miércoles, 13 de octubre de 2010

CELEBRAR EL DESCUBRIMIENTO Y POSTERIOR LEGADO DE LA EVANGELIZACIÓN. MARTHA COLMENARES.

No se reconoce absolutamente nada de la obra de España en América. Y ahora, pretende imponerse, como expongo a continuación, una corriente que tergiversa todo el sentido de la religión, la moral, la historia, la sociedad y la economía que define a Hispanoamérica.

Celebrar el descubrimiento y posterior legado de la evangelización en el Nuevo Mundo

Con sus luces y sus sombras es indudable que los países que conforman Hispanoamérica son el resultado del descubrimiento y posterior evangelización de España en el Nuevo Mundo. Peligroso que se pretenda acabar con esa identidad para sustituirla por una mitología inventada, según la cual la verdadera cultura americana es la de los indígenas, mientras que los españoles son intrusos, que vinieron a robar y a matar. No se reconoce absolutamente nada de la obra de España en América. Y ahora, pretende imponerse, como expongo a continuación, una corriente que tergiversa todo el sentido de la religión, la moral, la historia, la sociedad y la economía que define a Hispanoamérica.

Desde hace varios años vengo actualizando este artículo sobre el descubrimiento de América (¹). Hoy, 12 de octubre de 2009, una vez más, hago oportuna la fecha para desearles un feliz Dia de la Raza, un feliz Dia de la Hispanidad, que ahora en Venezuela, por decreto de Hugo Chávez es el día de la “Resistencia indígena”. Conocido que en sus tradicionales discursos por este dia cada año se desborda en lugares comunes especialmente contra Cristóbal Colón: que si es “genocida”, que si los barcos “exterminadores”, que si arrasaron a todos los aborígenes y que los que quedan son descendientes de los negros que fueron traídos en barcos como esclavos desde África. Es decir ya no somos descendientes de la “España mala madre”, como él la define.

No se reconoce absolutamente nada de la obra de España en América

Es relevante mencionar que el avance del proyecto chavista, no sólo pone en peligro la seguridad hemisférica, sino que amenaza con destruir hasta el último vestigio de la identidad hispanoamericana. En su mezcla de comunismo populista, fascismo y fundamentalismo, en la que participan Fidel Castro, Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Kirchner, Michell Bachelet, ahora Mel Zelaya, todos ellos, de la mano de su homólogo Hugo Chávez, integrantes además, del Foro de Sao Paolo,

Con sus luces y sus sombras es indudable que los países que conforman Hispanoamérica son el resultado del descubrimiento y posterior evangelización de España en el Nuevo Mundo. Peligroso que se pretende acabar con esa identidad para sustituirla por una mitología inventada, según la cual la verdadera cultura americana es la de los indígenas, mientras que los españoles son intrusos, que vinieron a robar y a matar. Pretende imponerse, como expongo a continuación, una corriente que tergiversa todo el sentido de la religión, la moral, la historia, la sociedad y la economía que define a Hispanoamérica.

Según esta historiografía surrealista, los sacrificios humanos perpetrados por los mayas y aztecas, en los que se arrancaban los corazones palpitantes de los tlaxcaltecas y demás tribus sometidas, o el canibalismo practicado por los indígenas caribeños, eran muestras elevadas de civilización.

Por otra parte, no se reconoce absolutamente nada de la obra de España en América, aunque esté a la vista en cada ciudad hispanoamericana, en la forma de plazas, ayuntamientos, catedrales y universidades. O en la transmisión de los más preciados tesoros culturales, como son el lenguaje, la ciencia, la literatura y las demás artes. O, más evidente todavía, en la inédita práctica del mestizaje, inducida directamente por la Corona.

Son tan descaradas las mentiras inventadas por los voceros del castro-comunismo, que Chávez no sólo se atrevió a sustituir, mediante decreto (²), el “Día de la Raza” por el “Día de la Resistencia Indígena”, sino que se atrevió a increpar públicamente al Papa Benedicto XVI, exigiéndole una disculpa por el comportamiento de España y la Iglesia en América.

De triunfar esta fraudulenta visión de la historia, los hispanoamericanos dejarán de ser lo que son, una maravillosa mezcla de razas, herederos legítimos de la Civilización Cristiana Occidental, a través de sus raíces hispánicas, y se convertirán en meros sucesores de los indígenas, condenados al primitivismo y al atraso. Justo lo que quisieran los aliados de Chávez, como las guerrillas FARC y el ELN, que luego de cumplirse 515 años del Descubrimiento, siguen practicando sacrificios humanos, en la forma de asesinatos, secuestros y extorsión.

Increíblemente, la clase política venezolana no le ha hecho frente a esta amenaza histórica y cultural. Los opositores a Chávez se limitan a condenar sus prácticas totalitarias, el control que ejerce sobre los poderes públicos, la corrupción, la ineficiencia, etc., y hacen muy bien en hacerlo, pero también deben enfrentarlo en otros campos, igualmente importantes, como el de la tergiversación deliberada de la identidad.

Debe reconocerse, sin embargo, la valiente labor que ha realizado el sector privado de la educación venezolana, que sí ha entendido perfectamente el daño permanente e irreversible que significa modificar los programas educativos, para lavarle el cerebro a los niños y hacerles creer las mentiras del Foro de Sao Paulo.

“¿Por qué Paulo VI y Juan Pablo II aseguraban que Iberoamérica es el Continente de la Esperanza?”.

¡Buena pregunta!. “El Continente de la Esperanza”, nombre del libro del venezolano Alejandro Peña Esclusa, presidente de la ONG Fuerza Solidaria y el organismo internacional, UnoAmérica, como así fue llamado el continente por sus santidades, es una obra de referencia obligatoria, donde sale a relucir que “El obstáculo para el desarrollo de Iberoamérica es un impedimento de orden psicológico: una falla colectiva en la autoestima”. Que entre otros, cita al historiador español Julián Juderías, autor del libro La Leyenda Negra.

“Los enemigos de España comenzaron a difundir la leyenda negra a mediados del siglo 16, a raíz de la Reforma protestante. Dada la identificación que entonces existía entre España y la Iglesia Católica, desprestigiar a una repercutía en la otra”.

Por supuesto, hoy por hoy, la leyenda negra les vino al dedo a los marxistas, Hugo Chávez, entre sus mejores exponentes. El resentimiento, la falta de autoestima, el afán de la retaliación, más la suma de una tergiversación histórica. Porque les ayuda a promover la lucha de clases y de razas.

“Las falsedades y exageraciones contra España, refutadas ampliamente por numerosos documentos históricos, se convirtieron en una verdad incuestionable, al punto que la mayoría de los iberoamericanos las repiten, sin darse cuenta que al hacerlo se inflingen grave daño, sobre todo en su autoestima. La capacidad creativa de una población está estrechamente vinculada a la opinión que tenga de sí misma, es decir, a su identidad histórica. Si un pueblo se siente satisfecho y orgulloso de su historia, tendrá mayores posibilidades de hacer aportes valiosos a la humanidad”.

Es muy lamentable, pero los ciudadanos hispanos de buena voluntad festejamos la fecha con alegria, agradecidos de compartir tantas cosas, de hablar a Dios en la misma lengua (³) y porque además, el 12 de octubre, día de la Raza, es el día de la Virgen del Pilar. ¡Viva la Hispanidad!

Martha Colmenares - marthaccolmenares@yahoo.com

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