Las guerras se ganan o se pierden. Es así como los embarazos, ninguna mujer queda medio preñada.
Esta la perdiste Chávez; la guerra que soñabas ganar, la pierdes por mucho y lo que es peor, sin remedio alguno. Lo sabes -lo sabes claramente- y eso se convierte en angustia.
Pierdes en todos los frentes, incluyendo en la retaguardia.
Trataste -y en ese intento botaste dinero a mansalva- de comprar al mundo con tu bolsa de dólares petroleros. Viajaste sin límites por el mundo regalando y prometiendo. Pregúntate qué nos quedó de aquella lista interminable de proyectos, encuadernados en libracos de convenios binacionales. Ni siquiera un besito de la Reina Isabel, nos quedó en la cuenta.
Hoy, sabiendo el daño que le has causado al país con la regaladera, ni siquiera hablas de Correa y de Evo. Lula te dio la espalda y los uruguayos, sólo miran la cuenta de negocios. El sombrero de Zelaya, no tiene valor para subastarlo. La política exterior de Venezuela, quedo relegada a bendecir a los cubanos y nicaragüenses, pagando sus nominas para que les seamos simpáticos. Los argentinos, después de chulearnos, se quedaron calladitos. Ayer, cuando el consejo de seguridad aprobaba la resolución en contra de la masacre Libia, pensé mucho en ti y me imaginé el dolorcito de barriga que te produjo. Quedaste movido en la foto, defendiendo a Gadafi, quien entre sus bondades revolucionarias tiene en su haber jugosas cuentas en dólares y una catajarria de muertos para defender la revolución del libro verde. La pusiste de nuevo.
Tienes ahora un país levantado en tu contra y seguramente te produce dolor advertir que hasta los rojos se levantan en protesta. No se puede poner la torta, tantas veces y durante tanto tiempo, y pretender cargarle el muerto a otros. Has tenido una asombrosa habilidad para aglutinar votos para la oposición. Sigue así que vas bien. La gente de Polar, los empleados de los casinos, los obreros de las construcciones que paralizaste y que no sabes cómo arrancar, ahora se suman a los que vivían de alquilar viviendas y los que alguna vez soñaron en que la revolución les arreglaría sus vidas.
Perdiste en el frente más importante: en convencernos de que tu revolución socialista produciría progreso. Pobreza para nosotros y lujos para los revolucionarios. Buenas casas, buenas camionetas, viajes y ropa roja. Guardaespaldas para ustedes y muerte para nosotros. Te volviste mentiroso y proteges bajo tus faldas a grandes corruptos. Eso que llamas revolución no te lo compramos. Preocúpate, pues los tuyos, en la retaguardia, ya están pensando en pasar al frente. Un animal herido, en medio de una sábana, pone a volar a los zamuros en círculos. Ya se ven bajitos.
Los venezolanos vamos caminando en una sola dirección. Somos un inmenso ejército de votantes que se prepara para la batalla final. Carabobo temblará de nuevo al paso redoblado de nuestros ejércitos libertadores. Viva Venezuela libre.
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.