* BARCLAYS PRONOSTICA DEVALUACIÓN DEL BOLÍVAR EN ENERO DE 2011. BLANCA VERA AZAF
* EL ECONOMISTA FRONTINO VENEZOLANO. MIGUEL ÁNGEL SANTOS
* EL ATRASISMO REVOLUCIONARIO. HORACIO VÁZQUEZ-RIAL
BARCLAYS PRONOSTICA DEVALUACIÓN DEL BOLÍVAR EN ENERO DE 2011. BLANCA VERA AZAF
La firma británica Barclays Capital considera que están dadas las condiciones para que el Gobierno tome la decisión de anunciar una devaluación lineal del bolívar de 15% a principios de 2011.
El informe señala que el Ejecutivo no quiere cometer el mismo error del pasado, cuando decidió mantener el tipo de cambio anclado, lo que no evitó que la inflación aumentara 22,7% en promedio por año.
Añade que el Gobierno es consciente de que la decisión de devaluar 21% para algunos sectores y 100% para otros, a principios de 2010, no logró diferencia alguna en las cifras de inflación, la cual cerrará este año en un número similar a 2009 (30%).
De llevarse a cabo la depreciación de la moneda en el porcentaje proyectado por Barclays Capital, el tipo de cambio de Cadivi fijado en 2,60 bolívares por dólar pasaría a 3 bolívares por dólar y el de 4,30 bolívares quedaría en 5 bolívares por dólar.
En lo que respecta a la paridad estipulada para el Sitme, sistema de transacciones con títulos en moneda extranjera, establecida en 5,3 bolívares por dólar, se cotizaría en 6,5 bolívares por dólar.
Barclays Capital advierte que si el presidente Hugo Chávez quiere estar seguro de que no será necesario devaluar en 2012 para evitarse el costo político de esta medida , la depreciación del tipo de cambio en 2011 "tendrá que ser mucho más alta a 15% y además deberán disminuirse los gastos gubernamentales".
De producirse la devaluación de 15% y tomando en cuenta que seguirán las subastas a través del Sitme con un aproximado de 43 millones de dólares diarios, el promedio de la tasa de cambio estará en 5,15 bolívares por dólar, lo que representa una devaluación adicional de 24,1%. "Con este cálculo esperamos que Cadivi mantenga la oferta de dólares a la economía en 45%". Afirma que la demanda de dólares a través del Sitme y de las emisiones de bonos podría aumentar de 13% a 19% el próximo año.
Explica Barclays Capital que actualmente el Sitme mantiene una oferta de 43 millones de dólares diarios (de los cuales cerca de 15% proviene del sector privado). Igualmente indica que el BCV parece contar con suficientes recursos para mantener las operaciones para el resto del año sin necesitar más emisiones de bonos.
"De acuerdo con las autoridades, el sector público tiene un portafolio de cerca de 3,5 millardos de dólares, que espera utilizar para alimentar al Sitme. Adicionalmente, se espera que Pdvsa cancele entre 1,8 millardos y 2 millardos de dólares del pagaré que mantiene con el instituto emisor, por un total de 4,8 millardos de dólares".
Para hacer efectivo este pago, la firma cree que la petrolera hará una adjudicación privada al BCV de los nuevos bonos de Pdvsa 2017, por 2,5 millardos de dólares, antes de que finalice el año.
"Esto implica que las autoridades contarán con aproximadamente 6 millardos de dólares en diferentes activos que pueden ser vendidos a través del Sitme, lo que sería suficiente para garantizar la oferta de divisas durante el primer semestre de 2011". Por lo anterior, la firma no ve la necesidad de una nueva emisión de títulos o adjudicación privada durante el primer semestre del próximo año.
Sin embargo, prevé que a partir de abril de 2011 podrían producirse nuevas emisiones de la petrolera y de la República, por el orden de los 10 millardos de dólares. No obstante, hacen la salvedad de que la situación variará dependiendo de la permanencia del actual ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, en esa cartera. De continuar allí, lo más probable es que la mayor parte de las emisiones sean de Pdvsa. "Si se produce algún cambio esto beneficiaría los bonos soberanos".
bvera@el-nacional.com
EL ECONOMISTA FRONTINO VENEZOLANO. MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Quería aprovechar la celebración bizantina del día del economista en Venezuela para reflexionar sobre los métodos y méritos de "nuestra degradada e incomprendida profesión" (José Guerra dixit). Unos días atrás me había topado con unas notas de Paul Samuelson tituladas "Mi filosofía de vida: credos políticos y métodos de trabajo" que bien me podía servir de base. Era cuestión de combinar las cosas que más me habían llegado (unas cuantas) con mi propia experiencia en Venezuela. Pero me sucedió algo parecido a Juan Pablo Castel, protagonista de El túnel, de Ernesto Sábato: "Aquél súbito acceso de optimismo no iba a aguantar uno sólo de mis análisis lógicos".
¿Qué es un economista? Es una persona que se dedica a estudiar, a investigarcuáles son los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades ilimitadas de las personas con un número limitado de recursos. Pero nosotros tenemos un número, no ilimitado, pero sí importante de recursos, y nos empeñamos en hacer lo menos posible con ellos. ¿En qué lugares de Venezuela puede uno vivir de la "investigación" de nuestra economía? ¿En los partidos políticos? No. Nunca tuvieron una estructura así, y tras la eliminación del financiamiento público, la criminalización del externo, y la estatización del aparato privado, languidecen sin fondos suficientes para pagar a los propios políticos (ya no digamos a los economistas). ¿Think-tanks? No tenemos esa tradición y menos aún los recursos. ¿Universidades? Difícil. Cuentan con cada vez menos recursos, distribuidos cada vez más según la afinidad ideológica de los que investigan. Los sueldos se han ido deteriorando, obligando a los economistas a salir a la calle a buscarse la vida. ¿Hay excepciones? Sí. Está el BCV, la CAF, y algunos que siguen investigando, librando una batalla muy personal contra las circunstancias (pienso en Asdrúbal Baptista). Pero son muy pocos.
¿Qué hacemos los demás economistas? Hablar por radio, prensa y TV. Esto podría tener algún valor pedagógico, de no ser porque la enorme polarización nos confina a medios en donde les hablamos a quienes ya piensan como nosotros. Asesoran empresas. Esto supone un conflicto de intereses, porque nos pone ante la incómoda elección de describir la cruda realidad y ganarnos la vida a costa de ahuyentar capitales de Venezuela, o simular que aquí no pasa nada para que no desaparezcan quienes nos pagan. Nos reunimos en cafés, damos conferencias, vamos a los partidos (gratis), escribimos manifiestos... Cualquier cosa que nos haga sentir útiles. En ninguna de estas actividades está presente el estudio o la investigación. La descripción de hechos estilizados no constituye una ciencia (está sí es de Samuelson). Mucho estómago, mucho idea lanzada al vacío, sin red de protección y sin estructura, y eso sí, el "me dijeron en el Ministerio de Finanzas que se viene una... ".
Quizás los economistas, los de verdad, sean una especie en extinción en nuestro país (lo que va quedando es el título en la pared). O a lo mejor no. Acaso el miércoles pasado se haya celebrado el día de todos los venezolanos, de esos que viven a diario desde 1978 resolviendo, de forma empírica, el cómo sobrevivir con cada vez menos.
EL ATRASISMO REVOLUCIONARIO. HORACIO VÁZQUEZ-RIAL
En los primeros años sesenta tuvo lugar la revolución cultural china. Sobrevino tras el fracaso de la que Mao, con su habitual creatividad para las consignas, había llamado "el gran salto adelante", pero que tuvo la forma terrible de un gran salto atrás. Fue el primer gran estallido de atrasismo en lo ideológico y en lo práctico.
* EL ECONOMISTA FRONTINO VENEZOLANO. MIGUEL ÁNGEL SANTOS
* EL ATRASISMO REVOLUCIONARIO. HORACIO VÁZQUEZ-RIAL
BARCLAYS PRONOSTICA DEVALUACIÓN DEL BOLÍVAR EN ENERO DE 2011. BLANCA VERA AZAF
La firma británica Barclays Capital considera que están dadas las condiciones para que el Gobierno tome la decisión de anunciar una devaluación lineal del bolívar de 15% a principios de 2011.
El informe señala que el Ejecutivo no quiere cometer el mismo error del pasado, cuando decidió mantener el tipo de cambio anclado, lo que no evitó que la inflación aumentara 22,7% en promedio por año.
Añade que el Gobierno es consciente de que la decisión de devaluar 21% para algunos sectores y 100% para otros, a principios de 2010, no logró diferencia alguna en las cifras de inflación, la cual cerrará este año en un número similar a 2009 (30%).
De llevarse a cabo la depreciación de la moneda en el porcentaje proyectado por Barclays Capital, el tipo de cambio de Cadivi fijado en 2,60 bolívares por dólar pasaría a 3 bolívares por dólar y el de 4,30 bolívares quedaría en 5 bolívares por dólar.
En lo que respecta a la paridad estipulada para el Sitme, sistema de transacciones con títulos en moneda extranjera, establecida en 5,3 bolívares por dólar, se cotizaría en 6,5 bolívares por dólar.
Barclays Capital advierte que si el presidente Hugo Chávez quiere estar seguro de que no será necesario devaluar en 2012 para evitarse el costo político de esta medida , la depreciación del tipo de cambio en 2011 "tendrá que ser mucho más alta a 15% y además deberán disminuirse los gastos gubernamentales".
De producirse la devaluación de 15% y tomando en cuenta que seguirán las subastas a través del Sitme con un aproximado de 43 millones de dólares diarios, el promedio de la tasa de cambio estará en 5,15 bolívares por dólar, lo que representa una devaluación adicional de 24,1%. "Con este cálculo esperamos que Cadivi mantenga la oferta de dólares a la economía en 45%". Afirma que la demanda de dólares a través del Sitme y de las emisiones de bonos podría aumentar de 13% a 19% el próximo año.
Explica Barclays Capital que actualmente el Sitme mantiene una oferta de 43 millones de dólares diarios (de los cuales cerca de 15% proviene del sector privado). Igualmente indica que el BCV parece contar con suficientes recursos para mantener las operaciones para el resto del año sin necesitar más emisiones de bonos.
"De acuerdo con las autoridades, el sector público tiene un portafolio de cerca de 3,5 millardos de dólares, que espera utilizar para alimentar al Sitme. Adicionalmente, se espera que Pdvsa cancele entre 1,8 millardos y 2 millardos de dólares del pagaré que mantiene con el instituto emisor, por un total de 4,8 millardos de dólares".
Para hacer efectivo este pago, la firma cree que la petrolera hará una adjudicación privada al BCV de los nuevos bonos de Pdvsa 2017, por 2,5 millardos de dólares, antes de que finalice el año.
"Esto implica que las autoridades contarán con aproximadamente 6 millardos de dólares en diferentes activos que pueden ser vendidos a través del Sitme, lo que sería suficiente para garantizar la oferta de divisas durante el primer semestre de 2011". Por lo anterior, la firma no ve la necesidad de una nueva emisión de títulos o adjudicación privada durante el primer semestre del próximo año.
Sin embargo, prevé que a partir de abril de 2011 podrían producirse nuevas emisiones de la petrolera y de la República, por el orden de los 10 millardos de dólares. No obstante, hacen la salvedad de que la situación variará dependiendo de la permanencia del actual ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, en esa cartera. De continuar allí, lo más probable es que la mayor parte de las emisiones sean de Pdvsa. "Si se produce algún cambio esto beneficiaría los bonos soberanos".
bvera@el-nacional.com
EL ECONOMISTA FRONTINO VENEZOLANO. MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Quería aprovechar la celebración bizantina del día del economista en Venezuela para reflexionar sobre los métodos y méritos de "nuestra degradada e incomprendida profesión" (José Guerra dixit). Unos días atrás me había topado con unas notas de Paul Samuelson tituladas "Mi filosofía de vida: credos políticos y métodos de trabajo" que bien me podía servir de base. Era cuestión de combinar las cosas que más me habían llegado (unas cuantas) con mi propia experiencia en Venezuela. Pero me sucedió algo parecido a Juan Pablo Castel, protagonista de El túnel, de Ernesto Sábato: "Aquél súbito acceso de optimismo no iba a aguantar uno sólo de mis análisis lógicos".
¿Qué es un economista? Es una persona que se dedica a estudiar, a investigarcuáles son los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades ilimitadas de las personas con un número limitado de recursos. Pero nosotros tenemos un número, no ilimitado, pero sí importante de recursos, y nos empeñamos en hacer lo menos posible con ellos. ¿En qué lugares de Venezuela puede uno vivir de la "investigación" de nuestra economía? ¿En los partidos políticos? No. Nunca tuvieron una estructura así, y tras la eliminación del financiamiento público, la criminalización del externo, y la estatización del aparato privado, languidecen sin fondos suficientes para pagar a los propios políticos (ya no digamos a los economistas). ¿Think-tanks? No tenemos esa tradición y menos aún los recursos. ¿Universidades? Difícil. Cuentan con cada vez menos recursos, distribuidos cada vez más según la afinidad ideológica de los que investigan. Los sueldos se han ido deteriorando, obligando a los economistas a salir a la calle a buscarse la vida. ¿Hay excepciones? Sí. Está el BCV, la CAF, y algunos que siguen investigando, librando una batalla muy personal contra las circunstancias (pienso en Asdrúbal Baptista). Pero son muy pocos.
¿Qué hacemos los demás economistas? Hablar por radio, prensa y TV. Esto podría tener algún valor pedagógico, de no ser porque la enorme polarización nos confina a medios en donde les hablamos a quienes ya piensan como nosotros. Asesoran empresas. Esto supone un conflicto de intereses, porque nos pone ante la incómoda elección de describir la cruda realidad y ganarnos la vida a costa de ahuyentar capitales de Venezuela, o simular que aquí no pasa nada para que no desaparezcan quienes nos pagan. Nos reunimos en cafés, damos conferencias, vamos a los partidos (gratis), escribimos manifiestos... Cualquier cosa que nos haga sentir útiles. En ninguna de estas actividades está presente el estudio o la investigación. La descripción de hechos estilizados no constituye una ciencia (está sí es de Samuelson). Mucho estómago, mucho idea lanzada al vacío, sin red de protección y sin estructura, y eso sí, el "me dijeron en el Ministerio de Finanzas que se viene una... ".
Quizás los economistas, los de verdad, sean una especie en extinción en nuestro país (lo que va quedando es el título en la pared). O a lo mejor no. Acaso el miércoles pasado se haya celebrado el día de todos los venezolanos, de esos que viven a diario desde 1978 resolviendo, de forma empírica, el cómo sobrevivir con cada vez menos.
EL ATRASISMO REVOLUCIONARIO. HORACIO VÁZQUEZ-RIAL
En los primeros años sesenta tuvo lugar la revolución cultural china. Sobrevino tras el fracaso de la que Mao, con su habitual creatividad para las consignas, había llamado "el gran salto adelante", pero que tuvo la forma terrible de un gran salto atrás. Fue el primer gran estallido de atrasismo en lo ideológico y en lo práctico.
El Gran Salto Adelante había sido, en los años cincuenta, una campaña de industrialización forzosa que había culminado en la muerte por inanición de millones de personas. La respuesta a tal esperpento ideológico fue la llamada Revolución Cultural, en la que se pretendía acabar con los "cuatro viejos": las costumbres, los hábitos, la cultura y los modos de pensar. Naturalmente, ninguno de esos elementos que combatir era viejo. Los chinos eran chinos, tenían sus costumbres, una cultura, unos estilos de pensamiento. Que no eran "milenarios", como suelen decir los desinformados cuando hablan de Asia, sino resultado de procesos milenarios de adaptación, para la supervivencia, a formas de control y explotación siempre brutales e injustas.
Desmontar ese legado, la única forma de defensa con la que contaba una población que llevaba siglos y siglos debatiéndose entre la esclavitud y la servidumbre, era la manera más eficaz de desarmarla ante el maoísmo, que era la prolongación exacerbada del régimen de emperadores y mandarines, del mismo modo en que el estalinismo era la culminación delirante de la autocracia zarista. Había que liquidar hasta el último resto de esa modestísima tradición de resistencia que preservaba la condición humana de los súbditos. Costumbres, hábitos, estilos de pensamiento se resumían en el términocultura.
Había que acabar con ella. Entre 1966 y 1968, cuando Mao y Chou En Lai comprendieron que su propia revolución comunista estaba al borde del colapso y ordenaron al ejército la represión generalizada, los Guardias Rojos, con sus comités revolucionarios, encargados de castigar "capitalistas" y "revisionistas" –es decir, cualquiera que les pareciera–, camparon por sus respetos por todo el país, paralizando la instrucción pública y sembrando de cadáveres el territorio. Pero el mal estaba hecho. La conciencia china había retrocedido siglos, y habría que esperar más de veinte años para que la revuelta de Tiananmen se mostrara como un signo de recuperación.
Entre una fecha y otra, entre 1975 y 1979, tuvo el poder en Camboya el célebre asesino Pol Pot, el modelo más perfecto de líder atrasista. Al menos los chinos habían pergeñado en el Gran Salto Adelante un intento industrializador. Pol Pot decidió recorrer el camino inverso, en la historia camboyana y en la universal: invirtió el proceso de emigración del campo a la ciudad enviando a la población urbana a formar parte del campesinado, que ya era uno de los más pobres del mundo. Para ello, eliminó a los "elementos burgueses" de la sociedad: los intelectuales y su parafernalia literaria y artística.
Unas doscientas mil personas fueron ejecutadas por los jemeres rojos, pero el hambre y las enfermedades desatendidas acabaron con otro millón, y trescientas mil más perecieron en campos de trabajo. Junto a ese millón y medio de seres humanos, un veinte por ciento de la población total, fueron quemados cientos de miles de libros, discos, cuadros y películas, y destrozados miles de máquinas de escribir, esculturas, salas de exposición, de cine y de teatro.
La percepción que Pol Pot tenía de la modernidad era precisa y acabó sistemáticamente con todas sus manifestaciones, materiales y personales. Curiosamente, fue la invasión vietnamita lo que frenó la locura polpotiana. Pero el mal estaba hecho.
Y el mal ideológico también, porque no importó en absoluto a los dirigentes revolucionarios de otras partes del mundo el terrible saldo de chinos y camboyanos borrados para siempre de la faz de la tierra: los alentó, en cambio, a promover el atrasismo en otras formas.
Yo mismo soy testigo de un proceso que se dio en llamar "de proletarización" de los militantes, promovido sobre todo por la organizaciones armadas de América Latina, pero también en algunas tendencias del catolicismo en aquella parte del mundo. Me recordó la cuestión ayer mi amigo Pablo Odell, que pertenece a la generación siguiente: fue él quien me dio el hilo de este artículo, a la vez que me explicaba el fenómeno diciendo que lo que se procuraba al convertir en obreros a individuos preparados para otras tareas, en vez de atraer a las masas hacia las élites, era llevar las élites hacia las masas, diluyendo a las primeras en la últimas.
Por si algún lector ignora lo que fue aquello, le cuento que casi todos los movimientos políticos de los setenta, en general de obediencia cubana, invitaban a sus profesionales, intelectuales, artistas –lo que el PC llamaba "fuerzas de la cultura"– a proletarizarse, es decir, a irse a trabajar a las fábricas, a identificarse con la clase llamada a ser guía del mundo. He visto ingenieros, químicos, abogados –que habían ocultado su currículum al proponerse para su puesto–, voluntariamente sumados al escalón más bajo de la producción.
Eso fueron, a su modo, los curas obreros de finales de los sesenta y principios de los setenta, avanzadilla del atrasismo proletarizador, al que se sumarían encantados, cinco o diez años más tarde, los teólogos de la liberación, que ni hacían teología ni ayudaban a otra liberación que la propuesta por Cuba. El resultado final, desde luego, no era la proletarización, sino la lumpenización de las vanguardias. Atrasismo en estado puro. Todavía está por desentrañar el papel, sin duda trascendente, de la Teología de la Liberación en la promoción de los movimientos indigenistas, atrasistas por definición, más preocupados por su pasado que por su futuro, como anoté en un artículo anterior sobre este mismo asunto.
Había en el fondo de estas propuestas un desconocimiento, también voluntario, de las experiencias revolucionarias precedentes, que habían sido hijas de una minoría abocada al golpe de estado, como la rusa, o habían sido preponderantemente campesinas, como la china. La escritura marxista preconizaba el protagonismo del proletariado y allí permanecía, inmune a toda experiencia. Toda revolución, como cualquier otro proceso histórico, es en lo esencial un relato, y todo relato es, a su modo, una profecía sobre el pasado. Miserias de lo teleológico, de la fe en que la historia tiene un final.
raulamiel@gmail.com
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