viernes, 16 de septiembre de 2011

*DECLARACION OFICIAL DE LA RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE PARA LA DEMOCRACIA CON MOTIVO DEL LA CELEBRACION DEL 15 DE SEPTIEMBRE: DIA INTERNACIONAL DE LA DEMOCRACIA*

Saludos fraternos de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia

La Democracia permite el pleno ejercicio de la ciudadanía, libertades  y derechos; e implica deberes, obligaciones y corresponsabilidades  para la coexistencia social pacífica y armoniosa.

La Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, conformada y  respaldada por más de 250 Organizaciones de la Sociedad Civil de todos  los países de la región, se une en la celebración del Día  Internacional de la Democracia, este 15 de septiembre de 2011.

Como miembros oficiales del Foro de Sociedad Civil de la Organización  de Estados Americanos (OEA), y fungiendo como capítulo regional del  Movimiento Mundial por la Democracia (WMD), acotamos una serie de  nociones de real importancia para la consolidación democrática plena  en América Latina y el Caribe.

Un verdadero sistema democrático permite y promueve el intercambio de  ideas, la participación ciudadana, la alternancia del poder político y  el pleno ejercicio de las libertades fundamentales y los Derechos  Humanos. La Democracia nos ofrece las mejores herramientas para  combatir la pobreza, la exclusión, la marginación y la desigualdad. Es  decir, la Democracia no implica únicamente elecciones libres,  periódicas y secretas, va más allá.

Sin embargo, hay que tomar conciencia de que las prácticas  antidemocráticas persisten, y en muchos casos, se acrecientan. En la  actualidad en muchos países se continúan perpetrando  violaciones de  derechos humanos, se exacerba y acentúa la inequidad de género, las  políticas arbitrarias, el nepotismo, el clientelismo, el populismo  demagogo y la supresión de libertades fundamentales como la libertad  de expresión, asociación, reunión, cátedra, culto y prensa.

La mejor herramienta para reinsertar los valores democráticos es la  promoción de la educación cívica, la formación democrática de las  naciones, la constante observación y fortalecimiento de las  instituciones gubernamentales y la potenciación de espacios para la  Sociedad Civil Organizada.

La Democracia Plena implica, sujeción al Estado de Derecho, separación  real de los poderes públicos, transparencia y rendición de cuentas,  favorecimiento de los pesos y contrapesos, libertades plenas,  aplicación firme e imparcial de la Ley, un sistema de administración  de justicia en el cual se pueda confiar, espacios de participación  ciudadana real, consulta y concertación, e institucionalidad robusta.

El respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales son  elementos sine qua non de la Democracia. No es posible hablar de  Democracia Plena donde se  perpetúan desigualdades sociales que  marginalizan a la mayoría de la población, y se fomentan políticas  arbitrarias a favor de grupos de poder específicos, élites opulentas,  simpatizantes político-partidistas; se gobierna según los intereses  personales de los mandatarios y no de la ciudadanía, se fulminan  iniciativas de equidad de género, y se detiene y bloquea el ascenso de  la mujer, de la juventud y de sectores minoritarios, a puestos de  representatividad política y toma de decisiones.

Además, no son prácticas democráticas aquellas que desprecian la  cohesión social, aminoran y erradican la participación ciudadana,  fomentan la corrupción, irrespetan la separación constitucional e  independencia de los poderes públicos, abusan del poder para intimidar  y perseguir, o utilizan la fuerza militar o policial para socavar las  libertades.

La debilidad del sistema democrático exacerba las prácticas  totalitarias, aumenta la ingobernabilidad y minimiza el estado de  bienestar y de paz social.

Por ello es necesaria la profundización de medidas internacionales,  regionales, nacionales y locales que aseguren la permanencia  democrática en nuestra América Latina y el Caribe con el fin de  asegurar un Estado de promoción social basado en libertades, derechos  y respeto a la ciudadanía.

Ante ello, reafirmamos nuestros compromisos adquiridos en nuestra  Asamblea de Miembros de Rosario (Argentina), realizada en abril de  este año, y plasmados en la Declaración Ciudadana de Rosario   promulgada por nuestra organización y entes afiliados, a la vez que  incorporamos nuevos escenarios de actuación:

*       Nos comprometemos a trabajar por el fortalecimiento de la  democracia, el respeto a las libertades ciudadanas, la cohesión social  y el ejercicio de los derechos ciudadanos en nuestros países y a nivel  regional;

*       Profundizaremos en la construcción de una sociedad civil  independiente, responsable, activa y vigorosa, como actor fundamental  en los procesos de gobernabilidad democrática;

*       Seguiremos impulsando el diálogo y la búsqueda de acuerdos como  mecanismo que nos ofrece la democracia para superar juntos, con base  en una visión compartida, los grandes problemas sociales, políticos y  económicos que nos aquejan;

*       Continuaremos promoviendo la participación de la juventud como  artífice de las transformaciones democráticas y la consolidación de  sus iniciativas, a la vez que se asegura su inserción y participación  en la toma de decisiones y la construcción de la política pública;

*       Haremos enérgicos llamados que exijan el cese de la violencia contra  las mujeres reflejada en violencia intrafamiliar, asesinatos,  persecución, intimidación e inequidad presente en muchos países de la  región. Seguiremos dando una firme respuesta de apoyo a las mujeres  víctimas de violación de sus derechos.

*       Uniremos esfuerzos para exigir el respeto de los derechos de los  pueblos indígenas. Es necesario el fortalecimiento de iniciativas y  políticas que incluyan amplios procesos consultivos a las poblaciones  indígenas, para que la toma de decisiones emane de las necesidades  reales de los habitantes y no afecte su estilo de vida.

*       Llamamos a los gobiernos, sector empresarial y patronal para que  fomenten un respeto real de los derechos laborales y acrecienten la  búsqueda de soluciones eficaces  que hagan frente a las altas tasas de  desempleo que aquejan a muchos países de nuestra región tal y como lo  indican la 100º Conferencia de la Organización Internacional del  Trabajo (OIT) y el reporte de la Confederación Sindical Internacional.

*       Continuaremos exigiendo, además, el respeto y fortalecimiento de  notables instituciones protectoras de derechos humanos tal como la  Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entidad que ha  demostrado gran efectividad y celeridad en la protección de víctimas  de persecución y violaciones de libertades y derechos.

Por ello,


*       Llamamos a unir esfuerzos entre gobiernos, empresa, sociedad civil,  academia, sindicatos y sociedad política para luchar contra el flagelo  del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia que ataca a  muchos de nuestros países;

*       Instamos a los gobiernos democráticos para que unan esfuerzos con la  sociedad civil con el fin de frenar prácticas antidemocráticas que  solo conllevan a la implantación de autocracias electas bajo dudosas  manipulaciones constitucionales.

*       Finalmente, aspiramos a una democracia plena para todos los pueblos  de las Américas, sin exclusiones y sin excepciones.

En reconocimiento del Día Internacional de la Democracia el 15 de septiembre, el Movimiento Mundial por la Democracia, su Comité Directivo, y sus redes regionales y funcionales - entre ellos, el Foro de la Democracia de África, la Red Internacional de Mujeres por la Democracia, la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia, el Foro Mundial para la Democratización en Asia, y el Movimiento Mundial de la Juventud para la Democracia - reconocen los esfuerzos en constante expansión y profundización para avanzar en las normas democráticas y de construir instituciones sostenibles, haciendo hincapié en la necesidad crítica de las democracias, tanto antiguas y nuevas, para satisfacer las necesidades de sus pueblos.

Hemos sido testigos de la necesidad que tiene la comunidad internacional de tomar medidas importantes para ayudar a proteger y mejorar el espacio en el que las organizaciones de la sociedad civil llevan a cabo su trabajo. No mucho tiempo después del Día Internacional de la Democracia hace un año, el Consejo de Derechos Humanos adoptó una resolución sobre los "Derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación" el establecimiento de un Relator Especial. En junio de este año, la Organización de Estados Americanos aprobó una resolución sobre "Promoción de los Derechos a la libertad de reunión y de asociación en las Américas". En África, el número de países que han ratificado la Carta Africana sobre Democracia, Elecciones y Gobernabilidad aumentó a 11, sólo 4 países africanos no han concretado la adopción. Más de una docena de países de reciente formalizaron la creación de fondos multilaterales para apoyar a  activistas de la sociedad civil en riesgo, que se enfrentan a grupos en su contra que desean limitar o incluso eliminar sus actividades. También, es hora de reconocer y honrar a las personas en la región árabe que han superado su miedo a los gobiernos tiránicos y han dado poder a los demás y movilizando a los movimientos para el cambio democrático. Por supuesto, también acogemos con satisfacción la liberación de Daw Aung San Suu Kyi de Birmania.

A pesar de esta evolución positiva, sin embargo, seguimos muy preocupados por varias tendencias globales problemáticas. Muchos países democráticos continúan haciendo frente a los niveles altos de pobreza, la brecha entre los "ricos" y los "pobres" sigue creciendo, los grupos marginados siguen siendo marginados (incluidas las poblaciones indígenas, trabajadores migrantes, jóvenes, grupos étnicos y religiosos, y las minorías sexuales, entre otros). Las mujeres siguen enfrentándose a graves desafíos arraigados en la tradición y la historia contemporánea en su lucha por crear sociedades democráticas que respeten el pluralismo y garanticen una participación política igualitaria.

Al mismo tiempo, y tal vez lo más inquietante, es que hemos sido testigos de una ola de medidas restrictivas legales y otras dirigidas a la sociedad civil, tras las "revoluciones de color" de hace una década, ahora vemos una onda similar en la que muchos gobiernos responden a las ideas de " Primavera "no mediante la implementación de las reformas democráticas, sino por trinquete hasta las medidas represivas para mantener la democracia y los movimientos de derechos humanos bajo control en sus propios países. Jóvenes manifestantes fueron torturados en el norte de Sudán en enero; en febrero, los defensores de los derechos humanos en Costa de Marfil y República Democrática del Congo fueron amenazados por las autoridades estatales e incluso actores no estatales; en junio, activistas de derechos humanos en Bahrainian fueron condenados a la vida en la cárcel por participar en protestas pacíficas, un destacado activista de derechos humanos en ese país fue detenido en julio por la prestación de asistencia legal, médica y humanitaria a las víctimas de la violencia política, el mes pasado, las oficinas de las organizaciones no gubernamentales fueron destruidos en Azerbaiyán como parte del  "proyecto de renovación urbana" del Gobierno, y una ofensiva contra defensores de los derechos, los abogados, y las voces críticas en Internet alcanzó nuevas alturas en China a lo largo del año pasado. Estos son sólo algunos ejemplos de las medidas de represión a la que los gobiernos autoritarios recurren para perpetuar su permanencia en el poder, especialmente cuando son testigos de los levantamientos exitosos en otras partes.

Para responder a estas tendencias - el fracaso para hacer frente a la pobreza, la desigualdad económica y la marginación social, por un lado, y  los esfuerzos para reducir el espacio para el activismo de la sociedad civil en muchos países, por el otro. El Movimiento Mundial por la Democracia se compromete a fomentar una participación política más inclusiva y más democrática, con el fin de que las decisiones políticas ayuden a asegurar que las democracias hagan frente a las necesidades de sus ciudadanos, para defender a la sociedad civil contra los ataques persistentes en su contra, para fomentar una mayor participación de los jóvenes en la política democrática, para apoyar la democracia y los derechos humanos, facilitando la creación de redes, la profundización de la solidaridad mundial y regional, y proporcionar un espacio para el intercambio de conocimientos, información y estrategias.
Unidos celebremos este Día Internacional de la Democracia.
Secretariado Permanente
Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia
San José, Costa Rica

RED LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE PARA LA DEMOCRACIA
secretariado@redlatinoamerica.org
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