sábado, 22 de enero de 2011

TRIBUNA LIBERTARIA. COMPENDIO OPINÁTICO. RAUL AMIEL. 22/01/2011 ESCRIBEN . THOR HALVORSSEN MENDOZA, FERNANDO FACCHIN B. Y ALONSO MOLEIRO

"Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos." Simón Bolívar

1.- DECLARA AL LÍDER SINDICAL RUBÉN GONZÁLEZ PRISIONERO DE CONCIENCIA. HUMAN RIGHTS FOUNDATION (HRF). THOR HALVORSSEN MENDOZA

2.- ACUERDO NACIONAL DE INTEGRACIÓN. FERNANDO FACCHIN B.

3.- NADIE DEBE SORPRENDERSE A ESTAS ALTURAS CON CHÁVEZ. ALONSO MOLEIRO

Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 718 días. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucional.- @raulamiel

Chávez propone volver a la AN por 14 horas para explicar "mejor" su Memoria y Cuenta a fin de que la oposición aclare sus dudas. ¿Qué tal si en vez de una nueva "exposición" hacemos un debate que dure 48 horas? Una interpelación, pues... ¡¡y así salimos de esto de una vez!!.

Demócratas y amantes de la Libertad, mañana domingo 23 de enero tienes una cita muy importante. ¡¡No faltes!!. Nos vemos frente al C.C Lido en la Av. Francisco de Miranda 10 AM. Nos concentraremos todos para sacarnos una foto que será trasmitida vía satélite al mundo entero.

DECLARA AL LÍDER SINDICAL RUBÉN GONZÁLEZ PRISIONERO DE CONCIENCIA. HUMAN RIGHTS FOUNDATION (HRF). THOR HALVORSSEN MENDOZA

Nueva York.– En el primer aniversario de su encarcelamiento, la Human Rights Foundation (HRF) declara a Rubén González prisionero de conciencia y pide su liberación inmediata.

RUBÉN GONZÁLEZ
González, un líder sindical venezolano (51), fue encarcelado luego de liderar una huelga de 15 días en la empresa estatal CVG Ferrominera Orinoco C.A. (Ferrominera), en reclamo del incumplimiento de una convención colectiva de trabajo. La declaración de la HRF fue realizada junto con la publicación de un informe jurídico que concluye que González fue acusado, detenido, encarcelado y juzgado exclusivamente por haber ejercido su derecho a la libertad sindical en Venezuela. Su caso es el séptimo de los “Caracas Nine”.

“El gobierno de Chávez dice estar a favor de los derechos de los trabajadores, pero pareciera que estos derechos no aplican a las docenas de miles de venezolanos que trabajan en las empresas estatales”, dijo Thor Halvorssen Mendoza, presidente de la HRF. “En su calidad de principal dirigente sindical de Ferrominera, González lideró a miles de trabajadores durante una huelga pacífica. La respuesta del gobierno consistió en meterlo a la cárcel para enjuiciarlo penalmente”, apuntó Halvorssen.

El 12 de agosto de 2009, González, secretario general del mayor sindicato de Ferrominera (Sintraferrominera), lideró una huelga pacífica de aproximadamente 2 000 trabajadores, en reclamo del incumplimiento de una convención colectiva firmada el 5 de enero de 2009 y homologada el 1 de junio de ese año. La huelga concluyó dos semanas después, luego de que Radwan Sabbagh, presidente de Ferrominera, y Rubén González, suscribieran un “acta convenio” en la que se acordó la finalización de la huelga a cambio del compromiso de la compañía de cumplir con sus obligaciones. El 24 de septiembre de 2009, luego de casi 27 años de trabajo en Ferrominera, González fue detenido como sospechoso de la comisión de los delitos de agavillamiento, instigación pública a delinquir, restricción a la libertad del trabajo, y violación de la zona de seguridad. Dos días después, un juez decretó el arresto domiciliario de González, y éste permaneció en esa condición hasta el 21 de enero de 2010, fecha en que otro juez ordenó su prisión preventiva en la cárcel de la sede policial Patrulleros del Caroní.

“El juicio que se está realizando contra González es un ejemplo más de la creciente criminalización de las actividades sindicales en Venezuela. Con la finalidad de servir los propósitos del actual gobierno, fiscales y jueces trabajan codo a codo para desproveer a las leyes venezolanas de cualquier sentido protector de derechos”, afirmó El-Hage, director jurídico de la HRF. “El caso está clarísimo: el juicio contra González es una represalia contra una actividad sindical legítima y viola el estándar de protección de la libertad sindical de acuerdo al derecho internacional de los derechos humanos”, concluyó El-Hage.

El 22 de enero de 2010, el Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos de la Corporación Venezolana de Guayana (SUNEP-C.V.G.) presentó una queja ante el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a raíz del caso de González. El 19 de noviembre de 2010, este Comité de la OIT determinó “que los hechos imputados contra este dirigente sindical no justifican su detención provisional o arresto domiciliario desde septiembre de 2009”, y pidió al Estado venezolano “que se le libere sin demora en espera de la sentencia y que sea debidamente indemnizado por los daños y perjuicios sufridos”. En la actualidad, González continúa encarcelado mientras se desarrolla el juicio contra él.

La persecución que sufren muchos trabajadores y dirigentes sindicales por ejercer el derecho de huelga en Venezuela es apenas un tipo de violación de derechos humanos que ocurre en un contexto de sistemática criminalización de la protesta social. En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha exhortado “al Estado [venezolano] a abstenerse de someter a procesos judiciales a dirigentes sindicales que de manera legítima y pacífica ejercen [el] derecho [de huelga]”. Según cifras del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), en los últimos cinco años se registraron más de 2 240 manifestantes sometidos a procesos penales, la mayoría sujetos a diversas medidas restrictivas, sustitutivas de la prisión preventiva. Sólo en el año 2009, se contabilizaron 3 297 manifestaciones públicas, y en ellas se detuvieron a 754 manifestantes.

“El caso de González es emblemático de la grave situación de los derechos humanos en Venezuela y del alto grado de erosión de la democracia en ese país”, dijo Thor Halvorssen. “El gobierno debe liberarlo y dejar de tratar el disenso como si fuera un crimen”, concluyó.

Thomas R. Donahue, ex presidente y actual presidente honorario de la Federación Americana del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés), y presidente del directorio del Comité para la Libertad Sindical (CFTU, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado a través del cual “se une a la protesta de la HRF” y pide al Estado venezolano “dejar de burlarse de su propio sistema judicial y liberar a Rubén González”.

El caso de Rubén González es el séptimo que la HRF ha documentado a través de su proyecto Caracas Nine (www.CaracasNine.com), el cual tiene como finalidad dar a conocer al mundo los casos de personas que son víctimas de acoso, persecución judicial o encarcelamiento por expresar opiniones críticas o ejercer sus derechos humanos contra la voluntad del gobierno venezolano.

La Human Rights Foundation (HRF) es una organización internacional, apolítica, dedicada a defender los derechos humanos en el continente americano. La Fundación centra su trabajo en los conceptos entrelazados de autodeterminación y libertad. Estos ideales encuentran su más alta expresión en la creencia de que todos los seres humanos tienen derecho a la libertad de expresión, de asociación con personas de ideas afines. Las personas que viven en una sociedad libre deben recibir el mismo trato y debido proceso de conformidad con la ley y deben tener asimismo, la oportunidad de participar en los asuntos públicos de su país. De la misma forma, los ideales de la HRF están determinados por la convicción de que todos los seres humanos tienen el derecho a estar libres de detenciones o exilios arbitrarios, de esclavitud y tortura y de la interferencia y coerción en asuntos de conciencia. La HRF no justifica ni aboga por la violencia. El Consejo Internacional de la HRF está constituido por individuos que fueron presos de conciencia como Vladimir Bukovsky, Palden Gyatso, Václav Havel, Mutabar Tadjibaeva, Ramón J. Velásquez, Elie Wiesel, y Harry Wu.

ACUERDO NACIONAL DE INTEGRACIÓN. FERNANDO FACCHIN B.

FERNANDO FACCHIN B.
En un interesante intercambio de ideas que tuve con el Ing. Guillermo Manosalva, conocido empresario y dirigente gremial y quien, según el Dip. Saúl Ortega es un connotado político, concepto que comparto; llegamos a la conclusión de que el país requiere, con suma urgencia, un gran acuerdo nacional de integración sociopolítica, mediante el cual las fuerzas democráticas, deponiendo intereses domésticos, se integren para construir las bases para el rescate de la democracia, de las libertades, de la pluralidad y de nuestros derechos ciudadanos, evitando visiones cortoplacistas.

Integración, me decía Guillermo, se trata de la acción y efecto de incorporarse o unirse a un grupo, formar parte de él, construir un gran acuerdo nacional basado en nuestra tradición y cultura democrática para rescatar el respeto que merece Venezuela dentro y fuera de sus fronteras, con una sociedad civil y unas organizaciones políticas cada vez más participativas e incluyentes.

Postergar un acuerdo de integración nacional sería una irresponsabilidad histórica que profundizaría inequidades y problemas sociales. Para ello debemos articular ideas, definir consensos básicos que compartamos todos con una sólida integración, dentro de un marco pleno de respeto a nuestras diferencias ideológicas y políticas, estando conscientes de que cuando integramos esfuerzos se multiplica nuestra capacidad para vencer retos y alcanzar las metas propuestas.

Un acuerdo de integración nacional es tarea de todas las fuerzas políticas democráticas, hoy más que nunca tenemos un espacio para una fuerte oposición, aun con las limitaciones internas y estructurales que dificultan su solidez y eficacia, esas limitaciones debemos superarlas y para ello es necesario romper la dicotomía existente entre el sector político que avanza hacia la modernidad y aquel que sólo le interesa el clientelismo para obligar la sumisión. Hoy, la vieja izquierda de orientación marxista-leninista casi no tiene espacio en el país.

Con un acuerdo nacional de integración nos ganamos los espacios de democracia que hemos perdido o que se han reducido en estos 12 retrógrados años de inútil confrontación, donde se pretende cerrar el espacio para la opinión crítica y se ha eliminado el imperio de la ley que inspira el Estado de derecho prevaleciendo el imperio de la violación constitucional, de las libertades y la democracia, donde la legalidad de las actuaciones del Estado es gravemente cuestionada. Por tal razón la alternativa democrática debe integrarse sólidamente para recuperar y modernizar el espacio democrático ganado en 40 años.

Ese acuerdo nacional debe establecer reglas básicas para la conformación de una voluntad política que no caiga en el vacío, donde la sociedad encuentre una respuesta constructiva para establecer los mecanismos de un diálogo abierto y transparente. El país demanda procedimientos claros para acordar los espacios de diálogo, sin que éste se asuma como medición de fuerzas políticas, pues no hay diálogo democrático que no sea resultado de procesos de integración sostenidos, de intercambio sincero, abierto y transparente para la construcción de consensos indispensables para la superación de conflictos y reconstruir la confianza de la sociedad, eso es un imperativo de los actores políticos y sociales. No puede haber éxito político si no hay confianza mínima entre la sociedad y los partidos políticos y esa confianza la logra un acuerdo nacional de integración.

Dada la complejidad de la situación política que vive el país es absolutamente necesario instrumentar la integración para un acercamiento comunicacional con la sociedad, deben organizarse rondas de diálogo previo diseño de un formato de consulta libre e informada. Las mesas de diálogo deben gozar de prestigio, autoridad moral incuestionable, pluralidad política y una experiencia vasta en el manejo de conflictos sociopolíticos.

El acuerdo nacional de integración, conforme lo analizado, debe centrarse en establecer un consenso político para lograr a corto, mediano y largo plazo, la conformación de núcleos o comités de orientación ideológica mediante alianzas políticas, revisión y ampliación doctrinaria sobre los derechos ciudadanos y la participación política, renovación sincera de la dirigencia partidista atendiendo a los cuadros de base, militantes y simpatizantes, fortalecimiento de los partidos políticos, forzar la modernización de los procesos electorales, labor de nuestros diputados en la AN, procurar el equilibrio político dentro del CNE, reestructuración sincera y transparente del Registro Electoral, solicitar la convocatoria a un censo nacional para determinar la verdadera densidad poblacional del país, sancionar una Ley de Partidos Políticos incluyente y moderna.

Los procesos de integración dependen fundamentalmente de los sinceros esfuerzos que la sociedad y los actores políticos logren entre sí, de los espacios que se generen para establecer su sostenibilidad y la efectividad de las acciones políticas. En otras palabras, el proceso de integración avanza en la medida que exista una indisoluble voluntad política y de la correlación de fuerzas políticas sociales que se hallen comprometidas en él. Integrémonos.

NADIE DEBE SORPRENDERSE A ESTAS ALTURAS CON CHÁVEZ. ALONSO MOLEIRO

ALONSO MOLEIRO
No hay ninguna novedad en la actitud observada por el presidente en la tarde del jueves en Antímano. Nadie debería, si quiera, ofrecer el matiz de disgustarse. Lo que sucedió estaba cantado En rigor, el presidente Chávez ni siquiera había ofrecido devolver la Ley Habilitante: propuso trabajar para acortarla hasta mayo.

Ahora ha rescatado sus habituales dicterios en contra de sus oponentes y, en buen cristiano, ha mandado a “lavarse el paltó” a quienes le pedían que devolviera la ley.

Hugo Chávez tiene un talento político innegable. Tiene olfato, sabe esperar, intuye el peligro y tiene una capacidad apreciable para el camuflaje y la mutación de su discurso. Tiene un proyecto en la cabeza cuyas orientaciones fundamentales no ofrecen lugar a dudas. Como además tiene pocos escrúpulos y no ha observado nunca mayor respecto a las formalidades y la ley, es capaz de hacer cosas que un político moderno ya no se plantea. Tiene agallas y sabe doblar la apuesta.

El detalle que su exposición ha sido excesiva y su gobierno muy largo. Los venezolanos se han cansado de observar sus repliegues, la clonación de sus posturas, sus estudiadas contradicciones y sus cambios de chaqueta. Definitivamente, ya no son tan efectivas.

El presidente hizo pública su reacción al debate parlamentario de la tarde en los únicos términos que conoce: presentándose grosero y destemplado; colocando una línea indivisible entre sus partidarios y sus adversarios. Chávez va a legislar por su cuenta, va a afectar intereses, va a confrontar y a trajinar con las necesidades ajenas para intentar recuperar adeptos. No es la primera vez que maniobra. Tampoco será ésta la única.

La MUD tenía perfectamente claro que esto iba a suceder. Su papel es seguirlo enfrentando en su terreno, movilizar a la ciudadanía y desenmascarar sus disimulos. Su dirección política, los partidos que la integran y su bancada parlamentaria. Es cierto que la oposición ha cometido en el pasado errores graves, pero nadie debe subestimar de una forma tan grosera a un elenco de políticos profesionales versados en complicadas circunstancias.

La oposición en este trance hizo lo correcto: seguirle la corriente con el objeto de no dejarse arrebatar lo que no es sino un anhelo muy extendido en las masas –dialogar. Siempre sin dejar de postular una agenda cuestionadora afincada en los problemas nacionales.

Toca ahora, planteada como está la inevitable inflexión presidencial, quitarle la máscara al gobierno: denunciar las patas cortas de la impostura, las costuras de un ardid que, a estas alturas, el país se conoce de memoria. Hacer énfasis en la contradicción que todo el país ha presenciado y exigirle respeto a la Constitución y las leyes.

Por mucho que el gobierno se haya devuelto, lo hecho desde Diciembre reviste una gravedad suficiente como para que todo el país nacional la exija respeto a los postulados de la Constitución Nacional y a la voluntad popular.

Tendremos este domingo 23 de enero, el día en el cual una generación de venezolanos decidimos conquistar para siempre la libertad política, una excelente ocasión para manifestarlo en la calle.

raulamiel@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.