Plan vivienda para vivir viviendo. Viviremos y venceremos para seguir viviendo.
Estoy comenzando a tener problemas para entender con claridad de que tratan estos trabalenguas revolucionarios.
Si existía alguna posibilidad de que algún constructor; bien caído de la mata o armado de una valentía por encima de toda racionalidad, dedicara su dinero y su esfuerzo a construir viviendas para alquilar, esta quedará enterrada con la nueva ley que regulará la materia de alquileres. Un artículo de la ley prevee que la cuarta parte del inmueble se entregará al gobierno para que el gobierno maneje esas viviendas en alquiler. A quien el gobierno decida, a los cánones que ellos establezcan. Todavía se habla de propiedad privada y todavía los funcionarios públicos afirman que aquí el gobierno respeta la propiedad privada. Unos trasnochados legisladores piensan en esta como la solución para producir más viviendas en alquiler. Se percibe que nunca han tenido que pagar una nomina y enfrentar la posibilidad de manejar una empresa para que no produzca perdidas.
Se olvidaron ya del plan vivienda, que dio paso al plan viviendo. El plan viviendo se lleva a cabo en Cuba, con aviones que van y vienen a diario para llevar y traer las visitas del presidente. Enfermo con privilegios. Los demás venezolanos que se traten en Barrio Adentro.
El plan vivienda que debería llevar a estas alturas sesenta por ciento de ejecución -unas noventa mil viviendas- rodó hace rato y quedó para que alguno de los rojos incluyendo a Arias Cárdenas o Rafael Ramirez, nos diga que los planes van muy bien y piensan llegar a la meta. Me gustaría tener una lista de las viviendas construidas y entregadas, con su dirección y cantidad, para que el pueblo mismo haga la auditoria necesaria. No pretenderán hacer una rueda de prensa el fin de año, para felicitarse entre ellos anunciando la casa número 150.001, sin ni siquiera decirnos en cual país las construyeron, pues las de Cuba no se cuentan.
La producción de cabillas por el suelo y la poca que producen, repartida por los métodos menos transparentes. Eso es el socialismo del siglo veintiuno, una fábrica de producir ineficiencias, que incluyen desaparecimiento del aceite, cemento, cabillas y harina de maíz.
Chávez y los suyos siguen pensando que este engaño colectivo podrán estirarlo hasta las elecciones del año que viene. Les faltan más de quince meses de tiempo en los que tendrán que continuar corriendo la arruga para intentar seguir engañándonos. Los refugiados, los médicos, los maestros, los transportistas y hasta los Guardias Nacionales, siguieran protestando, en unión de los privados de libertad y de cuanto ser en este país espera por los favores de un gobierno que no trabaja y dedica su tiempo a diseñar slogans y campañas políticas.
El plan viviendo creo que se refiere a los “vididores” que enchufados en las nominas gubernamentales, pasan los días tratando de explicarnos lo bueno de este socialismo. A ellos se les acerca muy rápido el final. El plan viviendo está también por fracasar.
@pereiralibre
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.