Recientemente el cineasta Oliver Stone profirió unas críticas hacia mi por unas opiniones emitidas acerca de su película Al sur de la frontera, la cual valoré como divorciada de la realidad de nuestro país y que muestra una sola y limitada versión de lo que sucede en Venezuela: la versión oficial.
Sorprendentemente la respuesta del señor Stone no se centró en rebatir los argumentos dados por mí y, muy por el contrario, utiliza la descalificación personal, catalogándome como un político del "ala derecha", descalificaciones propias del gobierno nacional para referirse a toda la oposición y con lo cual se me presenta la duda acerca de si el cineasta le escribe los guiones al gobierno o el gobierno se los escribe a él.
La verdad es que Oliver Stone no conoce muy bien nuestro país. En su respuesta continúa diciendo que "el ataque a los Derechos Humanos en Venezuela ha venido de parte del señor López y sus aliados", mostrando en primer lugar, un desconocimiento teórico importante, porque el ataque y violación a los Derechos Humanos no pueden ser cometidos por los particulares, sino por los Estados y, en segundo lugar, omitiendo que es el Gobierno Nacional quien ha pasado los últimos 10 años tomando sistemáticamente el control de cada uno de los espacios de la sociedad, incluyendo a los tribunales, la legislación, los medios de comunicación y el sector petrolero del país.
Se le olvida que no es la oposición venezolana, sino el gobierno, la que niega de forma sistemática el acceso al país a las organizaciones protectoras de los Derechos Humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que desde 2003, "la Comisión ha realizado varios trámites para obtener el permiso del Estado y así llevar a cabo una visita de observación. Hasta la fecha, el Estado ha negado que la Corte Interamericana de Derechos Humanos vaya a Venezuela [...] debilitando considerablemente el sistema de protección que crearon los Estados Miembros de la Organización".
El señor Stone omite mostrar el aumento de la miseria, el ascenso del número de crímenes violentos, la imposibilidad de mantener la infraestructura básica que sostiene los servicios públicos como energía eléctrica y agua potable. Claro, debemos recordar y ser justos: el señor Stone no conoce bien a Venezuela.
Él ha pasado apenas pocos días aquí, siempre acompañado del Presidente, y admite que no ha hablado con ningún líder de la oposición y que tampoco ha visto de cerca lo que es la Venezuela real, a diferencia de la Venezuela "escenificada" que le fue presentada en su visita.
Quiero ratificar el reto amistoso al señor Stone: venga a vivir a Venezuela por varios meses.
Alquile un apartamento o una casita, conduzca su propio carro, use taxis o transporte público. No lleve guardaespaldas. No utilice los privilegios a los que el venezolano común no tiene acceso. Si es posible, imagine que no tiene ninguna relación con el Presidente o el gobierno.
Incluso, ya que le llama la atención el tema fronterizo, lo invito a visitar nuestras fronteras y recoger testimonios de venezolanos que viven allí, sobre la presencia de la guerrilla colombiana.
Después de que haga eso, podremos entonces tener una conversación honesta sobre lo que está pasando en mi país y sobre lo que podemos hacer para darle a las personas las oportunidades que se merecen.
leopoldoenred@gmail.com
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