domingo, 18 de abril de 2010

EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN, RAMÓN GUILLERMO AVELEDO, ANÁLISIS Y OPINIÓN, GLOBOVISIÓN, 09/04/2010

En medio de la confusión nacional, hay cosas claras. No todo es desconcierto, como puede leerse, cada vez más, en las encuestas.

Eléctrica

Abundan las versiones y noticias sobre la crisis eléctrica. El gobierno parece ensayar una táctica propagandística con la detención de unos presuntos espías o agentes colombianos que trabajarían en el sabotaje de ese servicio en nuestro país. La Asamblea, que en estos años aprobó presupuestos que no se aprovecharon y nunca se preocupó por preguntar por el sector, ahora anuncia que investigará el caso de los resuntos saboteadores venidos del país vecino. Pero lo cierto es que el gobierno prorrogó la emergencia eléctrica por sesenta días, una tercera parte de lo que proponía el Ministro de Energía Eléctrica Rodríguez Araque. ¿Será que la cosa no era tan grave o que se quiere armar una novela por entregas? Lo que está claro es que la cosa no está resuelta. Los expertos Aller y Lara aprecian que el gobierno reconoce, implícitamente, que el problema es más que el fenómeno de “El Niño”. Se estima que los objetivos de reducción de consumo se cumplieron por la mitad, pero no hay avances en generación ni en transmisión. Consumimos menos electricidad, al costo de paralizar o disminuir mucha actividad en el país, pero no producimos más ni mejoramos los medios para distribuirla, que es donde está el problema grueso. Lo que el gobierno viene haciendo, o diciendo que hace, no es acertado o no es suficiente. Pero el problema tiene solución. En Venezuela hay técnicos capaces que conocen el tema y saben lo que hay que hacer. Prestarles atención, hacerles caso, y poner el poder del Estado y los recursos de la sociedad en la dirección que proponen es lo razonable.

Justicia

Soltaron, sin dejar libres, al periodista Gustavo Azocar y al Prefecto de Caracas Richard Blanco.

De repente, movilizan aparatosamente a los comisarios y a los agentes de la Policía Metropolitana también presos para ratificarles en segunda instancia la injusta condena. Pero el hecho real de que son políticos su proceso y su prisión no puede ocultarse. Tampoco la realidad constitucional, palmaria, de que sus derechos políticos están intactos, porque solo una sentencia definitivamente firme con pena accesoria de inhabilitación podría impedirlo. También está claro que la solidaridad de la Mesa de la Unidad Democrática con los presos no es retórica sino real, lo mismo que su compromiso por cambios hacia una administración de justicia confiable y por cárceles dignas. Azocar y Blanco, lo mismo que Simonovis y Forero, ya son candidatos unitarios a la Asamblea Nacional. Delito de opinión Mantienen preso a Oswaldo Alvarez Paz por opinar en un programa de televisión. Los cargos son insostenibles, pero la injusticia persiste. Por los mismos motivos detuvieron y, aunque liberaron condicionalmente, siguen enjuiciando a Guillermo Zuloaga. Pero está claro que los propósitos de esas detenciones abusivas no se han cumplido. La gente las rechaza y está en total desacuerdo con que una persona vaya presa por opinar. Pero nadie se ha callado por miedo.

Ni se han propuesto locuras desesperadas. Ni se ha exacerbado el radicalismo que al gobierno le interesa, ni se ha planteado la abstención como opción válida. Además, en el mundo entero estos abusos son muy repudiados. Ha caído muy mal la prisión de un hombre conocido y apreciado como Alvarez Paz, una figura política de su jerarquía no puede ser atropellada sin que haya un revuelo considerable. Lo mismo que fue inmediata y caudalosa la reacción por la detención y juicio a Zuloaga.

Unidad

Mucho ruido, propio de los momentos decisivos en la escogencia de candidaturas, porque hay muchos más aspirantes que postulaciones, diez veces más. Ruido de los que sinceramente no comprenden, pero desean una solución. Y ruido de los interesados en enredar la cosa, sirviendo directa o indirectamente a los intereses del gobierno, el único verdadero beneficiario de la división de quienes lo adversan. Recursos judiciales, denuncias falsas, mañosería diversa. Fomento del desorden para hacer buena la vieja conseja: “En río revuelto ganancia de pescadores”.

Pero lo claro es que la unidad avanza. Que la Mesa de la Unidad Democrática, con todas sus carencias, es el único esfuerzo consistente que hay en el país para construir una alternativa política, programática y electoral al poder actual. Que las primarias están fijadas para el 25 de abril, y que se progresa en la elaboración de los acuerdos unitarios, que están en su fase menos fotogénica, porque los que creen que pueden quedar dentro no los defienden hasta no estar seguros, y los que sienten que no van a estar los atacan para hacer presión. Pero ahí va. Una década de aprendizaje en la experiencia de aciertos y errores, y un año de disciplina y perseverancia en torno al propósito unitario dan resultados.

Hay estrategia común, programa compartido, plan de defensa del voto en marcha. Se dan los toques finales a la Agenda Parlamentaria, con sus compromisos en materia de representación, legislación y control. Y habrá candidaturas unitarias.

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DECLARACION DE LA MESA DE LA UNIDAD DEMOCRATICA EN EL BICENTENARIODEL 19 DE ABRIL DE 1810 "SOMOS UNA VENEZUELA"

La Mesa de la Unidad Democrática saluda a todos los venezolanos al cumplirse 200 años del 19 de abril de 1810, primer paso firme hacia la Independencia y la soberanía por parte del pueblo venezolano. Esta fecha que es de todos, debería unirnos en una reflexión patriótica sincera, acerca de los sueños e ideales de los fundadores de la nacionalidad y recordarnos que una República es un proyecto social fundado en la libertad, la igualdad, la justicia, y el respeto a una legalidad que obliga a gobernantes y gobernados, que son las bases para vivir y progresar en paz.

Venezuela llega al Bicentenario del 19 de abril con profundas carencias en su desarrollo como República y con afectación significativa del bienestar de sus ciudadanos. La actual gestión de gobierno ha reducido sistemáticamente nuestra capacidad democrática, y comprometido nuestro futuro y progreso.

El gobierno nacional ha anunciado al país un amplio despliegue propagandístico y de poderío militar y, otra vez, un enorme gasto de recursos, que no se compadece con las reales condiciones de los venezolanos. El gobierno ha colocado la forma y el culto a los símbolos personalistas antes que los verdaderos problemas de los venezolanos. Problemas que afectan nuestra democracia y nuestro progreso.

El Bicentenario nos encuentra con un país dividido
Desde el poder se promueve la separación y el enfrentamiento entre venezolanos. El ejercicio de los derechos políticos, civiles y sociales, reconocidos en la Constitución de 1999, ha sido coartado por la acción de un gobierno que descalifica, criminaliza e intenta limitar la participación de quienes tienen una visión distinta a la suya. Como resultado, venezolanos se encuentran en la cárcel por emitir opiniones contrarias a la verdad oficial. Muchos también se encuentran fuera del país perseguidos por enfrentar en el campo político y social las tendencias autoritarias del actual gobierno.

Las violaciones de los derechos humanos realizadas durante los últimos once años, reconocidas y denunciadas por organismos internacionales y nacionales, contradicen la definición de la República Bolivariana de Venezuela como Estado democrático y social de Derecho y de Justicia. También se ha limitado nuestro desarrollo republicano al convertir la separación de poderes en una caricatura y minar el carácter federal y descentralizado del Estado mediante leyes y procedimientos originados en el Poder Ejecutivo, cuya influencia sobre los demás poderes es evidente, y adquiere características especialmente preocupantes cuando instrumentaliza la Administración de Justicia.

Las agresiones a los derechos de propiedad, ejemplificados en expropiaciones arbitrarias, afectan a todos los ciudadanos, tanto a los pequeños propietarios y comerciantes, como a las familias y a las grandes empresas. Tales acciones afectan la estabilidad para invertir, las posibilidades de prosperar y generan un clima de desasosiego en la sociedad entera, el cual perjudica a todos los venezolanos, principalmente a los más jóvenes y a los más pobres.
Todas estas situaciones han contribuido a generar un clima político que no respeta el pluralismo y la diversidad, rasgos fundamentales de una sociedad democrática. La actual gestión de gobierno ha actuado para dividir a los venezolanos, enfrentarlos antes que promover su encuentro y concordia. Antes que realizar llamados a la integración de esfuerzos y voluntades, el actual gobierno ha optado por la fractura y el enfrentamiento.
Mucho más preocupante entre los venezolanos es la tendencia creciente del actual gobierno por imponer un orden político en el cual sólo exista un actor, el Estado, resumido en la voluntad de una persona, en contra de los intereses de la sociedad, apropiado de los medios de producción y con pleno dominio de los medios de la libertad de expresión y de la educación. Para la mayoría de los venezolanos en la hora actual la libertad y la democracia corren peligro.
El Bicentenario nos encuentra con un país que no está progresando
Llegamos al Bicentenario del 19 de abril de 1810 contemplando con gran preocupación cómo están afectados cada día las condiciones de vida de nuestros compatriotas.
A pesar de la inmensa cantidad de recursos que ha recibido el fisco nacional en los últimos once años, producto de la venta de nuestro principal producto de exportación, el ciudadano común ve disminuir sus posibilidades de bienestar.
La inseguridad es el problema que más afecta a los venezolanos. Ciento veinte mil ciudadanos han fallecido por causas relacionadas con la violencia en los últimos once años. Es de las tasas más altas de América Latina. Trescientas muertes en cada semana del año 2009 es una demostración de que el problema empeora. Muchas de esas muertes ocurren en familias de nuestros sectores populares. El ingreso de las familias cae por segundo año seguido. Las familias de los estratos D y E han visto disminuir su capacidad de compra en casi 15%. Todo ello producto del cese del crecimiento de la economía, sin signos de cambios para este año, y el efecto de la inflación, la quinta del mundo y la primera de América.
También aumenta el desempleo. Los empleos de baja productividad representan casi la mitad de la fuerza laboral. Mientras otros países de la Región promueven más y mejores fuentes de trabajo, Venezuela reduce la calidad de sus empleos. Casi el 44% de la población se encuentra laborando en el sector informal, sin mecanismos de protección social adecuados.
La opinión mayoritaria del país asume las acciones del gobierno contra la propiedad reducirá los empleos de calidad. La inflación y el desempleo afectan en especial a las familias más pobres. Casi dos millones de venezolanos, según cifras oficiales, se acuestan todas las noches sin haber comido completo. Especial gravedad reviste el hecho de que la economía venezolana no crecerá tampoco este año. Una economía que no crece es sinónimo de empobrecimiento, de pérdida de oportunidades.
Las grandes carencias educativas se expresan en el hecho de que menos de la cuarta parte de jefes de hogar alcanzan el bachillerato. Seis por ciento de ellos son analfabetos. En el 20% más pobre el promedio de años de escolaridad es menos de seis años.
A todo ello debemos agregar que los programas de protección a los sectores vulnerables pierden efectividad y cobertura. Algunas de estas Misiones, como Mercal y Barrio Adentro, han experimentado reducciones de cobertura superiores al 20%.
La mayoría de la población tiene la percepción de que el abastecimiento de alimentos es un problema crítico en la actualidad. Por si fuera poco, el malestar de los venezolanos se ha agravado como consecuencia de las fallas de los servicios de electricidad y agua. En muchos estados ya tenemos hasta seis horas sin electricidad cada día, con los lamentables efectos en la pérdida de electrodomésticos, y en el incremento de los pagos que deben hacer las familias para adquirir agua en sus hogares.
En una cuarta parte de los hogares del país la electricidad es cortada al menos una vez al día. El promedio de cortes de agua en los hogares es 4 por semana. Todo ello consecuencia de la imprevisión para realizar las inversiones adecuadas en servicios tan prioritarios para la población. Para la gran mayoría del país el actual gobierno no trabaja por resolver los problemas fundamentales de los venezolanos.
En el Bicentenario: Un reclamo por la Unidad y el Progreso
Venezuela reclama en el Bicentenario una propuesta de Unidad y de Progreso. Ese es el reto que ha asumido la Unidad Democrática. Ratificamos ante el país nuestro compromiso por promover los espacios de encuentro y reconciliación entre los venezolanos, así como políticas innovadoras para garantizar el progreso de todos. La diversidad de nuestras perspectivas nos ayuda a entender que el país es uno solo, requerido de lazos de cooperación y trabajo conjunto. Ofrecemos a todos los venezolanos nuestra dedicación y entrega para superar las fracturas políticas y sociales generadas por el gobierno actual. En esta hora bicentenaria reiteramos nuestros deseos de unidad, paz, concordia y bienestar para todas las familias de Venezuela.
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