano y en tiempo record 27 leyes confiscatorias de derechos ciudadanos fundamentales en el período comprendido entre Octubre 2010 y 5 de enero 2011, cuando la nueva Asamblea Nacional asuma su gestión.

2-      Con la excusa de los estragos causados por las lluvias solicitó una Ley Habilitante (la 4ta desde que está en el gobierno) que le permitiera legislar por un período de un año. La Asamblea Nacional obediente al mandatario, le concedió graciosamente no 12 sino 18 meses para legislar a su libre albedrío. Con esta acción y la anterior confiscó el trabajo de los nuevos diputados y tiró en el pipote de la basura a la democracia participativa y protagónica con la que se hace propaganda internacionalmente.
3-      Fue aprobada una Ley conocida como “anti talanquera”, con la cual se prohíbe y se penaliza con inhabilitación a aquellos diputados que por convicción cambien de forma de pensar y voten por propuestas contrarias a las del partido por el cual fueron votados en las elecciones. Es decir quedan prohibidas las libertades de pensamiento, expresión, opinión y elección.

4-      La Asamblea actual votó un nuevo Reglamento Interno que  limita la participación de los diputados en las discusiones parlamentarias. Se disminuyen al máximo  las sesiones plenarias, es decir se les coloca una mordaza a los diputados.

5-      Los presos políticos que salieron electos diputados por votación popular están siendo sometidos a juicios expresos, para poder inhabilitarlos políticamente y quitarles la inmunidad parlamentaria. En cuanto a José Sánchez "Mazuco" en un juicio sin precedentes, el día 22 de diciembre a las 12.35 de la madrugada entre oscuridad y tiniebla, tras un  juicio político  lleno de irregularidades y vicios constitucionales y procesales sin precedente en la historia judicial venezolana fue “brutalmente condenado a 19 años de prisión”. En el caso de Biagio Pilieri, una medida judicial  negó su traslado a Caracas para asistir a juramentación en la AN.

6-      Por último los diputados del oficialismo le comunicarán y consultarán con Chávez todo lo que sea sometido a discusión en la Asamblea Nacional. ¿Independencia de poderes? ¿Dónde? ¿En Venezuela?
Diputados electos asumen nuevo parlamento en Venezuela este miércoles 5 de enero de 2010. Afortunadamente los diputados de la oposición parecen estar decididos a luchar por la democracia, en defensa de la pluralidad, a cumplir con el mandato popular de lograr leyes justas y revocar aquellas con las que se han confiscado los derechos de los venezolanos.

mechemon99@yahoo.co.uk

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