Respetar, verbo que va ligado a todo lo que se hace bien. Amor o amistad sin respeto no existen; siempre que se interactúa en cualquier escenario de la vida, la condición que jamás debería faltar, es el respeto. Y para respetar no hace falta amar, sencillamente el respetar per sé debe imponerse ante cualquier situación, cargada o no de afecto o sentimiento.
Si no se está de acuerdo, si no hay conciliación, si se va a un pleito se debe hacer con respeto, lo cual no resta importancia a ningún evento y más bien, al contrario, le da altura y contundencia. Las personas, que además somos una especie animal evolucionada, debemos entender que actuar sin control o con grosería y altanería es el mejor y más expedito camino al fracaso, a la violencia.
Los buenos modales, la urbanidad que tanta discusión y desprecio han padecido en las últimas décadas, incluso siendo desterradas de los currículos escolares, son absolutamente indispensables cuando pretendemos lograr una sociedad venezolana al menos educada lo que no significa pueril, ni humillada; la forma más categórica de exponer una idea, plantear una discusión, luchar por un propósito, se afianza cuando prima el respeto.
“Cuando los dioses quieren destruir al hombre primero lo vuelven loco” es un frase atribuida inicialmente a Eurípides, sin confirmar históricamente, pero con gran sentido: volver loco equivale a enfurecer, a sacar de casillas, a perder el control y así, el hombre regresa a arcaicos estadios: va dejando la ecuanimidad en manos de sus interlocutores pues tornándose violento, irreflexivo, impulsivo y obviamente sin capacidad de respetarse ni siquiera a sí mismo, pierde también la autoridad y la competencia de continuar manejando el asunto en igualdad de condiciones, pierde espacio, ventaja, se rezaga.
“No hay sujeto” o “parece un loco”, son frases acuñadas socialmente refiriéndose a alguien que así procede. Sin embargo, no siempre se trata de individuos que se “descontrolan". Hay, siendo los más, quienes lo hacen por falta de educación, por complejos de inferioridad, por cosechar bajas virtudes como lo son la envidia, el resentimiento, el odio.
“No hay sujeto” o “parece un loco”, son frases acuñadas socialmente refiriéndose a alguien que así procede. Sin embargo, no siempre se trata de individuos que se “descontrolan". Hay, siendo los más, quienes lo hacen por falta de educación, por complejos de inferioridad, por cosechar bajas virtudes como lo son la envidia, el resentimiento, el odio.
Esas personas sufren mucho al centrar sus vidas en una constante búsqueda de algo que ni siquiera identifican. También hay seres que creen que la altanería, la grosería, el maltrato son elementos propios del poder y la superioridad y se les ve vociferando, exigiendo, amenazando como si esa fuese su muletilla para sentir seguridad al creer que así “se hacen respetar”, sin tener conciencia de la fragilidad que demuestran; nada más equivocado que considerarse respetados a través del miedo y el desprecio que siembran en los corazones de quienes los soportan.
¿Qué decir de aquellos que cruzan fronteras de intimidad ajena, opinando, entrometiéndose; destruyendo maquiavélicamente o ¿qué tal quienes abusando de alguna jerarquía económica, laboral, familiar, social exigen, presionan, se mofan, subyugan? Padres, hijos, jefes, maestros, autoridades, parejas, hay que tener claro: sin respeto es imposible y el respeto siempre es de doble vía.
britozenair@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.