¿Que no es la hora del debate ideológico? ¿Quien dijo eso?
Pues lo dice el que no quiere debatir sobre los repetidos, continuos y evidentes fracaso del socialismo estatista frente a los éxitos de la democracia liberal también llamada capitalismo en sus aspectos económicos y productivos.
Hacer un esfuerzo imprescindible por lograr superar estos nefastos doce años y alcanzar el objetivo de una candidatura unitaria mediante elecciones primarias, consensuar un programa mínimo para enfrentar la emergencia que viviremos al recuperar la democracia y garantizar el triunfo con una tarjeta que represente a toda la alternativa democratiza; es distinto a no diferenciarnos tajantemente de los socialismos de todo género y especie.
Los fracasos del socialismo real podemos verlo en Rusia, China, Cuba y Venezuela; así como en cualquier otro espacio geográfico en el cual la demagogia y el populismo han trinchado a los pueblos con sus garras depredadores. Con razón Winston Churchill afirmo que la historia demuestra que “el socialismo es el camino más largo al capitalismo”. ¿Debemos nosotros transitar ese doloroso camino de pobreza y ausencia de libertad?
Decimos que Venezuela no puede continuar siendo un país rentista en el cual el Estado sea el único proveedor hegemónico, oligopólico y mercantilista de todas las decisiones. Venezuela, con un gobierno limitado a sus funciones especificas, debe diversificar su producción de bienes y servicios para pasar de una economía de puertos a una economía equilibrada que permita el autoabastecimiento y la exportación asociada con el capital extranjero que nunca será de las naciones sino de emprendedores foráneos que con su esfuerzo tecnológico y financiero han alzado el éxito dentro del esquema de libre mercado.
Afirmamos que la sociedad parte del individuo pues es este el creador de la cultura que luego asimilamos todos en tanto yen cuanto sea de beneficio común. Es el respeto a la propiedad privada que permite el libre desarrollo del emprendimiento. Es la creación de riqueza industrial que genere empleo y seguridad para sus trabajadores con el debido reconocimiento a los éxitos personales, el ascenso oportuno, la mejora salarial justa y la adjudicación de posiciones de responsabilidad supervisora y gerencial de acuerdo a los meritos de cada quien.
En fin es una Venezuela en la cual se respete la libertad y el libre albedrio connatural a cada ser humano para la búsqueda permanente de su bienestar para vivir y dejar vivir en sinergia con todos sus conciudadanos. Un país de ciudadanos, informados, virtuosos, propietarios y prósperos que puedan elegir representantes idóneos y competentes para el manejo de los bienes que nos son comunes con una permanente evaluación democrática de sus desempeños comprometidos todos con el éxito de sus gestiones. Todo ello con la asesoría de los expertos en cada una de las áreas que tengamos que evaluar.
Son las demandas sociales las que ameritan ofertas de productos cuyas características puedan ser aceptadas como beneficios por quienes las procuran. Siempre existirán necesidades que por uno mismo no puedan solventarse y siempre encontraremos en nuestro entorno quien oferte el satisfactor apropiado que podamos adquirir con el esfuerzo sostenido y creador siendo entes emprendedores en libertad para decidir. Los ciudadanos con expectativas comunes al agruparse para solventarlas podrán debatir sobre sus características y seguirán el curso de acción que más convenga a sus particulares intereses tomando como factible y evaluable la alternativa que más favorezca por sus características existenciales y no por que rechazamos a otra.
Una Venezuela de ciudadanos que voten por programas factibles y evaluables y no por ofertas paternalistas, populistas y demagógicas.
Queremos una Venezuela que viva de sus emociones pero también de sus realidades. Que acepte que es necesario retomar el camino de la sana moral y del orden para poder progresar y hacernos sentir como exitosos en el concierto de las demás naciones de esta isla que llamamos planeta y que flota en el más infinito de los universos.
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