RENDIR CUENTAS. ÁNGEL ARELLANO
Dirá mucha gente, “sí, la oposición ganó, pero igual el chavismo continua gobernando a diestra y siniestra y el 26S no cambió el país aun”. Claro, que va a cambiar si falta que llegue enero para que los escaños de los contrarios a Chávez comiencen a hacer vibrar el hemiciclo de oradores del antiguo congreso con denuncias y propuestas para que se vea por fin una labor parlamentaria razonable. Al único que le salió de los poros decir que se siente orgulloso de ser foca, es a Robert Serra. Desprestigio y desperdicio de joven a favor de un concepto político que carcome el desarrollo de Venezuela.
La nueva generación de líderes sociales debe, a pesar de los tropiezos de las actuales caras políticas en ambos bandos, asumir con valentía y RESPONSABILIDAD los preceptos de un cambio que la nación pide y que sólo llegarán con el uso de la razón y no del bolsillo ni mucho menos el corazón. Así como modelos probados internacionalmente de gestión pública eficiente, son la veleta que distingue el camino, nuestra inteligencia debe quitarnos las pasiones de encima y enrumbar a la nueva camada en un trabajo forzoso de exigir rendición de cuentas y transparencia en los procesos.
Venezuela necesita que sus organizaciones, instituciones y poderes se reinventen, auto fiscalicen su accionar y hagan públicos cada uno de sus hechos con sus consecuencias, para poder determinar si lo estamos haciendo bien o mal.
El ESTADO DE MACOLLA, debe ser sepultado y meternos al agua con los nuevos modelos de administración pública. El país pide a gritos gente que lo conozca y sepa llevar de la mano de un proyecto en común de desarrollo que una a la sociedad y lime asperezas en la LUCHA DE CLASES que construyó el actual militar Presidente.
Después de sacar una importantísima fracción en la AN, fundamental es: primero, NO COMENZAR CON LA CANDIDATITIS que tanto nos ha afectado; segundo, ponerle cabeza y concentración a las estructuras municipales para dar resultados que más allá de victoriosos sean ÓPTIMOS y con gente preparada; tercero, velar porque se continúe avanzando más rápido y coherentemente, en la elaboración de planes legislativos y ejecutivos (donde la alternativa gobierne) para que se sienta con fuerza la transformación que la oposición quiere hacer.
La juventud cumple un rol importante como siempre. De ella depende hoy que los cuadros que tiene en su seno, del sector político que sea, se monte en trabajar en los espacios necesarios, con iniciativas en lo cultural, deportivo, educativo y comunitario, que es donde amerita Venezuela nueva conciencia ciudadana. Somos jóvenes, nuestro trabajo es potenciar lo que esa masa de muchachos y muchachas consideran viable para entre todos dar VALORES a la república a 200 años de su independencia.
¿QUÉ APRENDIMOS DEL 26S?. VANESSA ALEJANDRA SÁNCHEZ CARRERO
Una vez conocidos los resultados del pasado 26 de Septiembre, creo que se puede decir con toda seguridad, pero con mucha humildad, que se ha iniciado un proceso de construcción de una nueva Venezuela. Estamos en la fase final de una carrera que para muchos ha sido como un pasaje bíblico, porque hemos transitado un desierto lleno de obstáculos, ventajismo, confrontación y espinas a lo largo de estos años revolucionarios, para después de mucho trabajo y vocación poder saborear esta victoria que hoy nos dice: que el Presidente ya no es mayoría en Venezuela.
Pero a pesar de los resultados, de aquí en adelante debe venir una fuerza profundamente renovadora de la política y de sus líderes, para cambiar esa marca histórica de liderazgos mesiánicos que tanto daño nos ha hecho, para pasar a una concepción de liderazgo ciudadano e institucional, cosa que satisfactoriamente ha cambiado en estos últimos tres años electorales. Hoy, podemos decir que el proceso de consolidación de la Unidad y del consenso de los partidos de la alternativa democrática ha dejado un gran aprendizaje y un hito histórico para la democracia.
Para los que trabajamos por el cambio, es de gran satisfacción saber que nos metimos en los circuitos más difíciles del país y dimos la pelea hasta el final, porque entendimos que el proceso de consolidación de la Unidad es indispensable para avanzar y lograr una Asamblea Nacional más parecida a Venezuela: amarilla, azul y roja. Lo sucedido a lo largo del 2010, desde la conformación de la MUD hasta el día siguiente de la elecciones, nos ha dejado varios aprendizajes: en primer lugar, este proceso permitió que se le diera la importancia que merecían las diferentes instituciones partidistas en Venezuela, entendiendo que los partidos son necesarios para avanzar en los procesos democráticos e históricos que demanda el país y, no la bota militar.
Por otro lado, el domingo 26 de septiembre se demostró además, que la vía correcta es ciudadana y electoral, por ende, celebramos la actitud cívica que tuvo la mayoría de los venezolanos para expresar su opinión y decir con su voto que quieren un camino mejor y diferente al socialismo para Venezuela. Sin embargo, el sentimiento triunfalista no nos debe invadir porque a pesar de ser hoy mayoría, no obtuvimos el mayor número de escaños en la AN, por dos razones, en primer lugar, por la trampa electoral e inconstitucional establecida en la LOPE y, segundo lugar, porque aún seguimos teniendo una diferencia, cada vez más pequeña, entre los votos urbanos y los votos rurales.
No obstante, la gran lección y concientización sobre el 26 de septiembre, es que debemos capitalizar esos 1.021.120 votos que Chávez perdió en 19 meses, pero que aún no pertenecen a la alternativa democrática; es decir, debemos seguir recorriendo y pateando cada barrio, caserío, costa, montaña y ciudad de este país para mostrarle la verdad y un camino mejor todos los ciudadanos.
Lo cierto es que hoy, estamos ante un nuevo escenario político de país, donde el gobierno se verá obligado a negociar y a dialogar con la otra opción política del país, que hasta hoy no reconoce; ya no tiene la mayoría calificada para hacer lo que le venga en gana, lo cual nos dice que el 2011 va hacer un año de confrontación y de discusión, porque se va obligar al gobierno hablar sobre los problemas del país. Por lo tanto, es hora de asumir la responsabilidad histórica de trabajar y construir juntos ese camino mejor que nos merecemos sin distingo de color todos los venezolanos vía 2012.
¿POR QUÉ CHÁVEZ GANA?. MICHAEL ROWAN
Cinco herramientas amañaron un voto popular de 49% para convertirlo en 59% de las curules oficialistas en la Asamblea Nacional: el registro electoral no auditado por independientes y con millones de electores "fantasma"; la manipulación de distritos electorales a favor del PSUV; las inextricables máquinas de votación y el escrutinio centralizado; el dinero, poder, intimidación y amenazas del Gobierno y, finalmente, el dinero empleado en la campaña y el ventajismo en los medios, que sólo tienen parangón en una dictadura. En condiciones justas, el respaldo a Chávez hubiera sido de 25% o menos. Hasta sus partidarios saben que él es un desastre en política interna y externa. Pero las elecciones en Venezuela no han sido transparentes desde el fiasco del referéndum revocatorio en 2004.
Esto, más una ventaja enorme pero que puede remediarse fácilmente -la falta de respuesta a su mensaje- lo convierten en virtual favorito para la reelección en 2012. Desde 1998, Chávez ha tenido la exclusiva de un poderoso mensaje a los pobres que la oposición no ha acometido: "Yo estoy de su lado y los oligarcas no". Esto le permite fraguar la votación a su favor porque más de la mitad de los venezolanos es pobre y cada día se depaupera más; justo como estaba planeado. Chávez genera más pobreza cada día al destruir la economía privada. Distribuye la propiedad privada y las empresas productivas entre los pobres que lo único que saben es depredarlas, volviéndose así más dependientes de las dádivas del Gobierno y completando el círculo vicioso del fracaso económico ligado al éxito político de Chávez.
En medio de este vacío, los mensajes contra Chávez sólo lo ayudan. A falta de algún mensaje de la oposición sobre cómo sembrar el petróleo para diversificar la economía y zarpar en una ola de libertad y creación de riqueza que elimine la pobreza, a Venezuela le queda esta opción: Chávez atiende a los pobres y es incompetente o la oposición no se ocupa de los pobres y siempre fue incompetente. En ese contexto, bien conocido por los ni-ni, Chávez puede atraer a la mayoría de los pobres y utilizar sus herramientas para procurarse una victoria en 2012. ¿Cuántas décadas habrá que esperar para que la oposición transmita un potente mensaje a los pobres?
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