Las petroleras multinacionales están conscientes de los problemas ambientales que ocasionan y que las comunidades son cada vez más exigente de sus derechos. Por ello, generalmente realizan esfuerzos para lograr una relación más armónica con su entorno. Algunas realizan importantes inversiones para que sus operaciones sean lo más limpias posibles y que la población alrededor de las actividades se beneficie de programas de responsabilidad social. Otras se contentan con un mínimo e incluso violan las leyes de los países en desarrollo, si el ente regulador local se los permite.
En Venezuela operan varias petroleras multinacionales que aportan tecnología e invierten dólares, por lo cual deben ser bienvenidas ya que sin su concurrencia no será posible aumentar la producción. Si bien nos parece positiva la presencia de empresas como Chevron, Total, Statoil y TNK- British Petroleum, hoy debemos reclamarles que no están cumpliendo con nuestra legislación.
Las empresas citadas están asociadas con Pdvsa en la producción de petróleo pesado en la Faja Petrolífera del Orinoco. Este petróleo requiere un “mejoramiento” para que pueda ser procesado en algunas refinerías. Este “mejoramiento” se realiza en el Complejo J. A. Anzoátegui, cerca de Píritu, y el mismo ocasiona la producción de 25 kilos de coque y 3,25 kilos de azufre por cada barril procesado.
Ambos productos tienen uso como materia prima, pero el mercado internacional es limitado y se requiere conocimientos para su colocación. Por falta de mantenimiento, Pdvsa permitió que la cinta transportadora hasta los barcos se dañara, por lo que aceleradamente se fueron acumulando grandes montañas de estos productos que, al estar al aire libre, son transportados por el viento ocasionando alergias y afecciones respiratorias a los pobladores de los alrededores.
Esto fue denunciado por el diputado Julio Montoya y otros, sin que se haya resuelto el problema. Por su parte, Gente del Petróleo dirigió una comunicación a las empresas extranjeras involucradas acusándolas de ser corresponsables de la violación del artículo 127 de nuestra Constitución y de los artículos 42 y 43 de la Ley Penal del Ambiente.
La posición de estas multinacionales, o al menos la de Chevrón, es que “somos socios minoritarios y Pdvsa es la operadora”. Esta excusa es inadmisible, ya que todo socio es responsable de las actividades de la empresa de la cual es accionista y debe exigir las rectificaciones del caso a Pdvsa. Caso contrario se convierte en cómplice. Tenemos que exigir que todas las empresas cumplan con la ley, sobre todo cuando su violación afecta la salud de los venezolanos. También exigimos que el Ministerio del Ambiente y el de Energía y Petróleo nos informen de cómo van a disponer del coque y el azufre ante los aumentos de producción que supuestamente desean acometer en la Faja. Apoyamos la presencia de las multinacionales pero les exigimos que no sean cómplices de los desaguisados de Pdvsa.
Como en botica: Nuestra solidaridad con Sexto Poder. Ahora Pdvsa financiará a Minerven; juntaron a dos mochos para rascarse. Falleció de cáncer Yack Layton, líder de la oposición de la gran nación canadiense; en su despedida escribió: “Seamos amorosos, tengamos esperanza y optimismo y así cambiaremos el mundo”. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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