domingo, 22 de agosto de 2010

GENOCIDIO, FRAUDE ELECTORAL Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL EN VENEZUELA, RÓMULO LARES SÁNCHEZ

La gravedad de la alarma y la angustia permanentes de los venezolanos ante las agresiones y el desprecio del régimen por la vida, desde 1999, pareciera que habrían sido denunciados por los medios de comunicación, sus profesionales y los gremios relacionados con esta industria, a partir de la publicación de una fotografía del diario “El Nacional”, que reflejaría la extrema violencia nacional representada por una escena cotidiana interna de la Morgue de Caracas, la mejor dotada del país, imagen fiel del reino impune del asesinato, en la práctica promovido como política de Estado, que desató como reacción “oficial” otro escándalo represivo más contra la prensa escrita que ha tenido repercusiones internacionales, fundamentalmente porque se pretendería censurar la libertad de prensa.

Observamos una gran contradicción con nuestra realidad nacional, cuando el escándalo se ha centrado en el tema crucial de la libertad de comunicación, información y opinión, caso perdido en Venezuela, si observamos el comportamiento de los medios a partir de 2003, por lo que celebraríamos que el debate y la acción necesarios para su restablecimiento hubieran sido colocados en la agenda nacional, de las mayorías que no son tomadas en cuenta, pero mientras tanto seguiremos deplorando que el derecho a la vida y los demás derechos civiles, políticos e individuales permanezcan en un segundo plano. Ambas categorías son Derechos Humanos, pero es muy claro que la prioridad siguiera invertida cuando adicionalmente, las reacciones de los medios lo que defienden y promueven primero son sus intereses, los de sus gremios, sindicatos y se ocupan después de los del ciudadano y los de las mayorías, objeto y razón de su existencia, olvidando adicionalmente su responsabilidad fundamental como garantes de la verdad, la libertad, la democracia.

Para debatir sobre el tema central, del escandaloso incremento de la violencia y el asesinato durante los últimos 10 años, la cadena de televisión norteamericana CNN invitó al presidente del instrumento mediático y estandarte del régimen para la manipulación de la opinión pública internacional, la televisora “TELESUR”, con base local y financiada con recursos públicos venezolanos, quien despreciaría la seriedad y su responsabilidad sobre el tema ante los argumentos del otro invitado y representante de la organización académica de investigación más reconocida en la materia, el OBSERVATORIO VENEZOLANO DE VIOLENCIA, mediante una crisis histérica de risas y carcajadas que representaría con fidelidad la firme política totalitaria de rutina, tanto en lo medios “oficiales” como también en los autoproclamados como “opositores” al régimen, cuando ambos ejercen la censura y autocensura permanente de las expresiones diferentes a las del régimen o a las de las “oposiciones”.

Esta férrea censura y autocensura alcanzó en la práctica el carácter total a partir del 4DIC2005, cuando ante la farsa de turno de la “elección” de la Asamblea Nacional se habría producido la mayor expresión de unidad por la libertad del colectivo venezolano en nuestra Historia. Alrededor del 90% de un Registro de Electores adulterado y manipulado se abstuvo o votó nulo, como manifestación de su identificación y respaldo a la Constitución, ejerciendo las acciones ordenadas por los artículos 333 y 350, expresando en consecuencia su desprecio y rechazo al régimen por el fraude permanente y continuado político-electoral, ilegitimando e ilegalizando la Asamblea Nacional y el Consejo Nacional Electoral, es decir: desconociéndolos, y ejerciendo una acción colectiva para demoler toda duda sobre nuestra disposición de detener la usurpación de los poderes públicos ejercida por las autoridades proclamadas por el Sistema Electoral.

Desde 1999 han sido asesinadas alrededor de 140 mil personas. Este índice saltó más de 10 veces en 11 años. ¡Otro récord mundial e histórico! El liderazgo y la responsabilidad primaria indiscutible de este fenómeno le corresponde al usurpador de la representación del Estado, las Fuerzas Armadas y la Presidencia, instigador permanente del odio, la violencia, la subversión, la división y la polarización de la población, creador de milicias irregulares armadas entrenadas conjuntamente por “cooperantes” y “asesores” cubanos y de otras naciones forajidas, de las FARC, el ELN y la ETA, quien ya fue acusado por el Alto Mando Militar en Cadena Nacional de medios de comunicación, como responsable por los asesinatos de 17 manifestantes pacíficos, y más de un centenar de heridos, el 11ABRIL2002, solicitándole su renuncia y deteniéndolo. Sin embargo, la voluntad de los hombres de las instituciones de la nación dispuso, más allá de la impunidad, que siguiera promoviendo el fraude político-electoral hacia los demás poderes públicos, gobernaciones y alcaldías, al permitir que el criminal no fuese enjuiciado sino liberado para retornar a su condición de multi-usurpador e imponer como respuesta y burla la consigna “oficial”: “Patria, socialismo o muerte, venceremos”, que los miembros de las Fuerzas Armadas regulares, milicianos y militantes de su partido “único” exhiben y utilizan como saludo.

Ante este cuadro, la responsabilidad de los medios de comunicación social, sus profesionales y las organizaciones gremiales y sindicales relacionadas, seguirá creciendo mientras continúen ejerciendo las escandalosas censura y autocensura de las opiniones de las mayorías, que deseamos construir una Venezuela transparente, democrática, sincera y sin fraudes institucionalizados. Los medios “privados” y sus actores directivos y profesionales tomaron la determinación brutal de presentar sólo una parte, los argumentos de las oposiciones autorizadas por el régimen, es decir, han optado por una postura totalitaria idéntica a la ejercida por el régimen a través de la abrumadora mayoría de medios bajo su control, presentando sólo los argumentos de las minorías que promueven el fraude continuado y permanente con el Sistema Electoral, que ambos grupos han aceptado para dirimir diferencias y legitimar autoridades, en contra de la manifestación clara del colectivo referida, contradiciendo aspectos fundamentales de las desviaciones denunciadas y despreciadas por las mayorías, para acusar en sus espacios de forma denigrante a quien manifieste su rechazo a cualquier participación en el sufragio del CNE como: “traidores a la patria”, “malcriados”, “no quieren a su mamá”, “empantuflados”, “irresponsables”, “ridículos”, “inconscientes”, “estúpidos”, “fanáticos”, “responsables de las pérdidas electorales de los rojos o de los azules, y de la democracia”, “responsables de obstruir el restablecimiento del Estado de Derecho”, “rojos encubiertos”, “azules encubiertos”, es decir, condensado y resumido como: NI-NÍ.

Tengamos presente que sólo este argumento “externo” al fraude permanente y continuado dentro del Sistema Electoral, relacionado con la censura y autocensura de los medios de comunicación social, sería suficiente para obligar la suspensión de todo proceso electoral, debido no sólo a su incapacidad para reflejar la voluntad del colectivo, sino porque conduce precisamente a condicionar y manipular esa voluntad.

Esta porción del colectivo estimada por las encuestadoras en alrededor del 55% de la población adulta, que sería considerablemente superior si tenemos presente la corrección por el impacto del terror instalado en la sociedad, de quienes no deseamos y despreciamos la misma violencia criminal del voto, de un sufragio que no representa la voluntad ciudadana desde el Referéndum Consultivo saboteado el 2FEB2003, ni podría tampoco representarla el 26SEP2010, sin importar los niveles ni las calidades técnicas de los observadores ni de los testigos electorales, porque ha sido diseñada para neutralizarlos, impedir la obtención y desaparecer las evidencias de su manipulación interna, aunque su objetivo fundamental sea en realidad, decorar su “democracia” con una Asamblea “multicolor” para celebrarla hasta su acto cumbre con la “reelección” del régimen en 2012.

Pero somos silenciados sistemáticamente por los medios y por el régimen, “por nuestro propio bien”. ¡Gracias!

Aunque esta fracción homogénea de la sociedad venezolana fuese minoría, que no lo es, quienes entendemos la democracia como la autonomía individual y la expresión de la soberanía popular mediante un verdadero sufragio, denunciamos la decisión impuesta de censurarnos y autocensurarse para impedir la presencia de nuestros argumentos y el debate abierto, que habría sido fundamental: el sufragio, para desconocer de forma definitiva al régimen, sus socios y cómplices, para generar la base para el restablecimiento del Estado de Derecho. Esta política habría hecho cómplices y luego socios del régimen-oposiciones a los propietarios de los medios de comunicación social y a sus profesionales. Atribuir la censura y la autocensura a la presión del régimen, los ha convertido en el instrumento que sirve de coartada para la manipulación de la opinión pública nacional e internacional, haciéndoles creer en la existencia de “algunos espacios” libres y encubriendo la verdadera naturaleza del régimen, que este debate habría desnudado.

Las condiciones socio-políticas de deterioro creciente así como el sistemático ambiente generado de terror y de irrespeto por los derechos humanos son de tal magnitud, que el régimen y sus oposiciones sobresalen como responsables de una programación ejecutada de forma progresiva y sistemática, lo que determina la aproximación a su carácter genocida directo, así como también el de sus cómplices.

La exoneración que nos correspondería por la irresponsabilidad en este complot contra la República, sus instituciones y las vidas de sus ciudadanos, hasta la práctica disolución de la Nación, no puede complacernos. Mientras la lista de perseguidos, acosados, invadidos, exiliados, secuestrados, asaltados, asesinados y desaparecidos sigue creciendo, y la subversión y asociación con el crimen organizado transnacional se consolida, ante la indiferencia o la acción oportuna dispuesta sólo para satisfacer los intereses comerciales de naciones líderes de la comunidad internacional, nuestro barco está siendo hundido con nosotros a bordo, mientras las ratas ya lo abandonaron o disponen de yates salvavidas particulares.

Tampoco nos consuela la inexistencia de prescripción de todos estos crímenes de lesa Patria y contra la humanidad, ni la jurisdicción planetaria para enjuiciar a los responsables. El sufrimiento de la familia, personal y colectivo, nuestros tiempos, nunca podrán recuperarse. ¡Será una carga fétida para varias generaciones!

Mientras tanto, señoras y señores de la industria de los medios de comunicación social, continúen proclamando: ¡A votar con la nariz! Aunque huele muy mal, es la democracia y son las elecciones, las únicas que tenemos, ¡a votar el 26SEPTIEMBRE!

¡ Ni agua para los NI NÍ, porque ellos no saben lo que es bueno para la patria, pero nosotros sí ¡ ¡Qué Patria!

romulolares@hotmail.com

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