OPINIONES DE TRINO MARQUEZ, JUAN MIGUEL MATHEUS, VÍCTOR MALDONADO C., JUAN CARLOS ESCOTET R, JESÚS GORRIN, LUIS HOMES JIMÉNEZ y
LAS PRIMARIAS: ¿CUÁNDO REALIZARLAS? TRINO MÁRQUEZ
Estoy convencido de que las elecciones primarias para escoger al candidato presidencial que enfrentará a Hugo Chávez en diciembre de 2012 deben realizarse cuanto antes, a más tardar a finales del primer semestre de 2011. Como los comicios presidenciales coincidirán con los de gobernadores y alcaldes, sería conveniente que esas consultas populares se efectuasen por separado: en la primera fecha las del abanderado presidencial y posteriormente la de los candidatos a gobernadores y alcaldes que se medirán con los seleccionados del otro patio. De esta manera la atención del país se centraría, primero, en la figura de quien retaría a Chávez y, luego, en quienes aspiraren ir a los gobiernos regionales y locales.
La necesidad de elegir la contrafigura del comandante es urgente. Él ya anda en campaña y a medida que avancemos hacia 2012 la ofensiva será más intensa. Su estrategia consiste en tratar de copar la escena por todos los medios y vías imaginables. Convertirse en el centro de atención exclusivo e indiscutible. Su egocentrismo no se centrará en atraer la mirada de los venezolanos hacia las grandes obras que emprenderá, sino hacia el caos que sembrará en todos los frentes de la vida nacional. Intentará atemorizar, esparcir el pánico, proyectar la idea de que las elecciones no van realizarse salvo que sea él quien triunfe, pues de lo contrario sobrevendrá el desastre, la inestabilidad y la anarquía. Hugo Chávez se aferra a dogmas que le impiden adoptar posturas democráticas y liberales.
El cerco a la propiedad privada se mantendrá. La ruina del aparato productivo nacional continuará porque se ha fijado esa como su meta más trascendente. La propiedad privada de los medios de producción es la frontera que separa el socialismo del capitalismo. Ya que busca acabar con el capitalismo, su única opción se reduce a pulverizar la propiedad privada. Demoler la democracia en el plano político y las relaciones mercantiles en el económico son sus objetivos vitales. El manto ideológico lo obliga a insistir en las acciones que lo han alejado de la mayoría de los electores.
Para recomponer la base social que se le ha resquebrajado y atraer a los votantes que han huido despavoridos por la ejecución de su proyecto comunista, tendría que girar hacia el centro, moderar su discurso, remozar el Gabinete, salir de personajes tan anclados en la prehistoria como Jorge Giordani y Elías Jahua. Pero, nada de esto ocurrirá. Lo más probable es que insista en sus prácticas fidelistas y en su ideología marxista, reñidas con toda apertura e inclusión modernizadora. En todo este ambiente lóbrego, las Fuerzas Armadas desempeñan un papel crucial. Su ideologización y sometimiento al proyecto hegemónico chavista se mantendrá, al menos en apariencia. El caudillo las mostrará como sus aliadas más importantes.
Este calamitoso escenario que se vislumbra en el futuro inmediato tiene que ser enfrentado con decisión, pero, sobre todo, con claridad por parte de la oposición. El país está siendo colocado frente a la ruina material, moral e institucional. Es dañino para la sociedad y para las fuerzas democráticas que en medio de esta atmósfera de descomposición global la oposición pase todo el año 2011 viéndose el ombligo, resolviendo sus diferencias internas, como si la nación no requiriese urgentemente la presencia de un movimiento organizado, con un líder visible a la cabeza, cuyo propósito sea detener la labor sistemática de aniquilación global y diseñar una propuesta integral de recuperación integral en un ambiente de estabilidad y confianza.
Postergar la escogencia del candidato de la oposición para 2012, como sugieren algunos sectores, es un grave error de apreciación y evidencia una lectura incorrecta de la realidad. Venezuela vive en medio de un estado de desintegración que es preciso atajar cuanto antes.
La vía democrática, pacífica, electoral y constitucional sigue siendo la única opción para rescatar la democracia y la libre iniciativa del estado tan precario en que la están dejando el teniente coronel y el grupo de fanáticos que lo rodean.
La recuperación del país pasa porque todas las energías de la oposición se concentren en llegar a diciembre del 2012 en las mejores condiciones posibles. El territorio nacional hay que atenderlo cuadra por cuadra, casa por casa. Mientras no tengamos el candidato unitario cumplir con esta obligación será imposible. Seremos tan egocéntricos como el destructor que está en la acera del frente.
BANCA INCLUSIVA Y DESARROLLO NACIONAL. JUAN CARLOS ESCOTET R.
Ante los profesionales de la banca se levanta, ahora mismo, una responsabilidad de carácter histórico. Se trata de la consecuencia de intercambiar con el mundo que nos rodea: el sistema financiero mundial tiene, en la ruta de su sostenibilidad, nada menos que la tarea de incorporar a enormes contingentes de personas que, en todo el planeta, todavía permanecen fuera del ámbito de lo bancario.
De una banca que actuaba en segmentos parciales del conjunto social, estamos en el camino a una banca que abre sus puertas, se levanta de sus escritorios y se quita la corbata, para ir en la búsqueda de personas, familias y comunidades que continúan, ya en pleno transcurrir del siglo XXI, sin tener una cuenta registrada en un banco. Eso en el mundo de hoy, es una especie de analfabetismo que profundiza la brecha de la pobreza y limita las oportunidades a los hijos de esos venezolanos que no tienen el concepto de ahorro, que viven el día al día sin posibilidades de pensar en el futuro.
Para llegar a este momento, privilegiado por su relevancia histórica, las instituciones financieras han avanzado un trecho muy importante, que ha significado un proceso de cambio de mentalidad y de cambio en los paradigmas que han dominado esta actividad a lo largo de las décadas.
A ese cambio de las mentalidades y de las condiciones legales, ha venido a sumarse ahora una comprensión fundamental, que modifica el marco de esta discusión: se ha comprobado que los riesgos no son los que se habían estimado, los cuales estaban cargados de prejuicios. Hoy son muchas las organizaciones que han comprobado que la acción de ampliar los sectores que atiende la banca, puede ser rentable y productiva en muchos aspectos.
Si la ampliación de los mercados supondrá, en efecto, la reducción de los costos operativos; si el uso de las nuevas tecnologías nos permitirá alcanzar a la población que está fuera de las redes bancarias; si la creciente penetración de Internet nos facilitara el contacto con más y más gente; si la banca electrónica puede ser el medio que concrete las políticas sociales de los gobiernos, de modo de llevar en el menor tiempo posible los beneficios a las comunidades; todas estas son las razones por las que la Asociación Bancaria de Venezuela decidió que el tema de su seminario 2010 fuese la inclusión.
Una mínima y rápida revisión al objetivo que está planteado en Venezuela en la actualidad, el de una banca que pueda crecer hacia un mercado más amplio, y que sea capaz de desarrollar productos atractivos para sus potenciales integrantes, es decir, una banca con una mentalidad puesta en políticas y prácticas de inclusión, debería ser un esfuerzo conjunto de la banca pública y la banca privada.
Experiencias de mucha relevancia, exitosas en lo cualitativo y en lo cuantitativo que han tenido lugar en otros países, muestran que la figura de los corresponsales no bancarios, redes de pequeños negocios y comerciantes que están presentes en cualquier punto de la geografía, son el factor clave de una operación que haría posible, en el caso de Venezuela, incorporar a varios millones de personas, en muy corto tiempo.
En Colombia, esos corresponsales bancarios hicieron posible que cuatro millones de adultos colombianos accedieran a los servicios financieros en menos de 3 años y, durante el mismo período, se otorgaran más de 5 millones de microcréditos.
Los efectos de la figura de los corresponsales bancarios son múltiples, y generan beneficios que van mucho más allá de lo bancario. Basta con señalar que permite sustituir el uso de dinero efectivo, que es una política aliada de la lucha contra la legitimación de capitales. Quienes lavan dinero y lo falsifican, quienes trafican con drogas y armas, son justamente los más interesados en mantener un establecimiento de intercambios económicos que tenga como base el uso de dinero en efectivo.
A esta consideración anterior tendríamos que sumar el impacto que podría generar el desarrollo de la banca móvil, que permite hacer transferencias y ejecutar servicios en tiempo real, sin que la distancia se erija como una dificultad para alcanzar a las poblaciones más remotas. La banca móvil haría posible que todos los actores del sistema, banca gubernamental, banca privada y organismos supervisores, logren grandes avances, a costos razonables, en tiempos que son inmediatos si se les compara con el que exigirían los mecanismos convencionales.
La creación de una normativa dirigida a este tipo de transacciones, que impulse de forma definitiva la masificación de los servicios financieros, debe tener fundamento en un criterio primordial: debe responder a las necesidades reales de la actividad comercial y mercantil, a los intercambios que ocurren entre los distintos actores económicos, todos los días, en cualquier región del país. Pero no sólo eso: también debe comprender que el desarrollo de estos sistemas implica inversiones, y que su mantenimiento en el tiempo tiene unos costos, que deben ser financiados, incluso por sus beneficiarios, para que los mismos sean sostenibles en el tiempo.
(*): Presidente de Banesco
¿QUÉ SERÁ LO QUE QUIERE CHINA?. JESÚS GORRÍN
Cual locomotora atravesando los bosques asiáticos, con efectos ambientales relevantes, pero con una velocidad increíble; crece la economía china. Es destacable que durante los últimos 30 años China ha exhibido una tasa de crecimiento promedio de 10% por año. Por otra parte, se espera que junto con India sea una de las economías de mayor crecimiento por un largo rato.
Sin embargo, como toda locomotora veloz, corre el riesgo de quedarse sin energía a mitad de camino. Según la Agencia Internacional de Energía (EIA), para 2009 China consume alrededor de 8,2 millones de barriles de petróleo diarios. Esta cifra representa alrededor de 10% del consumo mundial de petróleo. China es, sólo detrás de EEUU, el segundo país en cuanto a consumo total de petróleo. Por su parte, las expectativas chinas de diversificación energética por ahora son pobres. Esto hace del gigante asiático un país dependiente de las siguientes materias primas fundamentales: carbón y petróleo. Con el agravante que el crecimiento de la oferta petrolera difícilmente alcanzará para compensar los aumentos de la demanda petrolera a nivel mundial.
Todo esto pone a China en una posición sumamente comprometida. Es evidente que necesita asegurar un proveedor de petróleo a largo plazo. Por supuesto, ser el proveedor de una economía tan pujante como la China tiene sus ventajas. De ahí que, en principio, la movida del gobierno venezolano de aliarse con China parece lógica. Lamentablemente, la manera como se han llevado las negociaciones pareciera ser poco favorable para Venezuela.
En primer lugar, el gobierno venezolano ha abusado en buena parte de los contratos en materia petrolera. Expropiaciones como las de Exxon-Mobil o Conocco Phillips han hecho que las empresas petroleras internacionales teman invertir en Venezuela, a menos que se les den condiciones muy favorables. A pesar de esto, la capacidad de PDVSA es limitada por lo que estas empresas extranjeras son necesarias para explotar nuevos pozos. Es aquí donde entra la empresa Chinese National Petroleum Corporation (CNPC), a la cual se le adjudicó, sin licitación, el derecho a explotar el bloque Junín 4 en conjunto con PDVSA. Se estima que este bloque tenga reservas alrededor de 2.900 millones de barriles. CNPC dominará 40% de las acciones de la empresa mixta que hará el proyecto.
En segundo lugar, Venezuela ha firmado un gran número de acuerdos contingentes con China. De acuerdo a la Gaceta Oficial 39.511, Venezuela está obligada a venderle a China más de 200.000 b/d para el año 2011, más de 250.000 b/d para el 2012 y más de 300.000 b/d hasta que todas las obligaciones financieras de Venezuela con China hayan sido pagadas. Es decir, Venezuela le está vendiendo petróleo que ni siquiera ha extraído a China.
Al final, China tiene el objetivo de asegurarse materias primas que le permitan seguir creciendo. Un objetivo que va de la mano con la función de Venezuela como proveedor de petróleo. Dolorosamente, China está lidiando con un gobierno que lleva una política económica y petrolera bastante irresponsable. Por lo que, China probablemente encontrará lo que busca, petróleo. Mientras, Venezuela aumentará su deuda y seguirá cediendo las ventajas que alguna vez tuvo.
¿MAGOS, PROFETAS O LEGISLADORES?. VÍCTOR MALDONADO C.,
“…sólo como una probabilidad…” Max Weber
Los brujos conjuran demonios usando la magia. Desde el origen más lejano de los tiempos el hombre estuvo interesado en liberarse de esa cotidianidad opresiva que lo confinaba a temer que en cualquier momento la naturaleza acabara con su existencia. Bien temprano aparecieron unos pocos con la facultad extraordinaria de ponerse en trance para darle un traspiés a la calamidad y ponerla al servicio de los hombres. Sólo ellos eran capaces de señalar la piedra que se podía convertir en fetiche, el palo que producía fuego, la planta que facilitaba la curación o la danza que provocaba la lluvia en épocas de intensa sequía. Maga es la vieja palabra de donde procede magia y carisma, un don que el objeto o la persona poseen por naturaleza y que no puede alcanzarse con nada. A través de una elaboración simbólica progresivamente compleja estos chamanes forzaban a los espíritus a ponerse al servicio del capricho de los hombres, atenuaban sus miedos y le daban sentido a su precaria existencia en la tierra. Los magos trajeron consigo la inagotable expectativa por los milagros.
Los profetas son portadores personales de carisma cuya misión principal es anunciar una doctrina religiosa o un mandato divino. Se distinguen del mago en que anuncian revelaciones con contenido transformadas en doctrinas y mandamientos. No adivinan, el uso de la magia es instrumental, no viven de la doma de los espíritus y no conceden gracias personales. Sienten que tienen una misión que les ha sido revelada y el sentido de sus vidas se confina a la proclamación de “esa verdad”, aunque en algún momento les toca enfrentar el desiderátum de desaparecer o transformarse en legisladores.
El legislador se encarga de la tarea de ordenar sistemáticamente un derecho o establecerlo de nuevo. Su principal competencia es la minuciosidad en establecer la compatibilidad entre la verdad revelada y la realidad de los hombres. El legislador redacta los mandamientos y acuerda los términos de la convivencia. La ley es un imperativo de la racionalidad y esa exigencia se convierte en la principal dificultad de sus hacedores. Debe responder a un por qué en términos de utilidad social, debe saber alejarse de la futilidad o el despotismo.
Entre magos, profetas y legisladores revolotea una interrogación esencial que afecta el carisma de cada uno de esos roles. ¿Será verdad lo que ofrecen, anuncian o regulan? ¿Tendrán sentido? Y aunque entre ellos haya abismos que sólo la inteligencia privilegiada de Max Weber entendió como un continuo en la búsqueda de explicaciones sobre cómo dominar el mundo, lo cierto es que todos asumen el riesgo de ser eficientes frente a cada uno de sus públicos. La magia tiene que resolver, el profeta tiene que ser certero y la ley debe garantizar el orden social. Si eso cualquiera de sus imposturas son tratadas como chapucerías que siempre han merecido un repudio mortal.
La pregunta es entonces obvia. ¿Frente a quién estamos? Frente a un farsante chapucero sin magia, sin don profético, sin capacidad para ordenar la sociedad, pero que se reviste de toda la parafernalia que caracteriza a los sumos sacerdotes para forzar la creencia en unos resultados que no existen. Por eso es que resulta a la vista de todos la presa de un patetismo insoportable, como los viejos bufones cortesanos, a veces disfrazados de reyes para provocar la risa del público.
Magos, profetas o legisladores culminan abruptamente sus carreras cuando el pueblo deja de creer en ellos. En cualquiera de los casos la ruptura es abrupta, consiste en dejar de otorgarle validez a los que antes se creía a pies juntillas. Weber lo llamaba “creencia en la legitimidad del orden social de dominación” que se asume por las buenas cuando funciona, o comienza a ser impuesto por las malas cuando comienza a ser un fraude. Pero el imponer la fuerza donde antes había respaldo es igualmente un cálculo que está más en las manos de los secuaces que del chapucero, cuando algunos signos de los tiempos advierten que la conclusión es inminente.
Hay una delgada línea entre lograr la aquiescencia de la gente o provocar su rebeldía. Esa probabilidad siempre variable a la que aludía Weber, esa espada de Damocles que tanto tortura las mentes de los poderosos y que les hace temer una rechifla que se convierta en tumulto y acabose. El Chapucero queda entonces en las manos de su propio abismo. Decía Khalil Gibrán que los locos se reducen al ego más miserable, lleno de odio y ansias destructivas. El ego tormentoso nacido en las negras cuevas del infierno, donde la magia ancestral intenta someter a los demonios para comenzar a dominar al mundo.
LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIDAD. LUIS HOMES
La unidad es un proceso que toma tiempo y todos estamos obligados a transitar por ese camino. Hasta conseguirla y perfeccionarla. No es un proceso lineal ni libre de obstáculos: Al contrario, esta lleno de dificultades. Unas naturales y otras provocadas por factores y actores externos, interesados en la división. Todos podemos aportar a la construcción de la unidad. Pero otros tantos pueden estar interesados en la división. Me atrevo a decir la unidad es como los buenos sentimientos: Siempre hay que demostrarlos.
Que factores que contribuyen a la unidad? Factores cualitativos y factores cuantitativos. Los factores cuantitativos están relacionados con números que suman, aglutinan y determinan mayoría ante procesos electorales. Maquinarias, recursos y gente. Los factores cualitativos se refieren a la calidad de los aportes a la unidad. Al trabajo conceptual, sostenido y coherente como alternativa política.
En la elección para la candidata o candidato a la Alcaldía de Maracaibo, la oposición democrática nacional tiene una excepcional oportunidad de demostrar como se construye y se muestra una unidad perfecta, porque tiene a su favor los elementos cuantitativos y cualitativos. La maquinaria exitosa, los votos incuestionables y extraordinarios del principal partido político regional como Un Nuevo Tiempo, junto a la figura sorprendentemente carismática y la experiencia política de Eveling Trejo de Rosales, por una parte; y por la otra, el trabajo meritorio, las bases programáticas de un gobierno municipal y la acción ejemplarizante que ha venido desarrollando Juan Pablo Guanipa. Se cometería un error imperdonable si estos dos factores cuantitativos y cualitativos, se sacrifican el uno por el otro, en la elección de la candidata o el candidato. Todos los actores políticos deben estar conscientes que existe una complementariedad de estas formulas que sumadas, benefician al electorado opositor y que serian un ejemplo extraordinario de unidad, regional y nacional. Tenemos que hacer posible la lógica de que dos mas dos, si pueden sumar cuatro. Mucho mas cuando los ambos aspirantes, son extraordinarios candidatos.
Tenemos un reto por delante para la construcción de la unidad. El trabajo para la selección de los candidatos a diputados para la Asamblea Nacional, demostró ser exitoso y se puede ir perfeccionando en cada etapa electoral que se avecina. Nosotros confiamos que los actores políticos sean lo suficientemente sensatos para entender que estamos ante dos caras de una misma moneda (la unidad) y que, todos estamos obligados a hacer nuestros mejores aportes para ella.
Para tener una visión unitaria de la política es necesario apreciarla en todas sus dimensiones. Aunque en la práctica no están separadas, conviene distinguirlas conceptualmente para comprenderlas con mayor claridad. Hablamos, entonces, de (i) una dimensión moral, (ii) una dimensión de servicio o ministerial, y (iii) una dimensión trascendental.
El infeliz desmérito de Maquiavelo fue hacernos creer que la política y la moral son dos campos ajenos entre sí. La política —piensan los maquiavélicos— es una actividad existencial que por su naturaleza propia está fuera de las exigencias morales que tiene todo lo humano.
En este sentido, si queremos rescatar a Venezuela, hay que sepultar a Maquiavelo. No sólo es que la política sí tiene una dimensión moral sino que es la actividad humana en la cual se hacen más apremiantes las exigencias morales. La política posibilita el clima a través del cual el hombre puede acceder a su propia perfección, lo cual no es posible sin la observancia de lo que la moral establece. Ésta es una de las principales razones por las cuales el político debe vivir rectamente. No es posible ayudar a los demás a buscar la perfección si no se lucha por vivir más y mejor las virtudes en la propia existencia.
La dimensión ministerial se refiere a la política como servicio. El político está para servir a los demás; para alcanzar plenitud con y desde el servicio político. El verdadero político es capaz de jugarse su bienestar personal con tal de servir al bien común.
La política no vista como servicio es una aberración. Su desnaturalización sería tal que el político actuaría por provecho personal y sería capaz de poner el bien particular sobre el bien común, lo cual, en pequeño o en grande, debe ser llamado por su nombre: corrupción.
La tercera dimensión de la política es la trascendental. El político debe tener en cuenta, siempre, en cada decisión, que el hombre es un ser llamado a trascender lo físico. La felicidad que busca el político para la comunidad debe ser la que le permita al hombre acceder a realidades más altas. No es que el político deba fomentar estatalmente lo que, en concreto, corresponde al plano de la religión. Pero sí debe crear las condiciones favorables para que el hombre realice libremente todo aquello que apunta a la trascendencia, lo cual resulta imposible si el político no considera al hombre como una unidad corpóreo-espiritual al momento de implementar las acciones económicas, sociales, legislativas, administrativas y culturales que dan contenido a la política.
Desde la perspectiva que fuere, bien como político de profesión, bien como miembro de la comunidad, la actividad política exige de nuestras vidas una contribución generosa al bien común. Trabajar por hacer del hombre más plenamente un hombre es una constante responsabilidad que pesa sobre nuestros hombros.
Actualmente hay una agrupación que llama la atención por el modo en que cultiva la vocación política de los jóvenes:FORMA. Es una institución que trabaja con perseverancia en la siembra del porvenir. En miras a esa siembra, han lanzado el programa de formación “La juventud y el destino de la Nación”, que tendrá lugar a partir del mes de Octubre en cinco ciudades del país. Además del reconocimiento público, apoyo y aliento que merecen el programa y la institución, hay que procurar la existencia de más agrupaciones de esa naturaleza. Pero, sobre todo, propiciar que los partidos hagan de la formación de sus juventudes una prioridad real. La historia enseña que el porvenir de las naciones está en dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para mantener la esperanza. En eso consiste, precisamente, la formación política.
Debe tenerse en cuenta que la política le es natural al hombre. Siempre serán necesarios hombres y mujeres que atiendan profesionalmente los asuntos públicos, pero en tiempos de crisis —hoy— la necesidad se acrecienta, pues son los más viles los que copan los espacios públicos para satisfacer sus intereses egoístas. De todos, pero en particular de nosotros los jóvenes, depende rescatar el espacio de lo público para que vuelva a ser ocasión e instrumento de servicio. Asumamos la responsabilidad, queramos ser con mayor plenitud humanos contribuyendo a hacer más plenamente humanos a los demás. Hoy, como siempre, la política es un compromiso vital.
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