"Todos somos iguales, pero habemos unos más Iguales que otros." George Orwell
El teórico Carl J. Friedrich plantea la existencia de cinco aspectos o factores que en su opinión se presentan en los regimenes totalitarios, en su mayoría casi extintos: Una ideología oficial, un solo partido de masas conducido por un solo hombre, un monopolio del control de las armas de defensa y a ataque, control de los medios de comunicación masiva y un sistema de control policiaco de terror ya sea físico o psicológico.
Muchas han sido las formas de Estado recurrentes en el mundo a través de la historia, sin embargo uno de las más criticadas ha sido el Estado conocido como totalitario, el cuál puede abarcar varios nombres, ya sea autoritarismo, dictadura o incluso confundido con el fascismo. Sin embargo es poca la información concisa que se tiene sobre el tema, se conocen al por mayor las atrocidades que ha cometido, las vejaciones a las libertades y derechos básicos del hombre promulgados por los ideólogos norteamericanos en su declaración de independencia, universalizado por los franceses en su revolución y reafirmado por Mill en su clásico Sobre la libertad, mas poca es la información referente a la ideología si es que estos sistemas o regimenes la tienen, acerca de las similitudes entre diversos estados totalitarios en tiempos y espacios diferentes y sobre todo que es lo que lleva a los lideres a engendrar en su propia persona algo mas allá de la mortalidad, auto venerarse y reprimir a aquellos que no los veneren, y finalmente sobre las cuestiones de desarrollo político económico y social de estos estados.
¿Qué hace que surja un Estado totalitario? ¿Por qué perdura y qué lo hace estable? Estas preguntas no tienen respuesta satisfactoria si caracterizamos al dictador como alguien obsesionado por el orden, tal y como es común en las películas de Hollywood; sin embargo, siempre hay un elemento de orden y seguridad que forma parte del totalitarismo. Tampoco podemos explicarlo a través del deseo de oprimir y sojuzgar indiscriminadamente, pero existe opresión y censura. Entonces, ¿cómo se puede explicar el totalitarismo?
DEFINICIONES DEL TOTALITARISMO
Andrés Serra Rojas define al totalitarismo como:
Régimen político; no democrático cuya esencia radica en la posibilidad de que el Estado logre un control total, no solo de las actitudes y actividades de los individuos sino también de sus voliciones y pensamientos, mediante el sometimiento por el temor y el terror.
Por otro lado Leobardo Juárez lo define como:
El totalitarismo es el tipo de organización sociopolítico y jurídico caracterizado porque el Estado extiende sus esferas de intervención en todos los estratos de la vida pública y tiende a “reglamentar y condicionar” la mayor parte de las conductas humanas.
Mientras que Federico Arriola plantea que:
Los Estados totalitarios han sido monstruos generados por la decadencia moral de la sociedad
La palabra totalitario parece haberse originado en Italia, siendo Benito Mussolini el primero en utilizarla durante un discurso del partido fascista, más no fue este el creador de la palabra pues antes Giovanni Gentile se había referido a la feroz voluntad totalitaria.
La relativa novedad de este termino demuestra la juventud de este sistema o régimen de Estado, pues la palabra totalitarismo adquirió valor hasta la década de los treintas del siglo pasado, justo cuando estaban en el poder los personajes clave que han ejercido el papel de cabeza de estado en los mas grandes regimenes totalitarios, Mussolini en Italia con el fascismo, Hitler en Alemania con el Nazismo, Stalin en la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas
TOTALITARISMO Y AUTORITARISMO:
Una cuestión inherente al tratar este tema es la común confusión entre autoritarismo y totalitarismo pues la razón de la confusión está en que ambos abusan con la autoridad, lo que es decir que ignoran derechos legítimos de los gobernados y se exceden en el uso del poder para su gestión de gobierno. Esto es característico en los dos sistemas, pero el totalitarismo va mucho más allá que el autoritarismo. En el totalitarismo, no sólo hay exceso en el uso del poder, sino que se va al total acorralamiento de la persona por el control y la manipulación de todas sus necesidades y urgencias de vida a fin de forzar su incorporación a la corriente socio política que el régimen impone. El autoritarismo acepta que los ciudadanos sean políticamente neutrales, pero en el totalitarismo no se reconoce derecho a la neutralidad, se exige el apoyo. El autoritarismo define a un dictador, mientras el totalitarismo implica un tirano.
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Analógicamente, un representante de un Estado autoritario fue Luís XIV con su famoso “l’ Etat c’est moi” pues aunque detento autoritarismo en los ámbitos políticos de Francia jamás intervino en los no políticos como la religión, la familia, o las costumbres de la sociedad.
Si “el Estado soy yo” es para el absolutismo, para el totalitarismo basado en un juego de palabras seria “El Estado es mio”.
La diferencia entre ellos según Franz Neumann es de carácter cualitativo no cuantitativo
HOBBES: ¿AUTORITARISMO O TOTALITARISMO?
Partiendo de que la ideología de Hobbes podría ser considerada de corte absolutista ya que distinguía entre el poder estatal legitimo y la fuerza brutal, sin embargo el soberano legitimo de Hobbes detenta un sin fin de poderes que lo vuelven absolutista, mas no totalitario pues el súbdito conserva su libertad en todos los casos en que la ley lo respalde, mientras que para el totalitarismo no existe esfera alguna que en la que no pueda intervenir el soberano.
Por otro lado, Hobbes en su De Cive concede el derecho a la desobediencia cuando el soberano ordene actos que ofendan a Dios y en el Leviatán permite la desobediencia cuando el acto ordenado por el soberano frustre el fin para el que se establecían la soberanía; por lo cual resulta absurdo pensar que un gobierno totalitario se basara en un ideólogo que plantea la desobediencia como permitida, pues el totalitarismo jamás tolerará la desobediencia sin importar el motivo por el que se de.
“la falta de expresión no podía considerarse como desafío en el Estado absolutista, pero en totalitarismo representaba el ataque cobarde y simulado contra todos… libertad de palabra implica libertad de silencio, y esto es también rehusado por el régimen totalitario”
Respecto a si el autoritarismo contribuye a establecer el significado del totalitarismo, está claro que todo sistema totalitario también es autoritario, pero lo inverso no es verdad.
TOTALITARISMO Y DICTADURA
A su vez es necesaria la separación del concepto de totalitarismo con otro concepto altamente similar y confundible: la Dictadura.
La diferencia mas clara entre ambos es que a diferencia del totalitarismo, las dictaduras no tratan de cambiar la sociedad, no se sustentan en el apoyo de las masas y no aclaman una ideología.
TOTALITARISMO VERSUS DEMOCRACIA
Por otro lado, un régimen autoritario entra en lucha directa con uno democrático, como Serra Rojas lo llama «enemigo de la democracia» debido a que representan completamente lo opuesto, mientras en la democracia el poder surge de la decisión de las mayorías, con un respaldo legal y jurídico, el totalitarismo detenta el poder mediante la voluntad de un solo hombre o en ocasiones partido y no es reconocido legal ni jurídicamente según el derecho moderno, aunque se pueden utilizar recursos legaloides para semejar el respaldo legal y disminuir las criticas.
A su vez, para el totalitarismo el poder es posesión absoluta del país y de la ciudadanía, por lo que se yergue sobre los ciudadanos y les reclama el sacrificio de todos sus derechos humanos mientras que para la democracia el poder es sólo un servicio al país y a la ciudadanía, que se ejerce a través de un poder temporal delegado y que está comprometido con el respeto y defensa de los derechos humanos.
Otra notoria diferencia es que en el régimen totalitario el poder es detentado por el poder ejecutivo que no esta supeditado a ningún otro poder, porqué en la mayoría de los casos no existe, mientras que en la democracia existe la división y corresponsabilidad de poderes, donde ninguno es superior al otro.
También, en el totalitarismo el gobernante puede ejercer el poder de forma ilimitada y las veces que le plazcan mientras que en la democracia el gobierno se ejerce por un lapso determinado y esta sujeto a las leyes la opción de reelección.
Otra diferencia entre estos dos sistemas que sin lugar a duda son los más opuestos y los que en su totalidad gobiernan a más personas es que en el totalitarismo se reprime toda acción individual del ser humano mientras que en la democracia se trata de fomentar la colectividad.
SEGÚN SALVADOR E. SUBIRÁ
El totalitarismo es regresivo a etapas primarias del desarrollo social humano, mientras la democracia, en todas sus formas, es el mejor resultado de la larga experiencia social humana.
A pesar de ser tan diferentes ambos sistemas existe una relación inalienable entre ellos, pues partiendo de que el totalitarismo proviene de la negación hacia lo existente y que esto en su mayoría son democracias, se puede afirmar que el totalitarismo es producto de una transición entre sistemas, mientras que el regreso de la democracia se debe al comprobado fracaso de los regímenes totalitarios.
Sin embargo resulta mas fácil el transe al totalitarismo que el regreso a la democracia, pues a pesar de que ambos casos son consecuencias inmediatas del fracaso del sistema anterior, el totalitarismo tiene como mira el destruir el viejo sistema, su historia y cualquier afiche relacionado con el mientras la democracia pretende construir, y es bien sabido tanto por teoría como por practica que resulta mas fácil destruir que crear, además es difícil que un gobernante autoritario suelte el poder, pues es esta su herramienta principal y su propia razón de ser.
ARQUEOLOGÍA DEL TOTALITARISMO
El totalitarismo se define y justifica a sí mismo con apelaciones a valores y emociones sociales profundas que legitimen su advenimiento irregular. En países de larga historia y población homogénea lo han realizado por la exaltación de la raza. En países de atrasado desarrollo social lo han hecho como reivindicación de las clases explotadas y para la instauración de una utopía igualitaria. En países pequeños, de más reciente origen y con diversidad racial, se han declarado herederos históricos y fieles representantes de los ideales que motivaron a los fundadores de sus respectivos países, y ser luchadores para el logro de una soberanía total y definitiva.
Dentro del Estado totalitario más que en ningún otro hay que ejercer el poder. En el Estado moderno ese poder dimana del pueblo, ya no hay absolutismo divino, todo poder que se ejerce tiene que tener cierta legitimación popular. No se puede explicar el totalitarismo como la sola existencia de un gobierno despótico, en Rusia el despotismo de los Romanov se enfrentó a una guerra civil y por un tiempo fue sustituido exitosamente por un Estado estable. El Estado totalitario requiere de condiciones para ser estable, un Estado hobbesiano enloquecido que ejerce la violencia indiscriminada en contra su propio pueblo sólo puede devenir en guerra civil. Es entonces una represión enfocada hacia elementos disidentes, la cual es eficiente y costo efectiva lo que puede mantener la estabilidad dentro de una sociedad totalitaria; de ahí la recurrencia de frases como “los normales no tienen nada que temer”.
El teórico Carl J. Friedrich plantea la existencia de cinco aspectos o factores que en su opinión se presentan en los regimenes totalitarios, en su mayoría casi extintos: una ideología oficial, un solo partido de masas conducido por un solo hombre, un monopolio del control de las armas de defensa y a ataque, control de los medios de comunicación masiva y un sistema de control policiaco de terror ya sea físico o psicológico.
Algunos otros autores como Shapiro difieren un poco de esta teoría del “síndrome de los cinco puntos” pues añaden la idea de control de todas las organizaciones, incluidas las económicas.
PARA HANNAH ARENDT LOS RASGOS BÁSICOS DE TODO RÉGIMEN TOTALITARIO SON:
1. El Estado tiende a regimentar la totalidad de las relaciones sociales.
2. Es el Estado quien controla la mayoría posible todos los aspectos de la vida individual.
3. El Estado ostenta rango preeminente, tanto en el plano axiológico y en la efectiva organización de la vida en sociedad, sobre todo cuanto concierne a la existencia de cada individuo.
Al servicio de esta estructura totalitaria básica, se ha hecho notar que el Estado maneja una serie de medios típicos que pueden clasificarse en dos rubros: los Medios negativos que son aquello que a los individuos se les prohíbe específicamente e incluye las libertades de conciencia, expresión, información, educación, políticas, de asociación, de participación independiente individual y grupal en la formación de la voluntad estatal, económicas, de propiedad individual, producción y comercio.
Mientras que los Medios positivos son lo que el régimen hace específicamente para imponerse como tal. Este es el caso del Partido único en cuyo frente hay un jefe con poderes prácticamente ilimitados o en todo caso, formidablemente amplios y él mismo constituye también la máxima autoridad; la idea de una economía centralizada, una ideología oficial con alcance de cosmovisión social global y globalizadora impuesta de manera incondicional y coercitiva para la totalidad de la población en el territorio sometido a la soberanía estatal y una organización policial aterrorizante, con el objeto de asegurar la efectividad de todos los restantes medios tanto los negativos como los positivos.
Por otro lado, para Subira toda fundación totalitaria requiere de cuatro factores que la hacen posible, y son: la existencia de una crisis en la democracia, la aparición de un caudillo carismático, la oportunidad de una coyuntura histórica y el ideal de una utopía.
¿SUPERHOMBRE? ANATOMÍA DE LOS LÍDERES TOTALITARIOS
Todo régimen totalitario necesita de un hombre especial como motor de su movimiento, como la careta de su sistema y como la máscara hermosa delante del terror; pensadores como Shapiro lo llaman líder, Subira lo denomina caudillo, Weber carismático, en fin un hombre capaz de reunir una excelente oratoria, mantener un alto nivel de retórica, contar con una maquinaria propagandística, un dominio de las masas y sobre todo parecer ser un hombre con cualidades suprahumanas, un enviado de los dioses a la tierra, la reencarnación de estos o incluso el mismo “superhombre “ de Nietzsche.
Suponiendo que todos los elementos característicos del totalitarismo están basados en la propia prueba de la historia y su inminente repetición, se puede sustentar esta idea sobre las características que definen a los lideres carismáticos totalitarios mediante la comparación con los más grandes y terriblemente famosos totalitarios del siglo XX: Hitler, Mussolini y Stalin.
Empezando por el menos capaz (en términos de mantenimiento totalitario del poder) Mussolini fue un hombre experto en el arte de la oratoria y la convicción, mediante partido fascista el autonombrado Duce logró el poder con el sustento legitimizador de las masas e incluso del rey Víctor Manuel II. También solía comentar que jamás existiría otro Duce, muestra evidente de que el mismo se consideraba indispensable tanto para el régimen, como para el Estado y para Italia en general.
Por otro lado, Hitler reconocido fatídicamente como el mayor líder de todos los tiempos logro su liderazgo mediante la usufructuación de su carisma y posteriormente creó un aparato propagandístico impresionante que sustentaba cualquier acción encabezada por el mítico líder, logrando así que la mayoría de las masas apoyara ciegamente el movimiento Nazi y gritara frenéticamente el nombre de su líder mientras este internado en los confines de sus innumerables bunkers decía: “no me importa que mi pueblo sufra. No derramare una sola lágrima por él. No merece nada mejor”.
Finalmente Stalin, el proletario que se volvió burgués y que convirtió a la dictadura del proletariado en su propio imperio, fue el más fiel reflejo de las características antes mencionadas, quizás se deba a que duró más tiempo en el poder y resultó ser el más excéntrico de todos.
A pesar de que Stalin no llegó al poder mediante un golpe de estado como los casos previos, heredó un Estado internándose en el autoritarismo de Lenin, que con el toque de Stalin no fue gran trabajo pasar la frontera del autoritarismo y llevarlo al totalitarismo.
Su maquinaria de respaldo fue inmensa, la KGB eliminó cualquier pálido intento de sublevación (al igual que la SS en Alemania y las camisas blancas y las falanges en Italia), su aparato propagandístico fue desastrosamente extenso hasta llegar a tal punto de transcribir la historia, tal como lo satiriza Eric Arthur Blair mejor conocido como George Orwell en su celebre obra 1984 con el Gran Hermano y el Ministerio de la Verdad; y sobre todo fomento un culto a su propia imagen mediante la creación de estatuas suyas en cada lugar y la creación de una ciudad con su nombre: Stalingrado.
“no se que van a hacer ustedes cuando yo me vaya, quien será el sucesor si todos son unos pobres ciegos gatitos” (en una platica con Nikita Jrushev quién fue su sucesor al mando de la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas).
LIDERAZGO SOBRE LOS HOMBRES MASA
Ortega y Gasset filósofo madrileño autor de La rebelión de las masas plantea que «el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho a la vulgaridad y lo impone dondequiera (...). La masa arroya todo lo diferente, egregio e individual. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo corre el riesgo de ser eliminado. Todo el mundo era la unidad compleja de masa y minorías especiales. Ahora todo el mundo es masa.»
Según el autor, la transición de la sociedad a las masas se dio debido a que este transformó las ideas sobre la igualdad de antaño, es decir del concepto de igualdad lo convirtió a igualitarismo olvidando que los únicos aspectos donde el hombre es igual son el jurídico y el polito.
Plantea que debido a esta trasgresión a su propia naturaleza y pasado la democracia liberal de Locke, Mill o Tocqueville se acerco al totalitarismo al cual define como democracia morbosa debido al nivel de decadencia al que llego la sociedad (hoy masa).
El líder totalitario es el funcionario de las masas, el que las conduce, lo que también supone una alianza entre el pueblo y la élite.
El hombre masa, instrumento de la maquinaría violenta del Estado, actúa mediante la violencia, lo que está en directa consonancia con el terrorismo y el activismo de los movimientos totalitarios.
Según Ortega y Gasset el hombre masa es un hombre despreocupado, alterado y que se deja llevar. Ortega pone como ejemplo de hombre masa al hombre burgués. Para Hannah Arendt el hombre masa es “el burgués aislado de su propia clase, el individuo atomizado que es el resultado de la ruptura misma de la clase burguesa”
PROPAGANDA DEL TERROR
«La soledad, el terreno propio del terror, la esencia del gobierno totalitario, y para la ideología o la lógica, la preparación de ejecutores y víctimas, está estrechamente relacionadas con el desarraigo y la superfluidad que han sido el azote de las masas modernas desde el comienzo de la revolución industrial […] La soledad no es la vida solitaria […] La vida solitaria puede convertirse en soledad; esto sucede cuando yo mismo soy abandonado por mi propio yo. Los hombres solitarios siempre han experimentado el peligro de la soledad cuando ya no pueden hallar la gracia redentora de la compañía para salvarles de la dualidad, del equívoco y de la duda. […] Lo que prepara a los hombres para la dominación totalitaria en el mundo no totalitario es el hecho de que la soledad, antaño una experiencia liminal habitualmente sufrida en ciertas condiciones sociales marginales como la vejez, se ha convertido en una experiencia cotidiana de un número cada vez mayor de masas en nuestro siglo. El proceso implacable por el que el totalitarismo impulsa y organiza a las masas parece como un escape suicida a esta realidad.»
Los gobiernos totalitarios no gobiernan a través del miedo a la represalia sino a través del miedo a peligros internos o externos. Imbuir el miedo en una sociedad pasa por etapas desde las más crudas como lo es la máxima de Goebbles “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad” hasta el adoctrinamiento a través de los sistemas educativos (desde la existencia de una visión académica estándar que no acepta cuestionamientos y los descalifica a priori hasta la doctrinación desde las aulas) y comunales (como las juventudes hitlerianas o los pioneros soviéticos). Es esta promoción del miedo al otro, a lo desconocido, al diferente y a la pérdida de un nivel de vida lo que hace al totalitarismo un instrumento indeseable en la aplicación de una ideología dentro de una sociedad libre.
El terror totalitario no discrimina pues escoge a sus victimas sin importar las ideas o acciones que estas lleven a cabo, solo se rige mediante su propio interés de destruir ideologías de antaño, presentes y futuras para lograr que las masas terminen convencidos del nuevo paradigma, formando así un irónico hibrido pues la victima a futuro será verdugo.
Una de las herramientas para inducir este adoctrinamiento es la propaganda, la cual consiste en un aparato de fuerza impensable capaz de tener presencia en todo el territorio mediante dos herramientas: los súbditos adiestrados que ejercen publicidad, adiestran a los nuevos, delatan a los rebeldes y vuelven verdades las mentiras; y la misma publicidad del estado, dicese posters, programas de radio, máximas y una que otra dadiva populista para enmascarar la tiranía y aumentar la popularidad del líder.
En la mayoría de las bases los ejecutores del terror y los creadores de la propagando son los miembros del Partido, que en su mayoría es único y resulta ser un apéndice del mismo Estado, con vida propia al estilo Hegeliano, mas supeditado a la voluntad del líder: el Nazi a hitler, el bolchevique a Stalin, el comunista a Mao y el fascista a Mussolini.
Un solo hombre tiene dos ojos, el Partido tiene miles de ojos, un solo hombre tiene una sola hora, pero el Partido tienes muchas horas un solo hombre puede ser aniquilado, pero el Partido jamás, porque el es el que aniquila, el es el que está, el es el que vigila y es el que perdurara.
IDEOLOGÍA ORGÁNICA, APROPIADA Y AUTO IMPUESTO DEL TOTALITARISMO
“Ideología” es uno de los términos más disputados en el lenguaje político. En sus orígenes significó la ciencia de las ideas, sin embargo tal como ahora se emplea denota un sistema de creencias relacionadas con objetos políticos fundamentales, y además un sistema diseñado para influir sobre el curso de las acciones de quienes se encuentran dentro de sus esferas de influencia. El termino actual de ideología «ayuda a oscurecer o a volver aceptable algo que seria absurdo si observa en forma racional»
El totalitarismo no es una ideología, como tal no tiene ningún fundamento por el cual el Estado tenga que ejercer el poder contra sus ciudadanos perse. El poder siempre está al servicio de un objetivo, el poder que no se ejerce no se tiene, pero si se ejerce continuamente se pierde.
Desde que ha existido el totalitarismo ha existido un eterno debate entre la población que Octavio Paz denomino como la “inteligencia universal” sobre la existencia o no de una ideología propia de los regimenes totalitarios.
En lo personal comulgo con la tesis de que los regimenes totalitarios no cuentan con ideología propia, pues creo que mas bien son producto de la mutación de otras ideologías, según las condiciones necesarias para su supervivencia, que su ideología es reciclable y no concuerdan con ella directamente sino que la utilizan como el justificante ante las masas por lo cual puede cambiar dependiendo de las coyunturas históricas de cada momento.
Lo orgánica que resulta la ideología de los regimenes totalitarios se puede entender mediante la ecuación de la izquierda y derecha, es decir dos doctrinas opuestas por su naturaleza y símiles en sus extremos, históricamente se ha demostrado que tanto el comunismo de Marx fase máxima de la izquierda ha sido totalitaria, ya sea con Lenin, Stalin o Mao; el fascismo o extrema derecha influida por Nietszche en los Estados encabezados por Hitler o Mussolini han sido los regimenes totalitarios más voraces para la humanidad.
Para Hannah Arendt la ideología tenia poco que ver con las ideas en el totalitarismo, pues esta resulta ser un instrumento para la manipulación de la población, de modo que ayudara a consolidar el control de la elite gobernante.
Sin embargo también considero que muchos han sido los autores que han tenido influencia quizás directa o sobre todo indirecta, debido al mal entendimiento de los postulados y a la terca obsesión de encontrar un fundamento ideológico, capaz de justificar las acciones.
Una de las principales influencias, indirectas del totalitarismo fue Karl Marx, pues sus teorías sirvieron de base a Lenin quien lego su camino a Stalin y también sobre Mussolini y Hitler.
Es evidente que no se puede establecer una relación causal entre Marx y Stalin. No sería justo -no sólo por el sin sentido histórico que ello representaría- en la valoración intelectual de Marx, ni en el juicio sobre las responsabilidades directas de Stalin. Pero sí es posible señalar algunas ideas y actitudes teóricas de Marx que luego tendrían un sentido negativo una vez interpretadas de una manera específica en la historia del comunismo. He aquí algunas de estas ideas teóricas de Marx que influirán en los regimenes totalitarios posteriores: La metafísica de la fusión del "ser", el "conocer" y el "deber ser"; en la figura del comunismo mediante una visión maniquea de la historia y la realidad social.
La teleología y el determinismo históricos; fundamentados en la necesidad histórica, que a su vez son expresión de un determinismo económico que aunque contrapuesto a una teoría práctica juega el rol decisivo en la interpretación marxista de la historia y la sociedad
Por otro lado la teoría el mesianismo proletario influye en la idea de que Stalin se considera ese mesias.
La sobrestimación del antagonismo clasista, compulsión que debilita visiones reformistas y gradualistas en la consideración de los problemas sociales, y apuntala el dispositivo revolucionario y la confrontación violenta frente a estos.
La valoración de la clase social y de la especie por encima del individuo de carne y hueso.
Y finalmente la asunción de una racionalidad extrema "frente a la anarquía y el azar que dominan la sociedad capitalista", que provoca una actitud de control inadecuado de la sociedad y los individuos.
Estos elementos están presentes de una manera entrelazada en la obra de Marx. Algunas veces se enfatizan algunos, a veces otros. Pero todos ellos juegan un papel importante en la doctrina marxista reflejada sobre todo en el régimen totalitario de Joseph Stalin.
Una de las principales características sobre lo que se denomina ideología totalitaria es que el líder no se conforma con que su ideología no sea desafiada o pues en duda, sino que ese preocupa activamente por asegurar por todos los medios a su alcance que las masas crean en su ideología, o la reiteren en todas las ocasiones el mayor numero de veces posible y con la mayor frecuencia entendible. Incluso Lenin dice que una de las funciones del líder será la inyectar a las masas una conciencia externa, al mero estilo de la teoría de la aguja hipodérmica.
Esto lo han llevado a cabo todos los “lideres” de los Estados totalitarios mediante sus sistemas de propaganda, terror y represión, e incluso mediante la adulteración de la información previa a su llegada al poder de tal forma que se no quede huella del antiguo régimen para evitar la pronta comparación con el mismo por parte de los nuevos individuos victima de la imposición de ideas educativas. La anécdota más conocida sobre este tipo de acciones fue la denominada “revolución cultural” por parte del gobierno de Mao Tse Tung en donde se quemaron todos los libros escritos antes de la llegada del líder cuasi dios.
Friedrich Nietzsche fue un pensador cuya influencia en los regimenes totalitarios más sanguinarios fue tan notoria como extensa. Por ejemplo, el en así hablo Zaratustra exalta los mismos tipos humanos y las mismas virtudes que Hitler en sus discursos o condena los que ve como flaqueza humana con un feroz tono de disgusto como Mussolini lo hizo después.
“la piedad es la moral del rebaño humano” “los débiles y los bastardos deben ir al paredón. Este es el primer mandamiento de nuestro amor hacia el hombre”
También se podría citar la negación por parte del superhombre de Nietzsche de la libertad del Estado por escoger su dirección.
«El único propósito del Estado consiste en mantener en orden a la masa, algo inaplicable a quien tiene la voluntad de poder»
Sin embargo a pesar de la similitud entre postulados, es necesario mencionar que si el gran filosofo del siglo XX y los dictadores totalitarios del siglo XX hubieran concordado en tiempos y espacios (estuvieron a punto de hacerlo) habrían chocado pues Nietzsche habría rechazado por completo la visión totalitaria del lugar del individuo en la comunidad, al igual que el antisemitismo alemán y su nacionalismo.
La similitud radica en el mal entendimiento del superhombre de Nietzsche, pues este se refiere a un hombre con grandes cualidades éticas y morales mientras que Goebbels y demás teóricos del Nazismo manipulan el libro y le dan una interpretación biológica y racial, justificando así filosóficamente el racismo Nazi.
Otro filosofo que extrañamente ha influido bastante en la formación de la ideología del totalitarismo es Jean Jacob Rousseau, a pesar de ser considerado como un apasionado defensor de la libertad, al idear su Contrato Social victima de la pasión, estableció que “deben prohibirse las asociaciones seccionales para no impedir la expresión clara de la voluntad general” , y “el gobierno deberá imponerse por la fuerza una religión civil”
«El sistema totalitario con sus pretensiones toca al individuo casi a cada paso. Obviamente le toca con los guantes de la ideología. De ahí que en él la vida esté atravesada de una red de hipocresías y de mentiras: al poder de la burocracia se le llama poder del pueblo; a la clase obrera se la esclaviza en nombre de la clase obrera; la humillación total del hombre se contrabandea como su definitiva liberación; al aislamiento de las informaciones se le llama divulgación; a la manipulación autoritaria se la llama control público del poder y a la arbitrariedad, aplicación del ordenamiento jurídico; a la asfixia de la cultura se la llama desarrollo, a la práctica cada vez más difundida de la política imperialista se la difunde como la forma más alta de la libertad; a la farsa electoral como la forma más alta de democracia; a la prohibición de un pensamiento independiente, como la concepción más científica del mundo; a la ocupación, como ayuda fraterna. El poder es prisionero de sus propias mentiras y, por tanto, tiene que estar diciendo continuamente falsedades. Falsedades sobre el pasado. Falsedades sobre el presente y el futuro. Falsifica los datos estadísticos. Da a entender que no existe un aparato policiaco omnipotente y capaz de todo. Miente cuando dice que no persigue a nadie. Miente cuando dice que no tiene miedo. Miente cuando dice que no miente.» Vaclav Havel
Francis Fukuyama celebró el fin de la Historia y de las ideologías con la caída de la Unión Soviética; en ese entonces parecía que los regímenes en donde la posibilidad de que un Estado fuerte y totalitario apareciera pertenecía al pasado. Lejos en la Historia se encontraban la Alemania nazi, el fascismo italiano y el comunismo en la extinta URSS e incluso brotes como falangismo español parecieran haber sido cosa del pasado y una nueva era de paz, democracia, respeto a los derechos humanos en donde el progreso e integración económicos sería las constantes y principales características del Nuevo Orden Mundial; George Orwell había muerto y 1984 no era en nada semejante con 1991.
A pesar del optimismo y como siempre en la Historia cuando se pregona el triunfo de la razón, la naturaleza humana conspira y se hace presente en los acontecimientos mundiales: no pasó mucho tiempo para que los fantasmas del pasado se hicieran presentes en los Balcanes, en Suramérica. Nuevamente se escucharon términos como campos de concentración, genocidio y crímenes de lesa humanidad; de nuevo en nombre del socialismo se extinguieron democracias solidas como en Venezuela, otra vez Europa estaba en guerra.
En América Latina se vive lo que se vivió en la década de los ochenta en Checoslovaquia, el autoritarismo absolutista y las dictaduras de antaño vuelven a florecer. Para algunos expresiones locales de fascismo trasnochado y para otros ataques megalomaníacos de las élites en el poder. Cualquiera de las dos opciones reitero que el mundo no descansaría aun de este tipo de sistemas.
Si la edad del absolutismo está superada, si el nacionalismo cedió paso a la integración y globalización y el comunismo fracasó ante el capitalismo voraz entonces la sociedad actual se encuentra libre de los actos de Mao, de Hitler o de Stalin. No obstante la inquisición sobre el futuro del globo viene a mi mente, ¿realmente el mundo descansará de regimenes totalitarios, se respetarán sus derechos e ideas? ¿Triunfará la democracia ante la crisis que afronta debido a sus propios defectos?
Ante la inminente transformación de las sociedad universal en hombres masa representados ciegamente por líderes o pequeños caudillos y controlados propagandisticamente por los medios masivos de comunicación que hablan de democracia, libertad y expresión recibiendo línea de las esferas que detentan el poder; surge mi más profundo terror, ¿nos enfrentamos a la muerte del totalitarismo o estamos ante una evolución de un neo-totalitarismo que asegura su permanencia en el poder? ¿Será el fin de la historia o el comienzo de una nueva y quizás más trágica?
L’ homme est une creature de Dieu. L’Etat est une creation de l’homme. C’est pourquoi l’ Etat existe pour l’ homme, et non pas l’homme pour l’Etat.
Carlos Martín Ruiz Sosa
"Si la vida se sostiene por instantes
y un instante es el momento de existir
si tu vida es otro instante.. no comprendo
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir"
Fernando Delgadillo
Dayana Duzoglou
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